domingo, 13 de enero de 2013

13 y 15 DE ENERO: LA HEROICA DEFENSA DE LIMA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: DESISTIR NUNCA, RENDIRNOS JAMÁS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA
DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD
Y LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHU
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
XIV CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2013
POR LOS CAMINOS DE VALLEJO
LIMA, TRUJILLO, SANTIAGO DE CHUCO
14 Y 15 DE MAYO EN LIMA
16 DE MAYO EN TRUJILLO
17,18 Y 19 DE MAYO
EN SANTIAGO DE CHUCO
 
GRAN RECIBIMIENTO
A LOS PARTICIPANTES
EN EL XIV ENCUENTRO
INTERNACIONAL CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA,
17 AL 19 DE MAYO, 2013
 
EL CUERPO DOCENTE DEL ANTIGUO CENTRO VIEJO 271,
LA ESCUELA DONDE ESTUDIÓ EL POETA CÉSAR VALLEJO,
SE HA COMPROMETIDO A ORGANIZAR EL RECIBIMIENTO
A LAS DELEGACIONES VISITANTES DEL XIV ENCUENTRO
INTERNACIONAL CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA, LAS MISMAS
QUE INGRESARÁN AL PUEBLO CUNA DEL POETA, EL DÍA
VIERNES 17 DE MAYO A LAS 3 DE LA TARDE, TAL Y COMO
SE HIZO ANTES, CON BANDAS DE MÚSICOS Y MOJIGANGAS.
EN EL XIII ENCUENTRO INTERNACIONAL DEL AÑO PASADO
MÁS DE TRES CUADRAS CONFORMÓ LA MULTITUD, DESDE
SU INGRESO EN “LAS GUITARRAS”, RECORRIENDO CALLES
PORTANDO EMBLEMAS, PANCARTAS Y ESTANDARTES;
AVIVANDO CON SUS LEMAS Y AGITANDO SUS BANDERAS.
A SU VEZ, Y A INICIATIVA DE DICHO CUERPO DOCENTE,
SE OFRECERÁ A LOS VISITANTES LA CHICHA DE JORA, AL
ESTILO DE CÓMO SE PREPARA EN SANTIAGO DE CHUCO.
 
Teléfonos Capulí:
 
420-3343 y 420-3860
99773-9575
 
 
CALENDARIO
DE EFEMÉRIDES
 
13 y 15 DE ENERO
 
LA HEROICA
DEFENSA
DE LIMA
 
 
 FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
DESISTIR
NUNCA,
RENDIRNOS
JAMÁS
 
 ,
Danilo Sánchez Lihón
 
“Porque mi patria
es hermosa
como una espada
en el aire…
Y yo la defiendo
con mi vida”.
Javier Heraud
1. Un combatiente
cabal
 
¡Jóvenes! ¡Soldados! ¡Guerreros!
Estamos aquí, la Brigada de Capulí, Vallejo y su Tierra, en este altar de la patria, el Reducto Nº 2 de Miraflores, donde se inmolaron tantos peruanos en la Defensa de Lima, izando la bandera del Perú en nuestros corazones, conmemorando los acontecimientos ocurridos el 13 y 15 de enero del año 1881, cuando nuestro país tuvo que hacer frente al acoso de un país inmoral en una guerra que el apóstol cubano, José Martí, al no encontrar razones tuvo que explicarla del siguiente modo, como motivación de Chile para emprenderla:
“… el odio misterioso e implacable: el odio del que envidia una superioridad de espíritu y una largueza de corazón que no posee. El odio del que no inspiraba simpatías hacia el que las inspira. El odio del mezquino al generoso”.
¡Qué importante que a César Vallejo lo exaltemos aquí y no únicamente en los salones académicos o propiamente literarios!, sino en este santuario de la patria, donde se inmolaron miles y miles de hombres en la Defensa de Lima, la sangre más noble del Perú ofrendada a la patria el 13 y 15 de enero del año 1881 en las batallas de San Juan Y Miraflores. 
 
2. Hito
sagrado
 
¡Qué bueno que lo celebremos a César Vallejo de este modo, como a un guerrero! y lo hagamos sus coterráneos, sus compatriotas de tierra adentro, las personas comprometidas con el destino de nuestro país. Y para desfilar nuestra escolta junto a las escoltas de nuestro ejército de tierra, aire y mar.
Porque aquel hombre que naciera el 16 de marzo del año 1892 en Santiago de Chuco, no solo es el astro más refulgente de la poesía y el humanismo universales, sino un combatiente cabal de las causas nobles del género humano, como es el bien, la justicia, la fraternidad y la solidaridad humanas.
Fueron estos mismos valores que alentaron quienes estuvieron en este lugar, en este suelo y en esta atalaya en la defensa de Lima el año 1881.
Pero también estamos reverentes aquí, en el Reducto Nº 2 de Miraflores, porque este es un altar, un pináculo de heroicidad y un lugar santo. Este es un hito sagrado en la trayectoria de la patria, desde el 13 y 15 de enero del año 1881.
 
3. Los más
egregios
 
Estamos de pie en este lugar porque aquí velaron, aguardaron despiertos, sin pestañear, anhelando una patria digna y libre en aquella hora suprema.
Eran personas que interrumpieron su trabajo pacífico y amoroso para salir a poner su coraje aquí, aunque eso les costara la vida.
Porque salieron a defender nuestra dignidad quienes nunca habían usado armas, enfrentándose a quienes toda su instrucción y consigna era matar.
Se enfrentaban a una caterva bestializada que luego empezó a matarse entre ellos mismos en disputa del botín, cometiendo actos que ni siquiera en las hordas de Atila se registran.
Estaban aquí los peruanos de corazón generoso y por tanto los más egregios, que tuvieron que hacer frente a un ejército de invasión y conquista compuesto de una tropa avezada y sanguinaria.
Luchó la gente inerme. ¿De qué parte estuvo entonces el valor y el heroísmo? Indudablemente, de los que sin ser sabuesos ni bestias tuvieron que tomar las armas para defender lo último que no se puede perder, y no perdimos jamás, cual es: ¡ser dignos!
 
4. Se defendía
la vida
 
Estamos aquí porque muchos compatriotas nuestros soñaron en este lugar más que en ningún otro del universo, un país cabal, lleno de júbilo y hermoso en el bien compartido.
Porque aquí ellos nos presintieron, nos anhelaron firmes, incólumes, enterizos. Los miles de peruanos que iban a morir aquel día defendiendo lo más sagrado del Perú, aquí nos soñaron.
¡No los olvidemos jamás!
Y aquel día César Vallejo estuvo aquí presente.
No lo dudemos un solo instante, en absoluto. No lo cuestionemos jamás. De lo contrario es negarlo a él mismo.
Porque aquí se defendía la vida y el sentido más esencial de lo humano que él defendió siempre.
 
5. Poeta
militante
 
Peleó, al lado de quienes aquí murieron, aquel gladiador civil, ejemplo de hombre y paradigma de peruano, quien asumió los valores más genuinos de nuestra cultura y que el movimiento cultural Capulí Vallejo y su Tierra se esfuerza por hacerlos más vigentes en nuestro país.
Y afirmo categóricamente que él estuvo aquí porque a los heridos los mataban. Y él nunca dejó de estar en donde había abuso, injusticia e iniquidad a la cual enfrentar con nobleza e heroicidad.
Entonces ¿cómo no iba a estar presente aquel día? ¿Él que defendía todo lo humano y todo lo justo y todo lo digno?
Porque César Vallejo en muchas circunstancias fue un soldado, un paladín y un guerrero. Y no podía faltar aquel día a aquella cita de honor.
Porque es un poeta militante, combatiente y luchador de todas las causas supremas de la humanidad. 
 
6. Premisa
de honor
 
¡Y quien no permitía la ofensa ni el abuso, viniera de donde viniera!
¡Y no lo permitirá! ¡Porque Vallejo está vivo en nosotros y con nosotros!
Porque Vallejo no es deliquio, ni éxtasis. Ni mucho menos elucubración, que son cualidades de excelencia pero que Vallejo es mucho más:
Vallejo es praxis y es acción.
Hay aquí enterradas ilusiones de un país mejor, confundidas con la pólvora, las esquirlas que saltan, el sudor y el jadeo.
Hay aquí muchos mensajes y consignas dichas en el fragor de la batalla, que libramos no porque agredíamos sino porque fue premisa de honor el defendernos.
¡Eso que conste!
Y con ello defendíamos lo irrenunciable en el ser humano: ¡el honor, la dignidad y todos los valores humanos que la vida nos exige acrisolar! 
 
7. Esperanza
esparcida
 
Estamos aquí, porque aquí cayeron hombres con ideales y cariños puros.
Y aquí, debajo, quedaron sus cuerpos. De aquellos compatriotas que lucharon con coraje y valentía en la defensa de Lima.
Hay en este lugar sangre regada de ancianos y niños por un enemigo implacable.
¡No la defraudemos nunca! ¡No lo defraudemos jamás!
Hay regada aquí sangre insigne de peruanos de toda edad y condición que nos defendieron a nosotros para tener orgullo en la frente. Sangre de ricos y pobres, de maestros y alumnos.
¡Jamás los defraudemos!
¡Hay mucha esperanza aquí regada y esparcida, que es hora que debamos recoger!
¡A eso hemos venido hoy día hasta aquí!
 
8. Y un lucero
en el alba
 
Estamos aquí, ¡porque somos nosotros en quienes ellos pensaban en esos momentos supremos en que morían!
Porque lucharon por nosotros.
Somos nosotros los que estábamos presentes en sus mentes, en sus sueños y en sus corazones.
En momentos en que el estremecimiento de la guerra a la cual asistieron con pundonor, era su anhelo darnos dignidad para siempre.
Heroicidad que les hizo sobreponerse a las escaseces, a las carencias y desventajas frente a un enemigo bestial que no respetó heridos en ninguna de las contiendas.
Gloria eterna a quienes se inmolaron aquí. En donde desde entonces este es un lucero en el alba. Heroicidad que nos inspira para no doblegarnos.
Y estar más pronto para concurrir a toda cita de conciencia, como aquella. Estemos vigilantes, preparados y con ojo avizor. ¡Y no nos descuidemos!
 
9. Adhesión
a valores
 
Hay guerras en las cuales toca a un pueblo ofrendar su corazón y su coraje. A nosotros en la Guerra del Pacífico nos tocó ofrendar precisamente eso, como también dimos el alma y la vida. Como a otros les tocó poner su codicia y dar rienda suelta a su vileza.
Lo triste es que eso haya ocurrido y no lo reconozcamos debidamente. Y que solo extraigamos amargura y desilusión de aquella contienda.
Hemos puesto más énfasis en la crueldad del enemigo. Y esto nos ha hecho olvidar la generosidad de los nuestros para con nuestra patria.
Nunca fue tan inmensa esa vocación de adhesión a valores como en aquella hora. Resguardar el patrimonio de nuestros antepasados, enaltecer la dignidad nacional, el ser solidarios con el hermano de al lado, con la familia amiga, con el vecino de enfrente, fueron las banderas que se izaron.
 
10. Ser o tener
hermanos
 
Hemos puesto mucho acento en las debilidades y traiciones, aspecto que nos ha hecho olvidar la abnegación, la renuncia y los altruismos sin límites.
Y esta óptica de ver lo malo es más que una traición para quienes ofrendaron su vida generosamente por nosotros.
Ahora nos toca poner énfasis en las generosidades, porque nunca fuimos tan magnánimos.
Nunca resaltó tanto la defensa de la justicia, de la verdad y de lo que no se puede permitir hollar ni mancillar.
Porque esta fue para nosotros una guerra defensiva.
Nunca se sintió más inmensa la noción de ser o tener padres.
Nunca fue más nítido ser o tener hijos. Nunca adquirió más sentido ser o tener amigos. ¡Ser o tener hermanos! 
 
11. Es
nuestra herencia
 
En dicha contienda, de parte nuestra, no pelearon individuos sino la familia entera: el esposo, los hijos, la esposa, el abuelo, los niños, en suma: el colectivo social.
Peleaba la unidad sacrosanta del hogar.
Afrontamos esta prueba sacando a flote los sentimientos más puros y genuinos, apelando al sacrificio y hasta a la inmolación.
La Guerra del Pacífico fue una guerra signada por un principio para nosotros fundamental cual fue, es y será eternamente: ser solidarios.
Porque esa es nuestra herencia, por ser descendientes del incario.
Y es solidaridad aquello que nosotros enseñamos al mundo.
 
12. Solidaridad
con el hermano
 
No fue aquella contienda para nosotros una guerra militar sino moral. Fue una guerra en donde lo que resaltó de parte nuestra fue ser fraternos hasta morir.
Cumplimos con nuestros compromisos y con nuestro deber. Supimos comprometernos, pese a lo mal que nos fuera.
¿Qué pueblo más hermoso entonces como paradigma y ejemplo?
Fuimos solidarios en los momentos más difíciles hasta con nuestros propios agresores: ¡Salvábamos sus vidas! Pese a que nos mataban, no los tratábamos como a enemigos sino como a seres humanos. Rescatábamos náufragos y heridos de las naves que hundíamos.
Después del hundimiento de la nave chilena La Esmeralda salvábamos a los náufragos. Después de encallar la nave peruana Independencia, ellos que huían, regresaron para ametrallar a los náufragos que ya estaban salvos en los farallones.
 
13. Ser legión
y ser soldados
 
Por eso, gloria eterna a quienes se inmolaron aquí el 15 de enero. En donde desde entonces este es un lucero en el alba. Y aquí como en ningún otro lugar César Vallejo está vivo.
Porque Vallejo es insignia de valor y heroísmo.
Y que estemos sus paisanos aquí, quienes hemos tomado la bandera del vallejismo en el Perú, es extraordinariamente significativo.
Porque todos tenemos que estar vigilantes y no parpadear. Tenemos que estar en pie de guerra siempre, sin bajar la guardia.
Eso es lo que nos aconseja la experiencia histórica.
Y Capulí Vallejo y su Tierra es militancia en ese estado de desvelo. ¡Y ser de Capulí es ser legión y ser soldados!
 
14. Estuvo
aquí
 
Y juramos –y creo representar bien a mis compañeros aquí presentes– asistir a todas las citas de honor en todo Reducto Nº 2 que nos demande la patria.
Y juramos comprometernos por un país estrella, lucero matinal en la alborada de un nuevo Perú.
Juramos ser paladines de la consagración a trabajar por un Perú de valores, de honradez, de exactitud, de laboriosidad.
Juramos en ser paladines en salvaguardia de la verdad; de no mentir y no engañar.
Por eso quiero decir aquí que Capulí como movimiento cultural recibe la antorcha que encendieron para siempre quienes estuvieron y murieron aquí.
Y Vallejo estuvo aquí como un paladín, con su espíritu solidario.
 
15. Combatir
hasta vencer
 
Juramos enarbolar con honra y virtud el estandarte de César Vallejo para ir a la marcha de un nuevo Perú y ser émulos de héroes como los que aquí se inmolaron.
Nos comprometemos en la tarea de construir un país en base a esos sueños, esperanzas y a la cultura milenaria que nos constituye, conforma y da sentido y glorifica.
Nos comprometemos a que el Perú será un país hermoso como una espada en el aire.
Y por la capacidad de ser solidarios y fraternos. Es esta esencia y mensaje que no lo perderemos jamás.
Y proclamamos aquí combatir hasta vencer.
– ¡Viva Vallejo!
– ¡Viva Grau!
– ¡Viva Bolognesi!
– ¡Viva Cáceres!
– ¡Viva el Perú!
 
16. Solemne
juramento
 
Permítanme, finalmente, tomar juramento a mis compañeros de la Brigada Capulí, Vallejo y su Tierra, aquí presentes:
– ¡Hermanos! ¡Soldados del contingente de Capulí, Vallejo y su Tierra! ¡Guerreros!
– ¿Juráis, como diría César Vallejo, defender la vida y matar la muerte, venga de donde viniera?
– ¡Sí! ¡Juro!
– ¿Juráis hacer de Capulí, Vallejo y su Tierra el camino de consagración para hacer del Perú una patria hermosa como una espada en el aire?
– ¡Sí! ¡Juro!
– Juráis consagrar su vida a forjar esperanza en el Perú de hoy y de siempre?
– ¡Sí! ¡Juro!
– Si así lo hiciereis que Dios y la patria os lo premien, si no que ellos nos enjuicien y demanden.
Muchas gracias.
Discurso en la Ceremonia de Izamiento de la Bandera, en el Reducto Nº2 de Miraflores, atendiendo a la invitación de la Municipalidad de Miraflores, AÑO 2009. Asistieron a esta ceremonia escoltas de la Escuela Militar de Chorrillos, del Ejército, Fuerza Aérea, de la Marina de Guerra del Perú y de Capulí, Vallejo y su Tierra.
 
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
 
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
 
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
 
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es