sábado, 15 de febrero de 2014

FOLIOS DE LA UTOPÍA: ESTOS DÍAS LLUEVE EN MI TIERRA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
FEBRERO, MES DE LOS HUMEDALES,
DE NUESTRAS LENGUAS NATIVAS, DE
RICARDO PALMA Y FEDERICO BARRETO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 

 
MINGA
DE FEBRERO
 
VALLEJO
EN EL ALMA
 
Minga de Febrero: Vallejo en el Alma, es un conjunto de actividades que desarrolla el movimiento cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, conmemorando la libertad de César Vallejo, puesto que el día 26 de febrero del año 1921 salía libre después de 112 días de prisión, gracias a la solidaridad de los estudiantes del Perú quienes se movilizaron en marchas y realizaron campañas exigiendo la libertad del poeta hasta en ciudades alejadas como Chiclayo y Arequipa.
 
Pero también celebramos la libertad que él alcanza al escribir en la cárcel el libro Trilce transformando la herencia literaria recibida en un cambio total no solo en el espíritu ni solo en los temas de la poesía, dejando lo cortesano para asumir lo profundamente humano en donde recién el hombre, por ejemplo, tose; elevando las funciones orgánicas más elementales y proyectándolas a una dimensión trascendental; cambios que debemos lograr para volver a ser el pueblo que hace de la utopía andina un canto de fraternidad universal.
 
Por eso, el día 26 y 27 de febrero te invitamos a integrar Capulí, Vallejo y su Tierra, participando en las actividades de esos días que abarcan la Cátedra Vallejo sobre contenidos fundamentales del ser; además de dos jornadas de reflexión sobre: “La libertad de César Vallejo”, el día 26 y “Por una literatura de la identidad”, el día 27 Asimismo se presentarán los libros “César Vallejo: poeta universal” de la Dra. Mara L. García de la Brigham Young University de Utah, EEUU; y “Piedra viva”, de Danilo Sánchez Lihón.
 
La jornada Minga de Febrero: Vallejo en el Alma continuará el día 28 en la ciudad de Trujillo para participar en la Feria Internacional del Libro de dicha ciudad.
 
ASISTENCIA LIBRE, ABIERTA
Y SIN COSTO ALGUNO
 
SE EXPEDIRÁN CERTIFICADOS
Y SE ENTREGARÁN PUBLICACIONES
A QUIENES ASISTAN AL ÍNTEGRO
DE LAS SESIONES PROGRAMADAS
 
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
ANTIGUA ESTACIÓN DESAMPARADOS
INAUGURACIÓN: MIÉRCOLES 26,
FEBRERO DEL AÑO 2014, 9 AM.
 
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FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
ESTOS DÍAS
LLUEVE
EN MI TIERRA
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
1. La lluvia
que arrecia
 
Hoy 12 de febrero llamo a Radio Cordillera en Santiago de Chuco, pueblo enclavado en la serranía, queriendo comunicarme con un familiar de mi tierra. 
 
Escucho que el locutor para hacerse oír en el fragor de los relámpagos, truenos y de la lluvia que arrecia golpeando con un sordo rumor en el tejado, clama:
 
– ¡Radio Cordillera! ¡Cordillera! ¡Cordillera! ¡Aquí Radio Cordillera!
 
Y luego de tener un momento levantado el fono me atiende, para decirme:
 
– Discúlpenos, doctor (No soy doctor, pero así quiere llamarme), pero hoy no podemos ir a llamar a personas a sus domicilios, porque las calles están inundadas, convertidas en ríos y ni siquiera se pueden transitar. 
 
Y yo, solo por querer seguir sumergido y percibiendo ese estruendo, aunque diferido y lejano, pregunto lo que fuera:
 
2. El tono
asombrado
 
– ¿Pero acaso no hay alguien que pueda ir? 
 
– Hay doctor, y aquí los tengo acurrucados, ¿pero quién va a salir si no va poder cruzar la calle por los torrentes que pueden hacer caer a una persona y arrastrarla? Además, ¿quién va a venir con esta lluvia? ¡Nadie! 
 
– Pero su casa queda cerca.
 
– Así fuéramos, ¿quién va a oír los golpes que damos en la puerta con los truenos que están reventando? Solo sería ¡para quedar empapados!
 
– ¡Qué! ¿Muy fuerte está lloviendo? –Intervengo, solo para prolongar su manera de hablar, porque me fascina el tono asombrado del lenguaje de la gente de mi tierra.
 
– ¡Aguaceraso es, doctor! Parece que el cielo se estuviera rompiendo y en cualquier momento vamos a ver amontonarse las rocas celestiales de su bóveda y sus cimientos rotos y caídos encima de nuestras cabezas.
 
3. Detener
las goteras
 
– Pero, ¡habrá alguna gente caminando!
 
– ¡Nadie! Nadie doctor, nadie camina por las calles y ni siquiera se asoman a mirar por la ventana porque da miedo cómo se derrama a chorros el agua, y uno se pregunta: ¡Qué! ¿Tanto? ¿Hay lagunas y ríos acaso allá arriba, en el cielo? ¡Qué! ¿Ya no se acuerda, doctor?
 
– ¡Pero ustedes allí tienen buen techo! –Digo, tratando de ocultar mi nostalgia.
 
– Con este aguacero ninguno es buen techo, las tejas mejor puestas se aflojan, desencajan y hasta se rompen. Ya nos faltan recipientes con qué detener las goteras que humedecen la bóveda y filtra mojando la sala. ¡Qué ha de ser de nosotros!
 
Pero, repentinamente pareciera que les llega la señal interrumpida en la radio, y claman:
 
– ¡Radio Cordillera! ¡Cordillera! ¡Cordillera! –Pero no, no hay conexión.
 
4 Aunque
a retazos
 
– ¿Y si llamo más tarde, será posible la comunicación?
 
– No sabemos, doctor. Desde ayer está azotando fuerte esta tempestad. Pero, llame usted nomás, por si acaso, y si ha escampado entonces vamos a avisarle a la persona para que venga y se comunique usted.
 
Y esperando que corten la llamada, permanezco con los ojos cerrados, evocando, mientras exclaman: 
 
– ¡Aquí, Radio Cordillera, Cordillera, Cordilleraaaa! Ahora sí, ¿pueden captar Radio Cordillera? ¿Sí? ¡Por fin nos escuchan! ¿Sí?
 
Al parecer han recuperado la trasmisión. Y me dejan solo. Y ahora se desgañita el locutor, peleando con la lluvia, yo me sumerjo en la evocación durante un breve momento. 
 
– Trasmite Radio Cordillera. Aquí, aunque a retazos, por la tempestad que arrecia, algunos mensajes.
 
5. Qué
regresen
 
– A la familia Gastañuadí Retamozo, en las alturas de Cuajinda, que su hija Luzmila está viajando de Quiruvilca y lo esperen el sábado 15 al amanecer, con dos acémilas, en la majada de El Pedernal. 
 
– Nos trasladamos a Tamboras, para decirle a don Lizandro Martínez que preguntó ayer por su esposa e hijos, que salieron de Huaylío para las minas el martes 3. ¡Dios mío! ¿Ya hacen cuántos días? ¿Y no llegan? Que tomaron la ruta del Piscochaca, rumbo a Michiquilca. ¡Dios Santo! ¡Por allí ha habido derrumbes! Ojalá que nada malo haya sucedido.  
 
– Bajamos a la cuenca del río Pachachaca. Se avisa que a la altura de Palo Blanco ¡el río ha llevado casas y ha arrastrado el puente! Que no hay pase por ese lugar y no se atrevan con esas aguas que son turbias y cargan grandes piedras.
 
– Ya estamos en la parte baja de Chuca: Se avisa que ya no hay puente a la altura de Chorobal. ¡Y no busquen atajos que sus chorreras son alevosas! Tampoco hay puente en el río Huaraday a la altura de El Infiernillo. Que no intenten cruzar. El año pasado allí ocurrieron varias muertes. ¡Que regresen al lugar de donde partieron! ¡Aquí, Radio Cordillera, informando!
 
6. Nuestros pasos
y el destino
 
Y mientras aguzo el oído se perfilan nítidos los versos de César Vallejo, quien estando preso en la cárcel de Trujillo justo en este mes de febrero, escribe en el poema LVIII de Trilce:
 
Ya no reiré cuando mi madre rece
en infancia y en domingo, a las cuatro
de la madrugada, por los caminantes,
 
Y es que es temible un turbión en los caminos, cuando azota con sus ramalazos que golpean el rostro y ciega a los animales que se desbarrancan por los abismos. Y si la ropa es de lana empieza a exudar vapor que confunde y enreda nuestros pasos, mientras sopla el viento helado y hay un rumor sordo y monótono en la floresta. Y si es continua la descarga de relámpagos y truenos hay que buscar una peña bajo la cual guarecernos. Y ojalá que cerca encontremos una cueva en la cual buscar refugio. Aunque siempre será más el afán de llegar al bohío, que nos hace que apuremos el paso, antes de que cargue demasiado la quebrada o el río y se interpongan como muros de muerte que se alzan entre nuestros pasos y el destino.
 
7. Tierra trémula
y transida
 
Por eso, pese a que llueva a torrentes siempre se ve a los caminantes y peregrinos que no se detienen, no importando que la lluvia golpee de costado, de atrás o de frente.
 
La ilusión siempre es llegar hasta donde está la familia, la mujer y los hijos; al fogón hogareño así sea pobre y humilde. En realidad no hay pobreza sino cuando no hay afecto ni cariño. Porque así haya escasez de recursos, el hogar es lo más abrigado, íntimo e inmenso que tenemos en el mundo.
 
Este anhelo es el que hace que muchos hombres se arriesguen con el peligro que supone cruzar una correntada, cayendo envueltos por las aguas espumosas y aciagas. Porque hay que reconocer que esta vida no por simple y sencilla, podemos regresar a ella en cualquier momento. 
 
En eso pienso antes de colgar el teléfono y dejar de escuchar a girones los mensajes en la radio que se entrelazan con rayos y centellas sobre las punas, hondonadas y picachos abruptos de mi tierra trémula y transida.
 
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO:
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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