domingo, 25 de mayo de 2014

PUKA YAKU O RÍOS DE SANGRE - POR WALTER LINGÁN (ALEMANIA)





PUKA YAKU O RÍOS DE SANGRE

Walter Lingán

Alemania

La historia del Perú siempre ha estado salpicada de sangre, recordemos nomás que el paro nacional de 1977 costó la vida a casi una decena de ciudadanos y el despido de sus centros de trabajo a más de cinco mil obrero o las últimas protestas en diversos lugares de nuestra patria durante el actual gobierno ya son algo más de una veintena y lo peor del caso es que nunca hay culpables en las alturas, mejor dicho, los responsables siempre están en el pueblo, de eso nos podemos percatar ahora mismo con el inicio del juicio a los awajún por la muerte de policías e indígenas en el llamado “baguazo”. 

El conflicto armado interno que se inició en 1980 y se prolongó hasta el 2000 fue uno de los más trágicos de nuestra historia reciente. 

Fueron veinte años de guerra y terror entre las fuerzas armadas y los grupos alzados en armas, en particular las de Sendero Luminoso. 

La región del Alto Huallaga fue uno de los escenarios de mayores enfrentamientos donde el conflicto adquiere una configuración especial al tener como actores adicionales a los hombres del narcotráfico. 

Este es el ambiente donde el escritor cajamarquino Fransiles Gallardo enmarca las historias que integran su nueva entrega literaria titulada Puka yaku – Río de sangre (2014).

Los antecedentes literarios de Fransiles Gallardo lo ubican como poeta, así el 2004 publica Ventisca tu desamor, luego en 2009 Arco Iris de Magdalena y finalmente Estremecido gato montés en el 2012. 

En sus versos la sabiduría andina hilvana sus nostalgias, sus pasiones se desbocan en los colores de su Magdalena natal y la áspera geografía marca el ritmo de la vida. 

Pero el poeta también incursiona en la narrativa con las novelas Entre dos fuegos. Historias de ingenieros (2007) y Aguas arriba (2011) donde la oralidad campesina adquiere en el mito y el harapo una calidad estética comparable al genio de Gregorio Martínez en Canto de sirenas

Con el derecho a equivocarme podría afirmar que Entre dos fuegos, Historias de ingenieros (2007) es la novela precursora de Puka yaku – Río de sangre (2014), en la que recrea el traumático devenir de una época terrible cuando el terrorismo de los militares y de los senderistas imponen la muerte y la razón de las balas. 

En Puka yaku – Río de sangre ya no son sólo los ingenieros atrapados entre la violencia senderista y militar, sino que ahora es también el pueblo, que además debe soportar el enseñoreo de los narcotraficantes. 

Fransiles Gallardo llegó hasta Tocache en su calidad de ingeniero civil para dirigir la construcción de un colegio y se encuentra con trabajadores tocados por las secuelas de la violencia demencial de los 80 y 90, que en silencio trataban de cicatizar heridas aún abiertas. 

Con esta novela Fransiles Gallardo, abre el baúl de las terribles historias acaecidas en Tocache y el Huallaga y fluyen arrastrando el dolor y los golpes de los feroces Atilas acantonados en esta parte de la región amazónica.

Todo lo que la atenta pupila de Fransiles Gallardo iba avisorando en sus viajes por el interior de las diversas regiones peruanas durante los años de la guerra de baja intensidad, es decir, de tierra arrasada, ha ido almacenándose en la memoria para luego escribir las páginas de la ignominia que aún nos siguen doliendo. 

En las páginas de Puka yaku- Río de sangre la crudeza del testimonio, de la barbarie, es atenuado por la sabrosa oralidad, así como por el talante de gracia, de sarcástica ironía.

Un nuevo vocabulario nos propone para aumentar nuestro patrimonio idiomático: mozandero, moshaco, sherete, hamaco, puzanga (equivalente al chamico), machacuy, pihuicho, shimpu, shallandera, siqui sapi, chobona, pispacha, entre otras.

Mientras militares, senderistas, emerretistas y narcotraficantes determinaron “la época negra de Tocache donde andar armado es un deber y reventar billetes en cualquier ocasión, una obligación”, desfilaban destacadas vedettes televisivas dispuestas a acostarse con un narco por cinco mil dólares, se produce la invasión colocha (colombiana) con sus mafias dispuestas a llenar de muertos el río Wallaga con los soplones “mal paridos”, prospera la prostitución ilegal y se agudiza la pobreza, aunque un pequeño grupo tenía tanta “plata que faltaba tiempo para gastarla”. 

Inolvidables son las historias de Tronchos, Marianella, El mango alcahuete, La locura del fancés.

En esta tierra de nadie donde la gente también filosofa frente a la muerte y la bravía naturaleza donde pirañas y gallinazos terminan la labor de los asesinos, se tiene la esperanza que los muertos regresen como peces o plantas y este imaginario refuerza la certidumbre que la justicia tarda pero nunca olvida. 

Sin duda Puka yaku – Río de Sangre se convierte en un libro que todo peruano debería leer.