sábado, 8 de junio de 2013

7 DE JUNIO: DÍA GLORIOSO Y SAGRADO POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
JUNIO, MES DE LOS NIÑOS,
DEL MEDIO AMBIENTE, DE LA GLORIA
DE ARICA Y DE LA IDENTIDAD ANDINA
 
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IMÁGENES DEL I FESTIVAL
DE LA DANZA DEL PALLO TRADICIONAL
EN EL XIV CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO
CUNA DEL VATE UNIVERSAL
 
http://www.youtube.com/watch?v=Okpw1mTvqVI&feature=youtu.be
 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
LUNES 17 DE JUNIO, 2013
9.30 A.M.
 
DÍA DE CÉSAR VALLEJO
EN EL CALLAO
 
CONMEMORACIÓN DEL VIAJE
DE CÉSAR VALLEJO A PARÍS
 
INSTITUCIONES ADHERENTES:
 
– MUNICIPALIDAD DE SAN MIGUEL
– MAMMALIA, COMUNICACIÓN Y CULTURA
– ASOCIACIÓN DE CHALANEROS DEL CALLAO
– DIARIO CALLAO
– POESÍA EN EL PUERTO
– EMBAJADA POÉTICA DE SAN MIGUEL
 
MUELLE DÁRSENA
DE EL CALLAO
 
PLAZA GRAU
DE EL CALLAO
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
PÁGINA WEB:
 
http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/CapuliXV.htm
 
 
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Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
99773-9575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
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CALENDARIO
DE EFEMÉRIDES
 
BATALLA DE ARICA
 
 
DÍA
7
DE JUNIO
 
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
DÍA
GLORIOSO
Y SAGRADO
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
“…éste ha de ser
mi cuerpo solidario”
César Vallejo
 
 
1. El germen
y la flor
 
¡Niños!
Revivo en mi mente hoy día los momentos cuando de niño yo entonaba en el patio de mi escuela, el Centro Viejo de Varones 271 de mi pueblo, Santiago de Chuco, el Himno Nacional del Perú.
Junto a mis compañeros de aula, lo hacíamos a pulmón lleno, gritando jubilosos  y con nuestros pechos henchidos.
Revivo en mi mente los aleros de los techos por donde vagabundeaba una nube impoluta, sobre el cielo de un azul profundo y los gorriones tejiendo la greca de sus vuelos ilusos.
Revivo en mi mente el sol radiante que baja de los aleros a los pilares; de los pilares a las tapias; y de las tapias a las macetas de geranios que hacen estallar sus flores rojas y blancas.
Y al entonar el Himno Nacional del Perú con nuestras voces límpidas y esperanzadas, se abría el germen y la flor, que es la misma que se abre hoy día en este espacio y tiempo entrañables.
 
2. Campos
de honor
 
Cercanos al mes de junio, y en el mes de junio mismo, contiguo a nuestro Himno Nacional entonamos otra canción pero de tono lacerante, triste y atribulado; titulada “El día 7 de junio” que dejaba en nuestras almas un hondo desgarramiento por su letra y su melodía:
El día siete de junio
un día tan desdichado
a un parlamento confiado
le intimaron rendición.
Coro:
Ya resuenan los clarines
los tambores y el cañón
yo defiendo mi bandera
combatiendo en los campos
de honor.
Nuestra mano en el pecho y nuestra mirada fulgurante al entonarla indagaba en nuestros corazones qué había sucedido aquel día, y le prometíamos a nuestra patria defenderla como aquellos que se inmolaron en la batalla de Arica.
 
3. Valor
y coraje
 
Con nuestros ojos entrecerrados por la emoción y evocando a los bravos que se batieron aquel día de gloria, cantamos fervientes:
Tengo deberes sagrados
contestó el gobernador
los cumpliré con honor
como es deber de un soldado.
Coro:
Llora, llora, corazón
por los héroes más queridos
que entre nubes han subido
a la gloriosa y eterna mansión.
Dicha así, para celebrar a quienes defendieron esta tierra; a quienes nos dieron dignidad; y a quienes con su ejemplo, valor y coraje nos dieron una tierra para amar aún más. Y construir aquí y ahora una patria hermosa.
Que se rubricaba con esta frase de Francisco Bolognesi que escribió a su esposa al despedirse de ella, y que nos lee el profesor:
“Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio”.
 
4. Ser
solidarios
 
“El deber no tiene precio”, escribió en ese mismo lugar donde iba a morir y se inmoló. Entonces: ¿acaso allí se coronó –como escucho decir– nuestra desgracia?
¡No! ¿No será más bien en el fondo nuestra victoria si son los valores los que valen y cuentan en la vida?
Porque de ese modo y de manera inviolable, dentro del espectro de la guerra, flamea inhiesta e invicta la aureola de la dignidad humana, como en aquella frase que se rubrica con la vida.
Porque mal llamamos desastre a lo que en el fondo es gloria. Porque demostramos ser un pueblo de valores. ¡Y de honor!
Porque fue una guerra de solidaridad para defender a un país hermano que estaba siendo ocupado y agredido.
Allí fuimos a poner nuestro brazo. Pudimos eximirnos, y como hicieron los otros: calcular negocios, con frialdad, oportunismo y conveniencia.
Pero, pese a todas las desventajas, asumimos ser solidarios. Por eso, el 7 de junio es un día ¡no nefasto!, sino glorioso y sagrado.
 
5. Savia
ardiente
 
Porque pronto salió a relucir el ejército de aquella honda humanidad que somos y tenemos. Ya no el ejército de los uniformes, galones y medallas.
Sino el ejército en donde las mujeres iban a los campos de batalla llevando en las espaldas envueltos en la manta multicolor y en el rebozo aldeano, al hijo o a la hijita tiernos, no para matar sino para asistir y consolar.
Llevando las ollas para preparar la comida y el fósforo para encender el fuego, para cocinar, preparar la comida y sentarse a conversar y a departir.
Y el varón la guitarra para entonar canciones en la noche y en el alba. Lo que prueba que somos un país grandioso y sublime.
En la superficie y en la apariencia aparece confuso, pero en la esencia es un país excelso y asombroso, de mucho fondo y mucho lastre.
Es un cuerpo cargado de poderosa savia ardiente de vida, impaciente por realizarse, porque es un gigante dormido que se agita por despertar.
 
6. Con palas
y horquetas
 
Al Perú muchos pueblos le deben sus victorias no porque lo hayan vencido, porque el tuyo, niño, es un pueblo invencible, sino porque hemos dado muchos aportes generosos a todos los países del mundo.
Porque el mejor patrimonio de nuestro pueblo son sus mejores hombres, como sus sentimientos, emociones y fervores solidarios. Y lo que antes llamábamos desastres reconozcámoslos como triunfos y victorias.
Pero de este día y de esta contienda extraigamos algunas enseñanzas y resultados imprescindibles:
Que no le hacemos honor a quienes ofrendaron su vida, cuando preferimos contar desgracias o traiciones.
Que no hacemos honor a quienes cayeron ocupándonos de los enemigos y de lo inicuos que fueron.
Ellos solos deben hundirse en su propia ignominia. Identifiquemos el heroísmo con que peleamos hasta con palas y horquetas, por defendernos, no por agredir.
 
7. Ungidos
en el amor
 
¿Qué hemos probado en esta contienda? El gran amor, el eterno amor; amor contra todos los obstáculos. ¡Amor entrañable a nuestro pueblo y a nuestra patria amada!
Y así como evoqué al inicio el patio soleado de mi vieja escuela, termino rememorándolo nuevamente con las malvas de las tapias sobre sus muros.
Con la misma fe, con el mismo aplomo, con la misma intensidad de alegría que cuando nos reuníamos a primera hora de la mañana a entonar el Himno Nacional del Perú, ungidos en el amor y devoción por la tierra que nos vio nacer.
Y, en mi caso particular, con la inmensa alegría de haber nacido donde nací. Alegría de tener el padre que tuve y la madre que tengo.
Alegría de tener la familia que conformo. Y los amigos y vecinos que me tocó abrazar en esta vida.
 
8. Estar
alertas
 
¡Y la hermosura de mi tierra nativa!
Alegría de saber que en mis raíces está el batallón de mi pueblo que salió a defender su heredad con sus herramientas de labranza.
Alegría por la seguridad de tener al lado y bajo mis pies un mundo sagrado que defender, ni ancho ni ajeno, sino nuestro.
Protegido por el hálito bueno de la vida, de la naturaleza, de la sabiduría de nuestros ancestros y caros maestros
Y el espíritu de los que murieron por dejarnos una patria digna, de tener gloria para siempre y compromiso.
Y del valor que nos legaron como flor suprema para ser en la vida.
Solo que ahora hay que estar alertas, preparados.
¡Y, en todo campo, asunto y detalle, puestos en pie de guerra!
 
9. La lucha
quiero
 
Y mientras tejen las golondrinas sus vuelos escuchamos los versos de Chocano que recita desde el corredor, y que dicen:
“Y habla el héroe: –Ha venido un mensajero
de la enemiga tropa: en una mano
trae la oliva de la paz; y al mismo
tiempo en la otra vengativo acero…
Dejar la plaza me ha exigido en vano:
en nombre del rebelde patriotismo
que siempre alienta el corazón peruano,
le he respondido que la lucha quiero
y no la rendición… Fuera egoísmo,
egoísmo de gloria, en un anciano
sacrificar vuestras sagradas vidas
sin oíros primero.
Vosotros escoged!
 
10. Tu nombre
en el porvenir
 
Y a continuación se escucha la respuesta:
– ¡Vuestra opinión es mía! –Dice entonces
el majestuoso More; y todos, –¡Mía!–
prorrumpen a la vez: la vocería
es cual si echasen a volar los bronces.
Y otro niño recita de Ricardo Palma el poema que dedicara al Jefe de Estado Mayor de la plaza de Arica, y que dice:
Si tu afán era subir
y alzarte hasta el infinito
ansiando dejar escrito
tu nombre en el porvenir
bien puedes en paz dormir,
bajo tu sepulcro inerte,
mientras que la Patria al verte,
declara enorgullecida,
que si fue hermosa tu vida
fue más hermosa tu muerte.
 
 
 
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
 
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
 
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es