miércoles, 28 de noviembre de 2012

EN DEFENSA DEL PATRIMONIO - FOLIOS DE LA UTOPÍA: UN HOSPITAL QUE ES SÍMBOLO DE LA SOLIDARIDAD DE DOS PUEBLOS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2012, AÑO
DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA
Y CONSTRUYENDO LOS ANDENES NUEVOS
 
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TUPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
POR LOS 120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA
Y 90 AÑOS DE LA EDICIÓN DEL POEMARIO TRILCE
 
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VIERNES 30 DE NOVIEMBRE
7 PM.
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Y ESCUELA NACIONAL
SUPERIOR DE FOLCLORE
 
DISTINCIÓN
AMAUTA
DEL PERÚ ETERNO
A
EMILIO MORILLO MIRANDA
1. Bienvenida y presentación
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
Presidente
de Capulí, Vallejo y su Tierra
2. Trascendencia de un maestro
MARÍA VICTORIA GONZÁLES
3. Significado y valoración
ROEL TARAZONA
Director de la Escuela Nacional
Superior de Folclore
4. Testimonio de vida
EMILIO MORILLO MIRANDA
5. Distinción
AMAUTA DEL PERÚ ETERNO
6. Presentación artística: Estudiantina
de la Escuela Nacional de Folclore
CONDUCCIÓN:
JAVIER SALAS
RAMÓN NORIEGA
MANUEL RUIZ PAREDES
LIMA, VIERNES 30 DE NOVIEMBRE. 7 PM.
Sede: Auditorio
Escuela Nacional Superior de Folclore
Jr. Ica 143. Centro de Lima
 
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VIERNES 21 DE DICIEMBRE
 
RITUAL ANDINO
DEL CAPAC RAYMI
Y ÁGAPE VALLEJO
 
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
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XIV CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2013
POR LOS CAMINOS DE VALLEJO
LIMA, TRUJILLO, SANTIAGO DE CHUCO
14 Y 15 DE MAYO EN LIMA
16 DE MAYO EN TRUJILLO
17,18 Y 19 DE MAYO EN SANTIAGO DE CHUCO
 
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ACTUALIDAD
 
EN DEFENSA
DEL
PATRIMONIO
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
 UN HOSPITAL
QUE ES SÍMBOLO
DE LA SOLIDARIDAD
DE DOS PUEBLOS
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1. Iluminar
y fortalecer
 
Así como no hay que olvidar las guerras, ni los motivos que la produjeron para evitar que en la historia se vuelvan a repetir los mismos errores, ni desconocer los intereses subalternos que las alentaron, ni dejar de tener en cuenta cómo fueron los comportamientos de los diferentes actores, ni los detalles de cada movimiento, así también no debemos olvidar los afectos, las adhesiones y fervores de pueblos amigos.
Porque todo ello nos deja lecciones que no debemos desatender acerca de cómo son los países y, sobre todo, auscultar nuestras debilidades y fortalezas para atenernos a ellas en las nuevas circunstancias que se presenten, siendo importante ser gratos con quienes nos manifestaron, en acciones concretas, su lealtad de amigos, su fidelidad de seres humanos, su solidaridad de hermanos.
Y las adhesiones de Cuba al Perú como las del Perú a Cuba son históricas y proverbiales. Hay entre nuestros países, comuniones que debiéramos resaltarlas y cultivarlas cada día más. Hay páginas sublimes cuyo resplandor debiera iluminar y fortalecer más nuestras relaciones.
 
2. Izando
por primera vez
 
Ahora bien, las nuestras son hermandades que se hunden en el tiempo. No son únicamente de esta época, ni solo pertenecen a una etapa histórica, ni únicamente se dieron con un régimen, ni las signa tal o cual ideología dominante en un momento determinado.
Son los nuestros apegos y querencias con mucho fondo y lastre, con mucha más transparencia y esperanza que las comunes y corrientes.
Así, en la Independencia de Cuba tuvimos la valerosa participación de soldados peruanos luchando por esa noble causa del país hermano. Entre otros a Leoncio, Grocio y Justo Prado, hijos de quien era Presidente de la República del Perú, don Mariano Ignacio Prado.
Y hay hazañas legendarias como la captura del barco Moctezuma de la poderosa Armada Española a cargo de Leoncio Prado, que bautizó con el nombre del héroe cubano Céspedes, izando en él, y por primera vez en un barco, la bandera del pueblo que estaban liberando, fundando así la Fuerza Armada de ese país hermano.
En esa contienda desde el Perú se transfirieron armas para apoyar el movimiento independentista de Cuba.
 
3. El apóstol
José Martí
 
En la infausta Guerra del Pacífico tuvimos a soldados cubanos que lucharon defendiendo la causa del Perú.
Así Ulises de Céspedes, quien peleó al lado nuestro en la guerra con Chile y murió en combate.
Y el apóstol de aquel pueblo hermano, José Martí, fustigó duramente a Chile condenando la invasión al Perú, expresando este anatema:
“Niego a Chile el derecho de declarar la guerra al Perú”.
Y dilucida luego las razones, y rebate minuciosamente los argumentos de Diego Barrós Arana de Chile, expresando como motivación de ese país para invadir al Perú las siguientes:
“… el odio misterioso e implacable: el odio del que envidia una superioridad de espíritu y una largueza de corazón que no posee. El odio del que no inspiraba simpatías hacia el que las inspira. El odio del mezquino al generoso”.
(Cuaderno N° 13 de Obras Completas de José Martí, edición cubana).
 
4. Libres,
fraternos
 
Por eso, cuando el domingo 31 de mayo del año 1970 a las 3 y 23 minutos de la tarde, remece el departamento de Ancash y otros departamentos del norte del Perú, el sismo pavoroso y devastador de 10 y 11 grados en la escala de Mercalli, seguido de un alud que sepultó a la ciudad de Yungay, Cuba estuvo inmediatamente presente al lado nuestro.
El sismo causó la muerte inmediata de 80 mil personas y 20 mil quedaran como desaparecidas, dejando sepultadas ciudades íntegras como Huaraz y Yungay.
Entonces Cuba estableció un puente aéreo que en dos semanas tuvo ocho vuelos cargados cada uno de 7 toneladas con enseres, medicinas, ropa, camas y material quirúrgico.
En una semana se recolectó en la isla 110 mil litros de sangre cubana que fue trasladada al Perú para auxiliar a las víctimas del terremoto. Eran multitudes que esperaban ordenadamente en la fila para donar su sangre generosamente, por lo cual tuvieron que abrirse nuevos establecimientos de recolección en plazas y lugares públicos. Fueron gestos espontáneos, libres, fraternos. 
 
5. Carecía
y obsequiaba
 
En tanto dolor fue reconfortante y conmovedor ver al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en la camilla y con el brazo extendido hacia fuera de ella, con la aguja ya inserta y en la manguerilla el rápido fluir de la sangre, que junto a los esparadrapos y las gasas figuraban la bandera rojiblanca del Perú, para donarla a madres, niños y heridos de una tierra devastada por la fuerza brutal de la naturaleza.
Un cuatrimotor turbohélice transportó desde Cuba al Perú a expertos en epidemiología y a funcionarios del Ministerio de Salud de Cuba, entre otros al Ministro de Salud de ese país, el Dr. Eleodoro Martínez Junco, quien expresó: “Si se requieres sacrificios lo haremos con tal de ayudar”.
¿Por qué lo decía? Porque Cuba estaba bloqueada. No tenía medicinas sino las indispensables para hacer sobrevivir a su población. Carecía de alimentos y envió hacia aquí toneladas de productos agropecuarios.
Además, el Perú no tenía relaciones diplomáticas con Cuba, las mismas que fueron interrumpidas por el gobierno anterior de Fernando Belaúnde Terry, obedeciendo instrucciones norteamericanas. Cuba era un pueblo vilipendiado por la prensa y amenazado por las armas del país más poderoso del mundo que actuaba a unas cuantas millas de sus costas.
 
6. Honrar,
honra
 
Símbolo de esos hechos que enaltecen a los pueblos, vestigio de esas corazonadas con las cuales podemos construir un mundo mejor, obra concreta que guardan y sintetizan esos alientos y esas palpitaciones del alma, es el Hospital Materno Infantil César Vallejo de Santiago de Chuco que donara la hermana República de Cuba en esas fatídicas circunstancias. Ese hospital entonces es un símbolo excelso, y quieren destruirlo.
Para edificar dichos hospitales en toda el área devastada por el terremoto, aviones cubanos realizaron un puente aéreo trayendo el material prefabricado, toneladas de materiales, como medicamentos, equipamiento, personal asistencial y de construcción. A ese hospital y a iniciativa de ellos mismos, se le puso el nombre de César Vallejo.
Nos hicieron el homenaje de llamarlo así. Pudieron decir que se llamara José Martí, o Leoncio Prado, pero, no. Siendo todo así: ¿Podemos destruirlo? Es un monumento a lo mejor que podemos ostentar los hombres, cual es: la hermandad y la solidaridad humana, de la cual es símbolo también César Vallejo. Debemos por eso atesorarlo como una joya y sentirnos jubilosos, ufanos y orgullosos de tenerlo. Démosle también nosotros el homenaje de honrarlos; porque honrar, honra.
 
7. El cariño
y la adhesión
 
Quizá no haya mejor campo en el cual consagrar y reverenciar una hermandad que en el campo de la salud. Y en el cuidado y desvelo por la madre y el niño. ¡Y ese es el caso del Hospital Materno Infantil César Vallejo!, como fue la intención, y en gran medida se ha cumplido y se ha hecho realidad, de la atención que ha cumplido a lo largo de 40 años de funcionamiento el Hospital Materno Infantil de la solidaridad peruano cubana.
Vinieron trabajadores cubanos a edificarlo.
Nunca supimos de un solo gesto de querer difundir algo de su doctrina ni de su situación, pese a ser la de un pueblo bloqueado económicamente al cual se le negaba el derecho mínimo de tener medicamentos del mundo occidental o cualquier otro bien, nada.
¿Acaso? Jamás. Al contrario. Eran personas que por su amabilidad, por su don de gentes ganaban el cariño y la adhesión de la población.
 
8. ¡Quién
de nosotros?
 
Hay la amenaza hoy de su derribamiento para allí construir otro hospital, habiendo tanto espacio propicio. ¡No hemos de permitirlo jamás! Basta ya de burlas al pueblo, a su dignidad y a su memoria. Queremos autoridades conscientes, sensatas, mínimamente inteligentes y no aquellas de las cuales hay que estar cuidándonos por los desmanes que hacen.
Al pueblo se lo respeta y las autoridades lo son legítimamente en la medida en que representan el sentir y el pensar de la gente, de lo contrario dejan de tener legitimidad. No se es autoridad para realizar caprichos. Se es autoridad para defender aquello que se tiene que defender. Es importante un nuevo hospital, pero sin destruir la memoria de lo mejor que nos ha tocado como pueblo: la solidaridad de un país hermano.
Este hospital ha desempeñado un servicio intenso, multitudinario, heroico. Ha servido durante cuarenta años de manera ininterrumpida, heroica, con todos sus problemas.
¿Quién de nosotros no ha ido hasta allí aquejado de alguna dolencia o para acompañar a algún ser querido?
 
9. Juegos
furibundos
 
El terreno donde fue construido eran chacras donde se cultivaba maíz, con altos cercos de pencas y siempre un maguey donde solía posarse en la tarde un zorzal; y añosos eucaliptos ululantes. Y cerca quedan los manantiales, los ojos de agua o puquiales, lugar al cual denominábamos de niños La Pera.
Fue donado por la señora Amanda Vásquez de Ferrer y la Sra. Marcionila Alfaro, quienes eran dueñas de la mayor parte del terreno.
Pero también ayudó a superar una serie de inconvenientes del área física la decidida actuación de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago de Chuco presidida por don Luis Barreto Alayo quien después se desempeñaría como prominente Alcalde Provincial de Santiago de Chuco.
El terreno era llano, hasta donde llegábamos las parvadas de niños buscando sitio donde jugar a la pelota. Y lo hallábamos pronto donde las cañas secas después de las cosechas de maíz ya no eran mordisqueadas por las vacas que allí dejaban. Entonces entrábamos a aplanar los montículos con nuestros juegos furibundos, antes que las dueñas nos corrieran con sus gritos.
 
10. En cuya
memoria
 
Sobre esas espigas, resondros y trinos de pájaros se erigen ahora camillas, laboratorios y se alinean las camas de los enfermos.
El diseño del edificio y los materiales que lo sostienen se hicieron y trajeron desde Cuba. Desde allí se trasportó el material prefabricado, se trajeron equipos, instalaciones, herramientas.
Aparecieron un día echando cimientos y levantando muros en su construcción obreros, técnicos e ingenieros cubanos, de hablar modoso, cordial y eufemístico.
Uno de ellos murió en el trayecto de Trujillo a Santiago de Chuco, al desbarrancarse la camioneta en la cual viajaba, a la altura del desvío a Otuzco.
Fue el ingeniero Elpidio Beróvides Pérez, un hombre amable, afectuoso y bueno que fue muy llorado en nuestro pueblo, y en cuya memoria lleva su nombre el Hospital de Otuzco.
El Hospital de Santiago de Chuco fue inaugurado, y entró en funcionamiento, el 10 de junio del año 1972.
 
11. ¡Pero,
cómo!
 
Su nombre es Hospital Materno Infantil César Vallejo, aunque siempre ha funcionado como Hospital General, con los siguientes servicios básicos:
Medicina general
Ginecología
Cirugía
Rayos X
Odontología
Laboratorio y farmacia.
Cuenta con 24 camas y laboran en él médicos, odontólogos, enfermeras, auxiliares y personal de servicio.
Siempre la afluencia es numerosa, principalmente de personas del ámbito rural que concurren allí con toda su familia.
Ahora está en pie una movilización ciudadana en Santiago de Chuco para que dicho nosocomio no sea demolido, con el pretexto de que allí mismo será construido un nuevo y moderno hospital. ¡Pero, cómo! ¿Si allí si hay tanto sitio disponible?
 
12. Tal y como
se lo había concebido
 
Nadie se opone a que en Santiago de Chuco se construya un Hospital General moderno y bien equipado. Se requiere de servicios de salud integrales, eficaces y de alta calidad, pero sin destruir lo que ya está construido. ¿Cómo aceptar esto habiendo tanto terreno sin uso? ¡Miles de hectáreas en los alrededores de nuestro pueblo!
Este es un hospital histórico, con cuarenta años de servicios ininterrumpidos. Hay en sus ambientes una trayectoria histórica que no podemos soslayar, y un origen que es importante enaltecer. Conservar sí, mejorar también. Reparar es ineludible.
Es necesario que este hospital funcione como inicialmente fuera concebido, como un hospital en el área materno infantil, separado de un hospital general, para librar al niño y a la madre de virus contagiosos que existen en un hospital general.
Que este funcione como el hospital materno infantil, tal y como se lo había concebido originariamente.
 
13. Del ser
de la gente
 
Él constituye ya nuestro patrimonio y es herencia nuestra anímica y social.
Es símbolo de la solidaridad de dos pueblos hermanos, unidos por muchos hechos que constituyen efemérides, epopeyas, que pese a estar distantes nos queremos.
La conservación del patrimonio es lo mejor que podemos enseñar a nuestros niños. Evidenciar que hay pueblos que nos queremos y respetamos. Es encomiable mostrar, que hay pueblos que acudimos a socorrernos en las desgracias. Es edificante constatar que no estamos solos en el universo.
De tal modo, al mismo tiempo que funcionar como un hospital materno infantil, podría ser a la vez un museo educativo, formativo del ser de la gente y de nuestra población.
Porque hay también que formar sensibilidad acerca de nuestro patrimonio, para que nadie se le ocurra atentar contra lo que son bienes históricos y culturales.
 
14. Edificar
nuestra alma
 
Gratitud es el concepto. Pero ni siquiera es gratitud hacia los demás sino hacia nosotros mismos. ¡Ser gratos y personas que estiman lo que son, lo que han sido y han de ser, es el mensaje!
Cultivar la colaboración entre los pueblos. Y no quedarnos sin memoria. ¡Esa es la consigna!
Educar en la sensibilidad de cuidar y conservar nuestro patrimonio, de tal modo que no tengamos que estarnos sublevando para defender algo de sentido común.
Sembrar entre niños y jóvenes esa sensibilidad, de tal modo que sea natural conservar, para que a nadie se le ocurra destruir identidad.
Porque si no: ¿Para qué existir si vamos a ser pueblos sin alma? ¡Edificar nuestra alma con los más nobles sentimientos, esa es la prédica! Por todo ello: ¡No a la destrucción y al salvajismo!
¡Y que viva la amistad entre los pueblos! ¡Que viva la amistad de Perú y Cuba! ¡Que viva José Martí! ¡Que viva César Vallejo! 
 
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