sábado, 21 de junio de 2014

HOMENAJE AL CUSCO INMORTAL, EN SU MES JUBILAR - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
HOMENAJE AL CUSCO INMORTAL, EN SU MES JUBILAR

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

El CUSCO, fue siempre centro de peregrinación i homenaje. La Leyenda nos habla de WIRAQOCHA, que emergiendo del Titikaka llegó hasta ahí, para "crear hombres i establecer ciudades". En dicho lugar se asentó luego MANCO QAPAQ, proviniendo igualmente del Lago Sagrado para fundar la "CIUDAD PUMA". En las grandes Festividades del Incario arribaban peregrinos de toda América antigua, que al verla desde las alturas, se postraban de rodillas como signo de humildad i levantaban los ojos al cielo, para agradecer al dios SOL, por haberles permitido llegar hasta esa meca cultural, espiritual i religiosa.

Hablar de CUSCO, es sumergirse en un mundo místico, pleno de tradiciones i leyendas, de misterio i de historia. No solo es la Ciudad Abuela del Continente, forjada por los dioses en la aurora de los siglos, para ser "Centro u Ombligo" del Mundo, como la calificaron los INCAS, sino que fue Cuna  de un Imperio, cuyas realizaciones siguen admirando a propios i extraños. Es además una Urbe, síntesis donde se amalgaman con asombrosa precisión dos civilizaciones igualmente trascendentales: la de los altivos Señores de la Borla i de la Mascaypacha i la de los orgullosos Hidalgos, venidos de ultramar.

Esa conjunción se advierte actualmente en toda su magnitud. Sobre los muros pétreos de los quechuas, que han tenido que ser levantadas por alarifes con alma de poetas i filósofo, se erigieron los palacios i templos hispanos, a los que ahora se han superpuesto edificios modernos, como expresión de un abrazo fraterno de tres épocas, simbolizando unión i alianza fraguada en la experiencia de los siglos, que nos permiten avizorar un futuro con fuerza propia, producto de la experiencia de nuestros antepasados i del trabajo vital de los cusqueños de hoy.

Toda la emoción que emana de este CUSCO INMORTAL, llena nuestro corazón i los cusqueños de hoy, nos sentimos orgullosos de las realizaciones de nuestra raza, que nos sirven como impulso para luchar por el futro, para sacrificarnos por su libertad. Tal como lo hicieron otros ayer i dieron dignidad a nuestra Historia.
 

 AL CUSCO INMORTAL

LUZ SAMANEZ PAZ
 
Las tristes quenas traen despacio,
los recuerdos del incario.
Mi corazón es un misterio,
que se diluye en el espacio.
 
El agua fructifica los huertos,
por sus perfectos canales.
Mientras que los bellos ÑUJCH´US
se deshojan como pétalos,
en las manos del viento.
 
I los CH´EQOLLOS pequeños
arcoíris relucientes...
revolotean ligeros
sobre las aromáticas TIK´AS.
 
CUSCO, este canto va prendido
en un cielo estrellado.
Mientras la campiña duerme,
bajo el manto de la noche.
 
El Valle Sagrado renace
i en apariencia nace,
su conceptuosa belleza
i como símbolo de pureza,
discurre el Sagrado WILLKAMAYU.
 
Los campesinos pijchan su COCA, 
como si fuera una oración.
Me sabe a dulce la aurora,
mientras la brisa pasa cantando,
su canción de los HARAWIS.
 
Se ve el verde terciopelo
de sus inmensos campos,
es la MAMAPACHA en aparición
incansable, pródiga i generosa.
 
CUSCO, mi corazón está escribiendo
estos versos...
en las verdes hojas
de tus árboles.
 
OLLANTAYTAMBO,
fortaleza de orgullo,
de amor hablan tus piedras,
tus tiernos eucaliptos i quebradas,
donde el alma de KUSI QOYLLUR
florece perfumando su azul al huracán.
 
MACHUPICCHU,
poema de piedra
lanzado hacia las estrellas.
Luz refulgente,
en piedra edificada.
Alarido del Imperio,
petrificado en el infinito..
 
Tus orquídeas,
son un beso de colores
i tus begonias,
sangrantes farallones.
En la fisura de tus muros,
los helechos descansan en paz.
 
Mora el KUNTUR,
alucinante, altivo
i el culto del INDIO,
lo lleva el viento fuerte
i lo esparce...
 
Mientras las nubes descansan
en tus alturas insondables,
revive en mis venas
tu pasado glorioso,
mi origen i mi linaje.
 
Bebe mi sangre de POETISA
i reza la Ciudad del SOL,
la canción de tu dulce WILLKAMAYU
i el resplandor níveo,
de tus cumbres nevadas.
 
Por tus piedras sagradas,
miro la gloria de mi raza
i quiero impregnarme toda,
con la ardiente sangre de tus ritos.
Mientras duermen por siempre  
un sueño místico, tus PIEDRAS.
 

¡OH, CUSCO ETERNO! en el corazón de tu Historia, grabo este poema, añadiendo a las loas de la pléyade de historiadores i poetas, que te han cantado anonadados, por tu grandeza tutelar.
 

Tus héroes apónimos, tejieron tus ensueños en telares de piedra i dejaron tu recuerdo, con sangre de leyendas.