domingo, 26 de enero de 2014

LOS INGENIEROS, EL TERRORISMO Y LA REPRESIÓN EN EL PERÚ - POR CARLOS HERRERA DESCALZI, DECANO NACIONAL DEL COLEGIO DE INGENIEROS DEL PERÚ



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LOS INGENIEROS, EL TERRORISMO Y LA REPRESIÓN EN EL PERÚ


Por Ing. Carlos Herrera Descalzi

Decano Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú


El conflicto armado interno vivido en nuestra patria, entre 1980 y el 2000, duró veinte largos, trágicos y desesperanzados años donde la tragedia se convirtió en un acontecimiento cotidiano y luctuoso en el Perú.

Ha sido el de mayor duración, el más extenso y el de más elevados costos humanos y económicos de toda la historia republicana de nuestra patria.

Ni la Guerra con Chile, ni el Terremoto de 1970 fueron tan devastadores.

Es probable que la población menor de treinta años y los ingenieros jóvenes del Perú desconozcan o no recuerden este luctuoso capítulo de la historia de nuestra patria.

Dentro de la vorágine, el conflicto, el caos y la incertidumbre político-social, los ingenieros estuvimos en medio.

Por nuestro trabajo estatal o privado, los ingenieros marchamos con nuestro equipaje de proyectos, ilusiones y realizaciones hasta los más recónditos parajes de nuestra agreste y hermosa patria para, en el ejercicio de nuestra profesión, proyectar, construir, cumplir contratos, supervisar, llevar progreso y desarrollo.

En esa época, bajo el fuego cruzado de la subversión y la represión, los ingenieros peruanos sufrimos en carne viva las consecuencias de este flagelo. Sucede que la responsabilidad profesional nos permite y obliga a ser los primeros en llegar a los lugares más inhóspitos de la variopinta geografía nacional, en el ejercicio de nuestra vocación y servicio.

La violencia y la tragedia impactó desigualmente en los distintos espacios geográficos y en diferentes estratos de nuestra población. Como siempre, los más pobres y necesitados, sufrieron las peores consecuencias.

Básicamente, la tragedia la sufrieron las poblaciones del Perú rural, andino y selvático, quechua y asháninka, el campesino pobre y poco educado, sin que el resto del país la sintiera y asumiera como propia, hasta que…

Sólo cuando la violencia terrorista llegó a Lima, con la explosión de Tarata, secuestros y muerte de dirigentes, la capital de la República recién se enteró que la violencia existía, remecía estructuras y el peligro de ir al trabajo y no retornar a casa, espantó a la clase gobernante del país.

Y los ingenieros estuvimos en medio de la tormenta. 

Estas desventuras ingenieriles vividas y sentidas fueron magistralmente reflejadas en el libro Entre dos fuegos. Historias de ingenieros, de nuestro colega el ingeniero y escritor Fransiles Gallardo, publicado el 2007 siendo Decano Nacional el ingeniero Héctor Gallegos Vargas.

Muchos de nuestros colegiados y profesionales sin colegiar fueron víctimas directas o indirectas de la insania, la violencia y el fuego cruzado. Su delito, simplemente cumplir con su profesión, es decir, ser ingeniero en el Perú.

Además, al surgimiento y expansión de la subversión senderistas, emerretista y la represión militar-policial, se sumó el narcotráfico y su violencia colateral.

El crecimiento de las áreas de cultivo de coca destinadas al narcotráfico, en la ceja de selva de nuestra patria, facilitó la aparición de grupos armados irregulares vinculados a esta ilícita actividad y sus luctuosas consecuencias en la población civil y en nuestros colegiados.

La zona del Alto Huallaga fue, desde mediados de los ochenta, uno de los escenarios de mayores enfrentamientos de todo el conflicto interno.

En consecuencia, el río Huallaga se convirtió en la fosa común de restos humanos más grande del país.

En este escenario el ingeniero Fransiles Gallardo escribe las 23 narraciones que componen este conmovedor y estremecedor libro Puka Yaku. Río de Sangre.

El ingeniero Gallardo llegó hasta Tocache para construir un colegio y la gran mayoría de sus trabajadores aún tenían y mantenían las secuelas de esta insania violentista, sin saber como ni por qué.

Aún sangraban heridas. Aún existían cicatrices sin curar y silencios que guardar.

Según el testimonio del ingeniero Fransiles Gallardo, no ha sido fácil que los moradores de Tocache abrieran el desván de sus recuerdos para que fluyera tanto empozado dolor.

Para el Colegio de Ingenieros del Perú, apoyar este esfuerzo intelectual es un deber con nuestra institución y una obligación moral para dejar testimonio escrito de lo cruenta que resultó para nuestra patria tanta violencia junta.

Felicitamos al ingeniero Fransiles Gallardo por sus relatos que emocionan y conmocionan, que reescriben la historia del Perú desde adentro, desde la óptica, la presencia y el sentimiento de un ingeniero.

Auguramos a Puka Yaku. Río de Sangre y a su autor el ingeniero Fransiles Gallardo, el mayor de los éxitos literarios y que este, su testimonio de vida, se mantenga como una antorcha para las futuras generaciones de ingenieros.

En el Colegio de Ingenieros del Perú la consigna será siempre que el terrorismo, la subversión y la represión: nunca más.

 
El Ing. Carlos Herrera Descalzi con el autor
 en una reunión en el Colegio de Ingenieros del Perú
   

 Fransiles Gallardo  con el Ing. Carlos Herrera Descalzi, 
durante la Exposición escultórica del autor del presente libro, Puka Yaku, Río de Sangre