martes, 10 de febrero de 2015

EL PRECIO DEL AMOR: DEDICADA A LA ILUSTRE PROFESORA AYDEÉ GIBAJA DE SAMANEZ, EN El DÍA DE SU CUMPLEAÑOS - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL


EL PRECIO DEL AMOR

DEDICADA A LA ILUSTRE PROFESORA AYDEÉ GIBAJA DE SAMANEZ,

 EN El DÍA DE SU CUMPLEAÑOS

 
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
Siempre sin excepción, el AMOR es caro porque lo pagamos con nuestro dolor, el dolor es la moneda que él, impone...
 
En los dominios del AMOR solo corre su moneda, la que él, fabrica sin cesar. La que se acuña con lágrimas i desazones, con celos i desconfianzas, con esperanza i fe.
 
Justamente porque nos hace padecer, es el sentimiento que más nos purifica, que más nos acerca a la bondad i que más fácilmente nos perfecciona.
 
Por eso que los sabios aconsejan amar mucho, varias veces, en cada vez que se pierda al AMOR, hay que volverle a encontrar.
 
Amar en todos los instantes de la vida, ya que es el AMOR el que agita la existencia, el que engendra la bondad, el que da coraje, ya que el AMOR es el eje del mundo i el divino secreto de todas las almas.
 
Nuestro amor,
se basa en detalles secretos...
En la misma ternura
que te lleva besarme,
en mitad de la noche.
O la mirada de mis ojos
que armonizan,
con los árboles altos
de la madrugada.
 
Mientras te amo así,
una vez más
sobre la alfombra roja,
con el bullicio de los pájaros afuera.
Mientras la gente,
se complica en cosas triviales.
Podría morir de veranos i de quimeras,
cuando me acaricias
como si fuera una orquídea,
abierta i perfumada
sin tiempo para lamentar,
mis penas personales.
 
LA NOSTALGIA
 
¡Oh! las tristes e interminables horas de nostalgia... ¿Quién que haya amado, vivido i sufrido, ignora de ellas el amargo sabor?
 
Son horas en que el corazón languidece, en que nos sentimos arrancadas del rumor de la vida...
 
Largas horas de nostalgia, la grave enfermedad del alma, en cuyo transcurso nos invade con fuerza desesperante  la añoranza, cual se las heridas que nos infirió la vida, se irritasen al máximo.
 
Intenso estado enfermizo, sin tibiezas para el corazón. 'Oh! las horas hondas i terribles de tristeza. Lo cierto, es que sin sollozos la nostalgia nos arranca lágrimas amargas.
 
Mientras mi corazón melancólico suspira,
los ardientes poemas de mi eterna fantasía.
Mientras que en la lejanía gime el viento
i llora la lluvia sobre las verdes copas
de los sauces llorones... 
 
Llora silencios la tarde
dentro de sus ojos grises,
siento una cruz
clavada en mi corazón.
El dolor crece del silencio
de la misma noche.
 
Vuelan con las alas extendidas
las dulces golondrinas,
que son suspiros que se escapan
de los labios de la sombra
i muere el CRISTO triste i pálido,
de mi pensamiento...
 
Porque ha venido
el cansancio infinito,
a clavarse en mis ojos al fin.
El cansancio del día que muere,
i del alba que debe venir,
el cansancio del cielo de añil.
 
ILUSIONES
 
Cuando acariciamos una ilusión nos volvemos niños. Los niños esperan un juguete, nosotros esperamos una ilusión.
 
Frágil es nuestro juguete, lo rompe cualquier cosa, un encontrón, una palabra, un mal gesto, una grosería... ¿Oh! qué enemigos de la ilusión.
 
Debiéramos cerrar las ventanas, correr las cortinas. ¡Una corriente de aire, una mirada esquiva, demasiada luz... cualquier cosa puede romper  nuestra ilusión! 
 
En las dormidas calles, donde mis recuerdos floridos,
inesperadamente me salen a encontrar,
roces que tienen todas las sedas de los nidos,
para que nuestras almas lleguen a descansar.
 
¿Qué de inquietas delicias?
¿Qué de alucinaciones?
Tienden en este instante
de mi alma su vuelo...
¿Cuántas inexplicables
e íntimas confesiones,
sobre la ciudad dormida
i bajo el pálido cielo?
 
En la tela de la vida,
se desvanecieron
los colores de los sueños.
Huyeron las celestes palomas
por las últimas grietas del mundo.
 
En mi copa de cristal,
fulgura sangre de rojos ñujch´us
i alma de rosas.
La divina embriaguez
de los bohemios.
 
ESPERAR
 
Esperar eso es la vida... Una espera constante i en la espera engarzada una esperanza, que siempre tiene la virtud de ser promisoriamente alegre.
 
Nos defendemos heroicamente de esperar lo triste en el día de mañana, porque el que más o el que menos, todos somos optimistas, todos esperamos la dicha grande, cuando en la dicha pequeña, es donde en realidad está la felicidad.
 
Pero esperar, es siempre vivir. Esperamos al AMOR, ese advenimiento sublime de la vida i mientras esperamos vivimos soñando i tenemos alegrías.
 
Poseemos al AMOR i en cada beso de despedida esperamos ya, el beso de regreso, mil veces más grato que el primero.
 
El simple hecho de recibir la carta esperada ¿no constituye acaso un sueño?
 
El mar se hizo mi destino
i se extendieron sus páginas,
para escribir mis versos
con el único
abecedario de la vida,
mi corazón.
 
Pajarillo que vuelas
en el huerto del rosal,
mariposa que te posas
con tus alas en las rosas
que parecen de coral...
La niña que se hizo rosa
i la rosa que se hizo estrella.
 
LA SANGRE
 
La sangre que circula por nuestras venas i arterias no solo sirve para nutrir nuestros órganos i para llevar, a impulsos del corazón, el elíxir de la vida a todo nuestro cuerpo, no es además, solamente materia orgánica, útil, necesaria, indispensable... es también nuestro Juez. De no se así, ¿por qué hay quienes en determinado momento parece perderla al quedar sus labios i su frente como tratando de recuperar el color perdido?
 
El tiempo puede matar el AMOR, atenuar el dolor i aplacar el odio, suavizar en conos, apagar anhelos, enfriar pasiones, mas nunca logrará matar al Juez que llevamos dentro, ese que al hacernos mudar de color delata nuestra vergüenza o evidencia nuestro AMOR.-    
 
En medio de las aguas del abismo,
el árbol infinito de la sangre
atraviesa la roca transparente
i la dorada corona de las ninfas.
De rosas i ardientes golondrinas.
El viento esparce todas las flores por mi rostro,
todas las estrellas por mi frente
i todas las alondras por mi canto. 
 
Estoy escribiendo en las hojas amarillas,
a la luz rosa del nuevo día.
Mi verso, mi llanto van naciendo,
en este planeta de amor desheredado.
Ruiseñor de arista sideral,
golondrina herida en la penumbra
de la dulce noche...
Flor que murió de sombra pura,
llena de silencio...
Estoy escribiendo en las hojas amarillas
del otoño inclemente,
mientras la luna se levanta,
sobre nosotros como una vela
i las casas silenciosas como un libro.
 
SIEMPRE ALGO MÁS
 
Soñamos siempre con algo. Por mucho que tengamos, por mucho que la vida nos conceda, hay siempre un anhelo lejano, un deseo que no logramos acercar, ni desentrañar a la vida.
 
DIOS ha puesto tal vez en nuestro corazón lo insatisfecho, lo deseado, lo no logrado. Quizá sea este el estimulante de la vida, quizá con ello vamos manteniendo, sin saberlo, el afán de vivir i en la lucha de lograr vamos insertando al tiempo que teje nuestra existencia.
 
Del nacer al morir, todo ese espacio está lleno de anhelos insatisfechos, de deseos nunca alcanzados, de un sueño i otro sueño, en los que acariciamos siempre aquello que no obtuvimos i que fue irrealizable.
 
Hoy estoy triste,
triste con aquella pesadumbre
interior de la vida bella,
que es la nostalgia de mi alma
en un mundo mejor...
 
Prendo un cigarrillo,
bebo mi vino a la luz de la luna.
Resuenan en mi oído
tus palabras lejanas,
me importa solo
la nostalgia de esta noche.
En que abro un libro
i descubro el espejo
frente a mí,
que me dice que ya es tarde
para enloquecer...
 
Los duendes de la lucidez
me hacen muecas,
se burlan de mí.
Apago el cigarrillo,
tapo la botella de vino.
La certidumbre
de la vida o de la muerte,
me espanta
¿qué hacer?
 
DETENGÁMONOS
 
Detengámonos ante la alegrías i las penas. No tomemos la vida tan de prisa, que la prisa no es recomendable.
 
El que se apresura no cosecha más, no recoge más, por el contrario, malgasta i desperdicia  en la premura, lo que en la calma puede acumular.
 
No hagamos un proyecto i lo abandonemos por otro i luego por uno nuevo... porque con ello perdemos tiempo i desperdiciamos vida, que ya nunca jamás podremos recuperar.
 
No vayamos de prisa, seamos estables i pacientes, no nos apresuremos por vivir, porque la vida, no por apresurarnos nos dará algo más, por el contrario nos dará menos, ya que no sabemos tejer en esperas los anhelos, los afectos o los amores.
 
La dulce calma de la noche es tanta
que se escucha latir mi corazón,
con el ritmo sutil de una canción.
Bajo el soplo de la brisa,
bañándose en la laguna hay un cisne,
que alarga su grácil cuello lentamente,
cuando de repente a su lado aparece
una bella sirena que mira
en las aguas silenciosas,
como un vuelo fugaz de mariposas
i de pronto siento un beso ardiente. 
 
PACIENCIA
 
Paciencia si perdemos, paciencia si nos hieren, paciencia si sufrimos i si nos traicionan i si nos olvidan. Que la paciencia ganó batallas i glorias i la paciencia remedió males, hizo madres e hizo santos.
 
Paciencia para la adversidad, que todo lo que fracasa en el apuro, en la violencia i en la impaciencia, lo logró esa mansa tolerancia, que pone en el espíritu la calma de la espera, la serenidad de creer. Más que la fervorosa oración, vale la paciencia silenciosa.
 
¿Cuánto llanto se lleva el agua
i cuántos corazones rotos,
¿por qué fue desterrada la rosa?
¿por qué la alondra se quedó sin vuelo?
 
Yo seguiré caminando la ciudad,
que palpita en mi piel...
Pero tú quieres beber mi desnudez,
hasta que tus labios se cansen.
No culpo a la noche
de mi subyugante imagen,
sino a los duendes del misterio.
 
LA FELICIDAD
 
El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho a sí mismo i poco a los demás, ella no depende de lo que nos falta, sino del esmerado cultivo i buena administración de lo que tenemos.
 
La felicidad se hace, no se halla. Brota del interior, no viene de afuera. ¿Qué cosa extraña es la felicidad?, nadie sabe por dónde ni cómo, ni cuándo llega i llega por caminos invisibles, a veces cuando no se le aguarda.
 
Esta noche de luna tuve un sueño feliz,
soñé que subía al cielo en un blanco corcel.
Iba en busca  de tiempos pasados,
de tiempos felices...
Era tan dulce el sueño que yo me sonreía.
 
Arco iris de sol que trae el bello día,
corres por mis venas desbordando mi alegría.
Mientras los astros palpitando conciertan corazones,
de pájaros, niños, de peces i azucenas...
 
EL BRUJO
 
Estábamos esperando, cuando en esos momentos, apareció un anciano encorvado por el paso de los años. Sus mejillas apergaminadas de un color indefinido, enmarcaban dos ojos cansados, es cierto, pero que traslucían un extraño brillo, mezcla de inteligencia i astucia. Daba la impresión que a través de ellos, pugnaban por salir siglos de conocimientos incomprendidos  para el común de las gentes.
 
Era un brujo que radicaba en el pueblo de Huasao, donde hasta ahora, viven sus descendientes. Se llamaba Julián Challayco. Su nieto ha seguido la tradición. Es un brujo que también radica  en ese pueblo. Sus dotes de pitoniso le han ganado fama.
 
A diario es visitado por decenas de personas que llegan hasta su vivienda, provenientes de los cuatro puntos cardinales del Departamento del Cusco.
 
Lo miré bien. Era sucio, de cabellos hirsutos, uñas largas con manchas  de mugre en sus bordes. Por su boca se escurría un líquido verdoso por la COCA que "chacchaba" sin parar.
 
El indio Julián, pidió una porción de COCA, que derramó en una lliclla, sopló sobre las COCAS i empezó a recogerlas en pequeños puñados para arrojarlos desde un altura de 20 centímetros, de pronto comenzó a orar a sus Apus i nos adivinó nuestro pasado, presente i futuro. Realmente me quedé sorprendida, era muy bueno.

AYDEE GIBAJA DE SAMANEZ

LUZ SAMANEZ PAZ

AYDEÉ,
Como un ramo de flores
salen mis versos del alma,
mientras beben mis ojos
la luz de tus pensamientos.

Tu maravilloso corazón,
de por sí, es un poema
i tu alma sensitiva,
es luminosa gema.

Tu voz es ternura i amor,
tienes todos los dones
i todas las virtudes.

Un corazón gigante,
que ama a todos los seres,
por eso, te dedico este libro:
"El precio del AMOR".

Eres madre amorosa,
amiga cual ninguna,
a quien brindo una rosa
i un rayito de luna.

Que las flores tapicen,
por siempre tu camino
i que DIOS guíe tus pasos
i te bendiga con su luz divina.