miércoles, 15 de abril de 2015

DÍA NACIONAL DEL POETA, EN HOMENAJE AL INMORTAL CÉSAR VALLEJO - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL


DÍA NACIONAL DEL POETA, EN HOMENAJE AL INMORTAL CÉSAR VALLEJO 

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
 
Como Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Poetas, Escritores i Artistas (ASOLAPO INTERNACIONAL), quiero decirles que fue justamente por gestión mía que el Congreso de la República del Perú, aprobó un Proyecto de Ley del entonces Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. LUIS ALVARADO CONTRERAS, para crear nuestro DÍA, el "DÍA NACIONAL DEL POETA", en homenaje al inmortal CÉSAR VALLEJO, el 15 de abril. Motivo por el cual el Instituto VALLEJIANO en París-Francia, me otorgó una distinción.

Quiero ser portadora del mensaje de integración entre los vates, ya que ellos son necesarios, son la inteligencia i la unión. Porque sabemos, que fraternidad i progreso son sinónimos de CULTURA i con la convicción de que cuanto más trabajemos por la superación de esos anhelos, más grande haremos nuestras acciones en todo el MUNDO.
 
ASOLAPO INTERNACIONAL, le rinde un Homenaje Especial, al Gran CÉSAR VALLEJO MENDOZA, a la MEMORIA de este insigne POETA, cuya voz de roca, cortada a trozos por el grave perfil del pensamiento, es la voz rítmica más profunda, más plena de la emoción, más henchida de protestas i más grávida de universo. CÉSAR VALLEJO, salió de las hondas quebradas peruanas, hacia los caminos del mundo, cruzando nuestros ríos caudalosos i cielos azules, hundiendo sus plantas en los arenales, alucinándose en la luz sideral de nuestras cumbres borrascosas, como un peregrino de siglos, para otorgar a los hombres con acento de Biblia, el dictado de nuestro pueblo.
 
El aire caliente de su poesía, teñida a veces de sangre, balbuceando otras por quemarle los labios, fue dejándonos entre afirmaciones i negaciones, entre luces i sombras. Tenía ese hombre prodigioso la piel de sepia i la mirada arriba, tan negra i cruzada de brillos que siempre, donde quiera  i estuviese, ponía en las verticales del espacio los pavorosos traslúcidos de nuestras imponentes cordilleras. Era un ser arrancado de la piedra, endurecido en la carne i en el hueso, macerado a golpes de infortunio, dentro de cuyo cráneo las ideas se precipitaban llenas de furia i con frecuencia lanzábance en una vorágine de relámpagos i truenos.
 
Era un cuerpo transido por el dolor i las hambres, al que la tragedia esencial de nuestra estirpe le había saturado las entrañas, abrazándole, ardiéndole en la sangre, le envolvía en un hálito de llama de alcohol, que fungían vuelos de gasas azules, mientras le corroía los tuétanos. Era el hombre que este nuestro pueblo escogió, para cantar sus tristezas i su esperanza i sonreírle a la muerte. Solo él, supo dar entre nosotros esos gritos llenos de dignidad, superstición i metafísica, que promueve el dolor impaciente de las diversas multitudes que hablan espacios.
 
Era tan nuestro, que tan apretada congruencia con nuestro ser, que su voz nos bastará todavía en todo el tiempo que avance, para que el mundo sepa quiénes somos, qué dolor nos hiere i qué ideal sostiene nuestras ansias. Era nuestro i no podía ser de nadie más. ¿Qué otro pueblo sino el nuestro, podía haber creado una mente tan llena de pavores, de anticipaciones, de iras i de gracias?. Todo él, la sustancia de su genio, los grandes vuelos de su espíritu, cuando perfila su magnífica figura intelectual, proviene i solo debe provenir de una raza como la nuestra , forjada por los rayos, endurecida por los truenos, bañada por las lluvias, amasada por la Pachamama, que eslabona una sucesión de vértebras  nacionales sobre la curva dorsal del planeta.
 
Somos una raza geológica, de agro i tierra, templada en los fuegos del Ande i ese amor a nuestro suelo, a sus montañas, a sus nevados, a su árboles, a sus ríos, a su pasado tan persistente, tan ardoroso que no se mitiga sino, cuando nos sentimos por fin abrazados en el corazón profundo de la Pachamama, porque estamos formados de nuestra Madre Universal, de nuestra Madre Tierra, por lo tanto somos tan eternos como ella, no tenemos otra razón de eternidad. Pero nos basta para resistir como VALLEJO, todos los embates de la vida. 

Recordemos la poesía escencialmente humanista de CÉSAR VALLEJO, quien con su alma dolorida, desgarra la conciencia de los hombres, para ponerse de pie en un grito altivo de lucha i reto, para volver los ojos al drama del hombre mismo. Poeta que remeció las conciencias  del pensamiento continental i mundial. La honestidad i la hondura con que buscó solucionar los problemas espirituales i sociales, en pos de un mundo mejor, de un hombre nuevo. La fecundidad de su espíritu libre, no sujeto a normas, ni ortodoxias, ya sea religión o política. La profundidad con que abordó las cuestiones metafísicas: Dios, la muerte, el más allá, el dolor, el mal, etc. La intensidad i la desnudez con que expresó la experiencia común i cotidiana i la capacidad de asumir las raíces nacionales i transfigurarlas en mensaje universal.
 
Apreciamos en su poema la rebeldía, en su obra "Los Dados Eternos":

"Dios mío, ¡si tú hubieras sido hombre!
hoy supieras ser Dios,
pero tú, que estuviste siempre bien
no sientes nada de tu creación
i el hombre sí, te sufre,
el Dios, es él..."

En esa forma VALLEJO, se volcaba hacia la subjetividad de un alma dolorida i rebelde.


A CÉSAR VALLEJO

LUZ SAMANEZ PAZ

CÉSAR VALLEJO, hermano,
Noble Inca de piedra tallado
con cincel de cobre nativo,
alma gris de huesos, de quenas
a las cuales hiciste vibrar,
hermosas i sublimes notas...
nacidas del fondo de tu corazón.

VALLEJO, poeta peruano,
de los altos Andes nevados
del ichu tenaz i aislado...
Mándame esa tu lira
encendida de oro i plata,
para cantar a tu alma
con los KIPUS UNIVERSALES,
que tu genio pudo crear.


 
ASOLAPO INTERNACIONAL, 
 
SE UNE I RINDE SU HOMENAJE AL INMORTAL CÉSAR VALLEJO 
 
LUZ SAMANEZ PAZ



La Asociación Latinoamericana de Poetas, Escritores i Artistas (ASOLAPO Internacional), que me honro en Presidir, hoy 15 de abril de 2015, estamos ante la presencia sublime del vate universal CÉSAR VALLEJO MENDOZA, para en conjunción con todos los Poetas del Mundo, expresar nuestra eterna admiración por este intelectual, que nos legó una herencia divina de valores sempiternos que son fuente inagotable para la humanidad.

Sus versos tremantes, atraviesa el tiempo i su mensaje nos llega cotidianamente, para recordarnos que el fin supremo de la vida, es el ser humano.

CÉSAR VALLEJO, quiso trasmitir a través de su obra: el amor, la fraternidad i la solidaridad entre todos.

Por ello, hoy SALUDO a todos los POETAS i en recuerdo a ÉL, reitero el compromiso de Honrar su Memoria.

 
Hago hincapié en la gentil invitación de la Srta. Ynés Salomé Quispe Campos, Miembro del Consejo de Consulta Comunidad Peruana en París, para estar presente en este sentido, al Vate de América i del Mundo, el gran CÉSAR VALLEJO.
 
 
 
 
PRINCIPALES ANÉCDOTAS DE LA VIDA DE VALLEJO EN PARÍS

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
 
Me ha emocionado mucho, hasta las lágrimas, las anécdotas de la  vida de CÉSAR VALLEJO, en PARÍS-FRANCIA.
 
Quiero compartir con ustedes, poniendo espacial énfasis, en contar su personalidad íntima i humana, recurriendo al recuerdo de los amigos del Gran Poeta CÉSAR VALLEJO, que compartieron su gloriosa pobreza en los boulervares de PARÍS:
 
SU LLEGADA A PARÍS
 
En sus primeros meses en PARÍS, VALLEJO no tenía dónde dormir i solía instalarse en el Metro, a la una de la madrugada, hora que cesa la circulación  de la gente i él, contaba que podía dormir confortablemente, todo el tiempo que quisiera  i cuando el Sereno lo votaba, subía a la superficie del Metro i buscaba asilo en la banca de los parques, donde también los guardias, le exigían que continuara su camino. Esa fue una época muy dura para el "cholo" en PARÍS, todavía no conocía a nadie apenas sabía un poco de francés..
 
EL PROVINCIANO
 
El "cholo" colaboraba en la Revista "Mundial" de Lima-Perú, donde le pagaban 20 soles por artículo, un día recibió un giro por 100 soles o sea 1,000 francos i en señal de agradecimiento a sus amigos, que le permitieron compartir esos meses en su mesa, les invitó a pasar la noche fuera del hostal. Comieron en un Restaurant de lujo i el "cholo" pagó i luego los llevó a una Boite en un barrio latino. El "cholo" se portó como un gran señor, bebieron champaña i se divirtieron bastante. Una bailarina le sacó a bailar Charleston al "cholo" i éste sorprendió bailando wayno. Cuando pagó la cuenta, le dieron el vuelto en una bolsa, que lo metió en uno de sus bolsillos de su pantalón. Al salir como despedida el ·"cholo" les invitó a tomar el último trago en una Bodega. Bebieron i comieron  i al pedir la cuenta el "cholo", buscó su plata en sus bolsillos i no había nada. La dueña que no les quitaba los ojos de encima, llamó a la Policía i los acusó de haber comido i bebido sin pagar. La Policía se los llevó a la Comisaría i los pusieron tras las rejas. Una vez presos el "cholo" les contó, que su bolsillo del pantalón estaba roto por viejo.
 
NOCHE BUENA
 
VALLEJO, extrañaba mucho su tierra i cuando se juntaba con sus amigos, entre los que estaban: Carlos i Ernesto More, Macedonio de la Torre (pintor), Chicata, que era un gran guitarrista. Cantaban waynos , yaravíes, marineras. Bailaban pañuelo en mano, todos cogidos de las manos i en círculos. VALLEJO, cantaba, bailaba i zapateaba.- Girando sobre sí mismo, mientras las lágrimas le rodaban por las mejillas, como el aguacero de su tierra.
 
Pero CÉSAR VALLEJO, no solo ha dejado poesía. Ese hombre extraño que vivió  con la muerte, al morir nos deja vida, nos lega mensaje. Sus versos llevados por su extraordinaria calidad humana i por humano revolucionario, desprende efluvios de unidad. Poeta puro, que brota i estalla en cada uno de sus versos i de sus palabras. Aunque si se analiza detenidamente su obra, ya desde los "Heraldos Negros" i más todavía en "Trilce" i "Escalas Melografiadas", se advierte el inconfundible tono, que más que para ser empleado en artificiosos pasatiempos, de torre de marfil, había nacido él, para expresar los grandes cataclismos sociales que se reflejan o se incuban, en el aislado corazón del hombre. Su verbo está íntimamente unido a su naturaleza humana. Ambas son una .
 
En VALLEJO, no cabe esta separación, él mismo lo sentía , emergiendo de sus entrañas cuando expresa:
 
"¡Oh unidad excelsa!
¡Oh lo que es uno para todos!
Amor contra el espacio
y contra el tiempo..."
 
VALLEJO, no solo perseguía consciente o inconscientemente esta "unidad" entre el verbo i la naturaleza, o sea la vida. VALLEJO, aspira a reunir en un solo punto, como con una lupa todos los rayos que tienden a divergir i a disgregar la personalidad humana. La fuerza poética de VALLEJO, emerge de su poderosa  i tierna condición humana. Su poesía, es simplemente la voz del hombre. VALLEJO, vive su poesía, respira su poesía.
 
He querido dar a conocer estos recuerdos, para hacer honor a quienes saben  comprender, nuestro trajinar espiritual, por este mundo donde somos usualmente incomprendidos. Recordemos que el POETA, tiene la fuerza creadora del lenguaje, testimonia la creación del hombre por el hombre, el POETA es quien expresa con palabras, la parte secreta i profunda del hombre.