lunes, 31 de agosto de 2015

EL ENCANTO DE SANTA ROSA DE LIMA -POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
EL ENCANTO DE SANTA ROSA DE LIMA
 
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
 
El encanto de SANTA ROSA DE LIMA, era su humildad, obediencia i abnegación. Era pura, tierna i dulce. Llevaba en su mirada el amor i el perdón. Entregó toda su vida al servicio de CRISTO. Fue la flor más perfumada i bella del jardín del SEÑOR. Practicaba la penitencia i la oración.

Durante su vida, llena de adversidades, la paciencia i su inmenso amor a DIOS, le sostenían. Hablaba de ÉL, con tanta emoción, que cambiaba el tono de su voz i su rostro se encendía de luz divina.

DIOS, le concedió gracias extraordinarias, mientras el demonio la molestaba con violentas tentaciones. Las experiencias que vivió Santa Rosa, fueron sobrenaturales.

En su lecho de muerte SANTA ROSA, musitó como una oración: "SEÑOR, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".

El Papa Clemente X, la Canonizó en 1671, a nuestra SANTA ROSA, Patrona del Perú, América i las Filipinas. Ella, nos dejó un ejemplo de vida, una entrega, de amor sin límites a JESÚS. Esa sublime pasión, que le movió a vivir en Santidad. 
 
 
 
ROSA BENDITA
 
LUZ SAMANEZ PAZ

ROSA BENDITA,
qué flor te perfuma los labios
i el amor de CRISTO te ha puesto,
como una rosa florida en el cardo,
centelleo de dicha en tus ojos
i en tu boca milagros de canto.
 
ROSA BENDITA,
dulce i humilde Santa
¿qué emoción se ha volcado en tu pecho?
¿qué miel se ha quedado en tu palabra?
 
Es la chispa divina
que prendió en tu cuerpo,
esa luz misteriosa
en que eternamente ardes.
 
ROSA BENDITA,
estrella sublime
¿qué amapola turbada
sonroja tus mejillas
de beso abrazadas?
 
¿Qué fulgor celestial
se anidó en tu alma?
¿qué lucero divino
ha guardado tu pecho?
 
Por eso, tienes esa voz
deslumbrante de alondra
o el fulgor de inefable desmayo,
al conjuro de la gracia divina.
 
Estás llena de luz i de gracia,
porque llevas el sol en los ojos
i el himno divino en el corazón.
 
Canción de místicos querubes,
por cuyo canto
florecen las almas.
 
No hay,
ningún rumor a mis pies
i la distancia de los ecos,
cuando me encuentro rezando
a ROSA BENDITA DE AMÉRICA.
 
I al mirarla,
me siento llena de amor i ternura,
de brillantes i luciérnagas.
 
De sol tengo los ojos dorados,
tengo un impulso de vuelo en mi vida,
tengo un cielo dormido en mi alma,
tengo toda la lumbre del mundo.
 
Fascinada me tiene el encuentro,
he hallado la fe, la alegría,
ROSA BENDITA DE AMÉRICA,
cuando no la esperaba a mi paso.
 
¿Cómo brilla la joya?
¿cómo quema mi pulso su rayo?
¿cómo calma la gloria el camino?
¿cómo ahora mi cántaro amargo
se ha convertido en amor i paz?
 
Estoy llena de luciérnagas,
llevo el sol en los ojos dorados,
llevo el himno divino en el alma
i en mis labios la oración i el canto.
 
Cuando lloro con todos los que lloran,
cuando ayudo a los tristes,
cuando parto mi pan con los pobres
me inspirás solo tú, ROSA BENDITA.