jueves, 12 de septiembre de 2013

"EL DÍA" QUE NOS CAMBIÓ PARA SIEMPRE - POR ERNESTO KAHAN



"EL DÍA" QUE NOS CAMBIÓ PARA SIEMPRE


No es simple hacer un editorial este 11 de Septiembre: Hace 12 años se produjeron los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, en los que murieron cerca de 3.000 personas y este año los homenajes se moverán bajo el lema: “Tómese el día para recordar el día que nos cambió para siempre”. Realmente ese atentado cambió a los americanos. También se conmemoran los 40 años del golpe de estado contra Allende en Chile, los 40 años de la guerra de Yom Kippur cuando Siria y Egipto invadieron Israel y nos encontramos con sangrientas guerras civiles en Siria y Egipto y cada hora hay nuevos anuncios sobre un ataque a Siria para remover las arman químicas.
El golpe de estado en Chile fue una de las más claras manifestaciones del conflicto entre el mundo capitalista y el socialista y en cierto modo también lo fueron y lo son los conflictos del medio oriente. En la mencionada Guerra Yom Kippur, el Presidente Nixon consideró el uso de armas nucleares.
Hoy el mundo de pregunta sobre el futuro de la humanidad en momentos en los que el uso de la violencia es casi generalizado. La presente guerra civil en Siria es tan tremenda que produjo al menos más de 110.000 muertos, dos millones de refugiados y siete millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria urgente. El uso de armas químicas genocidas, que están prohibidas por una Convención internacional, llevan matando en Siria a más de mil civiles y entre ellos cientos de niños inocentes. La polarización entre los Estados Unidos de América y Rusia es la mayor desde la caída de la Unión Soviética de Repúblicas Socialistas, la reiniciación de las guerras religiosas son las mayores desde hace cientos de años y las crisis económicas con altísima desocupación generan manifestaciones violentas de descontento en todos los continentes.
Hay muchos pronósticos pesimistas que anuncian el advenimiento de grandes catástrofes climáticas, como consecuencia del efecto invernadero y hasta una tercera guerra mundial en la que intervendrán con mucha probabilidad los países poseedores de armas genocidas nucleares. Nuestra sociedad actual está en un cruce existencial de caminos: “Por un lado, las nuevas tecnologías y sistemas intensivos de producción nos permiten obtener la elevación de la calidad de vida para toda la humanidad, pero por otro, nuevos conflictos están amenazando usar armas de destrucción masiva, principalmente atómicas, y con ello potencialmente la destrucción de nuestra civilización y la vida en la Tierra.
Ante esta situación, aprovecho el honor que brinda el diario Long Island al Día de escribir esta editorial, para presentar una posible salida saludable y pacífica para la humanidad a través de un acuerdo entre naciones y pueblos basada en la armonía, que para mí, es el estado de equilibrio entre los componentes de un sistema, que por naturaleza tiende a la entropía. Ésta puede ser lograda por la tolerancia, que es una aceptación negociada entre los componentes. La armonía debe ser la base para la coexistencia pacífica entre las naciones. La armonía nunca puede ser eterna y completa, pero es esencial en la presente etapa de nuestra civilización para que humanidad pueda sobrevivir.
Seguramente nuestros lectores se preguntan -¿Qué puede hacer un individuo para cambiar la situación si se siente que su poder es insignificante? El rechazo de los estigmas es el 1er paso para lograr verdaderos acuerdos de paz, el 2do ocurre cuando sinceramente un lado comprende las necesidades del considerado enemigo y el 3ro, es engendrado cuando estos sentimientos le son transmitidos. La armonía y todo lo demás llegarán naturalmente o con ayuda de facilitadores. Luego, es claro que el proceso empieza en uno mismo: paz con uno mismo. Es claro que la cimentación de la ONU tuvo esa intención, pero es evidente que al presente, es muy inoperante y es más un foro de discusiones que un centro creador de armonía. Los conflictos actuales son tan paralizantes, que es muy difícil imaginarse a los protagonistas trabajando por desprenderse de muchos de sus intereses en pro de la armonía universal. Es entonces oportuno recordar a Albert Einstein en su sabio pensamiento: “Debemos pensar de una manera substancialmente diferente para que sobreviva la humanidad”
La conclusión es simple: Es necesario enrolarnos en una cruzada por la armonía para la paz. No es fácil pero tampoco es una utopía. Los electores de gobernantes, intelectuales, artistas, periodistas, educadores y el público en general, debemos exigir esa política.

 Facultad de Medicina. Univ. Tel Aviv. Israel Académico de honor – Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades (AICTEH) España Vicepresidente 1º de la Academia Mundial de Arte y Cultura – Congreso Mundial de Poetas, afiliada a UNESCO Presidente Honorario de AIELC- Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana Presidente ISRAEL IPPNW – Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear- IPPNW y delegado a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 1985 a IPPNW) Vicepresidente-IFLAC – Foro Internacional para la Literatura y la Cultura de Paz Presidente Ejecutivo Colegiado UHE- Unión Hispanoamericana de Escritores Laureado “Creador Mundial de Armonía” y Vicepresidente de la Asociación Mundial por la Armonía Global (GHA) Ambassadeur Cercle Universel des Ambassadeurs de la Paix. GENEVE Presidente Honorario Co-fundador de UNILETRAS.

El Doctor Kahan, es asesor editorial de este diario

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