CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TUPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
VALLEJO
Y SER
MAESTRO
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
AUDITORIO DE LA ASOCIACIÓN
DE EXALUMNOS SANJUANISTAS
JR. INDEPENDENCIA 647. TRUJILLO
VIERNES 28 DE NOVIEMBRE
6.30 PM.
Ingreso libre. Se agradece
su gentil asistencia
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AULA CAPULÍ
VIERNES 5 DE DICIEMBRE
7 PM
MESA REDONDA:
“¿CAMBIO CLIMÁTICO O
CAMBIO DEL SISTEMA?”
JR. MANCO CÁPAC 440 INT. B
MAGDALENA DEL MAR
CUADRA 29 AV. BRASIL
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CAPULÍ SE ADHIERE
A LA GRAN MARCHA
POR EL CAMBIO
MIÉRCOLES
10 DE DICIEMBRE 10 AM.
CONCENTRACIÓN BRIGADA
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
CAMPO DE MARTE
PARA DESPLAZARNOS HASTA
LA PLAZA SAN MARTÍN
COORDINADORES GENERALES:
RAMÓN NORIEGA Y
MAGNA DE LA CRUZ
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23 DE NOVIEMBRE
VALLEJO
Y SER
MAESTRO
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
EL AURA
EN
LA FRENTE
Danilo Sánchez Lihón
1. Junta
dos esferas
César Vallejo reuniendo el aporte que podían darle sus padres y el de su hermano mayor Víctor Clemente el 11 de abril del año 1911 se matricula en Lima en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, intentando proseguir estudios de medicina. Pronto se da cuenta que lo traído no le alcanzará sino para sobrevivir unas cuantas semanas.
A fines del mes de mayo de dicho año se registra su viaje a Acobamba en la provincia de Ambo en el departamento de Huánuco para trabajar como preceptor de los hijos del magnate minero y político Domingo Sotil. Y allí permanece hasta fines del mes de diciembre de ese mismo año; es decir se confina en ese lugar cerca de ocho meses continuos.
Esta faceta y presencia del joven César Vallejo no ha sido suficientemente abordada ni esclarecida en los exhaustivos y prolijos estudios y debates que se desatan y realizan sobre este o el otro aspecto de la biografía y la personalidad de César Vallejo.
No existen por ejemplo datos de cómo se produce este contacto y encuentro de César Vallejo con Domingo Sotil. Si fue en Lima, y de qué manera se produce esta relación que junta dos esferas casi opuestas: la de un joven desasido y la de un empresario prominente.
2. ¿Por
qué?
¿Alguien los presenta? ¿Hay una recomendación de por medio? ¿Se publica en algún diario o medio de prensa un aviso o una convocatoria para el puesto?
Sabemos que el anhelo de César Vallejo quiere estudiar medicina y este empeño lo persigue con insistencia y asiduidad, pero su familia no tiene los recursos para sostenerlo en Lima.
Pero él por diversos medios recurre a esto y lo otro. Y su presencia en Acobamba es una muestra de ello: reunir fondos para seguir estudiando. Entonces para él esta estancia es un tránsito, un pasaje, un paso hacia algo.
Pero, ¿cuál es la situación de Domingo Sotil? ¿Por qué este acuerdo de que el joven César Vallejo viaje hasta su hacienda en donde están sus hijos?
Recordemos que César Vallejo el año 1911 apenas tiene 19 años, pues nació en marzo del año 1892.
Domingo Sotil en cambio es uno de los principales hombres poderosos del campo de la minería y hombre influyente de la política nacional.
Tiene tres hijos y el 23 de julio de 1911 su esposa Domitila Woolcott, nacida en Cerro de Pasco muere en Acobamba de un paro cardíaco.
3. Total
aprobación
Sin embargo lo que quisiéramos enfocar aquí es cómo se produce el encuentro de Domingo Sotil con César Vallejo y en base a qué factores elige a él para ser maestro de sus hijos.
Porque, ¿no es un hecho sorprendente que un joven de 19 años resulte siendo el maestro de los hijos de un hombre severo, atildado y muy ceñido en el cuidado de su familia? Y que esta acción particular se realice en su hacienda confinada en los andes centrales del Perú.
No deja también de ser sorprendente que este joven lo deje todo y se traslade exclusivamente para enseñar, para ser maestro de pizarra y tiza, pero también de vida, de sentimientos y de personalidad de sus tiernos pupilos.
Luego, ¿no sorprende acaso la permanencia de ocho largos meses prácticamente confinado de César Vallejo en un ambiente extraño para él, sin un familiar ni un amigo cerca o en el entorno?
Asimismo, llegar a diciembre significa total aprobación a su labor, porque es en diciembre que se culminan los períodos, los años lectivos, los balances patrimoniales, así cómo se culminan los proyectos y presupuestos, los mismos que para el siguiente año comienzan una nueva etapa.
4. Ya no
le preguntó más
Caben diversas hipótesis del encuentro de César Vallejo con Don Domingo Sotil.
Es un encuentro sorprendente, indudablemente una luz fulgurante, un dardo y un chispazo. Es una vibración y un rayo fulgurante.
Es de alguien que ve a César Vallejo, lo intercede en la calle y le dice
– Yo lo quiero como maestro de mis hijos.
– ¿Qué?
– Sí. Yo quiero que sea usted quien guíe y conduzca a mis hijos por el camino del bien, por donde usted va o por donde sabe que se orientan los verdaderos caminos del ser del hombre.
Ya no le preguntó César Vallejo más porque solía ante estos casos ponerse a llorar.
Igual que cuando sus amigos de Trujillo al morir Rubén Darío y al hacerle un homenaje, fue Víctor Raúl Haya de la Torre poniéndole una corona de hojas del jardín dijo:
– ¡Ha muerto Rubén Darío! ¡Viva el poeta de América César Vallejo!
Y el aludido solo atinó a llorar.
5. Por su manera
de ser
¿Qué vería Domingo Sotil para encomendarle este inmenso encargo de ser maestro, instructor y tutor de sus hijos?
¿Y de vivir con ellos?, porque prácticamente así era en aquella época. Se vivía en la casa hacienda y la relación con los tres infantes la tenía César Vallejo tarde, mañana y noche. A dos de ellos había de enseñarle a leer, a Francisco y a Leoncio.
¿Dónde se encontraron los dos personajes que consumarían este acuerdo? ¿En alguna calle, en un restaurante, en una actuación cultural?
Cabe suponer que fuera un encuentro espontáneo y fortuito, donde existió de parte del magnate un flechazo, una intuición instantánea, un relámpago que le cruzó por la cabeza. A ese joven lo quería para que acompañe y guíe a sus hijos.
¿Y cuál ese ese flechazo, esa intuición o ese relámpago? Lo que él vio es que ese muchacho era un maestro verdadero, de a verdad, natural y sincero; y todo ello por su talante, su actitud, su manera de ser y comportarse. Por su mirada. Y después de entrevistarlo por su manera de sentir y pensar. Nada más.
6. Esa
aura
¡Hecho extraordinario este! ¡Hecho sorprendente y revelador! Porque César Vallejo era un jovencito todavía imberbe, sin relaciones en la ciudad capital galana y señorial, sin cartas de recomendación, sin ningún personaje que lo avale, sin experiencia laboral, sin ningún título profesional.
Es más era un joven sin familia, sin nadie que dijera: yo lo defiendo, ni siquiera yo lo conozco. No es el año 1918 cuando el vuelve y toma contacto con Abraham Valdelomar, Manuel González Prada o José María Eguren. No.
Esta vez él está solo y desamparado y sin ninguna plataforma en la cual apoyarse y que lo respalde siquiera en lo mínimo: para comer.
Pudo ver también otro rasgo Domingo Sotil en ese casi adolescente: Su inmensa afectividad, el ser entrañable y cariñoso.
¡Y su integridad moral! No olvidemos que la primera conferencia que dicta César Vallejo en Trujillo el 18 de septiembre de 1913 versa sobre “Enseñanza del curso de Educación Moral, organizada por la Asociación de Profesores de Trujillo.
El vio el ser Vallejo maestro, allí estaba esa aura, ese fuego sagrado. Ahí estaba el sello de ser maestro inscrito en la frente de César Vallejo.
7. Su
proeza
Si la suposición fuera otra, cual es que Domingo Sotil convocó a través de un aviso anunciando una convocatoria abierta y general para presentar propuestas y candidaturas para ser maestro de sus hijos en Acobamba, la situación en este planteamiento se complica aún más, aunque el nivel de méritos para César Vallejo aumentaría.
Dado que y si es así entonces resulta escogido entre un buen número de candidatos. Resultaría más extraordinaria la conclusión de ser elegido pese a su juventud, carecer de experiencia y ni siquiera tener aprobados algunos ciclos de estudios pedagógicos.
Pero por la timidez de César Vallejo y no tener ningún documento a la mano que lo acredite para ejercer el cargo de maestro de los hijos de un personaje duro y práctico, es improbable que él por iniciativa propia se hubiera presentado.
Solo cabe aquella constatación de que él tenía el aura en la frente para ser maestro.
Hecho que nos da el orgullo para decir en nuestras escuelas de que así como tenía imborrable su sino de poeta, lo tenía para ser maestro.
Su proeza en relación a la educación no queda ahí. Su obra y militancia es también la de un educador que se hace cargo de su comunidad y sobrelleva el drama del hombre como especie para hablarnos con autoridad de maestro en cada acto de su existencia.
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CONVOCATORIA
XVI ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2015
LIMA:
MARTES 19
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 20
HUAMACHUCO
JUEVES 21
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