sábado, 10 de agosto de 2013

UN YARAVÍ DE MARIANO MELGAR - POR DARIO MEJIA (MELBOURNE, AUSTRALIA)

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UN YARAVÍ DE MARIANO MELGAR
 
Por Dario Mejía
 
(Malbourne, AUSTRALIA)
 
El mes de agosto es un mes especial para el pueblo arequipeño ya que se celebra un aniversario más de la fundación de la Blanca Ciudad del eterno cielo azul. Pero también se recuerda un aniversario más del nacimiento de uno de los más ilustres hijos que haya tenido Arequipa, el precursor y poeta Mariano Melgar, quien nació el 10 de agosto de 1790 en la ciudad de Arequipa.
 
La fecha de nacimiento de Melgar ha sido motivo de discusión por muchos años pero, según Aurelio Miró Quesada Sosa en su obra Historia y Leyenda de Mariano Melgar, ello fue, en parte, aclarado cuando el Doctor Alberto Ballón Landa, en 1909, encontró la partida de bautismo de Melgar en la parroquia del Sagrario en Arequipa, la cual tenía fecha 12 de agosto de 1790. Un año después, en 1910, el Concejo Provincial de Arequipa, mediante un informe detallado, determinó que el 10 de agosto (1790), día de San Lorenzo, era la fecha de nacimiento de Mariano Melgar ya que su segundo nombre era Lorenzo. El historiador Jorge Basadre, en su Historia de la República del Perú, también señala el 10 de agosto de 1790 como la fecha de nacimiento de Mariano Melgar. Sin embargo, el historiador e investigador del folclore arequipeño, Juan Guillermo Carpio Muñoz, señala que Mariano Melgar nació uno de los primeros días del mes de agosto de 1790, desconociéndose el día preciso en que nació (Arequipa: Música y Pueblo, 1984).
 
Mariano Melgar no sólo fue precursor de la Emancipación sino que también lo fue, en la literatura, del romanticismo en Latinoamérica, de la expresión y preocupación del sentimiento propio y de lo que le sucedía al país.
 
Carpio Muñoz (Arequipa: Música y Pueblo, 1984) señala de que ya en la primera mitad del siglo XVIII de la Arequipa colonial se encuentra a los Lonccos, que eran chacareros mestizos que cultivaban las chacras que poseían los ricos herederos de los encomenderos, comerciantes y órdenes religiosas que habitaban en Arequipa. Estos Lonccos, herederos de las culturas andinas prehispánicas y de la cultura Occidental en una situación histórica determinada, son los creadores de las canciones tristes, que después se conocerán como yaravíes, añade Carpio.
 
Melgar enlazó la creación popular loncca con la poesía occidental y su vida se convirtió en leyenda y símbolo de lo arequipeño, manifiesta Carpio, quien añade lo siguiente: "al destilar el yaraví loncco, lo conquistó para la ciudad y hasta para la aristocracia republicana de Arequipa que lo llegó a cantar, convirtiéndose Melgar como la firma necesaria para garantizar la bondad de un yaraví; por eso es tradicional, hasta ahora, atribuirle todos los yaravíes existentes. Es la 'marca registrada'. "
 
Un yaraví discutible
 
Uno de los más populares yaravíes arequipeños al cual la tradición, en Arequipa, se lo ha atribuido a Mariano Melgar, es el que aparece publicado con el nombre de "Dime, mi bien, hasta cuando" en el libro editado por la Academia Peruana de la Lengua, Mariano Melgar. Poesías Completas, Lima 1971. Pero cabe resaltar que a este yaraví también lo conocen como Delirio, El delirio, Las quejas y Aún la nieve se deshace.
 
Lo que me llamó la atención de este yaraví fue que la Academia Peruana de la Lengua decidió publicarlo en las Poesías Completas de Mariano Melgar señalando que la autoría es discutible. Sin embargo, pienso que aparte de si es o no de Mariano Melgar el yaraví en mención, la tradición se lo ha atribuido y el yaraví es hermoso por lo que trataré sobre las primeras grabaciones que se le hicieron.
 
Según lo explican en Mariano Melgar. Poesías Completas, el yaraví en mención apareció publicado en El Cancionero Mistiano, Arequipa 1914, atribuyéndoselo a Mariano Melgar. Se añade de que Consuelo Galdo Pagaza, en su estudio sobre El Yaraví publicado en Revista del Instituto Americano de Arte, número 11, Cuzco, julio de 1963, recoge la versión que apareció en La Lira popular, Manuel Minauro editor, Cuzco 1902; señalando por ésta y otras composiciones de que "hay un consenso general en el Cuzco acerca de que... son de origen arequipeño, pero las versiones que consignamos con toda seguridad pertenecen al cancionero cuzqueño del siglo pasado". La letra fue reproducida con el nombre de El delirio y se menciona de que en La Lira popular no se dice que este yaraví sea de Melgar.
 
Reproduciré a continuación la letra publicada en Mariano Melgar. Poesías Completas, para luego añadir otros datos que no fueron tomados en cuenta por la Academia Peruana de la Lengua.
 
Dime, mi bien, hasta cuando

¡Ay, mi dueño!

he de tener que agotar

mi sentimiento.

 
Sin darme esperanza,

sin darme consuelo,

sin poderme llamar tuyo

en ningún tiempo.
 

Aún la nieve se deshace

¡Ay, mi dueño!

cuando el sol le comunica

su calor lento.
 
De mi amor la llama,

ese vivo incendio,

¿Cómo abrazar no ha podido

tu helado pecho?

 
Si una sola gota labra

¡Ay, mi dueño!

a un pedernal cuando cae

siempre en su puesto.

 
Mi continuo llanto,

ese llanto eterno

¿Cómo labrar no ha podido

tu duro pecho?


Yo nunca te he sido infiel,

¡Ay, mi dueño!

y no hallarás quien te quiera

con tal extremo.


Siempre te he querido,

nunca tuve premio,

y recibí por fineza

tu menosprecio.
 
La Academia Peruana de la Lengua no sabía que existían otras referencias escritas y/o audibles del yaraví Dime, mi bien, hasta cuando (o El delirio), que eran anteriores a las que se mencionaron en el libro con las Poesías Completas de Mariano Melgar. Dicho yaraví fue grabado por primera vez por el dúo Montes y Manrique en 1911, en New York, para la Columbia, con el título de Las Quejas, apareciendo el nombre de Mariano Melgar en los registros y la etiqueta del disco (Disco Columbia P37). Dicha grabación puede ser escuchada en el siguiente enlace...
 
 
Un documento más antiguo a los mencionados por la Academia Peruana de la Lengua, que le creó la duda sobre la autoría del yaraví en mención, es la edición No. 8 de El Cancionero de Lima, de 1897, donde en las páginas 7 y 8 del mencionado cancionero se publica la letra de Las Quejas figurando como de la autoría de Melgar. Esto significa de que ya en el siglo XIX el mencionado yaraví formaba parte del cancionero lime­ño, el cual debió haber llegado de Arequipa ya que era normal que por esos tiempos las canciones viajaran de ciudad en ciudad, adaptándolas algunas al lugar donde se entonaban. Pero también queda claro de que ya en en el siglo XIX, en Lima, se reconocía la autoría de Melgar con el yaraví aquel.
 
Otros nombres y grabaciones
 
El mismo yaraví que Montes y Manrique grabaron con el título de Las Quejas fue grabado posteriormente con otros nombres. El 20 de febrero de 1920 fue grabado para la disquera Victor, en la ciudad de New York, por el dúo Alcides Briceño y Francisco Aguirre del Pino como Aún la nieve se deshace (Disco Victor 72869-B), figurando Daniel Alomía Robles como arreglista, habiendo hecho un hermoso arreglo musical a dicha canción. Pero Robles no le cambió el nombre sino que el nombre aquel ya había sido cambiado años antes ya que con ese mismo nombre lo grabaron, también para la Victor, Escobedo y Núñez (Mariano Escobedo y Domingo Núñez) el 21 de septiembre de 1913, en Lima, y el Trío Arequipeño de Quenas el 8 de agosto de 1917, en Arequipa, aunque estas dos versiones fueron instrumentales solamente.
 
La grabación de Aún la nieve se deshace, hecha por el dúo Alcides Briceño y Francisco Aguirre del Pino, con los arreglos de Daniel Alomía Robles, puede ser escuchada en el siguiente enlace...   
 
 
El dúo arequipeño Velarde y Medina (Rafael Velarde y Angel Medina) grabó el yaraví El delirio el 23 de septiembre de 1913, en Lima, y el dúo Salas y Rodríguez grabó también El delirio el 9 de agosto de 1917, en Arequipa. En los registros de ambas grabaciones, Encyclopedic Discography of Victor Recordings, se menciona que el yaraví es de Melgar y, como no tengo ninguna de esas dos grabaciones, tengo la sospecha que es el mismo yaraví que Montes y Manrique grabó como Las Quejas y más adelante fue grabado por Alcides Briceño con Francisco Aguirre del Pino como Aún la nieve se deshace. Habría que notar que a inicios del siglo XX ya se le conocía también con el nombre de El delirio, como apareció publicado en La Lira popular de 1902.

Como ha ocurrido con la letra de casi todas las canciones antiguas, el yaraví "Dime, mi bien, hasta cuando", conocido también como Delirio, El delirio, Las quejas y Aún la nieve se deshace, ha sufrido variaciones y adaptaciones con el tiempo, lo mismo que su melodía original. Sea o no de Mariano Melgar la autoría del mismo, el pueblo arequipeño lo considera de él. Después de todo, un documento más antiguo que los mencionados por la Academia Peruana de la Lengua, señala a Melgar como su autor.
 
Dario Mejia
Melbourne, Australia