viernes, 9 de noviembre de 2012

VIERNES 9 NOV, 7 PM, CAPULÍ EN SAN MARCOS - 90 AÑOS DE TRILCE, ESCRITO EN LA CÁRCEL - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2012, AÑO
DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA
Y CONSTRUYENDO LOS ANDENES NUEVOS
 
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TUPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
POR LOS 120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA
Y 90 AÑOS DE LA EDICIÓN DEL POEMARIO TRILCE
 
VIERNES 9 DE NOVIEMBRE 7 PM.
 
EFEMÉRIDE MUNDIAL
 
90 AÑOS DE LA EDICIÓN DE TRILCE,
120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA, Y
HOMENAJE MUNDIAL MIL POEMAS A VALLEJO
 
Con el apoyo del Vicerrectorado de Investigación
de la UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
a cargo del Dr. BERNARDINO RAMÍREZ BAUTISTA
 
PROGRAMA
 
1. Invocación al Apóstol Santiago el Mayor
MANUEL VEJARANO SÁNCHEZ
Presidente de la Hermandad del Apóstol y
Directivo de Capulí, Vallejo y su Tierra
2. César Vallejo, poeta de aldea y universal
WALTER VÁSQUEZ VEJARANO
Ex-Presidente de la Corte Suprema
de la República y del Poder Judicial del Perú
3. Palabras de Homenaje a los Patriarcas del Vallejismo:
CÉSAR VALLEJO YNFANTES y JORGE PUCCINELLI
4. Declamación de Telúrica y magnética,
de César Vallejo.
FREDERIK SOTOMAYOR
5. César Vallejo peruano de alma, y universal
JULIO YOVERA BALLONA
6. César Vallejo y el humanismo militante
CARLOS CASTILLO MENDOZA
7. Declamación de Hallazgo de la vida,
de César Vallejo
LUCERO DÍAZ FLORES
8. Testimonio de la Convocatoria Mundial
Mil Poemas a Vallejo
ALFRED ASÍS
(Poeta de Chile)
9. Saludo y agradecimiento:
Nunca antes se amó tanto
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra
10. Homenaje musical: Amanecer andino
y El cóndor pasa
EMILIO MORILLO
(En la quena)
JULIO HUMALA
(En la guitarra)
 
Conducción general:
 
RAMÓN NORIEGA TORERO
MANUEL RUIZ PAREDES
 
Salón de Recepciones
Centro Cultural de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, UNMSM. 7 pm.
PARQUE UNIVERSITARIO
CERCADO DE LIMA
 
Ingreso libre.
 
Se agradece su gentil asistencia
 
SÁBADO 17 DE NOVIEMBRE
 
MEMORIA
 
DE CARLOS CASTILLO MURGA
 
DIRECTOR DEL CENTRO VIEJO 271
DE SANTIAGO DE CHUCO
EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
LECTURA DE POEMAS
 
ROSELLA DI PAOLLO
 
HOMENAJE
AMAUTA DEL PERÚ
ETERNO
 
RÓGER RUMRRILL
 
VIERNES 23 DE NOVIEMBRE
 
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
DE POESÍA
 
OTRO MUNDO ES POSIBLE
 
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
 
ICPNA DE MIRAFLORES
Avenida Angamos
esquina con Av. Arequipa
Miraflores
 
PANEL DE PRESENTACIÓN:
 
OMAR ARAMAYO
EMILIO MORILLO
 
Ingreso libre.
Se agradece su gentil asistencia
 
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
9 DE NOVIEMBRE
 
EFEMÉRIDE
MUNDIAL
 
90 AÑOS
DE
TRILCE
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
TRILCE
FUE ESCRITO
EN LA CÁRCEL
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
“Amorosa llavera de innumerables llaves,
si estuvieras aquí, si vieras hasta
qué hora son cuatro estas paredes.”
César Vallejo
 
1. Entró arrastrando
cadenas y grilletes
 
El 6 de noviembre del año 1920, cuando apresaron a César Vallejo en Trujillo, lo único que cogió de pertenencias para llevar consigo a la prisión no fue una frazada ni un abrigo ni una bufanda, ni siquiera un pañuelo, sino un hato de papeles que contenían los poemas del libro que estaba escribiendo.
De allí que sus captores sin saberlo ni quererlo además de apresar al poeta también llevaron al encierro a un libro titulado provisionalmente Cráneos de bronce que fue encarcelado, junto a su autor.
Ese libro posteriormente se publicaría con el título de Trilce, en octubre del año 1922, pero que fue escrito en su mayor parte en el cautiverio de César Vallejo, pues entró a la cárcel junto a él para salir otro completamente transfigurado, con libertad suma.
Porque entró siendo en parte deudor de una estética en vigencia, de una manera de ser y entender la poesía. Entró él, sí, arrastrando todavía algunas cadenas y grilletes –como los tenían todos los demás libros de poesía de su época– pero después de los 112 días de cárcel salió ¡puro, insospechado y libérrimo!
Y ello por la fragua al rojo vivo a la que lo sometió su autor, al mirar las cosas de tal modo como puede hacerlo quien vive, en ese trance, el momento más grave de su vida.
–El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.
 
2. El hombre es también
organismo que padece
 
Del mismo modo, dice:
Ya no reiré cuando mi madre rece
en infancia y en domingo, a las cuatro
de la madrugada, por los caminantes,
encarcelados,
enfermos
y pobres.
Con relación al cambio radical de la poesía en Trilce, el primer poema de ese libro es tan abrupto que la poesía deja todo lugar imaginable donde ella se había posado hasta entonces–como eran los salones, los templos, los campos de batalla, los jardines, o los sueños– para aparecer, igual de rotunda, en un retrete, más aún, el excusado de una prisión.
Es allí donde los reclusos son acosados con sonidos estridentes a apurarse en los pocos minutos que les conceden para desahogar sus intestinos “en la línea mortal del equilibrio”, como concluye en el verso final.
Pero el caso es que traslada este acto hacia una dimensión metafísica del hombre quien, además de mente y alma –que siente y que piensa– es también organismo que padece, suda, tose y se enferma, “con sus propios líquidos”.
Si es así entonces, ¿por qué no habíamos de trasponer esto a un plano existencial y a la vez absoluto?
 
3. El recuerdo
en la prisión
 
Pero también es Trilce un libro donde César Vallejo afina sus recuerdos, cribando sus cariños más puros, como lo dice en una carta a Oscar Imaña, el 12 de febrero de 1921:
En mi celda leo de cuando en cuando; muy de breve en breve cavilo y me muerdo los codos de rabia... Es cosa fea ésta, Oscar... y si viene a mi alma algún aliento dulce, es la luz del recuerdo... ¡Oh, el recuerdo en la prisión!
Como es recuerdo de su casa y de su infancia el siguiente:
Las personas mayores
¿a qué hora volverán?
Da las seis el ciego Santiago,
y ya está muy oscuro.
Madre dijo que no demoraría.
Aguedita, Nativa, Miguel,
cuidado con ir por ahí, por donde
acaban de pasar gangueando sus memorias
dobladoras penas,
hacia el silencioso corral, y por donde
las gallinas que se están acostando todavía,
se han espantado tanto.
Mejor estemos aquí no más.
Madre dijo que no demoraría.
 
4. Busco
al tanteo
 
Y continúa en el poema:
Ya no tengamos pena. Vamos viendo
los barcos ¡el mío es más bonito de todos!
con los cuales jugamos todo el santo día,
sin pelearnos, como debe ser:
han quedado en el pozo de agua, listos,
fletados de dulces para mañana.
Aguardemos así, obedientes y sin más
remedio, la vuelta, el desagravio
de los mayores siempre delanteros
dejándonos en casa a los pequeños,
como si también nosotros
no pudiésemos partir.
Aguedita, Nativa, Miguel?
Llamo, busco al tanteo en la oscuridad.
No me vayan a haber dejado solo,
y el único recluso sea yo.
Dos fueron, entonces, los seres encarcelados el 6 de noviembre de 1920 a las siete de la noche en el panóptico de Trujillo y dos fueron los seres liberados el 26 de febrero del año 1921; ellos son: César Vallejo y el otro personaje que es Trilce.
 
5. Solo Dios
sabe
 
Este último es el libro que él tenía escrito en su mayor proporción antes de caer preso y cuyo título no era tal sino Cráneos de bronce, con algunos poemas bajo la forma de sonetos, y que ahora sale transfigurado.
Todo lo que fue aquel libro lo desestructura y rompe en pedazos, sometiéndolo a una forja nueva y despiadada, confrontando su voz, su respiración, la circulación de su sangre con lo que es mirar el mundo desde otro orden.
Esta nueva perspectiva es un punto donde el tiempo se vuelve ábside; el instante se hace período o era histórica, o algo aún más tremendo: se vuelve destierro y eternidad.
Y tanto el hombre César Vallejo como su “clon”, el libro, transpondrán la prueba de fuego de cruzar los infiernos de lo que es una palabra medida y sopesada en razón de la vida en sosiego, por aquella otra suspendida en el borde del abismo, donde lo dice él–lo cito de memoria– de este modo:
¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para mi pobre ánima viva!
 
6. Un infinito
inaugural
 
En Trilce César Vallejo ya no versifica ni compone; le importa la sensación, la emoción y el vuelo del genio que marcan el ritmo, que imponen el tono y el gesto en la expresión.
En él deja caer o surgir la palabra en la química pura de la poesía, sin andamiajes ni soportes, donde está el abismo nato.
En él las palabras explotan o afloran con libertad absoluta, con un impulso vital inatajable, con una ansiedad y un temblor que asombra y estremece, con un poder que ciega y que espanta:
En Trilce el lenguaje es fundacional, las palabras emergen como placas tectónicas de un subsuelo en estado de movimiento sísmico, de tragedia cósmica, de ignición.
En él se entresacan no sólo palabras nuevas, inusitadas y asombrosas –como si ellas hubiesen estado esperando siglos o milenios para ser liberadas– para surgir rotundas y naturales desde un infinito inaugural.
 
7. Un nuevo
ritmo estructural
 
En Trilce se vuelven a designar los hechos y las cosas y las situaciones por vez primera, como si se descubriese otra vez la realidad o como si la vida –advertida a pedazos– se mostrase entera; como si este mundo fuera a la vez otro mundo.
Graniza tánto, como para que yo recuerde
y acreciente las perlas
que he recogido del hocico mismo
de cada tempestad.
No se vaya a secar esta lluvia.
A menos que me fuese dado
caer ahora para ella, o que me enterrasen
mojado en el agua
que surtiera de todos los fuegos.
En él la lógica estalla y se tritura todo sentido. Y qué bueno que el primer explosivo se ponga en la racionalidad y en el orden establecido, donde se hacen astillas y detonan también las convenciones y las formas.
Aquí las palabras adquieren un nuevo poder cataclísmico pero, a la vez, dulce y piadoso, con un nuevo ritmo estructural, con marejadas de antítesis, de rupturas esquemáticas, de vendaval existencial; de ser, sufrir, estallar de gozo y morir. 
 
8. Por eso yo
también he sido así
 
Sino, he aquí el poema XIV de Trilce:
Cual mi explicación.
esto me lacera de tempranía.
Esa manera de caminar por los trapecios.
Esos corajosos brutos como postizos.
Esa goma que pega el azogue al adentro.
Esas posaderas sentadas hacia arriba.
Ese no puede ser, sido.
Absurdo.
Demencia.
Pero he venido de Trujillo a Lima.
Pero gano un sueldo de cinco soles.
Pero, también, donde hay lugar a la dulzura y a la confidencia:
Mentira. Si lo hacía de engaños,
y nada más. Ya está. De otro modo,
también tú vas a ver
cuánto va a dolerme el haber sido así.
Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
por eso yo también he sido así.
 
9. Supra conciencia
cósmica
 
Aquí todo resulta inusitado y dispuesto a tomar otra configuración.
El mundo se ha deshecho para que a cada palabra surja un nuevo y exacto lugar, pues ha ocurrido una hecatombe.
El mundo se ha deshecho para que él escoja los elementos convertidos en estado puro, y con soberanía, en palabras de sumo poder y omnipotencia.
Para que todo se lo vaya situando de un modo totalmente nuevo, reciente y original. En Trilce hay una conciencia absoluta de lo inmenso e incorruptible que es el acto creador, que es situarse al lado de Dios.
Y es que César Vallejo tenía frente a la poesía una supra conciencia cósmica, como un arte que exige la más ceñida, fiel y ardua dedicación, donde cada palabra es un mundo dominado, un reino conquistado, un territorio vencido y puesto bajo nuestros dos pies.
Y así como Machu Picchu fue un refugio de piedra de los Incas de Vilcabamba que defendieron la última luz primigenia del Incario, igual Trilce encarcelado es el libro que funda de nuevo cada vocablo en su significación primordial.
 
10. Sombra
y rumor
 
En él se vuelve a someter a un orden de verdad y autenticidad cada rasgo y cada giro del lenguaje.
En él se inaugura una nueva manera de asumir la poesía, donde las palabras están suspendidas en una eternidad como fondo y en una infinitud como marco.
Y se siente que ellas emergen de la esencia más honda y total del ser, del alma humana y del mundo.
En Trilce él baja a los infiernos del idioma; deja la composición, abandona los caminos trillados y otros aunque poco transitados, pero de todos modos caminos perceptibles, intuibles, presentibles, para sumergirse en los abismos del ser.
En él todo es sombra y rumor, fragua y combate, donde la tierra y las rocas arden, donde no se aventura nadie porque son regiones inexpugnables.
Es órbita prohibida para toda y cualquier ánima viva, donde reza a la entrada de ese recinto de pavor y de miedo:
Caminante o viajero, aquí deja toda esperanza.
 
11. El telón de fondo
del silencio
 
Con Trilce, él mismo lo dice y lo confiesa, sólo poniendo como testigo a Dios, pudo asomarse y bajar al vacío del lenguaje y de la vida, porque no hay lenguaje en la verdadera poesía que no cargue vida.
De allí sale felizmente aún latiendo, pero completamente transformado, con una dosis y carga de silencio muy grande.
Antes de Trilce Vallejo era jovial, dicharachero, pletórico con el idioma.
Después de su descenso al infierno carga sobre sus hombros, o domina sobre su alma, una dosis muy honda de silencio.
Tanto es así que desde Trilce, cuya publicación data del año 1923, hasta Poemas humanos, fechados la mayoría de ellos en 1937, estuvo en total silencio poético.
Hay 14 años de silencio en que él rumia, medita, cavila.
Está hechizado y herido, con las alas tan estupefactas que escribe, pero solo en el telón de fondo del silencio.
 
12. Trilce se escribió
en la cárcel de Trujillo
 
Escribe, sí, incansable y sin desmayo, pero sin lapicero, ni lápiz ni pluma.
Tampoco con máquina de escribir, sino que escribe en el habla interior de lo que no se dice ni pronuncia.
Con Trilce él prueba, urde el idioma, y a partir de allí, de ese desnudar, copular y arrojarse a la entraña del idioma, él aparece con otra faz.
Es un extraño. Ha cambiado sin moverse ni salir de la cárcel.
Así como El Quijote, la novela por excelencia de todos los tiempos, se escribió en una celda de Sevilla.
Así el libro fundamental que cimenta un nuevo lenguaje en la poesía universal se escribió en una cárcel de Trujillo, en el norte del Perú.
A partir de entonces, César Vallejo es un poeta que escribe sobre el telón de fondo de su propia soledad y silencio interior.
 
13. Experiencia vivida
y ya convertida en descanso
 
Deja a sus amigos de Trujillo con quienes todo era fraternidad, tertulias, fiestas y busca un continente que para él debió serle lo más amargo, cruel e implacable que se pudiera alcanzar a imaginar.
Todo a medida del infierno que acababa de conocer con Trilce, reescrito en la cárcel de Trujillo.
Él pagó con un bien el mal que se le hizo.
Dio a la poesía latinoamericana el orgullo de inaugurar la poesía de vanguardia y el verso libre.
Un libro que ocho años después se publicó en Madrid, con prólogo de José Bergamín y colofón de Gerardo Diego, causando asombro.
Un libro que antes del surrealismo no solo lo anuncia sino que lo plasma y a la vez lo supera.
Todo aquello que en Europa recién era escándalo, aquí en Trilce es experiencia vivida y ya convertida en descanso y sosiego. 
 
14. Todo
lo sacaba de adentro
 
César Vallejo en Trilce ya no reivindica el sentimiento frente a la razón ni la emoción frente al canon o a la forma; sino lo visceral, lo orgánico, la base del hombre, el cuerpo y sus funciones: sudar, toser, defecar, elevándolos a una dimensión metafísica y sagrada, situando estos hechos “en la línea mortal del equilibrio”.
Esta osadía pudiera malograrse total e irremediablemente si se lo hace desde el artificio y desde lo externo, e incluso siguiendo el curso de una retórica impecable o magistral, para ello se cuidaba él de recurrir a los recursos del “secreto profesional”.
La única manera de que formara parte de la agenda poética del presente y del futuro del mundo es que se lo hiciera con ardua autenticidad, con verdad suprema, no exenta de dolor, sufrimiento y martirio.
Vallejo por eso es infinito. Por él afloran elementos que nadie jamás pudo haberlos extraído, porque cavaba hondo y fuerte, en lo profundo y poniendo su vida en riesgo.
“Vallejo todo lo sacaba de adentro”, es la expresión que dijo de él quien sabía mucho de esencias, como es Juan Ramón Jiménez.
 
15. Un catari,
un chuco, un chavín
 
Es Vallejo en Trilce estruendo mudo en la noche de la especie, ancla en el misterio, púa en lo ignoto, en lo más indescifrable de los enigmas
Es un grito, un alarido en la desolación infinita, ferviente y salvaje. Es el ciervo en el bosque atravesado de la flecha de lo divino.
Es la suma de miles de años, es la cúspide, el abismo, el centro oscuro y luminoso de la tierra. Quien bajó a los infiernos del lenguaje en la cárcel de Trujillo. Se probó, sucumbió, murió mil veces y otras tantas volvió a vivir.
Es un inmortal, un catari, un chuco, un chavín como decía de él Georgette. Es la sombra permanente detrás de cada puerta, dentro y detrás de cada alma. Muy dentro de la mía y de mi propio corazón.
Es la suma y resta de los males y los bienes. Es multiplicación que supera y suprime toda división.
Es potencia al cuadrado, logaritmo xpi numérico, trigonometría al infinito. 
 
16. La grande e inmensa
poesía del hombre
 
Roberto Paoli, prestigioso catedrático de la Universidad de Florencia, en Italia que es patria de Virgilio, Horacio, Dante, Petrarca, Leopardi, advierte que en Vallejo hay más densidad genial que en muchos otros de aquellos poetas universales sea nacidos en Italia u otras latitudes.
Es hermoso saber y comprobar no sólo esto, que el nombre de nuestro poeta figura entre las cinco o seis voces más universales, sino otro hecho cual es que él fue un hombre íntegro, bueno y cabal.
Es el diáfano antropoide consciente de cuál es la cifra y la clave de nuestro destino.
Por eso, Paoli divide a los poetas en dos grupos, diciendo que “en uno están todos los poetas y en el otro sólo César Vallejo”.
Y es que nadie como el poeta de Santiago de Chuco se situó tan en la esencia, como también en la cima, de lo que es la grande e inmensa poesía del hombre.
 
 
VIERNES 9 DE NOVIEMBRE
 
EFEMÉRIDE MUNDIAL
 
AVISA
A LOS
COMPAÑEROS
PRONTO
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
GACETILLA DE PRENSA:
 
AVISA A TODOS LOS COMPAÑEROS PRONTO
 
EFEMÉRIDE MUNDIAL:
 
90 AÑOS DE LA EDICIÓN DE TRILCE,
120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA,
Y HOMENAJE MUNDIAL: CIEN
DE LOS MIL POEMAS A VALLEJO
 
Capulí, Vallejo y su Tierra el día viernes 9 de noviembre a las 7 de la noche en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en coordinación con la Convocatoria Mundial Mil Poemas a Vallejo, promovida desde Isla Negra en Chile por el poeta Alfred Asís, y contando con el apoyo del Vicerrectorado de Investigación la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, realizará el acto solemne de homenaje a César Vallejo.
El acto que se iniciará a las 7 en punto de la noche del día viernes 9 de noviembre en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, comprende un nutrido programa de conferencias, semblanzas y números artísticos.
Entre otros contenidos figura en el programa exposición del Dr. Walter Vásquez Vejarano: Bienvenida. César Vallejo, poeta de aldea y universal; palabras de homenaje a los patriarcas del vallejismo recientemente fallecidos César Vallejo Ynfantes y Jorge Puccinelli;, exposición de Julio Yovera Ballona: César Vallejo peruano de alma, y universal; de Carlos Castillo Mendoza: César Vallejo y el humanismo militante; Alfred Asís, poeta de Chile: Testimonio de la Convocatoria Mundial Mil Poemas a Vallejo; de Danilo Sánchez Lihón, Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra: Saludo y agradecimiento: Nunca antes se amó tanto.
La actuación artística abarca: declamación de Telúrica y magnética de César Vallejo, a cargo de Frederik Sotomayor; declamación de Hallazgo de la vida de César Vallejo a cargo de Lucero Díaz Flores. El homenaje musical incluye la interpretación de Amanecer andino y El cóndor pasa, a cargo de los maestros Emilio Morillo, en la quena, y Julio Humala en la guitarra.
Este acto académico, artístico y cultural se organiza en razón del cumplimiento de los 90 años de la edición de Trilce, ocurrida a fines de octubre del año 1922; los 120 años del nacimiento del poeta, acontecida en marzo de 1892; y de la edición reciente de la obra: Solidaridad, Cien de los Mil Poemas a César Vallejo, que forma parte de la Convocatoria Mundial Mil Poemas a Vallejo, publicación dedicada a recoger fondos para incrementar diversas bibliotecas de niños de la provincia de Santiago de Chuco, Tierra de Vallejo.
El ingreso es libre, se agradece su gentil asistencia como la difusión de esta nota informativa.
 
NUNCA ANTES
SE AMÓ TANTO
 
Prólogo del libro:
Solidaridad, Cien de los Mil
Poemas a César Vallejo
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1.
 
Quiero agradecer en nombre de mi pueblo Santiago de Chuco, tierra natal de César Vallejo, y en representación de mi país, el Perú, por la magnífica y portentosa culminación de la movilización universal denominada “Convocatoria Mundial Mil Poemas a Vallejo”propiciada con visión, nobleza y laboriosidad desde Isla Negra en Valparaíso, Chile.
Desde el 19 de agosto del 2012, hasta el 30 de diciembre del mismo año, fecha de cierre de recepción de trabajos, en apenas cuatro meses y medio, Alfred Asís, logró la proeza de coronar este certamen internacional hasta su plena realización, superando las expectativas que se había trazado, llegando a sobrepasar la meta de mil poemas, que han sido remitidos desde distintas partes del orbe.
Nunca antes hubo una vibración tan intensa y genuina, tan desprendida en sus propósitos y fines, tan generosa y prístina en sus ideales, tan espontánea y prolija en la acción de los hombres latiendo al unísono, dedicada a un poeta aparentemente sin éxito en la vida y cuyos textos principales se publicaron como obras póstumas.
 
2.
 
Nunca antes se amó tanto, se soñó tanto y se veló hasta tarde al unísono en los puestos de vigía de la poesía hecha queja, denuncia, como también canto y celebración.
Nunca antes las lámparas estuvieron encendidas y no prosternadas desde la noche hasta el amanecer, enlazadas en esencia por la misma flama o decisiva quimera.
Nunca antes el globo terráqueo se sintió tan trémulo, sintonizado y comprometido por un mensaje de solidaridad y de cariño legítimo, puro y verdadero.
Nunca antes comulgaron tantos hombres juntos ante la hostia de la fraternidad humana, que es la razón por la cual César Vallejo vivió, padeció y murió en la cruz de la España ensangrentada.
Nunca antes la vida fue más indiscutible, más vibrante y sensitiva, congregados todos ante el mismo emblema, en un acto de identificación, más hermanados que en ningún otro tiempo.
 
3.
 
Porque nunca cada letra de los versos que se escribían se acoplaban mejor con las letras de otros poemas escritos en lugares distantes.
Porque se daba un hecho consumado, en razón de un poeta que murió aparentemente derrotado por la hecatombe de sufrir la evidencia de ciudades sepultadas por aviones mercenarios
Porque cada letra de los versos, en este caso, son un dedo que se entrecruza con otro dedo de una mano extendida, que se junta con otra mano blasonada por el abrazo.
Porque cada aurícula de corazón estrechamente enlazado, pese a las distancias, ahora palpitan sincopadas, letra a letra, sílaba a sílaba, latiendo juntos con otro corazón.
Porque unos sueños esbozados en la antípoda del planeta se entrelazan con los sueños de alguien que siente y piensa con el mismo temblor, pese a que uno sueña despierto porque a ese lado del mundo alumbra el sol y el otro sueña dormido porque en su país es la noche.
Sintonizando con una utopía que pervive, y que lleva el nombre de César Vallejo.
 
4.
 
Querido y entrañable amigo Alfred Asís: esta es la fuerza de la poesía que necesitamos para cambiar el mundo. Y tú has pulsado la cuerda de ese violín supremo. Has tañido esa campana mítica, has logrado arrancar sus dobles y repiques más audaces y efectivos. Y sus acentos más agudos y graves, como sus notas más prístinas.
Y he aquí que se muestra la pradera de la tierra anhelada, que ahora sí la vemos verdecer y fructificar, espiga tras espiga, hasta ser un campo copioso y de amanecida. Porque cada verso que se muestra en esta era, o parva según el habla de mi tierra y Tierra de César Vallejo, es espiga de campos sembrados de altruismo, de fe en los hombres que es lo que necesitamos tanto ahora y en este tiempo oscurecido.
Es muestra de cariño legítimo entre los seres humanos, sin cálculos, recelos ni egoísmos. Lo que nos muestra esta gesta es que hay una pradera extendida a lo largo y ancho de la faz de la tierra, atenta a dar mieses de ternura.
Y hacer que los dones que la poesía nos dispensa se tornen en capullo. Y pronto en flor, haciendo que la realidad madrugue distinta y hermosa. Ante esto, ante esta alegría es genuino llorar. Y he llorado ante esta gesta, hazaña y epopeya, esta sí epopeya verdadera.
 
5.
 
Hay unos sabios proverbios que expresan que al honrar, que es lo que tú has hecho, Alfred, te honras a ti mismo. Y te honramos los demás. Que a tal señor, tal honor. Que el saber reconocer es la deferencia que se debe a la virtud. Y tú lo has consumado.
Ningunas palabras más precisas para relievar tu labor y reconocer la proeza de haber logrado esta convocatoria mundial y la publicación de esta obra.
Y mundial desde que no solamente han participado poetas de América Latina o de lengua castellana, sino poetas de los cinco continentes y en diversas lenguas.
Lo que prueba que el enunciado respecto a la universalidad del poeta César Vallejo, era exacto; pero que ahora hay la prueba visible, simple y fehaciente, que lo corrobora esta épica.
Al honrar te has honrado, apreciado amigo. Al admirar a Vallejo has logrado concitar la admiración general de quienes se acercan a ver este prodigio de realización.
Al deponer muros y limitaciones has sido acogido por todos los pueblos del mundo.
 
6.
 
Pero hay otro aspecto significativo entre los muchos que tiene esta obra, cual es que se lo ha convocado desde Chile y desde la emblemática Isla Negra.
Este hecho encierra un profundo significado no solo para la poesía, y que tampoco queda reducido al ámbito de la literatura de nuestros pueblos, sino que traspone su influjo para valer ante el género humano en general como un canto de hermandad entre los hombres.
Y qué bien que el emblema sea César Vallejo, un hombre cabal, solidario en todo, lleno de amor al prójimo, quien reclamaba que todo sea humano, que el caballo sea un hombre y hasta el cielo todo un hombrecito.
Es cierto, contando además con la estrecha colaboración de instituciones del Perú como el Instituto de Estudios Vallejianos, la Asociación de Egresados Sanjuanistas, en Trujillo; del SIPEA-Perú; de AEADO; Capulí, Vallejo y su Tierra; y muchas otras instituciones en diferentes países, como el Instituto de Estudios Vallejianos de la Brigham Young University de Utah, en Estados Unidos.
Este homenaje mundial es un hito histórico en la vida de César Vallejo. Porque es colectivo, de todas las ideologías, razas, sangres, religiones. Y disponible a todas las extracciones y condiciones sociales, laborales y humanas.
 
7.
 
Tampoco es solo de intelectuales, sino que es un evangelio ecuménico que se dice en poesía.
Es un acto espontáneo, de adhesión natural y voluntaria, de sentirse seres con fe, que quieren y que aman, en donde habla el sentimiento y no la intelección.
Tampoco es ditirambo de conveniencia por un hombre o un poder que vaya a recompensarnos por esta manifestación de afecto. No. No es esa su motivación.
Y ahora bien, ¿por qué Vallejo?
Y respondo: Porque es un hombre que todo lo sacrificó por exaltar una utopía moral profundamente humana, que consagró con actos señeros y con principios fundamentales.
Y esos fundamentos coinciden con la causa más sacrosanta de la vida, cual es ser hermanos.
En eso radica la grandeza de este hombre.
Y si a eso se suma que fue un genio del lenguaje, que todas esas esencias las dijo, como Jesús de Nazareth, en conmovedora poesía.
A eso se suma que lo expresa con la dignidad y majestad de que está imbuido lo sagrado, situando sus poemas como Nuevas Sagradas Escrituras.
 
8.
 
Además, porque está ungido de lo que somos todos pero que él eleva a postulado de pasión y de fe. Porque es un redentor humano, con sus nos, sus todavías, sus rictus, sus gerundios, sus errores y también miserias. Todo en él resulta representativo de lo llano, de lo que surge de abajo, de lo hondo y dolido.
Porque nunca se había visto un poeta que fuera capaz de hacer ingresar al dolor social en sus versos, al pueblo en sus tropos; en donde cabe toda la humanidad, no de manera figurada sino efectiva, viva y en acción. Porque esa humanidad ingresa para salvar a un individuo, a uno solo. Y con él a toda la especie, como ocurre en el poema masa.
Y es que cada verso de César Vallejo no es composición poética sino extracto de vida y pensamiento, producto quintaesenciado de experiencia histórica.
En él encontramos la poesía más que como fenómeno de la palabra, como verbo hecho acción y convertido en venerable silencio. Es por eso que a Vallejo, como dice un poeta español amigo mío, lo leemos de rodillas. Como otro egregio personaje del Perú, don Juan Mejía Baca, expresó:
Yo no leo a Vallejo. Yo lo rezo.
 
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Por eso, me parece emocionante esta solidaridad que ha puesto de manifiesto la Convocatoria Mundial Mil Poemas a Vallejo.
Por eso nos parece digno de elogio este homenaje a un hombre que vivió en la pobreza más absoluta y hasta de la caridad de sus amigos. Nos emociona esta devoción hacia una luz tan clara en estos tiempos indolentes y aciagos.
Esta identificación con un hombre que al morir no tenía otra camisa, ni otros zapatos, ni otra muda de ropa. Quien no atesoró ningún bien material, no tenía un solo mueble, no le pertenecía una silla, una mesa, ni siquiera una caja de fósforos, ni una piedra en qué sentarse y donde reclinar su cabeza. Y ahora, en contraste, ver esta riqueza, esta prodigalidad inapreciable de emociones, este banquete y fiesta del alma.
En este espacio que abre el libro se confunden banderas, se entrelazan acentos, materias, alientos diversos. Se unen estados de alma. Se abrazan hombres y mujeres, de distintas edades. Se agolpan todas las sangres.
Es un cosmos, es una cosmogonía. Son voces de diversos pueblos, religiones, creencias, opciones ideológicas, caracteres y temperamentos. Es un decantar dialéctico. Es un prisma, un caleidoscopio, una amalgama, un arco iris que se eleva. Inatajable, suave y violento. Dulce y cruel. Agobiado y feliz.
 
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Por la cobertura, por el lapso breve desde su convocatoria hasta su culminación, por los mínimos recursos empleados para la inmensidad de los resultados obtenidos, es un hecho memorable, legendario y un canto de gesta.
Es esta una obra monumental, gigantesca, es una hierofanía por la emoción y los valores implícitos. Porque tiene en su trasfondo la hermandad de los pueblos.
César Vallejo es el poeta de la fraternidad humana, quien llega y pone en evidencia el poder de la poesía, con su extraordinario valor para contraponerlo a esta sociedad neoliberal infame y nefasta.
Porque es saber reconocer valores pese a las fronteras, nacionalismos y los halcones al acecho. Porque es desprenderse de prejuicios, porque hay transparencia y hay grandeza.
 
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Porque lo anima el afecto al hacer que prevalezca la poesía, ese reino antes de fábula, esa morada que al final se ha convertido en refugio y esperanza. Esa estancia y ese universo que se creía que era el de las idealizaciones, las ensoñaciones y escapismos gratuitos.
Sin darse cuenta que la poesía es quien da la cara, va a la lucha y finalmente debe de gobernar el mundo. Por eso, quiero agradecer de veras a todos quienes han escrito sus poemas porque forman parte de aquella red que ha de amparar y proteger el mundo.
En el fondo, el sentido de todo esto es buscar la verdad. Y tú lo has hecho, Alfred, y ahora tenemos el libro entre las manos.
En el fondo es actuar orientados por los tesoros que hay ocultos, y tú lo presentiste y lo has encontrado.
En el fondo es palpar en donde hay un borbotón de agua y ha surgido un torrente.
De lo que se trata ahora es de construir un camino y trazar un puente. Y dar nacimiento a una flor nueva, imprevista y que inaugura un tiempo nuevo.
A todo esto corresponde a partir de ahora alentar actos de creación heroica.
 
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Por eso, y como organizadores, que han sabido escoger el diamante preciso y entregárselo al mundo, reconocer esta grandeza y su visión de conjunto.
Gracias, Alfred, has uncido tu carro a un cuerpo celeste. Y al respecto, referiré que Vallejo se definió como un “poeta nómade”. Es decir un astro y luz errante.
¡Cómo no iba a serlo! Su carro está atado a las estrellas que giran y son cometas.
Y a ti, César Vallejo, dirijo estas últimas palabras:
No fue en vano que tú forjaras tus pasos tal cual lo hiciste. Después de 120 años en que nacieras, he aquí tu obra. Y he aquí tu legión que repite tus versos:
Ya va a venir el día, ponte el alma. ...
Ya va a venir el día, ponte el cuerpo. ...
Ya va a venir el día;
la mañana, la mar, el meteoro, van
en pos de tu cansancio, con banderas, ...
ya va a venir el día, ponte el sol.
 
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