jueves, 16 de abril de 2015

CÉSAR VALLEJO - POR MARIO BLACUTT MENDOZA (BOLIVIA)




CÉSAR VALLEJO

(Conoció la miseria del hambre
y el hambre de la miseria)
(Mario Blacutt Mendoza)


Nos deleitemos con dos versos, hermosos en verdad:

…Contra ellas seríamos contigo, los dos
más dos que nunca

Más dos que nunca: ¡Qué frase honda, profunda, hermosa, para expresar la unión de un hombre y una mujer!

Más dos que nunca, es una de las frases lírico-épicas más hermosas que he leído en mi vida. ¿Y los siguientes?

¿Dónde os habéis dejado vosotros
que no hacéis falta jamás?

¿El contenido de los dos versos? Denuncia poética, de la más pura
¿La forma de los dos versos? Magnificencia única

… antes de terminar este pequeño ensayo, quisiera citar el poema que se convirtió en una especie de tarjeta de presentación. Lo transcribo. Después traigo el poema que quise dedicar a su memoria como contraparte de la visión que Vallejo nos deja en Los Heraldos Negros. He tratado de usar la misma cadencia que la vallejiana


(Vallejo)

Hay golpes en la vida, tan fuertes ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
La resaca de todo lo sufrido
Se empozara en el alma ¡Yo no sé!.

Son pocos; pero son; abren zanjas oscuras
En el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
O los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
De alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
De algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre Pobre ¡pobre! Vuelve los ojos, como
Cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

Vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
Se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes; ¡Yo no sé!.


Intersección

(Blacutt)

Hay momentos tan nítidos en la vida
Yo lo sé
Como si la mano del destino
se posara en nuestra frente

Pedazos de azul que en el alma rocío se vuelven
Instantes vitales rescatados para siempre

Son pequeños soplos
corpúsculos de espuma
densidad de un suspiro

Tris de un relámpago que pulsa una fibra que vibra
Brevísimo fulgor

Pero nunca fugaces: ¡Plenos!

Pilares donde la vida descansa
y ya no somos un átomo perdido

Como si los Heraldos Negros
se volvieran con las bolsas vacías
y quedara lívida de rabia y de estupor
la misma muerte…

Hay momentos tan nítidos en la vida…



Pequeña biografía. 

Nació el 16 de marzo de 1892 y murió el 15 de abril de 1938. Peruano de nacimiento, fue militante y poeta de vocación. La ciudad andina de Santiago de Chuco del norte del Perú es su cuna grande y diez hermanos estuvieron en la casa familiar antes que él. Los padres eran muy católicos y quisieron para el menor de los hijos la bendición de la sotana; en respuesta, César escribió su primer libro 'Los Heraldos Negros'. Ya por el año 1922, escribió 'Trilce', título que los críticos afirman que deriva de dos opuestas: triste y dulce. Enseñó en Lima hasta que lo destituyeron en 1923. Luego se fue a París. Entre 1923 y 1924.

Vallejo vivió la miseria del hambre y supo del hambre de la miseria.

Escribí un ensayo crítico sobre las obras de Brecht y Vallejo. Ambos tenían algo en común: eran militantes ideológicos. En ese sentido, tuve que separar al militante del poeta, de manera tal que ninguno se superpusiera sobre el otro; por ello, el análisis fue desafiante.

Pero queda algo:

Vallejo:
Poeta para la historia
Hombre-Poeta para nosotros


Fuente:

Poeta Luz Samanez Paz, presidenta de ASOLAPO INTERNACIONAL