viernes, 5 de octubre de 2012

5 DE OCTUBRE: DÍA DE LA MEDICINA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: SOBRE EL CUERPO MORTAL, UNA LUZ IMPERECEDERA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2012, AÑO
DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
 
OCTUBRE, MES DE LA SALUD,
LA ALIMENTACIÓN, LA GESTA
DE ANGAMOS; VIDA Y EJEMPLO DE
MARIO FLORIÁN Y LUIS DE LA PUENTE
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
POR LOS 120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA
Y 90 AÑOS DE LA EDICIÓN DEL POEMARIO TRILCE
 
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REFLEXIONES DE VIAJE Y
POLÍTICA DEL VICERRECTORADO
DE INVESTIGACIÓN DE LA UNMSM
 
SÁBADO 3 DE NOVIEMBRE
 
RECITAL:
 
VOCES FEMENINAS DE LA POESÍA VENEZOLANA:
 
OMIRA BELLIZZIO POYER
NIDDY CALDERON PLAZA
SIMONNY AZUL URDANETA
 
Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 2 y 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
 
Ingreso libre.
Se agradece su gentil asistencia
 
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
CALENDARIO DE EFEMÉRIDES 

5 DE OCTUBRE
 
DÍA DE LA MEDICINA
 
FOLIOS DE LA UTOPÍA
 
SOBRE EL CUERPO MORTAL, UNA LUZ IMPERECEDERA
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 “Y olvido
por mis lágrimas…
mis ojos”
César Vallejo
 
“No todos los ojos cerrados
duermen,
ni todos los ojos abiertos
ven”.
César Vallejo.
 
1. Formalizó
este anhelo
En el Día de la Medicina en el Perú, hoy 5 de octubre, qué mejor recuerdo que el dedicarlo a César Vallejo quien escogió inicialmente dedicarse a este desempeño y se matriculó para ser un profesional de la salud, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Formalizó este anhelo el 19 de abril del año 1911, teniendo 21 años de edad cumplidos, inscribiéndose en esa casa de estudios en el primer año de la Facultad de Ciencias y siguiendo los cursos de anatomía, fisiología, antropología, física, botánica, química y dibujo imitativo.
Vive en una habitación de la calle Corcovado 445, junto a su amigo Nemesio León Guzmán. Ha contado, para arribar a Lima, con el apoyo de su padre y de su hermano Víctor Clemente, con la consigna de conseguir lo más pronto posible un trabajo para sostenerse, el mismo que no lo consigue.
Ya no le alcanzan los recursos y tiene que aceptar un puesto de preceptor en un pueblo lejano a Lima, en Ambo, en el departamento de Huánuco adonde viaja a fines del año 1911, abandonando definitivamente sus estudios en la Universidad de San Marcos.
2. Aliviar
el dolor
Pero interesa considerar y apreciar en su real significado esta elección de las ciencias de la salud, de parte de quien posteriormente se consagraría como el poeta de la solidaridad humana, recordando en primer lugar que él era un destacado alumno en las materias de ciencias que eran las de su mayor predilección.
Interesa también registrar el hecho de que la medicina es la ciencia al servicio del hombre la que le atrae, en donde aparece ese otro rasgo constitutivo de su personalidad y de la vida de César Vallejo, cuál es su inclinación por todo lo humano y lo que signifique y represente aliviar el dolor de la gente en cuanto a sus sufrimientos.
Respecto al tema del cuerpo en la poesía de Vallejo existe un libro titulado César Vallejo. Cuerpo y Palabra, de los doctores Roberto Beltrán y Carlos Heredia, que valdría comentarlo en este día que se celebra en homenaje a Daniel Alcides Carrión, personaje eminentemente vallejiano, puesto que se inmoló inoculándose el virus de la verruga conmovido por la muerte de sus hermanos de raza que construían el Ferrocarril del Centro del Perú, libro que dilucida temas relacionados a la medicina y la salud:
3. Por
eso
La proeza de la ciencia y de la sabiduría en general siempre será plantearse una buena, sustantiva y radical pregunta.
Y lo primero que quisiera relevar en el libro “César Vallejo. Cuerpo y palabra”, es la dificultad, la temeridad y la visión de la pregunta:
El cuerpo y la palabra en la obra poética de César Vallejo, que es lo mismo a decir cómo, desde el cuerpo, se siente la poesía.
Y, de qué manera con el verbo, se puede mirar, comprender y transformar la realidad, a través del lenguaje poético, elaborando significados para la vida, y los mundos y trasmundos como lo hace Vallejo.
Un tema así, realmente es arduo porque une opuestos, tratando de conjugar lo concreto, palpitante y tembloroso, como es el cuerpo, con lo etéreo, evanescente y vibrante como es la palabra.
Por eso, lo primero que quisiera destacar en esta obra minuciosa es la osadía en la elección del tema, como es este.
4. Une la tierra
con el cielo
Una investigación, desde la ciencia, y mucho más desde la medicina, y aún más desde la odontología acerca de la presencia del cuerpo en la poesía de César Vallejo, tiene temperamento y fascinación.
Pero aún más: ¡tiene riesgo! Es campo minado, por lo peligroso, y en donde el más hábil explorador puede perderse y sucumbir.
De suyo es una investigación acertada por lo sencilla y a la vez extraordinaria.
Como la actitud de Diógenes que de día andaba con una lámpara encendida por las calles de Atenas en búsqueda de un hombre verdadero y que según la leyenda nunca encontró.
Porque, ¿qué es el cuerpo? Es ala y es cruz. Es enigma, adivinanza y sortilegio.
El cuerpo es el vértice donde se une la tierra con el cielo, donde la palabra nace y donde también fenece.
5. Sino
además
Asumir el cuerpo es asumir nuestra condición vital y a la vez mortal. Al mismo tiempo lo sublime y maravilloso, como lo abismal y pavoroso.
¿Qué es?
El cuerpo es dolorosamente evidente pero a la vez misterio y arrebato. El cuerpo humano es arcano e incógnita dormida y despierta.
El cuerpo en su inclinación de hacer el amor como cuando se arrodilla en la adoración y el perdón.
Que se estira para crecer, luego se reduce, y después se vuelve a estirar para morir.
Para un poeta podría haber sido lo deleznable. Para Vallejo no, desde ahí parte.
Por eso Vallejo no solo es poeta trasgresor, sino además de poeta innovador y, más precisamente, un apóstol y un profeta.
6. Nos
revelan
Pero, ¿por qué es importante este libro?
Nos revela la admiración que suscita un poeta como César Vallejo entre personas plenas e imbuidas del máximo rigor científico, sin salirse de su órbita, midiendo y cotejando la obra poética desde su campo, materia y hasta su profesión de fe.
El libro nos revela en uno de nuestros grandes poetas que poesía y ciencia no son opuestos, ni son campos divorciados sino que al contrario, mutuamente se fecundan.
Hace palmaria la unión del arte y la ciencia, hecho que corrige otro prejuicio, cual es de que Vallejo es poeta subjetivo, que no tuvo mirada hacia otro punto que no fuera versificar. Al contrario. Así como interés para la ciencia lo tuvo para la política.
Nos revela, que de 284 poemas de César Vallejo solo 18 no contienen alusiones al cuerpo. ¿Cómo llamarlo entonces un poeta metafísico, extrañado de la realidad o etéreo, sino al contrario un poeta concreto, casi físico, corporal, tangible? No evadido del mundo, ni extraño ni curioso.
7. Uno
de los temas
Pero, además, se sorprenden los autores de otra revelación en este rastreo, en este contar minucioso de las palabras referidas a uno y otro asunto del cuerpo: cual es que es admirable la cantidad de vocablos referidos a la boca. He allí otro rasgo de un poeta vital.
Y sobre todo de un poeta que privilegió el lenguaje. Vallejo es un poeta del lenguaje: “El yo poético recurre al cuerpo para transmitirlo poéticamente como ve, siente y razona la realidad que vivió desde la infancia hasta su muerte”.
Nos revela este estudio, en la visión de la poesía desde el cuerpo y al contabilizar referencias y analizar cuál es la expresión acerca de los órganos que más se mencionan son: la boca, con 102 referencias, los sexos 71 referencias, las manos 67 repeticiones, el corazón 59 repeticiones, los pies 55 referencias, la sangre 44, el pecho 36, el brazo 30, el labio 29, la frente 24.
Nos revelan los autores lo siguiente y como lo dicen textualmente: “Uno de los temas que nos llamó la atención por su frecuencia e intensidad fue el relativo al erótico sexual”.
8. Tres
cerebros humanos
¿Podremos después de este análisis seguir considerándolo a César Vallejo como el poeta del agobio, de la tristeza, de la melancolía y hasta de la depresión?
O, al contrario, de acuerdo con esta revelación como un poeta vital, como “un buen cholo”, seductor, vital, conquistador, como decimos en mi tierra Santiago de Chuco.
Hay otro rasgo sutil en el análisis cual es que las referencias a los órganos sexuales Vallejo los oculta en metáforas quizá por un especial candor. De los 71 vocablos referidos al sexo utiliza 69 en sentido metafórico.
Se hace una sonda en profundidad, en cómo Vallejo calaba tan hondo, en los estados vegetativos y en los estratos cerebrales, en el funcionamiento de su poesía en los niveles de la conciencia humana con consideraciones basadas en los tres cerebros humanos: el cerebro primitivo, reptiliano (archiopallium), el cerebro del mamífero primitivo (palopallium, y el cerebro del mamíferos superior (neopallium).
9. El principio
y el fin
Un tema como el elegido en este libro es revelador de la poesía del más humano de los poetas, porque el cuerpo es la cercanía con lo humano en su estado más natural y primigenio.
Porque es en el cuerpo en donde late o aletea lo fugaz como lo perdurable, lo efímero como lo eterno. Y es el cuerpo herido, maltratado, mortal.
¿Qué mejor comprenderlo que en la poesía de Vallejo? Porque es en el cuerpo, en nuestra condición sufriente u óptima en donde se da y reside la condición y el destino del hombre.
Las alusiones al cuerpo en Vallejo no se agotan con segmentos, no se reducen a miembros u órganos sino que incluyen sus productos como la saliva, las heces, la orina, el sudor, las lágrimas y aún: el coágulo, el pus.
Así como Vallejo incorporó referencias a posturas corporales, como: de pie, de hinojos, de codos.
De allí que él sea el principio y el fin, el alfa y omega, como lo definiera alguna vez otro espíritu hondo y lacerado, como es José María Arguedas.
10. Dicen
los autores
Y así como Vallejo en la poesía ya no dejó que esta deambulara en los escenarios de los palacios, los salones, ni las alcobas, e hizo ingresar a la poesía en la cocina y hasta al fogón familiar, así cambió la perspectiva en la consideración del cuerpo.
Pasó de la mente y el corazón, para entrar en relación con el cuerpo más integral, para entrar a la sangre y a la boca.
A la sangre circulante y derramada, como hechos llenos de asombro, sufrimiento y expectación, desde donde entona su himno de redención por el hombre
Por dicha razón, este es un libro extraordinariamente revelador por el ángulo, la óptica, el plano desde donde se mira la obra poética de Vallejo.
Es, además, un libro fervoroso, conmovedor y encima un testimonio que se tiende entre la vida y la muerte
“Vallejo se nos muestra trágicamente incurso en la brevedad de una vida que transita a la sombra de la muerte”, dicen los autores.
11. Su rigurosidad
y su desvelo
Qué importante es esta unión entre ciencia y arte. Entre mundo racional y el otro emocional, entre razón y pasión. Y la osadía y a la vez pleno de dignidad hacia nuestro poeta del análisis: el cuerpo en la poesía de Vallejo.
El enfoque es sencillo y osado. Como los grandes saltos de la historia del hombre, son saltos hacia el fondo del abismo. Y el cuerpo lo es. Es un abismo que lo llevamos a cuestas.
Nos revela esta obra el dominio pleno y cabal de parte de los autores de la obra de Vallejo para extraer los versos y las citas del texto pero sobre todo para hacer un análisis exhaustivo, juicioso, inteligente y visionario.
Otro rasgo del libro es la bibliografía exhaustiva y crítica acerca de la obra de Vallejo. Los autores prácticamente han leído una cantidad considerable de obras sobre Vallejo por la pertinencia de las citas, citando lo mejor de lo mejor, hecho que nos revela su rigurosidad y su desvelo. Y esta devoción por Vallejo
12. ¡Tú
lo viste tanto!
Tenemos pues ya la obra que desde la medicina constituye un estudio y una reflexión rigurosa, seria, ecuánime sobre la poesía de nuestro más ilustre poeta.
En este aspecto lo primero que sorprende a los investigadores es el conocimiento profundo que tenía el poeta acerca del cuerpo humano por su inclinación al estudio de la fisiología tanto que él se matriculó para seguir estudios de medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
El conocimiento que Vallejo tenía de la anatomía y de la fisiología era cabal y especializada, como cuando, revelan los autores, Vallejo escribe este verso “pasa el órgano bueno, el de las tres asas”, que es el oído interno, que es el único que tiene tres asas. Solo un especialista conoce de este órgano del oído en donde está el equilibrio humano.
O como cuando se revela que César Vallejo incluso presenta casos clínicos propios de la odontología , cuando por ejemplo dice: “cuya encía late en aquel lácteo hoyuelo / que inadvertido lábrase y pulula ¡tú lo viste tanto!”
13. Erige
en un baluarte
Quiero finalizar diciendo que esta obra tiene otro signo cual es estar como un puente entre la vida y la muerte.
Entre la vida y esa otra dimensión igualmente verdadera y absoluta que es la muerte, dado que uno de los autores del libro, el Dr. Carlos Alberto Heredia murió el 25 de noviembre del año 2008.
Recién se cumplirá ahora cuatro años de su muerte.
En realidad la edición de esta obra realizada por la Facultad de Estomatología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, tiene el mérito de ser un homenaje a tan sentida ausencia que en este momento nos estará contemplando complacido.
Obras como estas enriquecen los aportes peruanos al estudio y valoración de la obra de Vallejo que ya es tarea universal, e iza la bandera de los estudios de punta y se erige en un baluarte.
14. La inmensidad
del océano Vallejo
Debo agradecer al Dr. Beltrán por las referencias que hace al final del libro al viaje que realizáramos juntos a Santiago de Chuco integrando la delegación de Capulí, Vallejo y su Tierra.
Se siente, al coger este libro que ingresamos en un templo, o en varios templos: el templo del cuerpo, el templo del lenguaje o de la palabra, el templo que es Vallejo. Si quisiéramos forzar la figura resistiría este esquema hasta de pretender que la boca humana es un templo. Y al entrar en esos templos dejamos atrás evanescencias y frivolidades.
Es esta una investigación de verificación estadística de resultados, pero más de estupor, de asombro y de esperanza.
Con investigaciones así, sea desde el arte sea desde la ciencia, estamos cada vez más cerca y cada vez más lejos, al mostrarnos la inmensidad del océano Vallejo, y de maravillarnos ante el arcano que representa y significa la poesía de nuestro poeta universal. 
 
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