miércoles, 5 de marzo de 2014

5 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA - PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA: EL POSTE DE LUZ DE MI CALLE - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
*****
 
5 DE MARZO
 
 
DÍA MUNDIAL
DE LA EFICIENCIA
ENERGÉTICA
 
 
PLAN LECTOR,
PLIEGOS
DE LECTURA
 
 
EL POSTE
DE LUZ
DE MI CALLE
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
"La luz
es la sombra de Dios".
Albert Einstein
 
A Don Pablo Alcántara, gestor de la luz eléctrica de mi pueblo,
siendo Alcalde de Santiago de Chuco en el año 1954,
época de esta historia a duras penas confesable.
 
 
1. Mirar
el mundo
 
“Árbol que crece torcido nunca su tronco endereza", es el refrán que escucho día tras día en boca de mis padres, maestros y mayores. Tanto se repite esta sentencia que lo primero que he producido en mi mente es una glosa o una paráfrasis jugando con las palabras y aquel concepto, que dice así: “Árbol que crece derecho, nunca su corazón es deshecho”. Y lo otro que ha dado como resultado en mí es un cierto resquemor y antipatía por todo lo torcido, sea una pared, la cumbrera de un techo e inclusive una calle que camino enderezándola con mis ojos.
 
Y más aun midiendo a todo árbol que tuviera alguna torcedura en su tronco o en su tallo. Y, a la inversa, mi adhesión unánime a todo árbol que encontrara en el camino y fuese rectilíneo, hasta el punto de mover mi cabeza y hacer subir y bajar mi mirada a plomo por todo tallo esbelto. Mirar un árbol es entonces cotejar su derechura y cotejarla con la pared de una casa o con otros árboles, o bien con relación a una línea vertical que yo tengo ya trazada mentalmente en mi manera de mirar el mundo.
 
2. El ahogo
que tengo
 
Por eso me duermo embelesado en la bajada a la Pamplona contemplando un conjunto de árboles que suben desde lo hondo del río y su copa sobrepasa la colina en donde estoy sentado, que es como si de la sombra hubieran conquistado la luz. Pero un día caí en el arrobamiento al contemplar el eucalipto que ha crecido a la vera del río Huayatán, cerca del molino de piedra, en la carretera que sale de Santiago de Chuco hacia Trujillo, muy cerca de “La Colpa”.
 
Es el árbol más bello que hasta ahora he visto jamás, y el único con esa espesura de copa que puede existir sobre la faz de la tierra. Tiene que ser mío, me prometo en secreto, pues lo siento como parte de mí ser. Para eso tengo la plena convicción que contaré con la complicidad de mi padre, que se pone muy confidente conmigo cuando, trepado a la mesa donde trabajaba, le hacía algunas preguntas muy de fondo sobre la vida. Yo busco a propósito un momento como ésos y le suelto el ahogo que tengo en el alma.
 
3. ¿Te
parece?
 
Al principio, mi padre no entiende qué es lo que yo quiero decir y me hace repetir el pedido:
 
– Hay un árbol que he visto en el camino. –Es lo vuelvo a pronunciar.
 
– ¿Un árbol? –Murmura desconcertado.
 
– Sí. Es un árbol muy bello que he visto junto al río, donde está el molino. Y quisiera que fuera mío, papá.
 
Mi padre se ha quedado pensativo, creo que aún más confuso todavía, y quizá picado por la curiosidad concluye diciendo:
 
– Primero iremos a verlo, ¿te parece?
 
– Sí. –Contesto.
 
El árbol ha terminado siendo mío en base a no sé qué arreglos que mi padre ha hecho con el molinero, un hombre huraño, pero que se vuelve muy amable cuando habla con mi padre.
 
4. Ya
en la plaza
 
Y hasta allí me voy cada tarde con el pretexto de repasar alguna lección para algún examen. Y me duermo bajo su sombra, buscando siempre la luna en el cielo anubarrado del crepúsculo mirándola entre las ramas.
 
¡Cuántas veces me ha vencido el sueño bajo su tronco sonoro!
 
Pero, hubo un día de alboroto, también entre los niños, que empezamos a correr en dirección a la plaza.
 
Ha llegado el motor eléctrico largamente esperado para generar la luz artificial, que no tenemos hasta ahora en mi comarca, pues nos alumbrábamos con lámparas, candiles y mecheros.
 
¡Ya tenemos por fin un generador, tan grande como dos yuntas de bueyes; o como las piedras, la tolva y la rueda juntas del molino.
 
El camión que lo ha traído ha sido escoltado por nosotros los chiquillos, y ya en la plaza es rodeado por curiosos de toda traza: autoridades, maestros de la escuela, niños que alargaban sus manos por entre las rendijas del cajón que lo contiene.
 
5. La noche
iluminada
 
Los días resultan interminables mientras lo instalan en un terraplén detrás de “El Cabildo”. 
 
Pero una noche inolvidable se enciende el primer foco de luz eléctrica que ven nuestros ojos, justo delante de la Municipalidad, casi en el mismo balcón desde donde se hace la proclama de la Independencia del Perú el 28 de julio de cada año.
 
En poco tiempo el perímetro de la Plaza de Armas ya está iluminado. Allí ha nacido la costumbre de pasearnos dando vueltas y vueltas alrededor del cuadrilátero empedrado que hay en el contorno de la plaza, costumbre que en un principio ha sido para gozar mirándonos las caras bajo los haces de luz, que caen desde la cercha que hay debajo de los tejados polvorientos.
 
Con el correr de los días vemos que los postes y los cables avanzan por una calle y por otra. Es emocionante ver en la noche iluminada una esquina donde nunca antes se adivinaba nada en la oscuridad y la lobreguez del ambiente.
 
6. Voltean
a mirarme
 
Cuando la luz brilló en la esquina del Hotel Bolívar, de don Gilberto Santa María, a una cuadra de mi casa, nos inquietó tanto que nos hemos mantenido desvelados casi toda la noche.
 
Y hemos sabido que para tener luz en nuestra calle, y para de allí poder llevarla a nuestras casas, los vecinos tenemos que hacer una colecta para comprar cables, aisladores y una serie de otros materiales; además de tener que cubrir el pago del ingeniero y los ayudantes para hacer la obra.
 
Entonces tenemos que reunimos a sesionar y erogar lo más que podemos, una suma que apenas alcanza para comprar los elementos indispensables.
 
Cuando se habla del poste, y de cómo éste tiene que ser, un árbol alto, recio y derecho, supimos que nadie tiene uno con esas características. Entonces, primos y vecinos que saben del árbol del cual yo soy dueño y confidente, voltean a mirarme y a esperar lo que yo diga.
 
7. Como
al principio
 
Recién entonces me doy cuenta de lo que se está pensando y me estremezco de inquietud, desazón y angustia. ¿Se requiere el sacrificio de un árbol? ¿Justifica ese precio la luz que irradiará una bombilla titubeante? Imaginariamente veo a mi árbol derribado y quitadas sus ramas, sus hojas, su corteza, sus pájaros y sus trinos. Guardo silencio, y entre uno y otro cálculo, felizmente ha terminado la sesión esta noche.
 
Pasan los días y las semanas y los postes de luz avanzan por uno y otro sector y contorno, menos por nuestra calle. El problema es que el poste tiene que estar ubicado a mitad de cuadra, justo delante de nuestra casa, y se piensa que a nosotros corresponde donarlo. Además tenemos el árbol alto, recio y derecho como el que se necesita. Y lo que me incomodaba es que yo sí lo tenía.
 
Subido, como al principio, a la mesa de trabajo de mi padre le pregunté qué puede significar todos los alcances del apotegma que yo mismo he entretejido: “Árbol que crece derecho nunca su corazón es deshecho”. Creo que con mucha intención, me dijo:
 
8. Bajo
la luz
 
– Un significado que deriva de dicho aforismo es que quien afronta con coraje toda situación, por difícil que ella sea nunca su corazón es deshecho. –¡Entonces él sabía el conflicto por el cual yo atravesaba!
 
– ¿Crees que si yo regalo mi árbol para el poste de luz se interrumpe su crecimiento que es derecho? Y, si es así, ¿por qué ha de ser justo el más derecho el que ha de sacrificarse?
– Creo que así será derecho para siempre.
 
– ¿Muerto?
 
– No. Porque hay otras maneras de permanecer. Porque se consagrará de cómo es ahora. Y ayudará a vivir.
 
– Haber, ¿cómo?
 
– Ayudará a que la gente no se tropiece en las piedras. A que alguien lea bajo la luz la receta de un médico. 
 
– ¿Tú lo apruebas?
 
– Depende de ti. Pero creo que sólo sirviendo, como lo haría si fuese poste de luz, será para siempre derecho.
 
9. Ahogaron
mi pena
 
Las palabras de mi padre han puesto en claro lo que yo había estado pensando. Esa noche fueron convocados los vecinos y les anunciamos que nosotros donaríamos el poste para instalar definitivamente la luz eléctrica en nuestra calle.
 
Y lo fuimos a traer desde la chacra del molino, muy cerca a la curva de La Colpa, en la salida de la carretera de Santiago de Chuco hacia Trujillo. 
 
Es una noche de luna, en que la carretera reverbera de blancura. Estamos mis padres, mis primos, casi todos los niños del barrio con sus padres los vecinos de la cuadra.
 
Pensé que no iba a soportar su caída y me alejé del sitio, pero mi padre me reclamó diciendo que a mí me correspondía dar el primer y el último  hachazo en su tronco.
 
La alegría de los niños que correteaban por el campo, la emoción de tener el poste con luz encendida en nuestra calle, se convirtió en fiesta de risas, de apuro, de ilusión que ahogaron mi pena.
 
10. Gritos
de júbilo
 
– Ahora tendremos luz en nuestra calle y pronto ya podremos tener luz en nuestra casa! –Oí decir a mi madre.
 
El ruido de la caída del tronco en el suelo, con sus ramas y sus hojas, me despertó de mis pensamientos, justo cuando mi padre ponía su brazo en mi hombro y me decía:
 
– La vida, hijo, también es sacrificio. 
 
– Es demasiada vida la de un árbol. Y siento mucho también mi sufrimiento.
 
– Pero nunca olvidarás que contribuiste a hacer la luz en la calle frente a la casa donde vives.
 
Arrastramos el árbol con ramas y todo desde la orilla del río a la vera del camino.
 
Moverlo y ponerlo al borde de la carretera consumió los últimos gritos de júbilo y bromas que habíamos tenido guardadas para esa noche.
 
11. Son
las doce
 
A una voz de mando jalamos todos, y así lo hemos traído de trecho en trecho, oyendo en cada descanso cómo se hacían más hondas las horas. Los sapos croan y los grillos arañan las sombras con su ruido estridente. Así como al principio creíamos que no íbamos a poder con el peso que tiene el árbol, poco a poco hemos ido cobrando confianza y haciéndonos fuertes ante el reto de arrastrarlo. Y vuelve la alegría.
 
Mi madre, para ayudarnos a jalar ha amarrado con su pañolón a mis dos hermanas aún bebitas en el lomo del árbol, sobre las ramas. Ríen y reímos todos de verlas cual duendes, y en ese afán ponemos toda la fuerza en jalar porque les hace gracia. 
 
Pero de un momento a otro ya no las encontramos porque han rodado entre las ramas. Esto nos asusta y después nos hace desternillarnos a carcajadas. Son las doce de la noche y recién descansamos en la curva donde cayó el camión de don Sinforiano y murió Pedro, el hermano del Goyo Grados.
 
12. Y
esta noche
 
Sentados a descansar nos entretenemos escuchando el deslizarse del agua en la quebrada y con la mirada correteamos las luces de las luciérnagas.
 
Cerca del amanecer dejamos el árbol al frente de nuestra casa, para más tarde cortar sus ramas, desprender la corteza y embrearlo, mientras un peón ya hace el pozo al borde de la acera en donde quedaría plantado para siempre.
 
Antes de ponerlo en pie se clavan, a poca distancia de la punta, los aisladores, que son del color de los huevos de las perdices. 
 
Y ya cuando está parado, se pasan y tiemplan los cables que rozan los aleros vetustos de las casas. Se colocan el brazo y el foco. 
 
Y esta noche ha encendido la luz, ligeramente unos pasos más arriba de la puerta de mi casa, en plena mitad de la cuadra!
 
13. Podrá perder
ramas y nidos
 
Debajo de su reflejo jugamos hasta muy tarde, y cantamos todos los niños del barrio.
 
Los adultos han sacado sus bancas y silletas y están conversando felices, haciéndonos compañía en nuestros juegos.
 
Yo contemplo la luz, la bombilla luciente y la luna que boga serena. También la alegría de todos.
 
E imagino lo qué podrá sentir un árbol en esa nueva vida de sacrificio que le ha tocado vivir.
Y para mi consuelo cobra sentido el lema y tintinea en mi mente ya toda una estrofa, que dice:
Árbol que crece derecho,
podrá perder ramas y nidos
su corteza y todos sus trinos
pero su corazón no será deshecho.
 
 
 
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El texto anterior puede ser
reproducido, publicado y difundido
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO:
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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CARRERA DE CHASQUIS
“MILICIANOS DEL ALBA”,
EN LA TELÚRICA DE MAYO
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
Los chasquis constituyen el símbolo más genuino de la cultura andina en el cultivo de la fortaleza física, como también en cuanto es una expresión de integración de los pueblos y porque en ellos alcanza su plena significación el esfuerzo colectivo, solidario y en equipo, dado que es un trabajo de postas; además de tener una enorme significación práctica cual es comunicar y defender la vida. Así como “Milicianos del Alba” deviene de la utopía andina que César Vallejo encarna y representa, cual es ser soldados de un mundo nuevo, pleno de luz, armonía, justicia y fraternidad humana. Siendo así esta actividad tiene las siguientes características:
 
1. Participarán indistintamente hombres y mujeres, así como personas de toda edad.
 
2. Las personas que se inscriban para participar en esta actividad no abonarán cuota alguna por ningún concepto.
 
3. La carrera se realizará el día 23 de mayo a las 11 de la mañana aproximadamente, en el momento en que el ómnibus insignia de Capulí, Vallejo y su Tierra llegue a Chollagueda, lugar donde se detendrá y se dará la orden de partida.
 
4. Chollagueda es campiña en la ruta de Trujillo a Santiago de Chuco y constituye un hito vallejiano, desde que es el lugar desde donde Vallejo, en su viaje de mayo del año 1920, divisa a Santiago de Chuco y llora.
 
5. Se obsequiará a los participantes una camiseta emblemática y una vincha con los colores de Capulí, Vallejo y su Tierra, que lucirán en todo el trayecto de la carrera. No forma parte de este certamen quien no use este uniforme.
 
6. El punto de llegada será la Plaza de Armas de la ciudad de Santiago de Chuco, en donde tomarán posición los miembros del Jurado Calificador.
 
7. El Jurado Calificador registrará de todos los participantes que lleguen a la meta el tiempo en que ha realizado esta performance y extenderá un certificado con los emblemas de Capulí, Vallejo y su Tierra en donde conste dicha marca.
 
8. Todos los participantes que alcancen a llegar a la meta recibirán libros de autores y temas santiaguinos, algunos de ellos editados por Capulí, Vallejo y su Tierra.
 
9. Se entregarán incentivos a quienes alcancen las mejores calificaciones en las categorías que discierna el Jurado Calificador.
 
10. Responsables de esta actividad son los miembros de Capulí, Vallejo y su Tierra de Santiago de Chuco y Trujillo respectivamente, señores: Jamilo Paredes y José Paredes López.
 
En las carreras de los próximos años se resaltará el espíritu colectivista de los chasquis al hacerlo en la modalidad de carrera de postas.
 
 
 
 
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