domingo, 4 de agosto de 2013

4 DE AGOSTO: LA FERIA DEL LIBRO ALCANZA SU FIN - FOLIOS DE LA UTOPÍA: EL LIBRO Y LA IMPRENTA EN EL PERÚ - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
AGOSTO, MES DE LOS NIÑOS,
LAS COMETAS, EL DEPORTE
Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS
 
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IMÁGENES DEL FESTIVAL TRILCE
DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINA
DEL XIV ENCUENTRO INTERNACIONAL ITINERANTE
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO, EN MAYO DEL AÑO 2013
 
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http://www.youtube.com/watch?v=7SriuD4RJJM
 
 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO DE POESÍA
 
EL HOMBRE
Y SU ÁNGEL
 
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
 
PANEL
DE PRESENTACIÓN:
 
RAMÓN NORIEGA
EMILIO SÁNCHEZ LIHÓN
JULIO YOVERA
 
CONDUCCIÓN GENERAL
MANUEL RUIZ PAREDES
 
SÁBADO 17 DE AGOSTO
5 PM.
CASA DE LA LITERATURA
PERUANA. ANTIGUA ESTACIÓN
DESAMPARADOS
 
7 PM.
AULA CAPULÍ
EN EL RESTAURANTE
EL CORDANO
 
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PARTICIPACIÓN
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
COMO JURADO CALIFICADOR
 
JUEGOS FLORALES ESCOLARES NACIONALES
“UN PAÍS DE TODAS LAS ARTES”
 
CONCURSO REGIONAL DE DECLAMACIÓN
CON LA PARTICIPACIÓN DE NIÑOS Y JÓVENES
REPRESENTANTES DE 45 UGELES DE LA REGIÓN
“LA LIBERTAD” EN SANTIAGO DE CHUCO
 
TEATRO MUNICIPAL TÚPAC AMARU
DE SANTIAGO DE CHUCO,
LUNES 19 DE AGOSTO, 2013
 
SE SELECCIONARÁN A LOS REPRESENTANTES
QUE COMPETIRÁN EN LA ETAPA FINAL NACIONAL
 
GERENCIA REGIONAL DE EDUCACIÓN,
UGEL SANTIAGO DE CHUCO
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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PÁGINA WEB
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Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
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4 DE AGOSTO
 
 
LA FERIA
DEL LIBRO
ALCANZA
SU FIN
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
 
EL LIBRO
Y LA IMPRENTA
EN EL PERÚ
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Empuña el libro, hambriento:
es un arma.
Estás llamado a ser un dirigente.
Loa al estudio
Bertold Brech
 
 
1. Dos actitudes
contrapuestas
 
El libro se incorpora a nuestra historia nacional cuando ya había logrado una forma definitiva en Europa en cuanto a modelos, materiales, formatos  y principales técnicas de su fabricación. Llega en la etapa de "libro impreso" desde que Johannes Gutenberg en 1456 imprimiera La Biblia utilizando caracteres móviles. Y es el libro al igual que el caballo y la espada una de las armas o instrumentos manejados con mayor destreza, eficacia y agresividad por el conquistador para imponer su predominio, su política y su plena hegemonía en las tierras recién descubiertas en donde antes habitaron y se desarrollaron grandes culturas con otros paradigmas como ejes de su desarrollo.
Dos actitudes contrapuestas se suceden en nuestra historia con respecto al libro: Primero, que fuera un herramienta que utilizaron los conquistadores para avasallar a la población indígena imponiendo leyes, cánones, costumbres y creencias. En este rol ayudó a la consolidación de la conquista española cumpliendo una actuación perniciosa: fue una presencia oscura, autoritaria y amenazadora; repositorio de leyes, dogmas y estipulaciones que privaron a los indígenas de sus tierras y de los más elementales derechos humanos.
 
2. Por
esta razón
 
Los evangelizadores encargados de introducir la doctrina cristiana inculcaron temor en relación a la palabra impresa. Y en el contenido de las páginas de los libros sagrados y en la severidad de sus preceptos encontrábamos nuestra condenación y expulsión de todo paraíso por ser idólatras y salvajes. A los ojos de la población nativa consiguientemente fue configurándose la idea de que ellos eran depositarios de hechicería, magia y sortilegio. La Biblia era "sagrada" y en ella se contenía amenazadora la "palabra de Dios".
Posteriormente, ya en la época pre independentista, leer o simplemente poseer un libro, salvo que se fuera un funcionario del Estado Español, resultaba subversivo y peligroso salvo que se fuera adicto a su forma de pensar. Y todo lector independiente tenía un cartel invisible, pero amenazante en su frente, de ser un intrigante, un perturbador del orden instituido y un desquiciador del sistema imperante.
Por esta razón pronto el libro se convierte en objeto de mordaza y persecución, que se desata por ser admirable portador de un mensaje de renovación y forjador de un sentimiento de liberación de nuestros pueblos incluso antes de los albores de nuestra independencia.
 
3. He
aquí
 
De allí que, entre otras causales, el libro no tenga raíces profundas en el hábito y en la vida de nuestros pobladores.
Y esto desde las ediciones de las obras del Inca Garcilaso de la Vega, prohibidas de circular después del levantamiento de Túpac Amaru, que datan desde principios de la época colonial, puesto que sus principales libros se editaron en 1609 y 1617.
Pasando luego por la feroz requisitoria de que eran objeto los criollos ante la sospecha de que poseyeran ejemplares de los enciclopedistas franceses.
Y después hasta en épocas más recientes, la posesión de libros ha sido prueba de estar involucrados en acciones terroristas.
Es muy reciente la época y está plenamente vigente la sospecha y hasta la certeza de que la posesión de libros es delatora de estar implicados en actos reñidos con la ley.
Hasta en nuestros días los libros han sido motivo para desterrar y encarcelar a sus autores, así como para apresar, torturar y desaparecer a sus sufribles lectores.
He aquí un poema de Leoncio Bueno que ilustra y refleja cabalmente esta situación y panorama:
 
4. Investigación
concluida
 
Justo a la hora del cambio de guardia,
diez kilos de pitanza del más templado acero
entre las muelas de la polea madre
y el terremoto se produjo;
las chumaceras volaron, los ejes se salieron de su centro,
los molinos se encabritaron como machos trotones
y el motor paró en seco, saliéndose de sus cimientos.
A la mañana siguiente vinieron las investigaciones.
Esta es la obra de un loco. Sabotaje anarquista.
Expertos Sherlock Holmes de ofídica mirada
interrogaron día y noche: “¿Tú, qué haces después
de trabajar?”; “¿y tú y tú...”?
– “Yo, voy a cuidar a mis chanchitos”
– “Yo, me entrego a mi huertita”
– “Yo, corto leña para negociar...'”
“Y tú, ¿zambito?”
– ¿Yo?, nada, a veces leo un poco.
INVESTIGACIÓN CONCLUIDA, HEMOS DADO CON EL MALHECHOR
 
5. Acometer
el desafío
 
Con toda propiedad puede afirmarse que la historia del libro en el Perú es también la historia de nuestra dominación.
Pero para tener pronto el signo de la conspiración y conjura. Para luego adquirir el distintivo de la sublevación. Para pasar ahora a ser un símbolo que encarna nuestras opciones y luchas populares más sentidas y auténticas.
Es de necesidad hacer conciencia de estos hechos, analizar objetivamente qué causas motivan tal recelo, ya sea la desafección o la indiferencia respeto al libro.
Estas ideas soterradas en el fondo de nosotros mismos, y que aparecen siempre a través de manifestaciones solapadas o sutiles, deben ser develadas y analizadas críticamente.
Es necesario examinar abiertamente esos aspectos, ventilar públicamente tales distanciamientos, y expurgar acuciosamente nuestros dolores, a fin de que podamos superar traumas y temores a fin de encarar resueltos y confiados nuestros problemas y acometer el desafío de forjar aquí pueblos felices, dignos y pletóricos.
 
6. Es
un arma
 
Tenemos que adoptar una actitud en la que se consideren los problemas del libro como realmente lo son: asuntos del alma.
Valorarlos como temas raigales, cuestiones decisivas y eminentes, manifestaciones de nuestro acontecer y aspiraciones de nuestro anhelar más auténtico, valedero y trascendente.
Porque el libro afecta lo más hondo de nuestro ser personal, grupal y generacional, como también del poder mirar en perspectiva nuestro devenir histórico formando parte de nuestra identidad, y de nuestra manera de ser permanente. Y por ser así actual y vigente.
Es a partir de los libros que se determina nuestro poder de iniciativa en el desarrollo técnico, científico, cultural y social.
Ellos condicionan en gran medida la supervivencia de nuestra cultura y de nuestra posibilidad de ser sociedades efectivamente libres.
Como dice bien la cita de Bertold Brech en su poema Loa al estudio:
“Empuña el libro, hambriento: es un arma. Estás llamado a ser un dirigente”.
 
7. Año
auroral
 
Sin embargo debemos reconocer que un hecho extraordinario es que apenas a trece años después de la batalla de Otumba que fue el comienzo de la aventura de Hernán Cortez en México, ya el Obispo Fray Juan de Zumárraga apela ante Carlos V a fin de establecer una imprenta y un molino de papel en la Nueva España.
Que tan pronto se establece en México la primera imprenta de América en 1539, la travesía de este rústico y maravilloso aparato, pero sobre todo soplo o espíritu, traza una línea directa, infalible y sin apelaciones hacia Lima, la capital del Virreinato del Perú.
Es en esta capital que en aquel entonces se erige, y consolida por varios siglos como la más importante ciudad del imperio español en América del Sur, que se recibe y consolida la imprenta apenas en el año de 1580 auroral para nuestro proyecto histórico.
De México este artefacto y sus caracteres móviles fueron traídos por un impresor italiano llamado Antonio Ricardo, nacido en Turín y muerto en Lima en 1605, quien antes trabajó como tipógrafo dependiente en la que fuera la ciudad de los emperadores aztecas.
 
8. La imprenta
llega al Perú
 
Antonio Ricardo ha conseguido un sitial casi legendario en la historia de nuestro país y su cultura por traer la imprenta a la América del Sur y más concretamente al Perú, cuando llegó hasta nosotros en forma casi furtiva trayendo sus aparejos y su ilusión a bordo del barco "Santa Lucía".
Él es un abanderado en aquel instante de lo que es transformador para los pueblos, cuales son las emociones primigenias y las ideas que recién nacen y los impulsos de lo que puede ser posible urdir en la trama de los días y de la historia.
Lo acompañaba Pedro Pareja, compañero de oficio y auxiliar suyo en el manejo de los caracteres móviles con que funcionaba toda imprenta en aquella época.
Las dificultades que encontraron y tuvieron que vencer para hacer funcionar su maquinaria de ensueño y quimera fueron inmensas y por momentos parecían insalvables.
Pero, al fin, al comenzar el año 1581 habían logrado por fin instalar su tipografía ignorando que una Real Orden prohibía en el Virreinato la impresión de libros.
 
9. Pero
antes
 
Antonio Ricardo se valió entonces del Cabildo y del claustro universitario solicitando su intervención para conseguir la licencia indispensable de funcionamiento.
La Real Audiencia de Lima recién cuatro años después el 12 de agosto de 1584 lo autorizó para que pudiera imprimir:
…la Doctrina Christiana y catecismo para instrucción de los indios y las demás personas, que han de ser enseñadas en nuestra santa fe... traducida en las dos lenguas generales de este reino quechua y aymara: Ciudad de los Reyes, Antonio Ricardo 1584.
Reza así el epígrafe de la primera edición del primer libro dado a luz en esta tierra de quebrantos e infortunios, pero a la vez de inatajable esperanza y promisión.
Pero antes de manera subrepticia se imprimieron naipes, estampas, calendarios, grabados; algunos a pedido inclusive de las mismas instituciones oficiales encargadas de impedir su ejercicio, como hojas sueltas y folletos irresolutos.
Fue entonces este aventurero quien transportó alucinado la imprenta al Perú.
 
10. Todo acto
o voz genial
 
Y lo importante en esta parábola es reconocer que aquel era un trabajador autónomo y libre, a quien ahora llamaríamos un ambulante, un informal o un trabajador callejero, ni más ni menos que un pirata de las ediciones. Es él quien fue el portador de este sueño, a quien debemos la dimensión imaginaria y utópica de nuestro destino y en el fondo una enseña moral para nuestras vidas.
No fue ningún estamento público del orden establecido, ni tampoco ninguna entidad dentro del aparato oficial. No fue ninguna dependencia del gobierno ni de las órdenes religiosos omnímodas e imperantes en aquella época que se afanan en señalar cuáles son los rumbos que debe tomar la sociedad. No son quienes ahora puedan ostentar ser quienes trajesen la imprenta al Perú.
Y quede entonces constancia, hoy que se persigue tanto y sataniza a los informales del libro, que no fue la autoridad política ni religiosa ni académica de aquella época, ni de ninguna otra, quienes trajeron la imprenta a estos reinos y comarcas, ni pusieran el cimiento y la raíz de nuestro acontecer editorial, sino que la autoridad hizo más bien todo lo posible por impedir su ingreso primero y su funcionamiento después. De allí que tenga razón César Vallejo cuando dice:
“Todo acto o voz genial viene del pueblo
y va hacia él, de frente o trasmitidos”.
 
 
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