viernes, 13 de marzo de 2015

EL TAYTAWASI - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
EL TAYTAWASI
 
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

TAYTAWASI, 
palabra peruana, palabra quechua,
que viene desde los albores de la tierra andina
i florece como los grandes ñujch´us inmortales,
anochecidos en el tiempo...
porque así, nace su esencia cosmotelúrica.

TAYTAWASI,
vocablo quechua que a su conjuro
se levanta la eternidad de la belleza,
como un himno cósmico
a la grandeza del Tawantinsuyo.

TAYTAWASI,
de tus canciones i mutaciones eternas,
de tu fecundidad portentosa,
el RUNASIMI nació, como Filosofía Inka.

Es en el TAYTAWASI,
donde se unen las personas de la tercera edad,
con amor i paz, con unión i tranquilidad,
¡qué hermoso suena su idioma,
de cristal dentro del alma!

Porque es el TAYTAWASI, 
un lugar donde se sienten muy felices
de realizar sus sueños,   
las personas que llevan 
en sus cabellos la nieve del invierno
i la miel del verano en su corazón.

El TAYTAWASI,
les ofrece una nueva vida,
un mundo feliz,
lleno de alegría i paz.

Se dibuja la dulzura en sus rostros
i la sabiduría en sus almas,
porque atesoran valiosos consejos
i recuerdos de su añorada infancia 
i de su dorada juventud.

En el TAYTAWASI,
encuentran su segundo hogar,
porque les imparten 
con paciencia i ternura,
resolviendo sus problemas,
devolviéndoles la sonrisa
i las ganas de vivir,
en un Mundo Mejor.

En el TAYTAWASI,
desarrollan con su trabajo,
que es un verdadero apostolado,
porque les enseñan 
a tener mucha esperanza i fe, 
así, como una gran solidaridad.

Dando lo mejor de sus vidas
porque lo han dado todo,
por sus ideales,
disipando sus penas
i endulzando sus vidas,
curando con ternura i dedicación
su alma, su cuerpo i su mente.

El TAYTAWASI,
les brinda con amor a la tercera edad,
porque ellos son su razón i su fuerza
para hacer frente a la vida,
como un himno de alegría
que es todo un evangelio de ternura.

Horas maravillosas que comparten,
en el TAYTAWASI,
las personas de la tercera edad
que conforman i se convierten,
en una Gran Familia Feliz. 
 
 

EL VIEJO MISAL DE MI ABUELITA VICTORIA
 
LUZ SAMANEZ PAZ

Me siento triste al recordar a mi abuelita VICTORIA. Seguramente, debe estar en unas lejana estrella. Solo me quedó su Viejo Misal, que casi no me atrevo a tocarle , ni con la punta de mis dedos. Casi, me parece que profano sus oraciones al acercarme a él. ¿Qué fe creyente fue la que recorrió tus páginas? Ojos que trasmitieron el rezo a los labios, alma que trasmitió la oración  fervorosa. ¿Quién abrías rogado en ti? i ¿de qué don fuiste intérprete i trasmisor? De una madre acongojada, junto a la cuna del niño enfermo o de una enamorada inquieta que imploró a Dios, el milagro del amor.

Habrás ayudado Viejo Misal, a las almas limpias a escalar el cielo. Junto a la candileja de aceite, hiciste emeigrar el almas a las regiones sagradas del que nos habla la Biblia.

Resbalando tus hojas  que suenan como palpitaciones de corazones lejanos, como labios que murmuran muy quedos alguna súplica, algún ruego. ¿Qué almas apagadas rozan tus páginas, Viejo Misal, aquí, en letras gruesas dices tú: "Señor, te pido la paciencia, la resignación y la generosidad de perdonar". Nada nuevo, pues así, la oración la que las abuelas imploraban, también paciencia i resignación generosamente. Nada nuevo hay sobre la tierra.

Viejo Misal, ya lo vez, yo también en el siglo en que vamos  como las abuelas, te pido a través de tus páginas de cantos roídos, paciencia i resignación i además la generosidad de perdonar.
 

 Porque cuando la lluvia transparente moja
los encarnados ñujch´us,
¿de qué palabra está hecha la noche
i su duro espejo, de qué volumen?

La negra espesura de su boca,
está en hermético silencio.
Entonces entre dos silencios pregunto:
¿por qué te has ido abuelita?
¿dónde estás?

Se apagó la estrella de tus ojos,
ojos que se vuelven negros de pena.

El agua va cantando entre los árboles,
como en mi cuerpo la sangre
i la mariposa con sus grandes alas de topacio,
vuela sobre mi alma....

El rubí de sus escamas que cubre 
su cuerpo de sirena en los mares
i los pétalos dormidos de su boca,
dan la ceniza negra del misterio
i de ese misterio arranco 
un manojo de estrellas.

El tiempo pensativo baña mis ojos
de sutiles espejismos.
La paloma oscura del amor,
vuela de mis blancas manos,
no tiene destino su vuelo,
muere en el aire transparente.

Lloran los ñujch´us con su perfume sutil,
la noche que construye pájaros de ideas,
navega en ríos de carbón...
de todo este silencio que rodea,
la pobreza ajusta los cinturones del pueblo.

Soy cazadora de estrellas i de sueños,
escribo en la noche, porque tengo un secreto
i como una luciérnaga, 
lo escondo en el fondo del alma,
mi secreto que solo revelaré a tu oído,
dejando mis huellas, cual la chispa de un beso.

Estamos juntas abuelita
i solo nos separa, el cristal del misterio,
mientras mis manos juegan
a deshojar luceros....