sábado, 11 de agosto de 2012

GENEROSIDAD ANDINA, EN SANTIAGO DE CHUCO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN



CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2012, AÑO
DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
 
AGOSTO, MES DE LOS NIÑOS,
LAS COMETAS, EL DEPORTE
Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS
 
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SIERRA
DE MI PERÚ;
YO ME ADHIERO!
 
 
 
PLAN LECTOR,
PLIEGOS
DE LECTURA
 
GENEROSIDAD
ANDINA,
EN SANTIAGO
DE CHUCO
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1.
 
Escuché una historia que dice así.
El mar había varado a lo largo de la playa arenosa, llena de cascajo y hierbajos, en una sucesión interminable, a millones de estrellas de mar que se removían agonizantes en sus últimos estertores de vida, al faltarles el agua que necesitaban para respirar ya que el mar se había retirado sin poder llegar hasta ellas ni siquiera cubrirlas ni mucho menos mojarlas.
Eran millones de estrellas varadas que en pocos minutos dejarían de vivir por falta de oxígeno, que lo absorben del agua, y por la insolación de estar varadas en la arena.
Un joven conmovido al ver que se morían desde el amanecer recogía una y otra y la arrojaba al mar, en donde al caer recobraban vida y se hundían a guarecerse entre las rocas del fondo submarino donde ellas viven.
Habían transcurrido varias horas y el joven seguía ya casi exhausto recogiéndolas y arrojándolas al mar.
Otro joven que lo estaba mirando no pudo más y le habló así:
 
2.
 
– ¡Es imposible! ¡Son muchas!
– ¡Sí, son muchas!
– De todas formas morirán. ¿Por qué te afanas? ¡Son millones de millones!
– ¡Sí, son millones!
– ¿Eres insensato, o qué? ¿No ves que no podrás salvarlas? Necesitaríamos que todos los hombres de la tierra se junten y arrojen cada uno una estrella al mar. ¡En ese caso se salvarían todas!
– ¡Qué bella utopía acabas de decir! ¡Si cada uno siquiera salváramos a otro!
– Deja ya de afanarte. En realidad das pena. ¡Es imposible, todas morirán!
El joven que las devolvía al mar, deteniéndose y mirando a la que tenía en sus manos, y cobrando su mayor impulso para arrojarlas a las aguas espumosas del mar, le dijo:
– Pero esta no. Ni esta. Ni esta otra, tampoco.
 
3.
 
¡Y es que de eso se trata! De hacer algo por cambiar las cosas, de romper por algún punto la cadena de miseria que nos mantiene esclavizados, ojalá que podamos hacerlo por muchos puntos, de palpar el eslabón más débil y por ahí empezar a socavarla.
Y mucho mejor cuando el proyecto para acabar con ella está ligado a la tierra natal y al lar que nos vio nacer.
Como ocurre, y es por eso que he contado la historia que acabo de contar, con el programa Generosidad Andina que promueven para Santiago de Chuco la familia Pérez, principalmente a través de dos de sus miembros, los doctores Pablo Pérez y Santiago Calderón Pérez, ambos primos hermanos trabajando desde hace años como médicos en los Estados Unidos de Norteamérica.
Gracias a las acciones que vienen desarrollando en dos años Santiago de Chuco contará con una clínica que será una maravilla de institución, en donde se brindará atención médica gratuita a la población sin recursos para pagar este tipo de servicios. Y que abarcará incluso cirugía de alta especialización.
 
4.
 
Constituye esta una iniciativa privada, y es más: es un proyecto familiar de dos médicos que nacieron en Santiago de Chuco y aquí se formaron, para después uno de ellos estudiar medicina en la Universidad Nacional de Trujillo y el otro en la Universidad Nacional Autónoma de México.
La clínica ya ha empezado a construirse. Para eso la familia ha cedido el terreno de sus ancestros, a orillas del río Huaychaca y el Municipio de Santiago de Chuco, en canje, les ha cedido parte de la pampa de Chaychugo para edificar este centro de salud, pero mucho más.
Porque en ella se atenderán consultas médicas, control de gestantes, educación sanitaria, procedimientos quirúrgicos, en distintos rubros y especialidades. Pero, además, que está concebida como un centro de salud abarcará programas de educación; diseñada para atender en las áreas de nutrición, salud y educación, que contará con diversos módulos:
– Atención médica
– Comedor escolar
– Sala de computación
– Biblioteca
– Talleres de entrenamiento laboral para jóvenes.
– Área de hospedaje para los voluntarios extranjeros.
 
5.
 
El día 27 de julio del presente año, 2012, en Santiago de Chuco Pablo Pérez y Santiago Calderón Pérez miraban felices y orgullosos la mancha morada del tampón de tinta con que habían untado sus dedos y estampado su huella digital. ¿Dónde? ¿Sobre qué documentos y en torno a qué asunto?
En la ceremonia llevada a cabo en el Municipio Provincial habían rubricado y dejado el temblor de su pulso y latido en el acta que consigna el canje de terrenos del fundo de sus abuelos en Choroball, a orillas del río Huaychaca, a cambio de un área en la pampa de Chaychugo en donde empezará en breve a construirse la modernísima clínica para atención médica gratuita a poblaciones marginales y pobres de Santiago de Chuco.
Don Sócrates Pérez, su abuelo y patriarca de la familia, habrá sentido el mismo temblor de su pulso en el cielo, por estar tan bien representado por sus dos nietos, y saber que en aquellos terrenos de Choroball el Municipio construirá un centro recreacional con campos deportivos, alojamientos, viveros de truchas, pero también restaurando los viejos molinos de piedra que él mandó construir, como muestra y aprecio a una de nuestras tradiciones centenarias, como es la de los molinos, a los cuales bajábamos las familias a moler el fruto de las cosechas.
 
6.
 
Uno de los hijos de don Sócrates, don Walter Pérez Valderrama, quien firma con el seudónimo literario de Chaco Gil, ha recreado en sus libros: Cerros del Pechuguay y La Casa del Membrillo, estampas de Choroball, el fundo de sus antepasados:
He aquí algunas evocaciones de aquel terreno que la familia Pérez ha cedido al Municipio a cambio de otro cercano a la ciudad, en la pampa de Chaychugo, donde se construirá la clínica. Recuerda Chaco Gil de Choroball lo siguiente:
“Así contaba a sus vecinas y amigos con quienes se vieron en las fiestas de la Noche Buena y del Año Nuevo, que celebraron en la Casa del Membrillo, abajo en Choroball. Allí fueron novedad las velaciones del Niño Dios de los Pérez y de los bailes celebrados con guitarristas que habían venido de Angasmarca y con los cajeros Sixto y Juan Moreno, hermanos que venían desde Algallama, con sus cajas de cuero y que tocaban hasta el amanecer. Había mucha comida y bebida, como licor de caña y, además, chicha de maíz, que se servía desde una botija de barro.”
“Cuántos recuerdos me traen esos árboles tayos que florecen en abril, aparecen sus vainas de color verde rojizo y van madurando hasta el naranja encendido, que contienen el polvo de tanino. Los molles de tallos sinuosos y ásperos, con sus ramas coposas y sus frutitos rosados que caen en manojos…
 
7.
 
Ahora bien, ¿cómo empezó este programa, que en apenas cinco años ahora resulta grandioso, porque ya está en marcha la construcción de la clínica con servicios médicos avanzados de alta especialización quirúrgica, que pondrá en marcha una política de intercambio constante de médicos del Perú que viajen a hacer pasantías en USA y de médicos que trabajen en USA que vengan por temporadas a trabajar entre nosotros?
Se inició de manera espontánea, desprevenida y sencilla. Hasta podríamos decir que de manera precaria y hasta rústica, para alcanzar la excelencia y la extraordinaria grandeza que ahora tiene. Y en ello radica lo asombroso de esta historia.
Nos cuenta Pablo Pérez que venía a la fiesta del mes de julio en Santiago de Chuco, por la nostalgia que tenemos los santiaguinos de venir en devoción a visitar nuestra casa de infancia y a manifestarle la devoción que sentimos por nuestro Apóstol Santiago. Y mirando a su alrededor, en su consultorio de EE. UU, decía: ¿Qué llevo?
¡No quiero llegar con las manos vacías! ¿Qué llevo? Y juntó en dos cajas medicamentos que allí tenía, de muestras médicas que siempre les dejan los agentes de laboratorios. Las embaló y con ellas llegó hasta el Hospital de Santiago de Chuco.
 
8.
 
Entró, buscó a quién hacer la entrega, caminó por los pasillos, se asomó a los consultorios. Y, no. Por Dios, no podía reducirse a eso su ayuda. ¡Jamás! Al ver a los pacientes aglomerados, a las madres con sus criaturas llagadas, a la gente de campo con sus dolencias de siglos a cuestas, removió en el fondo su fibra de médico, que se es tal porque les conduele del dolor de la gente. Y tuvo el anhelo profundo de allí mismo diagnosticar sus males y finalmente curarlos, pues se dijo:
– ¡Con esto no basta, esto en realidad no es nada! Aquí se necesita poner las manos, poner el hombro y dejar el alma.
Al regresar a Estados Unidos ya no tenía paz. Y allí nace la idea de las misiones médicas, de la generosidad andina y finalmente de la clínica ahora en construcción.
Actualmente Santiago de Chuco cuenta con un Hospital Temporal de la Solidaridad de la República de Cuba, que fue donado hace más de cuarenta años, con ocasión del sismo del año 1971 que asoló la zona. Es un Hospital prefabricado para toda una provincia, símbolo de la solidaridad de un pueblo humilde, pero heroico como es Cuba.
Pero símbolo también de la indolencia de las autoridades y de los políticos nefastos de nuestro medio, caterva de pillos a quienes los medios dan tanta cobertura, ralea de delincuentes de toda laya, que no han hecho nada por garantizar mínimamente la salud de toda una provincia.
 
9.
 
Pablo Pérez de 48 años vive en Dalton en el estado de Georgia. Trabaja en su clínica de San José. Estudió Medicina General en la Universidad Nacional Autónoma de México, DF.
Santiago Calderón Pérez de 53 años, reside en Tavares, en el estado de Florida, es padre de tres niñas. Estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Guadalajara, México y en Nueva York se especializó en Epidemiología.
Ambos son nietos de Sócrates Pérez; ambos estudiaron la Educación Primaria en su pueblo natal, Santa Cruz de Chuca, y la Educación Secundaria en el Colegio César Vallejo de Santiago de Chuco, ciudad a la cual aman entrañablemente y a la cual han regresado siempre.
A ellos se suman muchos colaboradores, especialmente Carlos Pérez, también médico en el área de psiquiatría, quien vive y trabaja en Dalton, Georgia, y que estudió en la Universidad Nacional de Trujillo.
Y Mirian Lenon, Gerente de la Clínica San José en la ciudad de Dalton, Georgia, que es quien organiza las operaciones de ayuda y las misiones, como también las reuniones para obtener fondos y donaciones en los Estados Unidos.
 
10.
 
¿En qué han consistido las cuatro misiones que a partir del año 2009 han llevado a cabo? En atención médica gratuita, provisión de medicamentos, servicio en diferentes especialidades médicas como cirugía, pediatría, ginecología, oftalmología, medicina general, todo esto por el lapso aproximado de una semana, en el mes de julio.
Pero se ha constatado que el actual hospital de Santiago de Chuco carece de todo, de equipamiento, de personal especializado, de mantenimiento de sus servicios. Y que nada tiene solución si es que no se organiza un programa de atención continua y permanente
La Primera Misión, en julio del año 2009, trajo un contingente de 33 médicos, enfermeras y farmacéuticos. Y se atendieron consultas en diferentes especialidades, se realizaron operaciones menores, se hizo un diagnóstico de la situación y se levantó un mapa de las infecciones más frecuentes
La Segunda Misión, en julio del año 2010, contó con una participación de 37 personas entre personal médico y paramédico. Se contó con los servicios de un oftalmólogo de Georgia y un cardiólogo de California. Se donó 40 sillas de ruedas. 10 computadoras, se trajeron bastones, muletas y una cantidad considerable de medicinas.
 
11.
 
La Tercera Misión, en julio del año 2011, fueron días de intenso y gratificante trabajo, en los que se logró proveer alrededor de 600 atenciones en medicina interna, 300 atenciones en pediatría, 200 atenciones en infectología, 150 atenciones en ginecología, 100 atenciones en cardiología, más de 20 cirugías generales y oftalmológicas, entrenamiento al personal de salud local en RCP básico y avanzado, y lecturas de EKG.
Asimismo se hizo entrega de más de 30,000 dosis de medicamentos, material médico y quirúrgico, 300 kits de útiles escolares y materiales de aseo personal para los niños. Este año pudo trasladarse a Santiago de Chuco una ambulancia donada por el condado de Winfield de Georgia con su respectivo instrumental médico.
La Cuarta Misión en julio del año 2012, acaba de concluir hace algunos días y no tiene todavía reporte, pero ha superado en número de personal médico asistente así como en consultas, con la característica de que ahora se involucra también a personal peruano que trabaja tanto en otras latitudes como también en el interior de nuestro propio país. Este año la misión se llamó “La salud, un gesto de amor”
 
12.
 
¿Cuáles son las principales dificultades que se afrontan?
Son muchas. Servir no solo depende de la buena intención, y con razón se dice que de buenas intenciones está empedrado el infierno.
Hay que seguir muchos trámites y hacer las cosas de tal modo que después no causen problemas, que no generen conflictos ni produzcan amarguras.
Por ejemplo, los médicos que trabajan en el exterior para ejercer la medicina en el Perú tienen que tener permisos y licencias y seguir trámites.
Felizmente se supo de una organización ya estaba constituida y brindaba servicios médicos desde Estados Unidos hacia el Perú. Generosidad Andina contactó con ellos y se inscribió como miembro de esa organización para hacer más fáciles los trámites, especialmente las licencias y eficaces los servicios que se propone cumplir.
Se cuenta entonces con el aval de la organización PAMS, Peruvian American Medical Society, creada en 1973 para obtención y transferencia de recursos de salud a poblaciones marginales del Perú.
 
13.
 
También, por ejemplo, –comenta el Dr. Santiago Calderón Pérez– vimos la necesidad de que el Hospital de Santiago de Chuco contara con una ambulancia para trasladar enfermos graves a Trujillo y para cumplir en realizar misiones médicas a la zona rural.
En una realidad tan extensa y esparcida, como es Santiago de Chuco, este servicio debiera ser muy funcional, para atender situaciones de emergencia, de manera que se pueda estar presentes en el más corto plazo en el lugar de los hechos.
Poder hacer llegar esa unidad de transporte ha costado muchísimo en tiempo, trámites y dinero. Felizmente el año pasado ya se pudo hacer llegar esa ambulancia y ahora está prestando un ejemplar servicio médico a la comunidad.
Asimismo, comprobamos que en la escuela donde estudió César Vallejo 22 niños asistían a clases sin tomar desayuno, por la pobreza extrema que padecen las familias.
Ahora se tiene para esos niños un programa por el cual durante todo el año se les provee de desayunos gratuitos. Esto se va a incrementar mucho más con el funcionamiento de la clínica en donde se contará con un comedor escolar permanente.
 
14.
 
La acogida de parte de la población ha sido enorme, que es lo que más alienta en este tipo de acciones.
Ahora se espera a la misión con verdadero interés y se hacen operaciones continuas cada vez más sofisticadas, las mismas que son totalmente gratuitas.
– Incluso ahora un colega me decía, lleno de entusiasmo y pese a su agotamiento, –relata el Dr. Pablo Pérez– nos decía quiero operar más, quiero ser mucho más útil.
Operaciones que cuestan muchísimo dinero en Estados Unidos de Norteamérica, o en cualquier sitio aquí se hacen sin costo alguno para el paciente
Y sentimos que cada uno de quienes venimos que quisiéramos ofrecer mucho más. Encontramos aquí un sentido humano a nuestra profesión.
– Y ¿por qué programan esta misión en el mes de julio?–Le pregunto.
– Bueno, hay más consultas, porque hay muchas más personas que vienen desde los caseríos aledaños, a participar en la Fiesta del Patrón Santiago y de paso solucionan un problema de salud.
 
15.
 
– Cuando podría pensarse que en la fiesta se olvidan de sus dolores, ¿no?
– Claro, peo no ocurre así. Y se anotician. En cualquiera otra época la capacidad de servicio que traemos es mucha para la población que se acerca. En cambio en época de fiesta mire, las colas interminables de personas que buscan atenderse.
– Y, además, Santiago de Chuco muestra sus tradiciones.
– Sí, este es un gran atractivo para el personal que viene con nosotros, el de participar de una fiesta tan singular, como es la Festividad del Patrón Santiago, donde hay múltiples expresiones de nuestro folclor.
Pero aun así, lo que más nos angustiaba era esa especie de esporadicidad. Ahora nuestro servicio será permanente a través de la clínica que funcionará aquí durante todo el año.
Porque el problema era quedarse con la angustia de que estos servicios eran eventuales, que solo se daban una vez al año, siendo la salud un proceso permanente y que a veces no espera sino que se presenta de manera sorpresiva y ocasional.
 
16.
 
– En el plano de la salud, ¿cuál es el problema más grave que han encontrado?
– Hay muchos, pero para mencionarle uno muy sencillo: es alto el grado de parasitosis. Y es que no hay agua potable en nuestro pueblo.
La acequia Vicente Jiménez de Santiago de Chuco es un canal abierto. Y así se mantiene ahora por reclamos de la gente que vive alrededor de ella en su largo transcurso y que la utilizan para toda clase de menesteres, contaminando sus aguas.
Incluso, en su cauce la gente de las partes altas lavan su ropa y dan de beber a su ganado. Y cae a la acequia toda clase de desperdicios. Y esa es el agua que se toma en el pueblo de Santiago de Chuco.
Por ahora nuestra atención está puesta en los niños, pero quisiéramos desarrollar todo un programa para el adulto mayor, que la edad lo convierte en otro niño pero desatendido, en mucha peor situación y con cuadros más dramáticos y hasta desgarradores en cuanto a su abandono.
De lo que se trata es de enfrentar y atenuar esta pobreza.
 
17.
 
Es la generosidad andina tan ancestral en nuestro pueblo, porque el mundo andino es generoso.
Es el mundo del ayni, de la reciprocidad, de la minca, de la mita, del trabajo comunitario.
– Nosotros no sentimos que la población favorecida sea aquella que atendemos. –Me dice el Dr. Pablo Pérez.
– ¿Entonces, Quiénes? –Pregunto.
– Nosotros somos los privilegiados. Y son nuestros hermanos quienes nos donan la oportunidad de servir y de ser útiles. Y de poder proclamar en nuestro ser íntimo que nuestro cariño insatisfecho ahora recién es satisfecho.
– Los privilegiados somos nosotros de poder servir, de sentir que nuestra vida tiene sentido, la inmensa satisfacción. Y el contento que sentimos cuando los médicos que regresan se los siente para siempre enamorados de esta tierra.
– Compartir con ellos experiencias, sentir que somos compañeros, que nos vincula un destino de servicio a la comunidad es un privilegio para nosotros.
 
18.
 
Capulí, Vallejo y su Tierra, programa que trabaja en el ámbito de la cultura se siente orgulloso que se hayan puesto en marcha programas como Generosidad Andina de la familia Pérez.
Ellos desde el pueblo de Santa Cruz de Chuca partieron para afincarse en Santiago de Chuco, desde donde emigraron principalmente a los Estados Unidos de Norteamérica.
Con Generosidad Andina de alguna manera ellos ahora han retornado a la capital de la provincia desde donde proyectarán su acción muy pronto hacia toda la región norte del Perú.
Celebramos su visión, su capacidad vertiginosa de desarrollo, que en apenas cinco años han logrado un salto cualitativo espectacular.
Celebramos su visión integral de los problemas, su sentido de lo humano, lo social y lo cultural.
Nos conmueve favorablemente su amor por nuestras tradiciones. Y queremos terminar expresando nuestro homenaje a Generosidad Andina, con nada más propicio que las palabras de nuestro poeta César Vallejo, que dicen:
¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo
y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!
 
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