martes, 24 de julio de 2012

24 DE JULIO: ACCIÓN DE ARMAS DE UN HÉROE DEL PUEBLO - PLAN LECTOR: LA PROEZA DE CARLOS MIÑANO MENDOCILLA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2012, AÑO
DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
 
JULIO, MES DEL MAESTRO;
DEL SANTUARIO HISTÓRICO
DE MACHU PICCHU; LA BATALLA
DE HUAMACHUCO, DE LEONCIO
PRADO; Y DE FIESTAS PATRIAS
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
POR LOS 120 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL POETA
Y 90 AÑOS DE LA EDICIÓN DEL POEMARIO TRILCE
 
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS
SOBRE CULTURA ANDINA
 
TELÚRICA DE JULIO,
DEL MARTES 25 AL VIERNES 27,
EN SANTIAGO DE CHUCO
 
FIESTA DEL PATRÓN SANTIAGO
DONDE SE DESARROLLARÁ
UN NUTRIDO PROGRAMA
DE ACTIVIDADES DE CAPULÍ
 
SÁBADO 4 DE AGOSTO, 2012
 
PRESENCIA DE CAPULÍ, VALLEJO
Y SU TIERRA EN ISLA NEGRA,
CHILE, EN LA PRESENTACIÓN
DEL LIBRO MIL POEMAS A VALLEJO
 
Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 2 y 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
 
Ingreso libre.
Se agradece su gentil asistencia
 
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
CALENDARIO
DE EFEMÉRIDES
 
24 DE JULIO:
HECHOS DE ARMAS
DE ZARUMILLA
 
HÉROE
DEL
PUEBLO
 
PLAN LECTOR
PLIEGOS
DE LECTURA
 
ESCUCHAR
LA VOZ
DEL PUEBLO
 
LA PROEZA DE CARLOS
MIÑANO MENDOCILLA
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
«Mi vida es una flecha
que ha de llegar a su destino».
J. C. Mariátegui
 
1. Mirándole
a los ojos
 
– Carlos, anda hijito, espanta esas gallinas.
– ¿Cuáles, mamá?
– ¡Esas que están picoteando el mote de trigo!
Carlos corre donde le dice su madre, pero encuentra, ¡oh sorpresa!, que sobre el tendal hay una inmensa culebra que se desenrosca.
El reptil lo mira y con movimientos lentos y sinuosos se le va acercando amenazante. Su cuerpo lustroso lleno de fintas verdes y amarillas tornasoladas, se endereza en actitud de ataque.
Carlos ve que es de las más grandes y venenosas que hay en la pampa de Muycán, donde ha nacido y vive, cerca de Santiago de Chuco.
Despacio y lentamente sin quitarle los ojos estira la mano y coge una rueca que hay cerca.
Y espera en silencio.
La culebra está frente a él, se ha erigido lo más que ha podido.
Él lentamente va levantando el palo y lo sostiene a una altura en que sus nervios puedan reaccionar, si es que el animal salta o se abalanza.
 
2. Regresa
tranquilo
 
 Espera que la culebra se ponga en una posición de costado, de tal modo que si no acierta a darle en la cabeza por lo menos alcance a romperle la columna, evitando que alga ilesa y lo ataque.
Espera, sin pestañearle los ojos, con todos los nervios tensos.
No se mueve un milímetro, con el palo apenas levantado. Tiene escasamente cinco años.
La culebra se anonada, y ligeramente voltea la cabeza instante preciso en que él aprovecha haciendo girar sus manos y asestándole un golpe certero debajo de la cabeza.
La culebra se revuelca chicoteando con la cola que le alcanza, haciéndole caer al suelo.
Al punto se pone de pie, sin soltar el palo.
Y termina matándola a palazo limpio. Y ahí la deja tirada al lado del tendal.
Y regresa tranquilo.
Pero su madre lo recrimina:
– Carlos, cuando se hace el mandado se regresa pronto. ¡Tú te has tardado mucho!
– Sí, mamá.
– Cuando es momento de jugar se juega. Cuando es momento de ayudar a la mamá se ayuda, sin distraerse.
– Ya mamá.
 
3. ¡A
ver!
 
– Entonces, ¿Por qué te has demorado tanto?
– Había una culebra que estaba desenroscándose sobre el tendal.
– ¿Qué? ¿Culebra, dices? –Se asusta la madre.
– Sí. Estaba sobre el mote de trigo.
– Y, ¿a dónde se ha corrido?
– No se ha corrido.
– Entonces, ¿dónde está ahora?
– Ahí. La he dejado tirada.
– ¡Dónde!
– Al lado del tendal.
Mirándole espantada la madre corre a ver.
– Y, ¿cómo ha sido?
– La he matado con la rueca. –Dice él, juntando y acomodando la leña dentro de la cocina.
– ¡A ver! ¡Vamos a ver!
La mamá lo coge de la mano y sale con él a comprobar, incrédula, lo que su hijo le dice.
 
4. Rapaz, voraz
y maligna
 
Y ahí encuentra al bicho, todavía moviéndose y sangrando, enorme de largo y gruesa de cuerpo.
– ¡Dios Santo! ¡Y es la más venenosa! ¿Y, cómo has hecho esto, hijito? ¿Tú solito la has matado? ¿Y sin gritar? ¿Sin avisar a nadie? ¿Sin llamar siquiera?
– Sí, mamá.
– ¡Ay! ¿Me muero de susto! ¿Pero, qué clase de cholito eres? –Le dice abrazándole–. ¿Qué irás a ser con esta valentía? ¡Hijo, hijo de mis entrañas! De seguro que vas a ser ¡General del Ejército del Perú! ¡Eso serás!
Eso le auguró su madre. Y eso fue lo que se cumplió en la realidad.
Eso precisamente llegó a ser Carlos Miñano Mendocilla.
Y lo mismo hizo en la defensa territorial del Perú: destrozó sobre el mote de trigo a una culebra peor. Porque esta vez era sobre la geografía del Perú. Y lo hizo sin aspavientos, como cuando tenía cinco años. Pero esta vez no era una sola culebra sino varias, pululantes y venenosas.
Sobre todo, la más importante y nociva: la oligarquía de nuestro país enquistada en el poder y en el Ejército del Perú.
Culebra que siempre revive, se mimetiza, pero siempre está ahí agazapada y enquistada en el poder. Y nos gobierna, de turno en turno, rapaz, voraz y maligna en todo.
 
 
5. La victoria
más resonante
 
Porque Carlos Miñano Mendocilla es el vencedor total de la Batalla de Zarumilla, en el conflicto con el Ecuador del año 1941. Sin embargo, y pese a su victoria, se perdieron territorios y él estuvo en peligro de ser fusilado. ¿Por qué?
Él ha puesto en jaque a monstruos del poder apátrida, siendo bajito, pues mide apenas 150 cm. de estatura, es trigueño y regordete.
Sin embargo, ha llegado a ser el soldado más destacado y querido de nuestra infantería de guerra del Siglo XX en el Perú.
Quien se enrola como movilizable en la leva del mes de diciembre del año 1918, presentándose como voluntario en el reclutamiento de este año en su tierra natal Santiago de Chuco.
Y, de soldado raso, llega a ser Espada de Honor de la severa Escuela Militar de Chorrillos.
Y es quien comanda, siendo teniente coronel, el Batallón Nº 5 Zarumilla, el 24 de julio del año 1941.
Obtiene con esa batalla la victoria más resonante del siglo XX para el arma de la infantería y para el conjunto del Ejército Peruano.
¿Cómo ocurre esto? He aquí los hechos:
 
 
6. La Guerra
del Petróleo
 
Este año de 1940, Ecuador ocupa zonas históricamente peruanas en la frontera norte del país.
El presidente Manuel Prado, sin saber al principio de qué se trata, ordena a las Fuerzas Armadas desalojar esa presencia, para lo cual se forma el Agrupamiento del Norte, al mando del General Eloy Ureta.
En ese contexto se produce la Batalla de Zarumilla que comprende los hechos de armas ocurridos en la zona fronteriza entre los días 23 y 31 de julio del año 1941, que culmina con la ocupación peruana de las provincias de El Oro.
Uno de los actos más destacados de esta gesta es el sacrificio del Teniente Coronel FAP Abelardo Quiñones en el combate de Quebrada Seca, que ocurre el 23 de julio de este mismo año.
A esta contienda se la denomina la Guerra del Petróleo, detrás de la cual están actuando intereses ingleses y norteamericanos, feroces y sin escrúpulos.
Ellos quieren el dominio de este territorio fronterizo por el país que le ofrezcan las mayores ventajas de explotación de aquella riqueza y a pertenecer a aquel pa{is pasarán dichas tierras.
 
7. Las agujas
del reloj
 
La posición del Batallón Nº 5 del Perú es inmejorable el día 24 de julio, y lo único que falta es la orden de ataque.
Se ha puesto como límite las dos de la tarde de ese mismo día. Si hasta esa hora no llega el mandato del asalto se desistirá de avanzar.
¿Por qué se daría tal situación si por las posiciones ganadas es un triunfo seguro? Carlos Miñano Mendocilla, cavila.
Pero, ¿qué ocurre mientras tanto en la mesa de negociaciones? Pasa algo raro. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero se lo puede deducir.
Las compañías petroleras y sus gobiernos llegan a acuerdos extraordinariamente ventajosos que les brinda el Ecuador.
Los gobiernos de esos países, Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica, ordenan al gobierno del Perú ceder esos territorios.
Indudablemente, a cambio y de por medio, hay prebendas a los títeres de la política. Y a los incondicionales de la milicia.
Esto se colige.
Carlos Miñano Mendocilla, Jefe del Batallón, ya en la trinchera mira cómo avanzan las agujas de su reloj, a tres minutos cerca de las dos de la tarde.
 
8. Tú,
¿qué harías?
 
Tiene el teléfono de campaña y la radio a su costado. Sin embargo no se produce ningún traqueteo que indicara el intento de comunicación desde el otro lado, ningún timbre de llamada, ni tampoco campanazo en la radio.
A las dos de la tarde tenía que llegar la orden. Y esa orden no ha llegado.
– ¡Por lo menos deben decirme que no! –Profiere en un grito–, para que yo grabe esa orden. Hasta en eso se cuida la oligarquía cobarde. –Y se pone de pie, hablando consigo mismo.
Sus ayudantes de campo miran su rostro y en él no se mueve un solo músculo.
La aguja del minutero sobrepasa tres minutos. Son las dos de la tarde y tres minutos. Han pasado tres minutos, y no se produce ninguna orden en la radio.
Para él se corrobora las sospechas que tiene de que algo muy raro se cuece y se negocia en el nivel político: Nada menos que ceder nuestro territorio, porque así lo dispone una o más potencias extranjeras.
Pero él tiene un lema que es: «Decide con la voz del pueblo que viene de abajo. Con aquel mandato que viene de la tierra. Y con la luz de tu conciencia».
– ¡Porfirio! –clama, llamando a su ayudante. Él es un cholo de Santiago de Chuco, proveniente de Huayatán, íntegro y valiente, que le cuida las espaldas–. ¡No llega la orden! Tú, ¿qué harías como soldado?
 
9. Si es
 lo que sospecho
 
– Atacar, mi teniente coronel. –Es la respuesta contundente. Y eso no le sorprende al comandante.
– ¿Aún a costa de que te corten la cabeza? Porque lo único que me queda es el fusilamiento por desacato.
– ¡Aún así, mi teniente coronel! ¡Y yo pondré mi cabeza, al lado de la suya!
¡Ése es el pueblo!, piensa. Corrobora lo que él siente. Y eso le basta a Carlos Miñano Mendocilla quien en ese instante asume toda la responsabilidad de tomar por sí mismo la iniciativa del ataque.
– Bueno. –Dice–. Tampoco me voy a quedar esperando. ¡Atacamos!
Ha reunido inmediatamente a todos sus jefes. Pero tiene una intuición, la misma que la tuvo cuando despedazó a la culebra en el tendal del mote de trigo con una rueca en la mano y aún siendo un niño de apenas cinco años. Quiere dejarla primero mover la cabeza:
– Si es lo que sospecho también deben haber revelado por donde atacaremos. ¡Cobardes!
Por eso, ¡vamos a cambiar totalmente de táctica!, piensa.
 
10. No ha sido
fusilado
 
– ¡Bien! ¡Vamos a atacar!
– ¡Coroneles! ¡Al ataque!, pero en vez de hacerlo por el flanco derecho como estaba previsto, lo haremos por el izquierdo.
– ¿Cómo? ¡Mi teniente coronel! ¡Es imposible a estas alturas! Todas las columnas están dispuestas para atacar por la derecha.
– ¡Cambiamos de plan, he dicho! ¡El ataque es por la izquierda, carajo!
El resultado inmediato de estos hechos confirma lo que había sospechado.
Vence y avanza hasta la provincia de El Oro.
Pero pronto es llamado a comparecer ante una junta de guerra, en la ciudad de Chiclayo, donde está instalado el Comando Conjunto.
Se le susurra al oído:
– ¡Ya está dictaminada tu pena de muerte. Fusilamiento de inmediato! ¿Pese a haber salido victorioso? Precisamente, ¡es por eso!
Los comandos y soldados de su batallón hacen entonces una manifestación tajante de adhesión a su jefe. Y manifiestan mediante el teléfono y la radio que atacarán guarniciones cercanas de su propio ejército si algo le pasa a Miñano Mendocilla en Chiclayo. Y también si se demora en volver a su base.
No ha sido fusilado. Y ha hecho que se cambie en parte el curso de la historia. ¿Cómo?
 
11. Cualidades
de los grandes
 
No pudo evitar que se cedieran territorios, porque pese a que el Perú ha ganado la guerra se han perdido territorios ricos en Petróleo por la presión de las potencias extranjeras.
Pero Carlos Miñano Mendocilla sí le ha dotado de una nueva moral al Ejército del Perú. De allí que las diversas armas le tienen ley.
Cada día de su cumpleaños los batallones de Infantería se apostan en las calles adyacentes a su casa, a manifestarle su saludo, su respaldo y su adhesión.
Y mientras él vive, el ejército de base le rinde total y plena pleitesía. En la Av. Javier Prado donde queda su casa, el día de su cumpleaños el arma de infantería del Perú se enfila en las veinte anchas cuadras para que él salga al balcón, salude y ejerza el mando.
Mueve el brazo y el ejército del Perú toma posición de firmes. Se lleva enérgicamente la mano al casco o al quepí, y presentan armas. Él vuelve a mover el brazo y bajan los fusiles.
Siempre anda a pecho descubierto. Es valeroso.
Con esas actitudes ha logrado una moral muy alta en el ejército.
 
12. Ayudado
de un bastón
 
Tiene las cualidades de los grandes. Cuando ejerce su don de mando lo cumple con total y plena autoridad.
Sin embargo, su nombre ha sido borrado de la historia oficial del Perú. Y ha sido así por esa raigambre popular, telúrica y consecuente con lo andino y el Perú de base, como él la tuvo.
No aparece ni se hace la más mínima alusión ni referencia sobre su persona.
Ha desaparecido por completo de los manuales.
No figura una sola línea acerca de él en la monumental Enciclopedia Ilustrada del Perú de Alberto Tauro del Pino, publicada por la Editorial Peisa y el Diario El Comercio.
Empero, es significativo el monumento que el personal de base de la Guarnición Militar de Tumbes inauguró el 24 de julio del año 1987, en su homenaje, y a cuyo develamiento él mismo ha asistido caminando ayudado de un bastón.
 
13. Fanático
del estudio
 
Se lee en la placa recordatoria:
«Los oficiales, técnicos, suboficiales
y elementos civiles del Glorioso
BIM Zarumilla Nº 5, al vencedor
de la Batalla de Zarumilla 1941,
Teniente Coronel
CARLOS MIÑANO MENDOCILLA.
24 de julio de 1987».
Sin embargo, quiero contar aquí que sus dotes de gran militar se apoyan en lo que es característica e identidad de los chucos, tierra de donde él procede.
¿Y cuál es esa tónica? El cultivo de la mente, el dominio de los conocimientos y el estudio asiduo y constante.
Toda aquella visión, principios y actitud son debidas a ser un gran lector, porque las grandes decisiones no son improvisadas sino elaboraciones complejas y sutiles de la mente, pese a que ocurran en un instante.
Es así como su ascenso y proeza lo debe a la aplicación y al desvelo por conocer y aprender. Al respecto quiero contar lo siguiente:
Su sobrino Francisco Salvatierra Miñano, hijo de su hermana, cuenta que su tío era fanático del estudio.
 
14. ¿Has
entendido?
 
Así, cuando él vino a Lima fue a visitarlo.
Y él le dice:
– Bueno, sobrino, ya que conoces la casa, cada mes me vas a traer tu libreta de notas. ¿Ah? Ya tú sabeslo que es ley entre sonotros: ni quinces ni dieciséis ni diecisiete. Ni siquiera dieciochos. Los Miñano son de diecinueve para arriba. Ya sabes. Casi siempre de veintes. Cuidadito de venir con menos. Porque entonces te agarro a patadas y te boto por estas escaleras para abajo, hasta el primer piso. ¿Has entendido, sobrino?
– Sí, tío.
– A ver, repíteme lo que te he dicho?
– No menos de dieciocho.
– Y vas a venir. Sino, yo te voy a ir a buscar. Porque ¿sabes qué, hijo? ¡El estudio es lo más importante en la vida! Y el estudio para solucionar los problemas de nuestro pueblo. ¿Has entendido?
– Sí, tío.
– A ver, ¿qué has entendido?
– Que ninguna nota voy a traer menos de dieciocho.
– ¡No estás entendiendo! Si vienes con dieciochos te boto por la escalera.
– Que tengo que venir lon diecinueves y veintes.
– Ahora recién estás entendiendo. Y para que veas que no pido lo que yo no he cumplido, te voy a traer mis libretas de notas para que las veas. Espérame un momentito?
 
15. De soldado raso
a Espada de Honor
 
– Te voy a dar cien soles por cada nota menor de 19 que tú encuentres en ellas. Sea del año que sea. Desde la primaria hasta la superior, incluso de la Ecole Spéciale Militaire de Saint-Cyr, en Francia, en donde los cursos lo dictaban en otros idiomas que era difícil entender. Y los franceses se encomiendan a Dios antes de poner un veinte.
Yo digo entonces –cuenta Salvatierra– ¡Tengo que ganarme esos cien soles! Y me esmero por encontrar siquiera un 18 en estas libretas. Voy a sentarme a revisarlas con cuidado. Siquiera un 18 debe haber. Porque cien soles es buena plata, puedo comprarme con ello una plancha, que necesito para desajar mi ropa. ¡Algún 17 también puede haber! ¡Siquiera uno!
– Y, ¿nada?
– ¡Nada! Y empiezo a revisarlas desde un canto esas libretas, de izquierda a derecha, de arriba para abajo. Y hasta las sacudo para que caiga un 17, que pienso que puede haber escondido en algún pliegue. Boca abajo las pongo. Las volteo. Nada, todos son puros veintes.
Es así cómo se ha formado para pasar de soldado raso a Espada de Honor en Chorrillos. Quien ha nacido el 22 de noviembre del año 1901, en un lugar campesino muy humilde, como es la pampa de Muycán, a unos seis kilómetros del pueblo de Santiago de Chuco.
 
16. Solo pudo separarlos
la muerte
 
Estudia la Educación Primaria en su pueblo natal y la Educación Secundaria en el Colegio San Nicolás de Huamachuco, el año 1915. Y en el Instituto Moderno de Trujillo, en los años 1916, 17 y 18.
Un año sirve de soldado raso en el ejército. Y de la Escuela de Clases es promovido a la Escuela Militar de Chorrillos, donde estudia durante 1922 a 1924, donde es Espada de Honor, graduándose como Subteniente.
Por ser el primero de su promoción le corresponde estudiar en la Ecole Spéciale Militaire de Saint-Cyr, de Francia, en donde se gradúa como Sub Teniente de Infantería, en 1926, se diploma en el Centro de Infantería de Versalles y luego sirve en el 152 Regimiento de Infantería de Colmar, Alto Rhin.
En febrero del año 1943 el Congreso de la República lo asciende a Coronel por Acción Distinguida en Hechos de Armas. En 1945 siguió estudios, en la Escuela de Comando y Estado Mayor en Fort Benning en Georgia, en los EEUU de América.
En Francia desposa a una hermosa mujer, Jeannette Reobsone Koebele, de nacionalidad francesa, rubia y esbelta, con quien se une y solo pudo separarlos la muerte.
 
17. Alegre
y vivaz
 
Son compadres con Manuel A. Odría, quien también tuvo actuación destacada en la Batalla de Zarumilla, quien fue ascendido pronto a coronel, Jefe del Estado Mayor del Ejército y luego asume el más alto cargo de la presidencia de la República del Perú, en el año 1948.
Durante el gobierno de Manuel A. Odría, Carlos Miñano Mendocilla es llamado para ejercer el cargo de Ministro de Agricultura, en 1948; Ministro de Guerra, en 1951 y ascendido a General de División en 1955.
Ya en el régimen constitucional de Manuel Prado es Senador por Tumbes, entre 1956 y 1962, habiendo sido antes director de la Escuela Militar de Chorrillos.
Asimismo, se desempeña como Presidente Vitalicio de la Sociedad Héroes de la Independencia y Defensores de la Patria.
Cuenta Francisco Salvatierra que cuando le traía su libreta de notas y veía que no había menores de diecinueves, se ponía alegre y vivaz. Y le decía:
– Hoy día sobrino, como te has portado bien, vamos a cocinar, ¿qué te parece? Yo hago lo más sabroso y difícil, ¡el cashallurto! ¿Te gusta? ¿Ah? ¡Ya ves que sé lo que te gusta! Tú vas a tostar la cancha.
 
18. A costa
de su propia vida
 
Lo curioso es que ahí mismo saca su callana que es muy raro que en Lima alguien la tenga. Y allí se tuesta la cancha, mientras sigue hablando:
– ¿Qué te parece? ¿Ah? Y encima voy a sancochar habas y freír ñuñas. ¿Crees que no tengo ñuñas? ¡Me envían habas y ñuñas de Muycán! ¡De nuestra tierra! ¿Sabes quién me las envía? ¿Quién crees?
– ¡Tu mamá, pues! ella misma me envía por la agencia. –Es decir, nunca dejó de ser campechano.
Eso es Carlos Miñano Mendocilla, un hombre sencillo y, como tal, auténtico.
¿Por qué nos olvidamos de ellos y encumbramos a tantos fantoches de feria?
Cuando yo era niño y estudiaba en mi escuela, y vivía en mi pueblo, la aureola de este héroe era grandiosa.
Ahora ha desaparecido. Lo rememoro aquí  no para ensalzar de él sus proezas militares, que debemos darlas por superadas entre pueblos civilizados y hermanos.
 
19. Una razón
y a una fe
 
Lo evoco aquí, emocionado, por su raigambre de hombre de pueblo, honesto e incólume.
Lo evoco aquí por ser aquel que supo oír la voz popular, atenderla y sublevarse no importa que ello pueda costarle su propia vida.
¡Porque ése es su significado trascendente!
Su ejemplo es rebelarse, cuando sospechó que las órdenes no eran ni patrióticas ni correctas.
¡Cuando notó que las orientaciones no eran honestas!
¡Por eso debe de estar presente como una referencia inolvidable en nuestras vidas!
Su ejemplo y paradigma es la decisión trascendental de: ¿A quienes obedecer? ¡Al pueblo!
Dicho de otro modo: ¿Qué intereses hemos de defender?
¿Hemos de escuchar, acaso,  y acatar la voz de los jerarcas? ¿O, al contario, la emoción auténtica de la comunidad a la cual servimos?
 
20. Erigirlo
como ejemplo
 
La trayectoria de Carlos Miñano Mendocilla es la de un hombre que se debe a una razón y a una fe. ¿Cuál es ella? La razón y la fe en su pueblo.
El suyo es el ejército real del Perú telúrico, mítico, ancestral. Su país es aquel que hay que lograr que sobresalga. ¡El Perú andino!
Y esto a fin de vencer todas las batallas y las guerras que la historia nos presente como desafío en el destino del Perú.
¡No el ejército de las prebendas, medallas, besamanos y mezquindades!
¡Él pertenece al ejército de Grau, de Bolognesi, de Cáceres, de Alfonso Ugarte, de Ramón Zavala, de Leoncio Prado!
¡Él pertenece al ejército de los montoneros de la Campaña de la Breña! Rescatamos en su gesta el sentimiento que viene de abajo, de las profundidades de la tierra, del genio de la raza y de la Pacha Mama.
Rescatemos de él su raigambre Chuco, hecha de cultivo de la mente, de la sensibilidad, del esfuerzo, de la constancia y del coraje.
Ojalá que estas líneas sirvan como rendido tributo ¡y que valieran en algo para reivindicarlo! Y de erigirlo como ejemplo de la niñez y la juventud para siempre.
 
 Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
 
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
 
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
 
.

Héroes de Zarumilla