jueves, 7 de marzo de 2013

7 DE ENERO: NACE CARLOS EDUARDO ZAVALETA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: SU ÚLTIMO VIAJE LEGENDARIO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
“MARZO: Este mes
andan llenos los ríos y engañan a los hombres.
Parecen tranquilos pero la correntada va por dentro.
Se hace “chacmay” en la tierra virgen, abriendo
la tierra blanda, para sembrar hogaño.
Este mes comienzan a aumentar los ganados,
carneros del monte, guanacos, vicuñas.
Ya están maduras todas las sementeras.
Hay comida en todo el reino para pobres y ricos.”
Guamán Poma de Ayala
(Cronista indio del Perú)
 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
AULA CAPULÍ
SÁBADO 9 DE MARZO, 7 PM.
EN LA CASA DE LA LITERATURA
PRESENCIA DE:
CHACO GIL
VASTO Y PROLÍFICO
ESCRITOR DE SANTIAGO
DE CHUCO, DE VISITA EN LIMA
PROGRAMA
1. SALUDO, PRESENTACIÓN Y BIENVENIDA
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PRESIDENTE DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
2. SEMBLANZA DE CHACO GIL
3. TESTIMONIO DE VIDA Y DE MIS
VARIOS LIBROS PUBLICADOS
CHACO GIL
4. DISTINCIÓN
MILICIANO DEL ALBA
A CHACO GIL
5. DECLAMACIÓN DE POEMAS
EN EL MONUMENTO A TAURI CHUSCO
EN EL PASAJE SANTA ROSA
6. ÁGAPE
 
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PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
FLOR DEL CAPULÍ
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PANEL DE PRESENTACIÓN:
CARLOS CASTILLO MENDOZA
RAMÓN NORIEGA TORERO
JULIO YOVERA BALLONA
VIERNES 15 DE MARZO
DE 5.30 A 7.15 PM.
CASA DE LA LITERATURA
ESTACIÓN DESAMPARADOS
CONTIGUA AL PALACIO DE GOBIERNO
PLAZA MAYOR DE LIMA
7.30 pm. SERENATA POÉTICA
HOMENAJE A CÉSAR VALLEJO
MONUMENTO A CÉSAR VALLEJO
POR EL DÍA DE SU NACIMIENTO
JR. HUANCAVELICA 3° CUADRA
FRENTE AL TEATRO SEGURA
CHOCOLATE Y TAJADAS
DE SANTIAGO DE CHUCO
 
*****
 
LUNES 15 DE ABRIL, 7 PM., 2013
TRÁNSITO A LA INMORTALIDAD
DEL POETA CÉSAR VALLEJO
PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
EL EVANGELIO
VALLEJO
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
EN COORDINACIÓN
CON EL VICERRECTORADO
DE INVESTIGACIÓN DE LA UNMSM
SALÓN DE EXPOSICIONES
CASONA O CENTRO CULTURAL
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
PARQUE UNIVERSITARIO
CERCADO DE LIMA, PERÚ
 
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XIV CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2013
POR LOS CAMINOS DE VALLEJO
LIMA, TRUJILLO, SANTIAGO DE CHUCO
14 Y 15 DE MAYO EN LIMA
16 DE MAYO EN TRUJILLO
17,18 Y 19 DE MAYO
EN SANTIAGO DE CHUCO
LIMA:
UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
TRUJILLO:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
E INSTITUTO DE ESTUDIOS VALLEJIANOS
SANTIAGO DE CHUCO:
CASA DE CÉSAR VALLEJO,
ESCUELA 271 DONDE ESTUDIÓ
EL POETA Y PLAZA DE ARMAS
DE SANTIAGO DE CHUCO
PRESENTACIÓN MUNDIAL DE LA TRILOGÍA
MIL POEMAS A NERUDA, VALLEJO Y HERNÁNDEZ
EN LIMA, TRUJILLO Y SANTIAGO DE CHUCO
 
 
PÁGINA WEB:
 
http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/Capuli2013.htm
 
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ROMERÍA
AL CEMENTERIO
DE SANTIAGO DE CHUCO
ACTIVIDAD IMPORTANTE DE LA TELÚRICA DE MAYO,
QUE ESTE AÑO TIENE EL ORDEN DE SER EL XIV ENCUENTRO
INTERNACIONAL ITINERANTE CAPULÍ, VALLEJO Y SU
TIERRA, ES LA ROMERÍA AL CEMENTERIO DE SANTIAGO
DE CHUCO, PEREGRINAJE QUE REALIZAMOS EL DÍA
DOMINGO POR LA MAÑANA, ANTES DE LA CEREMONIA
DE IZAMIENTO DE LA BANDERA, QUE ESTE AÑO RECAE
EN SER EL 19 DE MAYO DEL AÑO 2013.
EN ESTE CAMPOSANTO ESTÁN ENTERRADOS LOS PADRES
DE CÉSAR VALLEJO, LA SEÑORA MARÍA DE LOS SANTOS
MENDOZA GURREONERO, DON FRANCISCO DE PAULA
VALLEJO BENITES, TUMBAS QUE FUERON LOCALIZADAS
POR EL MAESTRO E INVESTIGADOR VALLEJIANO DON
FRANCISCO MIÑANO BENITES.
EL CAMINO AL CEMENTERIO ES DE ASCENSIÓN,
RECORRIENDO EL BARRIO SAN JOSÉ, LLEGANDO HASTA
EL OBELISCO Y ASCENDIENDO LUEGO POR LA AVENIDA
PORTURAS SE ARRIBA HASTA LAS POZAS Y DESDE ALLÍ
SE SUBE LA COLINA DONDE SE ABRE LA PUERTA
DE INGRESO FLANQUEADA DE COS CAPILLAS Y RODEADA
DE MUROS DE ADOBE Y PIEDRA. SE INGRESA POR UN
SENDERO RODEADO DE MALVAS, GERANIOS, RETAMAS QUE
SOBRESALEN JUNTO A LOS NICHOS, CRUCES Y TÚMULOS.
DESDE ESA COLINA SE DIVISA TENDIDO ALLÁ ABAJO
EL PUEBLO DE SANTIAGO DE CHUCO, Y HACIA LO ALTO
DOMINAN EL ESCENARIO DE LA CORDILLERA EL APU ICHAL,
DONDE SE UBICA EL TEMPLO DEL DIOS CATEQUIL Y
EN EL ENTORNO MÁS CERCANO LOS CERROS MITOLÓGICOS
DEL QUILLAHIRCA, O CERRO DE LA LUNA, Y HUACAPONGO
QUE ABARCA LAS CUEVAD DE SHIMINIGA.
AL CENTRO DEL PANTEÓN SE LEVANTA UN CENATOFIO
QUE REPLICA LA TUMBA DE CÉSAR VALLEJO SITUADA
EN EL CEMENTERIO DE MONTPARNASSE DE PARÍS.
EN ESTE RECORRIDO RECOGEMOS LA EXPLICACIÓN
DETALLADA QUE NOS BRINDA DON FRANCISCO MIÑANO
BENITES, DESCUBRIDOR DE LAS TUMBAS DE LOS PADRES
DE CÉSAR VALLEJO EN SANTIAGO DE CHUCO. TE
INVITAMOS A VENIR CON NOSOTROS EN MAYO, Y TENER LA
EXPERIENCIA DE HABER CONOCIDO ESTA TIERRA SAGRADA.
 
*****
 
Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
99773-9575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
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7 DE MARZO
 
HOY DÍA NACE
CARLOS EDUARDO
ZAVALETA
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
EL VIAJE
LEGENDARIO DE
CARLOS EDUARDO
ZAVALETA
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1. El más
egregio
 
El día 7 de marzo nació en Ancash el insigne narrador peruano Carlos Eduardo Zavaleta y es propósito de Capulí, Vallejo y su Tierra instituir esta fecha como una efeméride nacional dedicada a resaltar su memoria haciéndolo figurar en el calendario cívico, cultural y anímico de nuestro país.
Para ello hace dos años decidimos en vida hacerle un homenaje, y lo invitamos a la ceremonia de distinción el día 5 de marzo del año 2011. Cuando le comuniqué por teléfono nuestra intención aceptó complacido y me invitó para conversar en su departamento, en el Malecón Cisneros de Miraflores.
Otra actividad que cumplió esos días, además del homenaje de Capulí, fue el 4 de abril en el acto de pleitesía que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos rindiera a Mario Vargas Llosa por la obtención del Premio Nobel de Literatura.
El acuerdo unánime del pleno de esa casa de estudios fue que dijera el discurso de orden en ese magno acontecimiento nada menos que Carlos Eduardo Zavaleta por ser el sanmarquino más egregio en el campo de las letras, junto con el autor enaltecido.
 
2. La leyenda
que de él se tejía
 
Su tercera actividad de ese año fue morir, el 26 de abril, mes en que fenecieran también José Carlos Mariátegui, César Vallejo, José María Eguren y una pléyade de autores nacionales, con lo cual se agrega a esa lista egregia el nombre de uno de los más grandes creadores de la literatura de nuestro continente.
Fue para honra mía mi profesor de Literatura Castellana en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cuando joven personaje vivaz, dinámico, escrutador, que vestía siempre de manera muy elegante, estilo sport, a quien respetábamos porque la leyenda que de él se tejía es que leía en diferentes idiomas y había traducido magistralmente a autores que tenían una aureola mítica para nosotros por su lenguaje hermético como James Joyce, William Faulkner, Tomás Stern Eliot, Ezra Pound, Scott Fitzgerald y John Dos Passos, en cuyas obras él se paseaba como pez en el agua.
Yo era entonces un joven huraño, huidizo y montaraz, pero un detalle que recuerdo nítidamente es que fui el primero en entregar la prueba del examen escrito. 
 
3. Jovial,
radiante, feliz
 
Le sorprendió el breve tiempo que utilicé en responder todas las preguntas. Y bien. Se quedó leyendo, muy concentrado en mis respuestas. Al recibir el resto de pruebas no dejó de leer la mía, que después puso entre las demás hojas. Pero pronto la buscó nuevamente, la dobló en cuatro y la colocó en el bolsillo de su saco, mientras yo lo miraba desde el fondo del corredor en donde no podía verme.
Años después, en 1973, cuando yo estudiaba en España, él era Agregado Cultural de nuestra Embajada. Yo había publicado ya algunos libros de poesía, como “Las Actas”, “Scorpius”, Cantos de Acllas”, y mi correspondencia desde Lima llegaba a esa sede diplomática.
Quiso en alguna oportunidad que le avisaran cuando yo fuera a recogerla. Así lo hicieron. Salió de su oficina escudriñando entre las personas, mirando hacia todos lados. Me encontró, me abrazó y me invitó a almorzar en un restaurante de la Av. La Castellana, en donde según él preparaban la mejor paella de Madrid. Hablamos de libros y autores. Se lo veía jovial, radiante, feliz.
 
4. Ambos
piscis
 
Él nació en 1928, se dice que en Caraz, departamento de Ancash, pero lo cierto es que nació en La Pampa, cuando este lugar pertenecía a la extensa provincia de Huaylas, ahora en la jurisdicción de la provincia de Corongo.
Él mismo lo aclara y revela en un texto confesional expresándose del siguiente modo:
“Puesto que había nacido en un pequeño pueblo de la provincia de Huaylas, cuyo nombre exacto desconocían en la escuela (¡y lo peor, en los pueblos adonde nos mudábamos!) escogí la capital, y desde entonces dije que había nacido en Caraz. Solo así recordaron el sitio. Tanto que hasta lo repiten los críticos.”
Su padre era telegrafista, funcionarios que en ese entonces eran itinerantes, trashumantes y errabundos, a quienes cada dos o tres años los trasladaban a uno y otro pueblo.
– Al igual que Gabriel García Márquez, cuyo padre también tenía ese oficio.
– Lo mismo. –Me dice–. Y hay otra coincidencia con él, cual es que nacimos en marzo, siendo ambos del signo piscis.
 
5. El gran escritor
y narrador que es
 
Pero gracias a ese oficio de telegrafista de su padre es que pudo cultivar su afición por la lectura, debido a que a la oficina del correo llegaban todos los periódicos y revistas que se editaban en aquella época. Y leer era lo primero que hacían, comentando lo leído con su padre y con los otros empleados de la oficina.
Así llegó a ser el gran escritor y narrador que es. Y fue esa una de las motivaciones de su inmensa contribución a la literatura peruana, puesto que a él se debe la modernización de la novela al interesarse por las técnicas narrativas que fue un aporte suyo que luego aprovechó magistralmente Mario Vargas Llosa.
“Cuando publiqué mi primer cuento en 1948, quise para mi país una literatura nueva, renacida, con temas profundamente nacionales, pero con técnicas y estilos de validez universal.”
Fue así que estrecharon una gran amistad con Mario Vargas Llosa, quien lo reconoce del siguiente modo:
“Ahí tal vez, y por culpa de Carlos Eduardo Zavaleta, escuché por primera vez hablar de William Faulkner, que es uno de los escritores que más me han marcado”.
 
6. El sobresalto
de despertar
 
Cuando lo visité para coordinar el homenaje que le rendiríamos en el Aula Capulí, durante toda la entrevista me habló de su infancia y de sus viajes en cabalgadura, a mula o a caballo por la serranía.
Ahora creo que ya se estaba despidiendo de este mundo, porque todas sus evocaciones era ir cada vez más hacia adentro y al fondo de los pueblos, y la de atravesar la tierra yendo desde el anochecer rumbo a la alborada por los caminos.
Bajo cualquier pretexto volvía a la referencia de sus viajes de niño, expediciones en realidad solitarias, como una prueba o una expiación, nunca en grupo ni acompañado por otras personas, salvo por Pío, el guía o el arriero emblemático.
Estaba obsesionado por esos recuerdos. Los reconocía ya no como viajes prácticos sino míticos.
Me explicaba desde los preparativos de la víspera, lo que era dormir con el sobresalto de despertar y luego a oscuras levantarse de la cama alumbrados por el candil que en esos momentos se encendía.
Enjaezar la mula, que es el animal más recio, más seguro y de más instinto, me recalca.
 
7. En otro
mundo
 
Y, aún antes de oír cantar los gallos salir por el portón de la casa haciendo resonar los cascos de la acémila en el empedrado de la calle.
No había entonces luz eléctrica y los pueblos a lo más se alumbraban con faroles que se apagaban con el viento.
Y luego en el camino temblar en los lugares signados por las almas, brujas y espectros, sin dejar de mirar las bocas de los túneles y las cuevas.
Me habló de la belleza de los cañaverales, de la capucha de jebe del poncho de los viajeros para defenderse de la lluvia, del ladrido de los perros que salen a espantar un buen trecho ladrando a los caminantes cuando pasan delante de las casas.
Siempre con una linterna colgada al cuello del animal. Este detalle fue para mí un campanazo. ¿Recordaba, fantaseaba o preveía un viaje futuro ya como espíritu? Porque: ¿eso es cierto?
Porque nunca yo he visto en mi tierra natal, que es igual a Corongo o a Sihuas, que se le colgara una lámpara del cuello del cuadrúpedo al cual montamos. ¿Alucinaba ya el maestro? Es en este pasaje que algo yo intuí que el tramontaba ya por otros mundos.
 
8. Y mirar
la lejanía
 
Se dice que para morir hacemos un viaje como almas ya en pena y que es el viaje de despedida que hacemos por la senda más querida y subyugante, en donde se han quedado ensimismados nuestros pasos.
Es el viaje que ya hacemos en espíritu. Y lo realizamos sin haber exhalado todavía el último suspiro. Entonces en ese viaje nos acompaña nuestro cuerpo pero ya ensangrentado.
Si así fuera el viaje que me relató Carlos Eduardo Zavaleta iba de La Pampa, donde él nació, a Corongo que era su obsesión y desvelo.
Y de Corongo se proyectaba a Sihuas. Viaje a la matriz pues en esa tierra nació su madre y hacia allá se dirigía.
Lo describía con detalle, con afecto y con ternura, en cámara lenta, acompañado de Pío, su guía y tótem.
Viaje que partía desde la oscuridad de la noche, de los cañaverales titubeantes hacia la luz esplendente de la amanecida, hasta ver clarear el día, pasando por un temible puente colgante, “pálido pero sereno” es su frase reiterativa, puente sobre el río Chuliclín, para llegar al mirador llamado Tarica y allí servirse el fiambre y mirar la lejanía.
 
9. Una serpiente
diminuta
 
Era esa su evocación la tarde de marzo que yo lo visité en su departamento de Miraflores, mirando él la vida pasada más nítida que la de este presente difuso, observando los pueblos desde lo alto de un caballo, siendo un niño de ocho o nueve años.
Tal vez ya envestido como un caballero andante de los sueños, como El Quijote, con una irresistible nostalgia de las casas dormidas aún en la honda penumbra de la madrugada.
Y él ya cabalgando hacia su destino final. Ahí está la cuesta –le oigo decir– cuyo nombre es La culebrilla, un camino zigzagueante de guijarros y arena resbaladiza.
Allí clarea el día y amanece por el lado de la cima de las montañas. Allí está El Mirador de Tarica, desde donde se contempla hacia abajo la planicie con una piedra monumental como emblema.
Allí se sirve otra vez el fiambre, en una mesa servida por el guía que es un mantel de tela escocesa que se extiende. Y lo primero que prueba es el pan del horno de la abuela.
Y prosiguiendo esta senda novelesca en su relato, allí está el río que apenas se lo ve hacia abajo como una serpiente diminuta. Árboles al margen y al otro lado de la orilla la tierra árida.
 
10. Geografía
infinita
 
De Corongo hacia Sihuas en su relato el viaje abarca la jalca, con lagunas traslúcidas, el suelo escarchado y los chorrillos de agua convertidos en hielo.
Entre roquedales el agua blanca que se despeña. Y el frío ahora cortante de la puna. Con el ichu que se cimbra con el viento
Me explica que en el viaje a caballo se ven girar las montañas, hecho que nos enseñan a vivir la vida cotidiana con épica y fortaleza.
Siempre él y Pío, el arriero, el peón hierático y austero, leal y sufrido.
En ningún momento era él con su familia, o él con sus padres. Sino él y Pío, el guía.
Y esto sucedía cuando él tenía de ocho o nueve años.
Viajes en los cuales recorre pueblos, atraviesa puentes. Y siempre es avanzando desde los llanos hasta las cumbres, cabalgando en la geografía infinita.
Pero hay en su relato reflexiones, como por ejemplo acerca de los paisajes del Perú, tan fabulosos. 
 
11. Pueblos
vetustos
 
Y anotaciones poéticas, como por ejemplo acerca de las piedras, respecto a las cuales me dice que es una experiencia sublime contemplar y extasiarse con los diversos tipos de piedra.
¿En qué parte del mundo se puede ver un espectáculo así?, se pregunta el mismo. ¡Y cómo se ordenan y acomodan para conformar las ciclópeas montañas que tenemos!
Viajes y miradas donde vemos que la tierra son placas: como un alfajor, hoja por hoja; como un nido, brizna con brizna; como un ala pluma sobre pluma. Así se juntan las distintas clases de piedras y de rocas.
Y las lagunas arriba, traslúcidas y encantadas. De escarchas azules y grises, seduciéndonos, invitándonos a entrar en sus superficies fantasmales y en sus aguas tersas pero heladas, como una manera dulce de morir.
Y luego llegar a los pueblos vetustos donde se siente su densidad histórica, lleno de grandeza y de heroicidad. Y donde allí mora alguna novia nuestra que no alcanzamos ni a conocer pero que sí amamos en el fondo de nuestro corazón.
 
12. Un mensaje
oculto
 
¿Qué fue entonces esta conversación sino una despedida y un encuentro con algo muy hondo?
Porque mediante ellas pude ingresa a esas poblaciones de gran linaje, de casas solariegas, de portales en alto relieve.
Si no, ¿a qué razón se debe que me habló de viajes y jinetes insomnes? ¿Por qué remarcó tanto en esa edad, de un niño de ocho a nueve años?
¡Claro!, en ese momento yo no podía pensar jamás de que con esos relatos él en realidad se estaba despidiendo.
Aunque claro, cuando me lo refería se lo notaba exaltado, vehemente, caminando febril y agitado entre los muebles, apoyándose en un bastón tronante e indetenible.
Y como si hubiera estado buscando que alguien lo escuchara.
Me dejó la sensación de algo simbólico, de que había un mensaje oculto en toda esa conversación, dicho en ese estado misterioso y difuso.
 
13. Le agradecí
conmovido
 
Después he revisado sus libros para ver si este era un tema recurrente, que quizá estaba repitiendo constantemente. Que fuera un tópico y algo para él muy querido. Que tal vez son estampas en las cuales se recreara siempre.
Pero no. No hay tal. No encuentro ningún desarrollo de estos temas de los cuales me habló esa tarde alucinada donde el estío tremolaba en las ventanas.
Es más, ninguna referencia a Pío, el guía. ¿Era un personaje que lo estaba inventando en esos días?
Pero ocurrió algo aún más sorprendente: Me dijo que me iba a dedicar un libro. Fue a traerlo desde una habitación interior, que supuse era su biblioteca. Y lo puso en mis manos, ajustándolo con las palmas y diciéndome:
– Es suyo. Es para usted.
Le agradecí conmovido, y lo sostuve reverente. Es el libro de su autoría titulado “Antología personal”. Le quedé muy agradecido por venir directamente de sus manos. El libro, lo he revisado después, ya en mi casa. Fue editado por la editorial San Marcos, el año 2009.
 
14. Ella
fue
 
Lo extraordinario al abrirlo en el sosiego de mi biblioteca, fue advertir que el ejemplar estaba dedicado, con lapicero de tinta seca azul, del siguiente modo y con estas frases:
“Tita.
Último libro para ti.
Tú estarás ausente
para los demás,
pero no para mí.
Carlos.
Lima, 2009.”
Pero, ¡cómo! Tenía que dedicármelo a mí. Se supone que él se demoró escribiendo algo para mí, porque me dijo: le voy a dedicar un libro.
Indudablemente, escribió estas líneas para su esposa muerta hacía unos diez años atrás.
Ella fue Tita Ugarte, bibliotecaria de profesión, quien trabajó muchos años en la Biblioteca Nacional del Perú.
15. Volado
con el viento
 
Pero olvidémonos de este trastoque, sino que recaigamos en lo admirable del hecho de que él siguiera dedicándole un ejemplar del libro recién editado a su esposa muerta hacía diez años, y como si ella estuviera viva y aquí.
Libro que él mismo fuera quien lo recibiera y guardase en su casa. ¿Qué rito tremendo es este?
Claro que lo más insólito es que en estas circunstancias el libro lo pusiera en mis manos.
Y que yo sin darme cuenta lo trajera a mi casa.
De mi parte ocurrió otro hecho inesperado: que yo en esa entrevista me olvidé en el sillón de su sala mi chalina roja.
Recién supe que la había extraviado al llegar a mi domicilio y echarla de menos.
Aunque supuse que la había dejado caer sin darme cuenta en el camino, quizá incluso de habérseme volado con el viento de la calle.
Pero él me llamó temprano al siguiente día para decirme que me había olvidado mi chalina en el sillón de su sala. Le agradecí por el aviso. 
 
16. Un lazo
secreto
 
Pero agregó un detalle inesperado y que hasta ahora trato de descifrar.
Me dijo:
– Podría yo llevarla mañana que nos vamos a ver en el Aula Capulí. Pero no. Quiero que usted mismo venga a recogerla, cualquier día. Mientras tanto aquí la tengo muy bien conservada.
Esto me produjo cierto estremecimiento. Me emocionaba sentir mi chalina roja entres sus manos y bajo sus ojos.
Pero en el detalle que había puesto para devolvérmela sentía como si esa prenda estableciera un lazo secreto, íntimo y misterioso entre nosotros.
Por eso cuando me enteré de su muerte, sorpresiva para mí, mi fijación fue cuál sería el paradero de mi chalina roja.
Y no por lo que valiera sino como una prenda pendiente ya en el contexto de su muerte ineluctable y como un puente de él, ya en otra orilla, y yo aún en esta.
 
17. ¿Qué significa
todo esto?
 
Pero, por un lado, ¿por qué él se confundió tanto otorgándome el libro dedicado a su esposa cuando ella hacía diez años que había muerto, aunque él escribiéndola con la convicción de que estaba viva, y con la naturalidad con que cree un niño?
¿Y por qué me olvidé y no recuperé después mi chalina roja pasmada ya ahora en el limbo de lo inubicable? ¿Qué simbolismo tiene esta historia?
¿Y qué quieren decir estos símbolos? Estas insignias de pasmo: la dedicatoria a una muerta. Y un emblema de sangre, de desafío, de reto, como es mi chalina roja.
Siempre me despierto sorprendido y angustiado pensando dónde está y quién tiene esa prenda. Y si permanece entre las cosas del maestro. ¿Dónde la puso? ¿Está entre sus pertenencias? ¿Por qué ha quedado pendiente este enlace?
Y yo con el libro que está dedicado a su esposa muerta hace diez años y que en estos momentos sostengo tembloroso. ¿Qué significa todo esto?
 
18. Nunca antes
ni después
 
En la ceremonia de homenaje y distinción que le rendimos en el Aula Capulí, su paisano, dilecto amigo, y estudioso de su obra, el Dr. Antonio González Montes, personalidad reconocida en el campo de las letras.
Allí él leyó una semblanza magnífica por lo bien escrita y por el sentimiento que trasluce, dedicada al escritor y al amigo entrañable.
Luego Gerardo Angulo, director del Teatro de la Universidad Ricardo Palma, y Ana María Cárdenas dramatizaron a dos voces su cuento “Eclipse de una muchacha”, el recuerdo de un amor de infancia que sucumbe en el terremoto y avalancha de Yungay.
Esta versión está colgada en Youtube, para quien la quiera ver y oír.
Por la expresión que tenía el maestro estaba hechizado con la lectura y viviendo la noche a plenitud.
Y luego su magistral intervención personal, momentos en que sentí que las palabras que esa noche él decía nunca las había dicho antes y nunca las diría después, por lo conmovedoras, emocionadas y sinceras.
 
19. Contento
y feliz
 
Y recibió el diploma de Amauta del Perú Eterno de manos de don César Vallejo Ynfantes, hijo de Néstor Pablo, el hermano más próximo de César Vallejo.
Y todos los asistentes entonamos las canciones: “Tengo el orgullo de ser peruano”, “La pampa y la puna”, y “La flor del capulí”.
Recibir esa noche el homenaje de Capulí, Vallejo y su Tierra fue para él una experiencia revitalizadora inmensa, me lo contó él mismo.
Y así lo dijo a Rosita Cerna Guardia, quien me llamó al siguiente día para decirme:
– Oye, Danilo, ¿qué has hecho para que Carlos Eduardo Zavaleta esté tan contento, feliz que ya no tiene palabras de elogio.
– ¿Por qué, ah? –Le indagué yo, haciéndome el ingenuo.
 
20. En esta
y otras vidas
 
– Porque dice que antes de ir al Aula Capulí se sentía ya morir, enfermo de todo. Y ahora se siente como si hubiera vuelto a nacer.
Y luego me llamó él mismo, don Carlos Eduardo, para agradecer y decirme que quería dictar dos conferencias en nuestra sede institucional.
Una sobre la narrativa de César Vallejo. Y la otra sobre poesía quechua. Este último tema me dejó sorprendido.
Así se despidió de nosotros este grande de la literatura iberoamericana.
Hombre bueno, honesto, pulcro, laborioso. Con una delicadeza suprema para asumir la vida.
Y cuyos textos señalamos como lectura imprescindible, a fin de que los niños lo lean y quieran para siempre.
Quien ha dejado en mí unas claves que me mantendrán desvelado en esta y otras vidas.
 
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
 
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
 
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
 
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
 
IMÁGENES DEL RECUERDO
AULA CAPULÍ - O5 MAR 2011
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