CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
JUNIO, MES DE LOS NIÑOS,
DEL MEDIO AMBIENTE, DE LA GLORIA
DE ARICA Y DE LA IDENTIDAD ANDINA
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
VALLEJO: YO QUE
SOLO HE NACIDO
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PANEL
CARLOS CASTILLO
ERIBERTO GALINDO
RAMÓN NORIEGA
FLORENCIA ROLDÁN
MANUEL VEJARANO
JULIO YOVERA
CONDUCCIÓN:
MANUEL RUIZ PAREDES
VIERNES 20 DE JUNIO. 7 PM.
INSTITUTO RAÚL PORRAS BARRENECHEA
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
COLINA 398. MIRAFLORES. LIMA, PERÚ
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CELEBRACIÓN A CÉSAR VALLEJO
HECHA POR REZADORES DE SANTIAGO DE CHUCO
PRESENTA CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA DE MADRID,
FILIAL DIRIGIDA POR EL DR. CARLOS BENITES SÁNCHEZ
ABRIR AQUÍ:
https://www.youtube.com/watch?v=oeYvb1nP9r8
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CAPULÍ, UN SUEÑO HECHO REALIDAD
Mi agradecimiento y felicitación a todas las personas que colaboraron con un granito de arena a que e l XV Encuentro Internacional Capulí, Vallejo y su Tierra, se realice con éxito total. ¡Gracias César Vallejo, porque viví cada día momentos de mucha emoción!
Desde que se inició el Encuentro el 20 de mayo en Lima en el Salón de Grados de la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, conocer a cada uno de los intelectuales que partieron desde sus lejanos países la semana anterior, y que estuvieron presentes en nuestra Lima querida por el amor a nuestro vate universal, era sentir una emoción inmensa.
Cuando escuchamos al presidente de Capulí dar las palabras de bienvenida a todos los presentes era como si un sueño nuestro se realizara, con aquel sentir de que cuando nos proponemos algo esto se cumple, y Vallejo siempre está presente. Escuchar al Vicerrector de Investigaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Dr. Bernardino Ramírez Bautista, decir que Capulí, Vallejo y su Tierra será incorporado a la Universidad de San Marcos como un programa permanente, todos prorrumpimos en aplausos.
Cuando escuchamos a la artista dramática Delfina Paredes declamando a César Vallejo y nos conmovimos hasta las lágrimas con sus poemas puestos en una voz inconfundible, nos sentimos transportados, sentimiento nunca antes sentido. Cuando escuchamos las palabras del crítico literario Ricardo González Vigil expresarse tan cabal y profundamente impartiendo cátedra sobre nuestro poeta, comprendí que Vallejo ya no es solo del Perú sino es de todos.
Con gran alegría partimos por fin a Trujillo el 22 de mayo, donde todos en un abrazo fuimos llegando al encuentro esperado. Pareciera que Vallejo nos reunía uno a uno. Cuando escuchamos las palabras del Dr. Orlando Velásquez Benites, Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, decir que tenía en sus manos la tesis original de César Vallejo y que todos podíamos apreciarla, fueron momentos de gran emoción poder verla y tomarle muchas fotos.
Cuando viajamos a Santiago de Chuco el viernes 23 de mayo, el momento esperado fue ingresar a la casa de Vallejo, recorrer cada rincón y recoger sus huellas, uno siente el enigma. Escuchar a cada niño, joven, poeta, escritor, profesor y madre de familia, el amor con que recitan y cantan sus poemas, es una experiencia inolvidable. Escuchar decir en la Plaza de Armas que tendremos un terreno para sembrar semillas que porten los peregrinos de todos los países y escuchar el ofrecimiento de un piso para Capulí, Vallejo y su Tierra, es grandioso, y todo por amor a nuestro César Vallejo. Por todo ello Capulí, Vallejo y su Tierra es un sueño hecho realidad.
LIDIA VÁSQUEZ RUIZ
Maestría en Ciencia Política
Pontificia Universidad Católica del Perú
Integrante de Capulí, Vallejo y su Tierra
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3 DE JUNIO
TODOS
VUELVEN
A LA TIERRA...
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
VOLVER
POR LOS
CAMINOS
Danilo Sánchez Lihón
1. Dardos
del arcano
Quienes hemos nacido en algún arrecife del mundo andino nos hemos quedado hechizados por un misterio indescifrable que nos mantiene despiertos, fascinados y transidos.
Quienes hemos abierto los ojos al abrigo del tejado de los andes desguarnecidos es imposible que no permanezcamos febriles o ateridos por ese enigma.
Quienes cogimos el pulso y el aliento de la vida en el sitio más empinado de la tierra colindante al techo de nubes, estamos atravesados por los dardos de lo que es arcano, incógnito e indescifrable.
Por eso, zumban en nuestros oídos los moscardones nómades de lo incognoscible y secreto que rozan sus alas en nuestros corazones desvalidos y desvelados.
Y por eso retornamos cada tarde vivos o muertos, en cuerpo o espíritu, hoy y siempre, eternamente, hacia esa región translúcida y aureolada.
2. Y que tú
vuelvas
Por eso volvemos.
Incluso, quizá jamás nos hayamos ido del sitio de donde partimos. Es probable que permanezcamos quietos y mudos bajo algún dintel en aquel lugar donde se erigía nuestra casa nativa.
Es probable que si nos fuimos la vida verdadera se haya quedado temblando mimetizada en una piedra. Y sea eso lo que padezcamos y tanto nos conturbe y nos hiera en la fuente de la sangre.
Es probable que quien se fue, salió y se despidió haya sido otro: un aventurero, trashumante y andariego, pero el núcleo de lo que somos se ha quedado al centro de lo que nos conforma, y permanece aquí inconmovible.
Y es probable que la periferia de lo que somos también esté intentando volver siglo tras siglo sin poder hacer el viaje para que más nos duela lo que es extrañar y querer. Sin encontrar el camino de regreso.
3. Zumba
en el aire
Es probable que nuestro corazón se haya quedado inmerso en lo más pequeño e inerme, en un grumo de arena, en un rayo de luz.
O en una gota de lluvia extasiada cuyo rastro ni se evapora ni se olvida.
Y vivamos en un universo latente que tiembla y se estremece. Incrustado el espíritu en una brizna de hierba.
En una gotera de la pared, en una arista en la cumbrera del tejado desde donde observamos entristecidos la casa y que tú vuelvas.
Pero ya emprendimos el retorno.
Volvemos porque para eso nos fuimos. ¡Para un día volver!
De lo contrario la vida no sería ni arco, ni flecha, ni el impulso que vibra y zumba bajo el disparo en el aire.
4. Un día
propicio
Volvemos por tener que recoger nuestros pasos a fin de construir un sendero en la morada que se nos asigne. ¿Porque acaso podremos ignorar lo vivido por los siglos de los siglos?
Volvemos por la cruz que hace la casa con el cuadrante. O por la aureola que la corona.
Pese a los caminos inciertos para regresar, pese a los peligros infalibles de quedarnos para siempre deambulando en una curva y hacia el abismo, volvemos por los caminos.
Volvemos porque nos hemos quedado eternamente subyugados por el aroma antiguo de nuestra casa soñada en el amanecer de un día propicio.
Volvemos a la casa que guarda de nosotros sumergido en su suelo el anagrama de nuestro destino.
5. Los balaustres
pasmados
Y la cual abrimos en un retorno maravillado porque permanecimos sin irnos jamás de ella.
Volvemos no importa a retazos. No importa hecho brizna, poñita, jirones.
Volvemos desde la playa donde acampamos esperando con ojos humedecidos la nave que nos conduzca hacia la tierra del origen, que no olvidamos jamás ni de noche ni cuando el día despunta.
¡Desato entonces mis sandalias y quiebro la punta de las flechas de mi aljaba!
Regreso porque siento que me estás esperando en algún recodo para ir juntos a la matriz, a lo más hondo de la geografía de mi alma y tu alma.
Para entrar al epicentro de las montañas. Al fulgor de los bajíos y nevados; de tus ojos y los míos, de tu mirada en mi mirada; de tus olvidos y cariños.
También a lo más recóndito de los muros de piedra. A lo vetusto de las paredes y de los balaustres pasmados.
6. No
te remontes
A quienes alcanzan a volver o regresar yo los he visto: bailan en la plaza, a veces sin música.
Dan vueltas en torno a un eje invisible, casi siempre inclinados, oculto el rostro, en un rito atávico porque están llorando.
Hay otros que regresan a su tierra y suben a la loma donde están largas horas sólo mirando la hondonada, como si quisieran cazar o pescar algo.
Allí empiezan a cantar un triste, un huayno o una marinera. Incluso han acuñado un nombre para este rito del retorno, lo llaman echar una pechada.
Y es porque el pecho se desgarra, se rompe o resquebraja y hay que dejar aflorar y salir lo que está dentro.
Es decir, hay que dejar aflorar lo que está muy dentro del alma. Y cantan lo que sea: Paloma blanca, / piquito de oro, / alas de plata. / No te remontes, / por esos montes, / porque yo lloro.
7. Quebradas
y puquiales
Porque somos tú y yo las junturas de las claraboyas ya no afuera sino adentro del ser y de lo creado.
Somos la argamasa del adobe en nuestras manos y en nuestros corazones.
Porque en los aleros y en las cumbreras hubimos de haber muerto, o porque en ellas estamos intrínsecamente unidos.
Somos el aire impalpable de que está hecha la escalera. El misterio que roza y vibra en el campanario y en el asta de la bandera.
Como también en la mirada y en su sombra que se ha quedado quieta en el espejo raído, en la repisa, el albañal y la grada que no acaba.
Como en el grito que se lanza a la hondonada de los ríos, quebradas y puquiales.
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CONVOCATORIA
XVI ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2015
LIMA:
MARTES 19
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 20
HUAMACHUCO
JUEVES 21
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 22
SÁBADO 23
Y DOMINGO 24
TODO EN EL MES
DE MAYO
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