lunes, 11 de noviembre de 2013

11 AL 16 DE NOVIEMBRE: SEMANA DE LA BIBLIOTECA ESCOLAR - FOLIOS DE LA UTOPÍA: PORQUE EN ELLAS SE TRAZAN LOS GRANDES DESTINOS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TÚPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
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11 AL 16
DE NOVIEMBRE
 
 
SEMANA DE
LA BIBLIOTECA
ESCOLAR
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
PORQUE EN ELLAS
SE TRAZAN
LOS GRANDES
DESTINOS
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
1. Una profesión
de fe
 
El trabajo en las bibliotecas es siempre una profesión de fe. Una creencia y una firme convicción. Es una confianza y una apuesta a favor de la mejora del destino del hombre. Es una mística de la existencia y una actitud frente a la vida; una vigilancia permanente puesta en los conocimientos pero más en la sabiduría; y en los sueños y utopías que deambulaban hace milenios por la mente de los hombres. Son torres de vigía estremecidas que contemplan y animan la aventura del hombre por espacios ignotos y la gran marcha de la civilización humana por senderos incógnitos que con ella se convierten en proyectos tangibles. 
 
Si la bibliotecología fuera una profesión práctica quizá su función sería optimizar el acceso al libro y la extensión de éste en la sociedad. Si fuera una profesión administrativa su mejor realización podría ser gestionar y poner a punto servicios de lectura a disposición de la comunidad, como son aquellos que se ofrecen en estos establecimientos, integrando redes y sistemas de información. Si su propósito fuera obtener productos poniendo en marcha unos determinados procesos, como ocurre en las ingenierías, sus horizontes acabarían cuantificando determinados resultados en el campo del acceso a la cultura y a la información. Sin embargo, el trabajo bibliotecario es todo eso pero mucho más.
 
2. Guardianes
del templo
 
Es una de las actividades más sobresalientes, cimeras y hasta sagradas de la humanidad, porque son los bibliotecarios los guardianes del templo del saber para el hombre como realidad y como entelequia.
 
Son los bibliotecarios en quienes se ha confiado las llaves que abren y cierran el tabernáculo del saber y los postigos de las grandes catedrales de las artes y las ciencias.
El nombre de la profesión deriva del vocablo libro y éste de “liber” que significa libertad, como también “espiga”. 
 
Rescata todo lo que hay de contenidos de superación y de orientaciones para cultivar estos ideales en el hombre y en la sociedad. 
 
Por eso, en la esencia del ser bibliotecario late y palpita el anhelo más hondo de valores, verdad, belleza e idealismo.
 
De manera directa y central se encarga de desarrollar un “saber ser”, un “saber estar o convivir”, un “saber hacer” y un “saber conocer”, dimensiones del ser integral de la persona humana.
 
3. Lo primero
una esperanza
 
Las bibliotecas están integradas o compuestas de colecciones de libros, de publicaciones periódicas y de diversidad de materiales impresos, audiovisuales y de otra índole, siempre y cuando ellos contengan sensibilidad y conocimientos. En ellas se cuenta con recursos de mobiliario y equipamiento. Se las identifica con sus edificios, su ubicación y la calle donde abren un espacio de luz; con sus letreros, el nombre emblemático que llevan, evocando algún literato ilustre o algún símbolo que signifique virtud, y sus bienes muebles e inmuebles. 
 
Cuentan con organigramas y un manual de funciones en donde se precisan sus fines, objetivos y principales actividades. Y con un público usuario de rutina y otro de personas que se acercan titubeantes buscando el fulgor de la trascendente, al cual se deben y en razón de quienes se desvelan abriendo cada día sus puertas y ofreciendo servicios típicos y otros no convencionales. Tienen un presupuesto casi siempre escaso y que no alcanza sino para gastos de funcionamiento, pero tienen usos, costumbres y querencias que las caracterizan formalmente y que hace que su personal permanezca fiel e imbuidos de altruismo delante y tras los estantes.
 
4. Aspiración
de progreso
 
Todo aquello poseen, con todo eso cuentan y hasta pareciera que es aquello que las define y sustenta. ¡Pero, no! Reflexionemos: ¿Qué es lo primero que las funda? ¿Qué alienta de bendito y venerable en su base? 
 
¿Qué anima su espíritu? ¿Cuál es su piedra angular y clave secreta? ¿Cuál es su cimiento, su ara o su altar? La respuesta es esta: ¡una esperanza!
 
Lo que habita en el fondo de la cepa de una biblioteca y en el alma de un bibliotecario es una esperanza, esbozada en un anhelo de información, conocimiento, cultura y sabiduría.
 
Dicho de otro modo: es un afán de trascendencia traducida en una aspiración de progreso, de cambio y transformación que, a veces, se sumerge tanto bajo la rutina que desaparece y se creyera lo inverso: que es el lugar en donde poco o nada acontece.
 
Sin embargo, en toda biblioteca sucede algo, visible o invisible, eso último quizá sea lo más trascendente, puesto que en silencio ellas trazan o esbozan los grandes destinos humanos.
 
5. ¿Todo esto,
para qué?
 
Es por eso que el asunto fundamental en la concepción y el trabajo de una biblioteca es de dónde hemos de partir y hacia dónde hemos de arribar. A estas interrogantes la respuesta es: importa antes que aquello que los libros son materialmente, lo que no alcanzaron a ser. Asimismo, de lo que son y está más allá de sus páginas: en el aire impalpable de la alborada que lo alentó al principio y se esboza al final, es decir lo que importan son los sueños que en ellas se albergan.
 
Y son estos designios los que deben alentar y aletear en el alma del bibliotecario. ¿Está la deontología y misión de esta actividad en los libros, en cuanto a esencia y contenido, o en lo que ellos representan como sueños insepultos? Porque es el deber ser habita más allá, en el horizonte ideal y en la utopía que queremos construir a partir de la bibliotecología. 
 
Es mejor buscar su visión, objetivos y fines a partir de los problemas de la gente, pero mirados con el bagaje de elementos que un área profesional como la bibliotecología nos prodiga. Esto significa una toma de posición y absolver la pregunta básica, cual es: ¿Y, todo esto, para qué? ¿Cómo hago para que todo esto nos salve y redima como humanidad?
 
6. Aspiraciones
de la gente
 
Es desde estas cuestiones básicas desde dónde podremos construir cuáles son los ejes de nuestra acción en una biblioteca y en general en la bibliotecología: Acción que nos justifique ante la vida y ante la historia.
 
Así estaremos partiendo entonces de la lectura de la realidad, de los hechos y del compromiso social, para encontrar nuestro deber ser ante una situación desafiante como es el mundo actual.
 
Mundo acosado por la alienación, los intereses espurios; asediada por los inconfesables intereses de grupos de poder en todo aquello que atenta con las condiciones básicas para la vida; acosada por la superficialidad, los ídolos falsos, la deshumanización. 
 
En donde lo trivial se ha vuelto trascendente y lo trascendente trivial.
 
Hay que pensar entonces que el accionar de una biblioteca: antes que desde los estantes con los libros augustos, o desde los recursos disponibles, o desde los procesos informáticos, que siempre entusiasman altruistamente, hay que hacerlo desde los anhelos y aspiraciones de la gente.
 
7. Mejorar
al hombre
 
Hay que pensar la biblioteca incluso antes que desde el local ubicado en alguna calle concurrida o recoleta, dulce o bravía, agitada o silenciosa, hay que concebirla a partir más bien de los problemas de la gente.
 
Hay que partir de su hambre, de su miedo, de su desolación. De sus grandes preguntas y temblorosas respuestas. Y de sus acrisoladas esperanzas.
 
Es entonces cuando aparece con meridiana claridad la exigencia y condición de ubicarse, el bibliotecario, no solo como un agente cultural sino como un líder social. 
 
Y del llamado a agregar al anhelo de sabiduría, al ideal de mejorar al hombre individual y colectivamente, y al desvelo por enaltecer la vida.
 
Con el compromiso perentorio de ser un luchador social y un porta estandarte de su pueblo que marcha hacia el porvenir con los ojos abiertos pero encarnando los sueños, los grandes ideales y las utopías posibles.
 
 
 
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ADHESIÓN
Y PARTICIPACIÓN
 
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
 
TESTIMONIO PARA MICAELA
DE JULIO YOVERA
 
COMENTARIOS:
 
JORGE ALIAGA
RICARDO DOLORIER
VIVIANA GOMES
DANILO SÁNCHEZ LIHON
 
CONDUCCIÓN:
ERNESTO TOLEDO BRUCKMANN
 
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
MIÉRCOLES 13 DE NOVIEMBRE. 6. 30 P.M.
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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