ALEJANDRINO MONTES
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Por Dario Mejia
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A través del vals también se contaron los crímenes que ocurrieron en la vieja Lima
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Un vals peruano que se entonaba mucho por la segunda mitad de la década de los 10 del siglo pasado me llamó mucho la atención cuando lo escuché por primera vez hace unos años. Pero fue a través de un disco viejo de carbón que escuché el vals 'Alejandrino Montes', del cual tenía referencias solamente, el cual fue creado por el compositor rimense Pedro Arzola y llevado al disco por el dúo Rodríguez y Vargas. En el mismo se cuenta sobre un crimen cometido por un joven y el tema del mismo ha llamado la atención de los que han estudiado e investigado sobre la historia de la canción popular en Perú.
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El vals, al igual que otros ritmos, fueron medios mediante los cuales nuestros compositores solían contar algún acontecimiento, hazaña y hasta crimen que haya ocurrido en la tres veces coronada villa. Por ejemplo, en la edición No. 776 de 'El Cancionero de Lima', de inicios de abril de 1930, se cuenta sobre 'El crimen de Las Carrozas': "Hasta hoy no les pasa el susto / a todas las buenas-mozas / que moran en el vetusto / callejón de las Carrozas. / Pues allí tuvo lugar / esta escena horripilante, / que, como era de esperar, / ha conmovido bastante..."
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En la siguiente edición de dicho cancionero se publicó el tango 'Lechuza' que con música de Garufa y letra de Cucho Fleta contó sobre el crimen cometido por Adolofo Ballesteros, alias Lechuza, quien apuñaló a una trabajadora del barrio rojo XX de Setiembre, en La Victoria. Esta calle, XX de Setiembre, fue escenario de otro crimen que la musa popular también contó en ritmo de vals. En 'El Cancionero de Lima' No. 944, de junio de 1933, se publica el vals 'La asesinada', que cuenta sobre un crimen que acababa de ocurrir en la mencionada calle de La Victoria: "En su domicilio, situado en la calle / XX de Setiembre, calle del placer, / han asesinado misteriosamente / a la Españolita..."
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El tango 'Zapata' con música de Juan de Filiberto y letra de Cucho Fleta fue publicado por la edición No. 786 de 'El Cancionero de Lima', de mediados de junio de 1930. En el mismo se cuenta sobre el asesino sanguinario Zapata, quien llevaba quince muertes en su haber y se decía que en el penal iba a seguir matando ya que asesinaba por puro placer.
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Siguiendo esa línea de contar lo sangriento y criminal a través de la canción popular, en el No. 790 de 'El Cancionero de Lima', de mediados de julio de 1930, y en el número siguiente, se publican canciones que narran el sensacional y horrendo descuartizamiento ocurrido en el Hotel Comercio y descubierto en la calle Concha. Genaro Ortiz mató a su amigo Marcelino Domínguez en el Hotel Comercio para robarle sus ahorros y con sangre fría lo descuartizó y colocó los restos en dos maletas. Con aquel equipaje de muerte abandonó el hotel y alquiló un cuarto en otro lugar donde abandonó las maletas, que fueron descubiertas por el hedor que de ellas emanaba. Dicho asesinato conmocionó y estremeció tanto a la ciudad de Lima que una de las canciones que contaba sobre este crimen espeluznante termina de la siguiente manera: "(...) Desde ahora, al que se vea / con maletas caminar, / tiene que infundir sospechas / de lo que pueda llevar."
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Alejandrino Montes era un joven empleado doméstico provinciano cuando en el año 1916 asesinó a sus patrones con arma blanca, estando su hermana Fabiana, que trabajaba en la misma casa, también involucrada en el caso, y el vals de Pedro Arzola la menciona. Se cuenta que Alejandrino declaró que el asesinato fue por venganza y así también lo señala el vals de Arzola. Sin embargo, las investigaciones y otras canciones que se crearon señalaban que Alejandrino mató a sus patrones por envidia y para robarles. Por su parte, Ricardo Portocarrero Grados, en 'El trabajo infantil en el Perú', Lima 1998, menciona que los niños eran llevados del campo a Lima a trabajar como sirvientes en Lima, donde los abusos y maltratos hacia ellos no habían cambiado, comparado con el siglo XIX. Tal es el caso de Alejandrino Montes, añade Portocarrero, quien, cansado de la situación, asesinó a los dueños de la casa donde trabajaba.
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Cualesquiera que haya sido el motivo que hizo que Alejandrino Montes asesinara a sus patrones, el vals de Pedro Arzola, que cuenta sobre el crimen aquel, se popularizó rápidamente en la ciudad de Lima y el dúo Rodríguez y Vargas lo grabó para el sello Victor el 13 de Septiembre de 1917, en Lima (Disco Victor No. 73634-B). Esta acogida del vals aquel ha asombrado a los que estudiamos e investigamos sobre la canción criolla y a mí, particularmente, me hace pensar que es posible que el pueblo haya encontrado en el vals 'Alejandrino Montes' una manera de denunciar los maltratos que se cometían con los niños provincianos que eran llevados a trabajar como sirvientes a algunas casas de Lima.
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El vals Alejandrino Montes, grabado por el dúo Rodríguez y Vargas el 13 de Septiembre de 1917, en Lima, lo he colocado en la siguiente dirección para que puedan escucharlo y disfrutarlo:
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El vals Alejandrino Montes, grabado por el dúo Rodríguez y Vargas el 13 de Septiembre de 1917, en Lima, lo he colocado en la siguiente dirección para que puedan escucharlo y disfrutarlo:
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