CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA
DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD
Y LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHU
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
E INSTITUTO RAÚL PORRAS
BARRENECHEA DE LA UNMSM
INVITACIÓN
DE HONOR
HOMENAJE
A DOS CONNOTADOS
VALLEJISTAS
GEORGETTE DE VALLEJO
Y JORGE PUCCINELLI
EL DÍA
DE SUS NACIMIENTOS,
7 DE ENERO
PALABRAS DEL EMBAJADOR
HARRY BELEVAN MACBRIDE
DIRECTOR
DEL INSTITUTO RAÚL PORRAS
BARRENECHEA
PANEL
DE EXPOSITORES
SIGNIFICACIÓN
DE GEORGETTE
EN LA VIDA Y OBRA
DE CÉSAR VALLEJO
FLORENCIA ROLDÁN
EMILIO SÁNCHEZ LIHÓN
SIGNIFICACIÓN
DE JORGE PUCCINELLI
EN LA CULTURA NACIONAL
MANUEL VELÁSQUEZ ROJAS
ACTUACIÓN ARTÍSTICA
FREDERIK SOTOMAYOR
CONDUCCIÓN GENERAL
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
Ingreso libre
Se agradece su gentil asistencia
MARTES 7 DE ENERO, 6.30 PM.
INSTITUTO RAÚL PORRAS
BARRENECHEA DE LA UNMSM
JR. COLINA 398. MIRAFLORES,
LIMA, PERÚ
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6 DE ENERO, 2014
DÍA
DE LOS REYES
MAGOS
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
HOY
VISITAMOS
NACIMIENTOS
Danilo Sánchez Lihón
1. Le brindan
su aliento
¿Dónde se hacen los mejores nacimientos de mi pueblo y que visitamos hoy 6 de enero con nuestros regalos traídos por los Reyes Magos? Empezando por mi propio barrio el Santa Mónica, en donde ahora nos encontramos, el de doña Mercedes Ciudad, con el cielo que sube hasta lo alto de la bóveda de vigas retorcidas, tachonado de luceros sobre un telón de raso azul y una estrella inmensa y brillante que extiende su estela de hilos de oro y plata hasta la cuna del Niño Dios.
Muy cerca del niño, María su madre y José su padre adoptivo, contemplan extasiados al recién nacido mientras el buey y el asno le brindan su aliento, tal como lo expresó la profecía:
El buey reconoció a su dueño
y el asno el pesebre de su amo.
¿No es increíble que la historia de Jesús fuera anunciada hasta en sus mínimos detalles miles de años antes? Hacia un costado se yergue la ciudad de Belén, soberbia, ufana y cerrada, porque no tuvo sitio para dar techo ni alero a María ni a Jesús aún en el vientre de su madre, razón por la cual nuestro Salvador nació en un establo. ¿Y cómo este niño, que no tuvo abrigo, salvo el aliento del buey y del asno, es el Dios verdadero
2. La Buena
Nueva
Hemos salido y hemos cruzado la plaza porque la alegría es encontrarnos también con otros grupos de niños. Y ahora visitamos el nacimiento de la familia Ruiz Cerna en el barrio Santa Rosa, en la colina de Andamarca, donde destaca la escena de la adoración de los pastores. Ellos están inclinados delante del Redentor del Mundo. ¿Puede haber algo más enternecedor?
Otros bajan con sus majadas corriendo por matorrales y entrando a sus apriscos. Otros gañanes se demoran en cruzar un riachuelo. En nuestra imaginación escuchamos el rumor del agua y el balido de las ovejas. Cada rebaño o hato tiene sus pastores, que llevan a un carnerito o a una oveja tierna en la espalda o bien en sus brazos si la pastora es mujer.
Todos respondiendo al llamado de la Buena Nueva del Reino de Dios, convocando a todos los hombres de buena voluntad con sus cuernos en lo alto de cada montaña, tan bien hechos que hasta nos parece escuchar sus gemidos de apuro. Hay varias cuevas esparcidas por las colinas y en una de ellas ha nacido el Niño Dios.
3. Con las alas
abiertas
Hemos visitado ya varios nacimientos que tienen cada uno un detalle qué resaltar. Este, por ejemplo, que ocupa la mitad de la sala, de pared a pared. Y destaca el rito de la Anunciación de la Virgen María por el Ángel San Gabriel.
Yace ella inclinada y bendecida entre todas las mujeres de la tierra, con su belleza sencilla, con su pureza y virtud que conmueven y nos llenan de fervor.
Elegida para ser madre dolorida de un ser que la llenó de inmensa grandeza y eternidad, pero a costa de dolores y quebrantos sin límites. ¡Cómo duele reconocerla así, señalada por un destino de sacrificio y holocausto!
Ahí está el ángel con las alas abiertas y ella recibiendo ese destino singular y ese cáliz de dolor en sus entrañas:
Dar cobija al ser más excelso que ha existido sobre la faz de la tierra, ¿no es una sublime decisión y a la vez misterio? Aquel niño que le brotó en su vientre, ¡es un ser puro, que por las verdades que encarna ha de morir en la cruz! Nos abruma tanta razón y sinrazón, tanto abrojo y amargura para que fulgure lo prístino.
4. Se baten
al viento
Pero he aquí un portento de nacimiento que es el del Club Progreso casi en el centro de la ciudad en la casa de Luis de la Puente. Destaca en él la representación de los Reyes Magos que vienen galopando el alados camellos por sobre la aridez del desierto y hacia el fondo aparecen las cuevas en una de las cuales ha nacido Jesús.
Cada pliegue de los atuendos pareciera que flamean o se mueven con la agitación de las cabalgaduras, apurados en llegar a tiempo, con el semblante arrobado en cada Rey Mago.
Subidos en sus cabalgaduras trotan por el arenal con sus vestimentas que relumbran, de colores verdes, rojos, amarillos, azules, dorados. Nos parece escuchar el retumbar de los cascos al galope haciendo temblar el mundo.
Y sus luengas barbas se baten al viento. Uno de ellos negro, llamado Baltazar, quemado por los soles del desierto, quien porta oro; el otro de piel cobriza, Gaspar, quien lleva incienso; y el otro blanco y rubio, Melchor, quien lleva mirra.
Al fondo de una colina se perfila el palacio de Herodes el infame que mandó degollar inocentes por el temor a que el rey nacido lo destrone.
5. Un
camino
Al salir, encontramos en la calle grupos de niños que ya retornan a sus casas. Entramos a ver este último belén y en él nos alzan al Niño para que lo adoremos en su túnica y en sus pies.
Me ha dado ganas también de alzarlo, de acurrucarlo en mis brazos, de rozar mis labios en su piel de lirio de sus brazos y sus hombros, hechos de arcilla.
Total, todos somos de arcilla, de barro y hasta de lodo. Y eso nos ha llenado de una sensación muy honda y de un gozo supremo.
Después, ya caminando de subida me he preguntado: ¿qué es lo opuesto a llorar, como sensación de alegría?
¿Reír? No.
Y pienso que no hay una expresión cabal y espontánea para la alegría como es llorar para la tristeza. Reír no es estar alegre.
Como si hubiera nacido algo en nuestras vidas, algo maravilloso, una sensación de dicha, que justifica todo lo duro que pueda ser una misión y un camino.
6. Es
verdad
Al voltear la esquina, está ahí. Es ella. Viene con sus hermanos, también de visitar nacimientos. Con su falda de niña, pero también de madre profunda. Todo en ella candor. Todo en ella arrobamiento y pudor.
¿Es el ángel que anuncia a la virgen transida? ¿Toda timidez, toda recato? No, el ángel es resuelto, confiado y vivaz en anunciar el prodigio.
¿Es la virgen misma? Lo prueba su vestido de falda blanca combinada al celeste, su rostro armonioso y sus trenzas indefensas.
Yo volteo y ella está aquí. En la calle, translúcida. Una espiga donde se resume el sol, la luna, las estrellas, límpida y sensitiva.
Así debió ser la virgen bella. Y la escogió entre todas las mujeres de la tierra para ser madre de su hijo, que había de ser luz del mundo.
¿Por qué la escogió? Por su lealtad, su virtud y su ternura.
Qué bella es, cada gesto, cada pliegue de su traje es verdad. Y yo tiemblo.
7. Todas
sus lámparas
Subimos la cuesta de nuestra calle. Agobiados de tanto misterio Y de tanta gravedad en el alma.
Hemos vuelto, cuando el sol ya desaparece en el cielo de la tarde.
Es el mundo que ha rodado. Es la vida que ha cobrado el máximo sentido.
Y lo he tenido entre mis brazos al Niño Dios. Y me he enternecido con él. Lo he tenido en el roce de mis labios. Y lo he besado.
Tal y como cuando nos nace un hermano en nuestras vidas. ¿Qué más pedir? ¿Qué más extrañar en la vida?
Ya nos recogemos bajo los aleros de la casa y también bajo el misterio de la noche con la luz extinta en el firmamento que se llena de luceros.
Anoche hubo aguacero y hasta tempestad, y ahora el infinito luce tachonando la bóveda sideral con todas sus lámparas, candiles y teas encendidas.
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