CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
JULIO, MES DEL MAESTRO;
DEL SANTUARIO HISTÓRICO
DE MACHU PICCHU; BATALLA
DE HUAMACHUCO, LEONCIO
PRADO; Y FIESTAS PATRIAS
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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PRÓXIMA ACTIVIDAD
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
INVITACIÓN
DE HONOR
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
CÉSAR VALLEJO
TESTAMENTO
DEL PADRE
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
SÁBADO 19 DE JULIO, 6 PM.
PROGRAMA:
– PALABRAS DE SALUDO
Y BIENVENIDA
DR. MARIO GONZÁLES RÍOS
DIRECTOR GENERAL
UNIVERSIDAD
JAIME BAUSATE Y MEZA
– PALABRAS DE SALUDO
PROF. HELÍ OCAÑA ALEJO
PRESIDENTE
DE DERRAMA MAGISTERIAL
– COMENTARIOS A LA OBRA
PANEL:
EMILIO SÁNCHEZ LIHÓN
MANUEL VELÁSQUEZ ROJAS Y
JULIO YOVERA BALLONA
ACTUACIÓN ARTÍSTICA
DECLAMANDO A CÉSAR VALLEJO
FREDERIK SOTOMAYOR
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
CONDUCCIÓN GENERAL
RAMÓN NORIEGA TORERO
SÁBADO 19 DE JULIO, 6 PM.
AUDITORIO DE LA UNIVERSIDAD
JAIME BAUSATE Y MEZA
ESQUINA JR. COSTA RICA
Y RÍO DE JANEIRO. JESÚS MARÍA
ALTURA CUADRA 5 Y 6
DE LA AV. GREGORIO ESCOBEDO
CERCA A DERRAMA MAGISTERIAL
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16 DE JULIO
AHORA
QUE VAMOS
A LA FIESTA
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
HABLANDO
SOBRE
LA CASA
Entrevista a
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
DR. MARA L. GARCÍA
BRIGHAM YOUNG UNIVERSITY
MG: El hogar es irremplazable y lo llevamos impregnado en nosotros. Lo he mencionado anteriormente, al estudiar a Vallejo me encontré con sus textos en donde noto muchas semejanzas entre el vate universal y usted. Vallejo es un escritor que en su obra recrea el hogar y la familia, especialmente la madre. Encuentro esta recurrencia en su obra. ¿Qué valor tiene la madre para el ser de un ciudadano chuco?
DSL: Santiago de Chuco es tierra de origen, es decir tierra madre, entonces hay una relación intrínseca entre nuestra identidad y el ser que da origen a la vida. Y esta dimensión le da lastre, profundidad y fuerza a nuestra existencia. Y nos liga indisolublemente a la tierra donde nacimos. Es por eso que nosotros somos muy telúricos y ya es proverbial el cariño que tenemos el hombre y la mujer chuco a nuestra tierra, tanto que incluso el vocablo chuco que es lengua culli significa tierra natal, hecho que nos revela que es herencia genética y cultural, que es sello y estigma de nuestra identidad, y no es que se nos ocurra sino que nacimos así, que inclusive en lengua culli chuco significa tierra natal, y nosotros somos chucos, con lo que nuestro nombre ya es una ligazón y pertenencia a la tierra, hecho que es exaltante y glorioso porque en cada rasgo de la tierra y la naturaleza está Dios.
MG: ¿Y en esto está también el amor a la madre?
DSL: El amor a la tierra y a la madre es el mismo entre nosotros, y se confunden en una inmersión orgánica en el ser del mundo. Y debe ser por eso que el centro en la familia en mi pueblo es la madre, lo he visto en muchos hogares, en donde el padre prácticamente es un ausente. O porque está trabajando en alguna obra, o porque está en viaje de negocios en Chimbote o Trujillo debido a que es comerciante; o porque trabaja en el valle en el cultivo y corte de caña, o en el campo, o porque está en la calle con los amigos, o porque está enrolado en la mina en donde permanecerá algún tiempo vivo y luego sucumbirá porque la mina mata, traga o devora. Entonces la columna y el baluarte de sostenimiento del hogar es la madre, y mucho de madre es la tierra misma como heredad.
MG: En Piedra de alero hay llanto de tristeza, rabia, dolor, alegría, impotencia etc. tanto sea de los personajes femeninos y masculinos, de los niños y adultos ¿Qué simboliza el llanto en el texto?
DSL: El llanto en el texto es peor que el de la vida real, porque es un llanto diferido lo cual es peor, es decir que se ha guardado, que no afloró cuando debía darse porque no nos dimos cuenta de él, de nuestra pena y hasta de nuestra tragedia, y de repente se descubre el pozo, y la desdicha y desgracia que había detrás de nuestra aparente indolencia, detrás de nuestra apatía e indiferencia. Y, ¡ah!, ¡qué atroz es llorar en la página en blanco! ¡Y tantas veces lo he hecho! Y es que escribir es una especie de Juicio Final, y no solo es morir sino encarar a un tribunal supremo que no solo juzga tu vida sino lo que no viviste, y más aun lo que no te diste cuenta que lo vivías. El llanto en el texto quiere decir que el dolor permanece, que no se consuela, que dura para siempre, pese a los años que han pasado, pese a las décadas o a los siglos que han sucedido, porque uno recoge llantos desde atrás, no solo aquellos que los protagonizó uno mismo.
MG: ¿Encuentra que hay una relación entre escribir y morir?
DSL: Diré que yo al escribir y dejar el alma en el texto muero y revivo cada día, sin que yo mismo me sepa llorar. Yo lloro muchas veces escribiendo lo que he escrito, pero también debiera llorar por mí, que lo he hecho algunas veces, en soledad. Pero lloro más aún por lo que no alcancé a escribir, por lo que se quedó sin decir, y sin que alcance a ser siquiera gesto o esbozo, mucho menos argumento ni siquiera historia empezada, ni desilusión o desengaño, y ojalá que fuera vida acabada, que camina con su pena mirando el mundo como un niño desolado, pausadamente y perdiéndolo todo sin hacer una señal ni siquiera de despedida cuando está de pie en el acantilado. Solo, completamente solo.
MG: El acto de escribir como refugio y consuelo.
DSL: Soy un hombre que a veces tiene ganas de llorar y disimulo escribiendo. Que no tiene a su madre cerca. Que ya no es un niño, y fuma un cigarro. Y siente el vendaval que se estrella en su rostro. Que siente ganas de llorar y su llanto se seca en el cenicero en el cual aplasta una colilla mientras unta el lapicero en el tintero. Un hombre que abre y cierra un sobre o una puerta en donde ya nada cabe, como puede ser el mundo. Que no encuentra un sentido ni a lo que es adorable, porque se siente solo.
MG: Pero hay agobios y tristezas, y hasta penurias, que son fecundas, ¿no? Como las de César Vallejo.
Sí. Yo antes, incluso, trataba de superar momentos de congoja, pero ahora las reivindico plenamente. En algún momento, me sentía hasta diríamos como dudando de que fuera una condición correcta, la melancolía. Ahora creo que es una actitud sabia y hasta hermosa frente a la vida, el no ser una persona que lo toma esto y lo otro a la ligera, sino que lo subsume en esas corrientes ocultas y, por lo menos, le toma el pulso a la gravedad de las cosas. Ser personas vigilantes frente a este acontecimiento supremo que es la existencia, hace que a la vida la dejemos también llorar por momentos para que se desahogue; hacer eso como actitud me parece lo mínimo. El tener pena lo reconozco como un sentimiento más acorde y hasta coincidente con el ser del universo.
MG: Se podría decir que sus antepasados son el numen de su inspiración. Su abuelo Desiderio, la abuela Sofía, la abuela Rosa entre otros. Hay un gran legado que usted ha recibido de sus ancestros y en Piedra de alero los evoca como seres que siguen habitando y penando en la casa de la infancia. ¿Cuál es su cosmovisión del más allá?
DSL: ¡Cómo no! Siento que hay quienes cuidan mi vida, que deben ser mis ancestros. Si no fuera así yo ya debiera estar muerto. ¡He arriesgado tanto mi vida y la arriesgo hasta ahora cada día, a cada rato! Sé entonces que tengo protectores que interceden por mí. Siendo así que mi vida es sagrada, porque hay seres que la velan, la conducen y protegen, y la atajan de caer en los abismos. Por eso yo debo saber agradecer, por un lado, tener la intuición para ver la luz que me ofrecen y el valor y tremendo coraje para ir por allí, no importa que sea noche oscura, hielo, nevada, o el camino esté lleno de abrojos, espinas y huecos.
MG: Y todo ello merece nuestra gratitud indudablemente. Incluso usted ha escrito un libro titulado Acción de gracias, ¿no es cierto?
Sí, porque estoy vivo y sano. Es un privilegio que le debo a alguien, o a muchos que me cuidan para yo cumplir una misión, que también me cuesta reconocer cuál es. Agradecer porque no están enredados mis pasos sino que están libres, claros y despejados. Porque hay alguien que acomoda las cosas y me sitúa en la perspectiva en la cual yo debo conducirme, en donde está el fuego sagrado, y qué camino seguir. Porque tú solo, ¿quién eres niño? ¿Cuál es tu espada? ¿Cuál tu estrella? Porque tú tienes ahora una luz, una espada y una estrella. ¿Quién te la ha dado? ¿Quién te la ha puesto en tus manos? Tú tienes una marca en la frente. Alguien te la ha pintado, y ese mismo te cuida. Con responsabilidad, con rigor, con reverencia digo todo esto. Y con profunda humildad reconozco este don de la vida. Y siempre me estoy encomendando a Dios, siempre dejando que él resucite mis despojos. Reconozco que alguien alumbra cada uno de mis pasos, hasta cuando tenga que dar el definitivo hay alguien que estará allí. Y sé que yo no estaré solo.
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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2015
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MIÉRCOLES 20
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