lunes, 14 de abril de 2014

FOLIOS DE LA UTOPÍA: EL SÚBDITO Y ESCLAVO DE ENTRECASA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
ABRIL, MES DE LA PALABRA,
LA CREATIVIDAD LITERARIA E
INMORTALIDAD DE CÉSAR VALLEJO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
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CARRERA DE CHASQUIS
“MILICIANOS DEL ALBA”,
EN LA TELÚRICA DE MAYO
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
 
 
Los chasquis constituyen el símbolo más genuino de la cultura andina en el cultivo de la fortaleza física, como también en cuanto es una expresión de integración de los pueblos y porque en ellos alcanza su plena significación el esfuerzo colectivo, solidario y en equipo, dado que es un trabajo de postas; además de tener una enorme significación práctica cual es comunicar y defender la vida.
 
Así como el nombre “Milicianos del Alba”, deviene de la utopía andina que César Vallejo encarna y representa, cual es ser soldados de un mundo nuevo, pleno de luz, armonía, justicia y fraternidad humana, en el cual participarán indistintamente hombres y mujeres, así como personas de toda edad. Para ello no abonarán cuota alguna por ningún concepto. La carrera se realizará el día 23 de mayo a las 11 de la mañana y se iniciará en el momento en que el ómnibus insignia de Capulí, Vallejo y su Tierra llegue a Chollagueda, lugar donde se detendrá y se dará la orden de partida. Se obsequiará a los participantes una camiseta emblemática y una vincha con los colores de Capulí, Vallejo y su Tierra, que lucirán en todo el trayecto de la carrera. No forma parte de este certamen quien no use este uniforme. Todos los participantes que alcancen a llegar a la meta recibirán libros de autores y temas santiaguinos, algunos de ellos editados por Capulí, Vallejo y su Tierra.
 
Se entregarán incentivos a quienes alcancen las mejores calificaciones en las categorías que discierna el jurado calificador, pero lo importante es participar en un certamen que se ha propuesto hacer de Santiago de Chuco un modelo cultural que abarque todas las expresiones del espíritu humano en comunión con la naturaleza, la vida y sus valores más genuinos, que entone y erija el himno de lo que en Capulí denominamos: construcción y forja de la utopía andina
 
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2° DOMINGO
DE ABRIL
 
 
DÍA
DEL
NIÑO
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
EL SÚBDITO
Y ESCLAVO DE
ENTRECASA
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Si queremos tener
hombres buenos
hagamos niños felices.
 
 
1. Ronda
por cariño
 
Problema grave y atroz es la condición de súbdito y esclavo que hemos dado al niño en el interior de nuestras casas y hasta en las instituciones educativas dedicadas a ellos, o que tienen razón de ser en función de ellos. 
 
Me explico:
 
Este hecho se hace evidente en las órdenes que imponemos con increíble brutalidad, que implantamos con violencia y presión condenables, con gritos, injurias e improperios hacia los niños sobre quienes descargamos todo el peso de nuestro poder. 
 
Él es la indefensa persona que soporta las peroratas ofensivas, en las cuales les sacamos en cara que los mantenemos, que les damos de comer, que los vestimos y educamos. Les endilgamos cuando estamos molestos, que es muy frecuente, que ellos son un gasto inútil y un bulto pesado sobre nuestros hombros enaltecidos.
 
Le decimos a ellos todo lo que no consentimos jamás que alguien nos lo diga a nosotros ni siquiera el ser más querido. Por la centésima parte de lo que decimos a un niño, cualesquiera de nosotros encontraría justificación hasta matar.
 
2. Por
fin
 
La paradoja es que él está aquí, a nuestro lado, rondando por cariño al lado nuestro; ser precioso a quien convertimos en un mandadero, que nos llena de orgullo que esté siempre atento a obedecer lo que se nos ocurra.
 
Le echamos en cara a nuestro hijo, o hija, como desahogo de lo que no hemos tenido el coraje de decir al compañero de trabajo, al cual consideramos un sinvergüenza.
 
O al jefe que nos maltrata y de quien sabemos mil deshonestidades, o a la autoridad ante la cual nos deshacemos en genuflexiones cuando estamos delante de ella, pero de quien despotricamos hasta por deleite a sus espaldas.
Sin embargo, con saña, alevosía y ventaja, se lo adoquinamos al niño o niña.
 
Y es que cuando les imponemos órdenes a ellos nos suponemos jefes, nos sentimos realizados porque tenemos, por fin bajo nuestro servicio a un menesteroso.
 
Tenemos a nuestro lado o al frente a un vasallo. ¡Qué importante entonces soy! He conseguido en la vida alguien en quien ejercer ese apetito subterráneo de tener poder ¡y a quién mandar!
 
3. Un
vasallo
 
¡No nos interesa averiguar lo que pasa en su mente! Si está o no dispuesto a hacer lo que dictaminemos que haga. Si halla o no razonable lo que le enviamos a ejecutar.
 
Y lo hacemos sin conocer su opinión, sin pedirle “por favor”, como hacemos con la secretaria, la dama o señorita de nuestra oficina, trabaje en el almacén o la bodega, ante quien nos deshacemos en halagos y en atenciones.
 
– Anda tú, compra dos cervezas para celebrar con mi compadre que ha venido a verme, aunque yo pensaba que ya se había olvidado este ingrato.
 
– ¿No te acordaste de los cigarros? ¡No te dije porque tienes que tener iniciativa! ¡Vuelve por ellos!
 
– Ahora, ¿tampoco pensaste que necesitamos fósforos? ¡Anda! ¡Vuelve otra vez! 
 
– ¡Ahora dile que te fíe dos botellas más! ¡Corre!
 
– ¿No ves que necesitamos que se laven estos vasos? ¡Lávalos! ¡Y que estén bien secos!
 
– Trae bancas para sentarnos. ¡Atento, hijo, atento!
 
4. Encerrado
con su perro
 
Es una grave responsabilidad de la comunidad actual con relación al niño la violencia física, moral y verbal que se ejerce en contra de él. 
 
Si descorremos esta cortina o destapamos este problema en sus reales términos, veríamos que nuestra sociedad en este punto gime, llora y se retuerce.
 
En realidad, que se desangra.
 
Porque es tan lacerante la condición del menor de edad, que nos oprime el alma conocerla y revelar esta situación en toda su crudeza.
 
Ahora mismo, mientras escribo estas líneas, un niño se queja en la casa de al lado.
 
Suplica y pide perdón, implora. Luego escucho insultos de una persona mayor, y gritos de dolor de parte del niño. 
 
La madre, que es soltera, le pega inmisericorde, lo acusa de ladrón y que por su culpa ha destruido su vida. 
 
Ella lo deja solo todo el día, encerrado con su perro, mientras ella se va a trabajar, sabe Dios en qué.
 
5. Ahí él
no llora
 
Desde la ventana del segundo piso cuando me asomo, me hace muecas, tratando de llamar la atención. 
 
Apunta con sus manos y hace como que me dispara y me mata. 
 
Yo le pregunto por su mascota, a quien ha puesto por nombre “Ni me toques”. 
 
Después que entro, está como una hora tirando cualquier cosa a la ventana, o al patio, queriendo comunicarse con alguien.
 
Con frecuencia la madre tarda en llegar. Entonces él, que se llama Daniel, trepa hasta una pared porque teme la oscuridad.
 
Y allí está durante varias horas esperando en silencio.
 
¿Con qué angustia en el corazón –digo yo– esperará ese niño a su madre? ¿Con qué ilusión, cariño y a la vez inquietud hincándole el alma?
 
Ya de noche llega la madre.
 
Pero cuando ella entra, encuentra que algo está mal porque descarga todo su furor en el pequeño de apenas 8 años. Y lo grita y lo insulta. Ahí él no llora.
 
6. Alguien
a quien querer
 
En el fondo él dirá: 
 
No importa con tal de que llegues y me salves de tanto abandono y de tanta soledad. No importan tus insultos y tus golpes con tal de que tenga alguien a quien querer. Pégame si quieres pero no tardes tanto.
 
Pero, ¿hasta cuándo durará aquel candor? No mucho. Pronto será pandillero e integrará las hordas de las barras bravas.
 
En un reportaje a diversos niños del Perú, uno de ellos que trabaja de lustrabotas, y tiene 8 años, seguramente que con una vida muy parecida a la de Daniel, dice estas palabras: 
 
No soy malo, porque si no nadie me quiere. Pero tampoco soy bueno, porque si no abusan de mí. 
 
Esta es, lamentablemente, la condición de muchos niños en nuestro país: la de adultos precoces, la de doctores prematuros de la intencionalidad.
 
En cómo manejar acomodaticiamente el bien y el mal; la de conciencias perturbadas de lo atroz y terrible que resulta ser niño en estos tiempos aciagos.
 
7. Si
queremos
 
Nada es más importante que un niño.
 
Escuché decir a un líder latinoamericano; proclama que es natural y de sentido común. ¡Pero ¡qué lejano e ilusorio resulta todo ello cuando lo cotejamos con nuestras realidades!
En donde condenamos, castigamos, vilipendiamos a un niño hasta por ser niño, es decir, por su capacidad de recrear el mundo, de descubrir su realidad, de experimentar y construir, hechos que los niños alcanzan a través del juego.
 
En nuestras casas, en la escuela, en la comunidad en que vivimos, niño juguetón es niño malcriado, es “oveja negra”, es "vergüenza de la familia”.
 
Porque queremos niños quietos; formales, súbditos; que no nos den problemas, que acaten y obedezcan, razón que hace que maltratemos, castiguemos y marginemos al niño, simplemente por su capacidad de ser despierto e inteligente frente al mundo.
 
De allí que piense que si queremos tener hombres buenos esforcémonos por hacer niños felices.
 
 
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CONVOCATORIA
 
 
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO:
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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