Danilo Sánchez Lihón
1. El hombre
de Masa
En la obra “Lucho para la lucha, homenaje poético a
Luis de la Puente Uceda” preparada acuciosamente por Javier Delgado Benites, se
cumple simbólicamente la utopía que César Vallejo formula y preconiza en el
poema Masa.
Y donde finalmente todos los hombres de la tierra
rodean al cuerpo del combatiente que no cesa de morir y que con un ruego unánime
y común le dicen: “¡Quédate, hermano!”
Pero solo cuando todos los hombres de la tierra
estuvieron reunidos y no faltaba ningún ser humano, entonces “les vio el
cadáver triste, emocionado; incorporose lentamente, abrazó al primer hombre;
echóse a andar.”
Podemos imaginar a Luis Felipe de la Puente como el
combatiente caído y que sigue muriendo. Pero al escuchar los poemas de este
libro lo mismo que aquel cadáver icónico, se incorpora lentamente, abraza al
primer hombre y se echa nuevamente a andar.
2. Dónde
está el bien
Se cumple así el rito del poema Masa en esta
eucaristía de amor sincero, inmáculo y popular, que lo es así por ser canto
colectivo, espontáneo e incondicional, el de una militancia voluntaria y
soberana solo alentados con lo genuinamente humano.
Y esto como hombres que somos y que hemos sufrido, más
allá de cualquier postura, filiación o credo político o religioso, más bien
únicamente guiados por nuestra condición de seres humanos que sienten dónde
está el bien, la verdad y la belleza.
Donde exaltando a un hombre se exalta lo social,
porque con Luis de la Puente Uceda se cumple lo que César Vallejo escribiera en
aquel poema proverbial que hemos evocado.
Y que tanto es un homenaje al combatiente yacente como
es una épica a favor de nosotros mismos en cuanto tenemos de naturaleza común y
colectiva.
3. Voto
de adhesión
Porque tan milagro es que el cadáver se incorpore
lentamente, como milagro es la unanimidad de todos los hombres de la tierra por
unirse en una voz y en un abrazo generoso y solidario, ya que: “todos los
hombres de la tierra le rodearon”
Porque quienes escriben en el libro Lucho para la
lucha asumen esta ofrenda en representación del colectivo humano universal al
cual pertenecemos todos.
Y porque quien ha escogido escribir un poema a Luis de
la Puente lo hace porque es un militante en la causa que él defiende, de la
redención del hombre y de instaurar aquí y ahora el reino de los hombres justos
y buenos.
Y bajo ese mismo pendón cada poeta que aquí se hace
presente, es un enrolado en aquel círculo de fraternidad.
Y que clama porque la vida vuelva al compañero
yacente, emitiendo así un voto de adhesión y pertenencia a las causas y razones
que él defendió y seguirá defendiendo.
4. Luis
de la Puente
Pero, ¿quiénes son los seres que inspiran que se
escriba en su honor un poema?
Indudablemente tiene que ser una persona en quien se
cree, que representa un ideal, un ser consagrado, aquel que se ha erigido en
símbolo de un valor supremo Algo brillante, ínclito y esclarecido. Un hecho o
un ser insólito, portentoso e insigne.
Solo es capaz de inspirar un poema un ser sorprendente
y valeroso, que ha tenido o tiene una fortaleza más allá de nuestros límites,
capaz de hacer lo indecible, un ser honesto que no rehúye su tiempo sino que lo
encara.
Lo inspiran héroes legendarios siempre ubicados desde
el lado del pueblo, baluartes de lo que reconocemos como el lado abnegado,
altruista y generoso de la vida.
Porque Luis de la Puente y sus compañeros no luchaban
por paga, ni por un botín ni por una pitanza; tampoco por riquezas ni prebendas
sino por ideales, sueños y utopías.
5. escondidos
en el alma
Así Luis de la Puente con su vida escribió el mejor
poema de esta antología y de la historia del Perú de los últimos tiempos, como
lo hizo también Javier Heraud con su sacrificio legendario.
Y lo hicieron con cada uno de sus pasos, de sus actos
y hasta de sus gestos. Y es eso lo que imbuye de entusiasmo a las voces
reunidas en esta antología, inspiras porque la vida de quien la suscita tiene
raigambre poética, tiene leyenda y tiene mito.
Porque hay hombres coraje, hay hombres que convocan y
producen aprobación y son motivo de fervor y epopeya, como es el caso de quien
inspira estos poemas que Javier Delgado Benites ha recogido de donde estaban ya
hechos y derechos.
Muchos desperdigados en diversidad de publicaciones,
sean: libros, revistas, periódicos, opúsculos o sueltos que se producen para
cualquier ocasión o efeméride.
Algunos solicitados pacientemente a sus autores
conociendo que tienen escondidos en el alma los versos del poema que al final
componen
6. Sin
mácula
Y es que conocer la vida de Luis de la Puente
compromete, porque él por su limpidez, honestidad y coherencia ingresa y se
queda en el corazón de la gente; por ser espíritu que defiende lo que es justo,
lucha por el derecho de todos y su palabra es convincente porque lo respaldan sus
actos.
Hijo de la Capital de la Poesía del Perú, como es
Santiago de Chuco, tenía que ser referente para hablar de él y su gesta en
poesía, en poemas que muchos de ellos están escritos desde su pueblo, revelando
que quienes escriben han ido tras sus pasos hasta llegar a su aldea nativa.
Es también porque Santiago de Chuco reúne por un lado
a César Vallejo como poeta de la justicia social y por otro a la figura
guerrillera y práctica que se propuso concretar el mismo ideario. Por eso
decimos aquí que César Vallejo es la visión y Luis de la Puente Uceda es la
acción.
Resultado de este binomio es esta poesía militante,
que en este caso la suscita un héroe popular, un hombre verdadero, una
personalidad luz, completamente diáfana, incólume y transparente, sin una sola
mácula.
7. En nombre
de todos
Por él se han compuesto estos poemas que dialogan con
la historia más entrañable del Perú vibrante y estremecido, poesía de emoción
social que se junta al roturar de la tierra abriendo los surcos para echar la
simiente que fructificará mañana; poemas que se relacionan también con la flor
y la espiga que se columpia en la planta ya erigidas y que se extienden en los
campos fragantes
Poesía que sirve para hablar y soñar con libertad,
para anunciar que ya amaneció y se prevé entonces aquel mundo de justicia, de
verdadera humanidad que él ayudó a inaugurar alzando las armas.
Poesía que sirve para seguir luchando, para oponerse
al poder que avasalla y al mal que todo lo mancilla. Poesía para acercarse al
manantial de lo bueno y lo cierto, y para hacer la patria verdadera que todos
nos merecemos.
Trovar que sirve para entonar un canto de adhesión, de
alabanza y gratitud, porque nos enaltece su ejemplo como hombres, como especie
y como historia humana. De gratitud porque reconocemos que él luchó en nombre
mío, en nombre tuyo y en nombre de todos los seres sobre la faz de la tierra
quienes anhelan que ya jamás asome su ruin talante la pobreza.
(* Primera
parte)
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HOMENAJE
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