sábado, 10 de mayo de 2014

HOMENAJE A LA MADRE - POR VÍCTOR NOLBERTO UNYÉN VELEZMORO (CHIMBOTE)


En este segundo domingo de mayo en que se celebra el “DÍA DE LA MADRE”, rindo mi más cálido homenaje a mi madre luchadora permanente de la vida, Victoria Velezmoro Alva de Unyén; a mi querida y solidaria esposa Dany Noemí Kuzma Alfaro de Unyén; a mi hija, Milagritos Magaly Unyén Kuzma, fruto de nuestro amor; a mi familia y familiares de mi esposa; a mis amigas, a las madres del mundo, de Ancash, en especial de Chimbote; por ser dignas representantes de la divinidad en la tierra; y a las que están en la mansión de los inmortales, nuestro inconmensurable recuerdo; por eso les dedico desde lo más profundo de mi sentimiento, el poema:
Madre combatiente
De: Víctor Nolberto Unyén Velezmoro
 Madre
entre consonantes y vocales
cinco letras
forman el sagrado
nombre de MADRE.
Madre inconmensurable
en el espacio y en el tiempo.
Madre heroica
Madre revolucionaria
Madre bendita.
Tú que sacrificas la vida
en aras del amor,
sentimiento infinito,
palabra señera
de ser llamada MADRE.
Tú que al escuchar
el primer llanto de vida
del ser de tus entrañas,
derramas lágrimas de alegría
sin importarte
los grandes dolores padecidos.
Tú que con desvelos
cuidas sus sueños,
combates sus enfermedades,
lo alimentas en tus senos
que son fuentes de vida
y lo guías por el sendero del bien.
Madre ejemplo
Madre incomprendida
Madre combatiente.
Tu aliento reanima al moribundo
Tu palabra reconforta al deprimido
Tus arengas alientan
a los que ofrendan sus vidas
en aras de un ideal.
Madre revolucionaria
Madre explotada
Madre querida.
Plasmo en ti mi fe de hombre
Que mi pluma represente el arma
que usada con inspiración
sea fiel reflejo de mis ansias,
de mis ilusiones, de mi pasión,
que en silencio encierra mi alma.
Madre,
tus alegrías son mis alegrías,
tus penas, mi condena.
Madre
quiero liberar las ataduras
que a cada instante me atormentan.
Madre desamparada
Madre trabajadora
Madre santa
Tu me das inspiración
Tu me alimentas de esperanzas
Tu me das confianza
como cuando niño
velabas mis sueños
o de joven velabas mis pasos
llenos de ilusión.
Hoy hombre, quiero luchar
a la vanguardia con mi canto,
que este se esparza con el viento
y llegue a raudales en las trincheras
de la lucha cotidiana.
Y siempre en primera fila
tener tu imagen
Madre querida
Estandarte en la noble
causa de mi redención.