lunes, 5 de septiembre de 2011

HOJA DE RUTA DEL GREMIO DE ESCRITORES DEL PERÚ PRESENTADO A LA MINISTRA DE CULTURA SUSANA BACA DE LA COLINA


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HOJA DE RUTA DEL GREMIO DE ESCRITORES DEL PERÚ

PRESENTADO A LA MINISTRA DE CULTURA SUSANA BACA DE LA COLINA



Lima, 02 de setiembre del 2011

Señora:

Susana Baca de la Colina.
Ministra de Cultura.

Presente.

Señora Ministra:

Es singularmente honroso dirigirnos a usted a fin de saludarla muy respetuosamente y poner en vuestro conocimiento lo siguiente: El Gremio de Escritores del Perú, ha realizado recientemente un Foro al que asistieron representantes de distintos conglomerados culturales del medio, el cual acordó entregarle el documento denominado Hoja de ruta para una Política Cultural y Política para la Cultura a cargo del Ministerio de Cultura del Perú. Para ello solicitamos a Ud., en carta entregada el 16 de agosto pasado, una Audiencia, sin tener hasta hoy respuesta alguna.

Por esa razón, pasamos a puntualizar los temas tratados y posibles de abordar en lo sucesivo.

1.- Solicitar a la señora Susana Baca de Colina, a cargo del Ministerio de Cultura del Perú, que en virtud a su alta investidura constitucional, precisamente ahora que hay un marcado consenso político para que se realicen cambios en la actual Constitución Política del Perú, proponga se establezca constitucionalmente una Política Cultural y Política para la Cultura, cuyas acciones las lidere y desarrolle en permanente interacción humana y administrativa, con el Ministerio de Educación, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) así como con el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El diseño e interacción de una novísima Política Cultural y una Política para la Cultura Peruana, resulta de una urgente como coherente lectura de la realidad nacional, social, económica, política, los medios de comunicación social y el impacto de la globalización en el siglo XXI. Es un acto de creación que responde a tres preguntas básicas: ¿Qué hemos sido? ¿Qué somos? ¿Qué queremos ser? El Ministerio de Cultura del régimen pasado, en materia de Política Cultural y particularmente en relación al Sistema Educativo, fue y es un fracaso porque el Estado Peruano, no tenía ni tiene ahora tampoco objetivos nacionales, menos en el campo cultural. Dejó la Política Cultural en manos de personas ineptas que solo se dedicaron a la adulación y no al trabajo creativo, abandonó una tarea histórica y permitió que el comercio y el mercantilismo decidan la Política Cultural peruana, siendo más bien un rol esencial del Estado Peruano.

2.- El Gremio de Escritores del Perú, presentará ante su despacho un proyecto de modificación de la Constitución Política, tema que será debatido públicamente respecto a los conceptos referentes a una novísima Política educativa pluralista, formativa, inclusiva, democrática y crítica. Una Política Cultural promocional, creadora, pluricultural, multilingüe, multinacional, de defensa y proyección de la riqueza patrimonial física y espiritual. En fin, una política cultural que reivindique nuestra personalidad colectiva en el tiempo y ante la historia, en el marco de una permanente Política de Coordinación con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Es indispensable que el Estado Peruano asigne al Ministerio de Cultura, como al Ministerio de Educación, un rol protagónico en la modificación del sistema educativo. Siendo el sistema educativo peruano en todos sus niveles de corte colonial, racista, discriminatorio, clasista y alejado de las ciencias y tecnología, estamos de acuerdo con la propuesta de una “Revolución educativa”, pero esa tarea histórica debe comprometer especialmente a los maestros peruanos, padres de familia y a los actores esenciales de la sociedad civil. Es preciso que termine el ciclo de una educación para la pobreza y el desencanto social.

3.- Entre tanto no se modifique la Constitución Política, el Gremio de Escritores del Perú, así como diversas entidades culturales y personas vinculadas a la cultura, consideran que el Ministerio de Cultura, tiene el deber ineludible de crear una Política Cultural y una Política para la Cultura, enmarcada dentro de los conceptos de identidad cultural plural, de carácter descolonizante, descentralista, con respeto a la diferencias de culturas, con principios inclusivos así como de respeto a los derechos educativos diferentes, unitarios, como a los derechos culturales y derechos humanos.

Deben ponerse en práctica y respetarse los acuerdos internacionales que el Perú como nación libre ha firmado, como es el caso del Convenio 169 que fue adoptado por la 76º Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, el 27 de junio de 1989, que recoge los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la evolución del Derecho Internacional desde 1957 y los instrumentos internacionales sobre prevención de la discriminación.

4.- El Gremio de Escritores del Perú, sostiene que la ley de creación del Ministerio de Cultura está concebida y enmarcada dentro de la perversa perspectiva llamada “El perro del hortelano”. En la práctica, no ha sido más que un saqueo de las riquezas naturales del Perú y asesinato a quienes con razón protestaron de diversas maneras. La cultura peruana desde los albores de la historia es una creación colectiva y una parte esencial es la vida de todos los peruanos, como la preservación y adecuado uso de las riquezas naturales nacionales. Si no se protege la vida de los seres humanos que mantienen e impulsan la cultura, que luchan por proteger la naturaleza, mal se puede hablar de cultura del desarrollo, cultura de paz y en armonía, sino se tiene en cuenta los derechos culturales de las sociedades humanas costeñas, andinas y amazónicas conformadas por etnias, naciones, pueblos, comunidades, ayllus y parcialidades.

5.- La creación del Ministerio de Cultura fue una absoluta improvisación, un capricho de orden personal, hedonista y egoísta del señor Alan García Pérez. Tal como está diseñado, de acuerdo a la Ley Nº 29565 en el 2010, su “función es la del ser rector cultural, con la función de diseñar, establecer, ejecutar y supervisar la política nacional y del sectorial cultural mediante dos viceministerios: Interculturalidad y Patrimonio Cultural e Industrias Culturales”. Se le adscribió incoherentemente el Instituto Nacional de Cultura (INC), la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), el Archivo General de la Nación (AGN), la Academia Mayor de la Lengua Quechua, el Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa) y el Instituto de Radio y Televisión Peruana (IRTP).

La gestión administrativa del señor Juan Ossio ha sido negativa, perjudicial y ahora significa una afrenta para la cultura peruana. No supo imprimirle al Ministerio de Cultura una necesaria institucionalidad para la gobernanza. Su obediencia ciega a Alan García Pérez, ha hecho que el Ministerio de Cultura se convierta en un cementerio de ideales y esperanzas de millones de personas que esperaban una reingeniería cultural, una distinta dinámica de la inteligencia y del talento. Lo más grave es que no tuvo el coraje de reclamar como ministro, las piezas arqueológicas que indebidamente retiene la Universidad de Yale.

Nosotros esperamos de usted, señora ministra, tenga un distinto comportamiento cívico. Por tanto, respetuosamente la instamos a liderar un movimiento que parta del Estado y convoque al pueblo peruano, para que antes de fin de año, todo ese valioso patrimonio sea repatriado al Perú. Esa es una de las más importantes labores que tiene usted a su cargo y estamos llanos a acompañarla, en las tareas que seguramente emprenderá.

6.- Por ello el Gremio de Escritores del Perú, así como los representantes de los actores como productores de la cultura peruana viva, consideran que tal como está concebido dicho ministerio, no solo está desfasado de la realidad nacional sino también del contexto de la región y particularmente del ámbito latinoamericano. Especialmente está desvinculado de los movimientos culturales y de la ejecución de los calendarios culturales de las regiones, departamentos, provincias, distritos, pueblos ancestrales, etnias, comunidades quechuas y aymaras, ayllus y parcialidades. Al no haberse creado una auténtica Política Cultural ni una Política para la Cultura, el Perú a causa de no tener un ente idóneo y dotado de los recursos necesarios, se ha convertido en una nación huérfana del apoyo interno y externo, más aún en el ámbito continental.

Debido a los criterios antihistóricos con los que fue impuesto el Ministerio de Cultura del Perú y a la evidente ausencia de una filosofía cultural, ahora se demuestra revelan sin duda evidentes limitaciones administrativas y reducidos campos de acción, pero sobre todo, la carencia de un presupuesto adecuado. No tiene una proyección dentro de la cosmopercepción andina, costeña y menos amazónica, de un Estado-nación dentro de lo que se ha venido a llamar la gran duración del tiempo histórico. Tiene, al contrario, una equivocada visión egocéntrica, limeñocentrista, y una particular visión necrofílica de la cultura peruana. Menosprecia a todo lo que significa la cultura viva, a entidades culturales regionales y provincianas, a los actores, a los productores de las ricas y variadas manifestaciones de las culturas peruanas, que sin embargo son una sola como una sola es la Nación Peruana.

No podemos dejar de manifestarle nuestra extrañeza al haber leído las declaraciones y escuchado al señor Ministro de Economía y Finanzas, señor Luis Miguel Castilla, en el sentido de que no se ha considerado en el presupuesto nacional un incremento para el presente ejercicio y no hay signos de que será mejor el siguiente año. Todo indica que el Ministerio de Cultura no tendrá un mejor presupuesto por conceptos referentes a las sobreganancias de las mineras y menos por el canon minero, por decir lo menos. De ser ciertas estas versiones, es su responsabilidad y la nuestra luchar al interior del gabinete, como nosotros en los espacios de que disponemos, para obtener el apoyo del presidente Ollanta Humala Tasso, quien a través de sus voceros políticos y culturales durante su campaña política hicieron saber que el gobierno sería “inclusivo”, no solo con las grandes mayorías empobrecidas del pueblo peruano, sino particularmente con los intelectuales, escritores, artistas plásticos, de teatro, ballet, músicos, docentes, cineastas, artesanos, en fin, con todos los actores de la cultura peruana viva en todas sus gamas y dimensiones. Por esa razón, consideramos que es razonable se pueda adjudicar el 10 por ciento de los tres mil millones de nuevos soles, que el Estado Peruano percibirá por concepto de gravamen a las sobre ganancias de las compañías mineras. Este monto permitirá realizar un plan de trabajo a mediano y largo alcance. La cultura en todas sus manifestaciones debe ser tratada con el mismo concepto de inclusión social, toda vez que ningún gobierno anterior se ha preocupado de atender adecuada y debidamente a los actores de la cultura peruana.

7.- Tenemos fundadas esperanzas que el gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso, cuando presente un paquete de reformas constitucionales al Congreso de la República, considere se haga una reforma absoluta del Ministerio de Cultura que lo convierta en el verdadero motor de cambio y permanencia de la cultura peruana. La cultura no puede estar en manos de personas vinculadas al mercado, a los negocios y menos al mercantilismo. La renuncia a ejercer un liderazgo cultural y educativo competitivo frente a los desafíos de la globalización sesgada y excluyente, así como al ejercicio de la investigación científica, la proyección y defensa del patrimonio cultural, sería letal. Se condenaría al Perú a convertirse en una nación rezagada en los últimos lugares en educación e investigación, tanto en América Latina como en el mundo.

Ponemos a su consideración un conjunto de sugerencias respecto a algunas acciones inmediatas y a largo plazo, las que constituyen el sentir de muchas entidades y personas vinculadas a la práctica de las culturas peruanas, que sin embargo vienen a ser una sola:

UNO.- Ninguna realidad social ni cultura es estática, todo cambia en el tiempo. Ninguna Política Cultural y Política para la Cultura es adaptable ni se puede calcar. Toda realidad social y cultural de una nación es distinta a la otras, eso no quiere decir que no hayan coordenadas y experiencias que se aprenden. Por lo que una Política Cultural y Política para la Cultura, es un acto de creación heroica, colectiva, y se renueva o modifica cada cierto tiempo de acuerdo a los objetivos nacionales históricos. En consecuencia, si no se realiza una urgente lectura de la realidad nacional de carácter social y cultural para tener datos fehacientes, respecto a lo que es ahora realmente el Perú, si no se tiene un inventario cultural y mapa actualizado, si no se conocen las verdaderas fuentes de donde la realidad social y cultural, el Ministerio de Cultura no podrá realizar un trabajo creador, dinámico, interministerial, y menos llevar adelante proyectos de interculturalidad ni sobre el patrimonio cultural. Solo el conocer el resultado de un trabajo serio permitirá crear y tener un proyecto histórico a mediano y largo plazo.

DOS.- La recuperación en su integridad de todas las piezas arqueológicas trasladadas por el viajero y huaquero mayor de la historia contemporánea llamado Hiram Bingham, cuyo patrimonio retiene injustamente la Universidad de Yale de los Estados Unidos de Norteamérica. El gobierno de Alan García, con evidente criterio colonial, firmó un vergonzante “Memorando de entendimiento” con la complicidad de Hernán Garrido Lecca. Este hecho no puede quedar tal como está porque se trata de un acto de reivindicación civil, cultural e histórica. Todos los peruanos somos dueños de ese legado y tenemos derecho a que nuestros hijos aprendan de lo que hemos sido capaces y lo que estamos obligados a ser en una sociedad que se proyecta hacia el futuro.

TRES.- Revalorar y reivindicar a José María Arguedas Arguedas, toda vez que se trata de uno de los mayores novelistas latinoamericanos y del idioma español del siglo XX, que ha sabido traducir nuestra condición humana, tragedias y esperanzas sociales en la literatura. Arguedas es el Perú y el Perú es Arguedas. Nada justifica ser herederos de una discriminación irracional contra el escritor de la identidad plural y de todas las sangres. Lo menos que se puede hacer es publicar las obras de Arguedas para que sean repartidas en los centros educativos de Perú. Solicitamos puntualmente que el Ministerio de Cultura, organice una ceremonia de desagravio en el Centenario de su Nacimiento. Celebrar el Centenario de Machu Picchu, es un acto lesivo a la dignidad nacional porque significa reconocer implícitamente el saqueo de un centro estratégico de la administración incaica y la religiosidad andina, donde los apus y los wamanis están vivos a pesar del desprecio oficial al Perú andino y esencial.

CUATRO.- Crear la Editora Nacional del Estado y establecer una política de ediciones de libros de cronistas españoles y peruanos, de viajeros extranjeros y de autores peruanos tanto clásicos como contemporáneos, para fomentar la autoestima y el cultivo del imaginario social, así como sostener una educación con valores culturales, humanos, cívicos y ciudadanos. No se trata de un nacionalismo a ultranza, sucede simplemente que las escuelas, colegios como centros de estudios superiores, no tienen fuentes de información ni libros de lectura. El desafío es asumir la responsabilidad de mantener una Política Cultural de Ediciones, destinada a formar la Biblioteca Básica de los Centros Educativos Peruanos. Si el Ministerio de Cultura no tiene su propia proyección editorial, mal podrá llevar a cabo un programa de ediciones de libros en todas las lenguas del Perú.

CINCO.- Establecer los Premios Anuales Nacionales de Cultura, como reconocimiento a la obra de los creadores y a la inteligencia peruana en los siguientes conceptos:

Premio Nacional de Poesía: César Vallejo. Escrito tanto en español, quechua, aymara o en tres principales lenguas amazónicas. Edición de la obra. Premio pecuniario de 50 mil soles nuevos peruanos.

Premio Nacional de Cuento: Abraham Valdelomar. Escrito tanto en español, quechua, jaqaru, aymara o en tres principales lenguas amazónicas. Edición de la obra. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Historia: Jorge Basadre. Escrito en español, quechua, jaqaru, aymara o en tres principales lenguas de la Amazonía Peruana. Edición de la obra. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Novela: José María Arguedas. Escrito en español, quechua, jaqaru, aymara o en tres principales lenguas de la Amazonía Peruana. Edición de la obra. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Pintura: José Sabogal. Edición de un catálogo completo traducido al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Escultura: Baltazar Gavilán. Edición de un catálogo completo traducido al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Música: Felipe Pinglo Alva. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Artesanía: Hilario Mendivil. Edición de un catálogo completo traducido al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Teatro: Felipe Pardo y Aliaga. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Dramaturgia: Leonidas Yerovi. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Actuación: Luis Álvarez. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Dirección: Ricardo Roca Rey. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Danza: Inti Raymi. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Periodismo: Mártires de Uchuraqay. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Ensayo: José Carlos Mariátegui. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Ciencia: Santiago Antúnez de Mayolo. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

Premio Nacional de Tecnología: Inca Pachacutec. Edición de la obra traducida al quechua, aymara y a tres principales lenguas de la Amazonía. Premio pecuniario de 50 mil nuevos soles peruanos.

La traducción a las lenguas amazónicas será rotativa, de modo que en pocos años se pueda recuperar lenguas que están amenazadas de extinción.

SEIS.- En todos los casos, los ganadores de los Premios Nacionales de Cultura percibirán de parte del Estado Peruano una pensión vitalicia correspondiente al doble del mínimo vital.

SIETE.- La UNESCO ha hecho una advertencia seria. Si el Perú no adopta una Política Integral de Defensa de las Lenguas Ancestrales Peruanas, muchas de ellas están destinadas a desaparecer inexorablemente. Se trata de una acción conjunta del Estado Peruano, pero con un innegable liderazgo del Ministerio de Cultura. Cada día hay menos personas que hablan jaqaru, los migrantes quechuas y aymaras no hablan el idioma de los padres, no hay programas de radio ni de televisión en Lima, menos en lenguas ancestrales de la amazonía en su propio medio. A ese panorama desolador y de oscuro futuro de setenta y cuatro lenguas, hay que sumar el hecho de que nadie puede hablar por ejemplo quechua ni aymara en ningún ministerio, dependencia pública, oficina o entidad al servicio del público. Probablemente ni en el propio Ministerio de Cultura hay personas que puedan atender a las delegaciones y personas que necesiten un servicio y hablen quechua y aymara. De allí la necesidad de liderar una Política Integral de Defensa de las Lenguas Ancestrales Peruanas, con la participación de todos los ministerios pero sobre todo de la sociedad peruana.

OCHO.- Establecer una interacción inteligente con el Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que se nombren como agregados culturales a personas vinculadas a la investigación científica, a las artes en general y a la literatura en particular, escritores, periodistas, investigadores sociales, etc. Siendo el Perú una nación plurilingüe, multinacional y pluricultural, los agregados culturales deberían ser también quechuas, jaqarus, aymaras así como de las setenta y cinco etnias de la Amazonía Peruana y representantes de afrodescendientes. Los embajadores en los países africanos así como americanos con una mayoritaria presencia de cultura africana, también deberían ser preferentemente afrodescendientes. Resulta que siempre los agregados culturales son mestizos hispano-criollos, que no conocen ni entienden al Perú.

NUEVE.- Realizar un nuevo inventario del Patrimonio cultural y crear Museos Regionales, crear el Centro de Documentación del Patrimonio Nacional y reorientar el funcionamiento de los Archivos Regionales. Hay zonas arqueológicas sobresaturadas de público como algunos restos arqueológicos absolutamente abandonados. No hay una interacción permanente entre la cultura viva y los entes estatales. El turismo no puede ser depredador ni explotar al turista nacional y extranjero. Muchos turistas son asaltados en las ciudades y carreteras. Se trata de crear una adecuada Política de Garantía Cultural, especialmente con el Ministerio de Interior.

DIEZ.- El trabajo que realiza el Ministerio de Cultura está estrechamente ligado a los de Educación, Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) así como al Ministerio de Relaciones Exteriores. No puede haber una acción aislada puesto que se trata de un liderazgo y representación de la cultura peruana. Las actividades conjuntas tienen que hacerse cargo de formar una conciencia histórica a través de una Política Cultural, en la que además deben estar interrelacionadas las Regiones, los municipios provinciales y distritales.

ONCE.- Proceder a revisar completamente la Ley del Cine Peruano y restablecer los derechos de los cineastas, productores y público peruano. La ley actual es el resultado de un lobby de congresistas que han favorecido solo a un sector y dejado en la orfandad económica a los verdaderos creadores del cine nacional. Se trata de un acto de justicia para que además los jóvenes cineastas tengan la oportunidad de crear y difundir sus obras. Dejar tal como está esta ley significará no solo un grave daño para el cine peruano sino también dejar en abandono a personas vinculadas al cine nacional. Las películas peruanas debido al monopolio del mercado, no tienen espacios en la cartelera, por lo que es preciso impulsar con los exhibidores los medios necesarios para conseguir su permanencia, en función a la concurrencia del público. Una forma de bajar los elevados costos de la cinematografía es la creación de salas en digital o la exhibición en este formato. Los exhibidores deben respetar las salas cinematográficas donde se exhibe una película peruana, así como los horarios y las condiciones pactadas.

DOCE.- Planificar una urgente como oportuna descentralización de servicios culturales dentro de un Proceso de Descentralización y Regionalización de la Cultura Peruana. Hasta ahora Lima se ha beneficiado de todo cuando acontece en la cultura. Las ciudades y pueblos de interior no tienen oportunidad de conocer los cambios culturales. Ese trato discriminatorio solo beneficia a una minoría y no a la gran mayoría que vive en el interior del Perú. Promover la profesionalización de los animadores culturales, que son personas dedicadas a la difusión cultural. Muchos de ellos debido a la experiencia conocen la vida cultural, pero en su mayoría carecen de una formación adecuada. Es importante evitar que personas aficionadas presenten una falsa imagen de la cultura peruana.

TRECE.- Crear, construir y promover la adaptación de locales amplios para actividades culturales permanentes y ocasionales, así como el uso temporal de plazas públicas, parques y calles al servicio de la cultura de modo temporal o calendarizado. Programar la presentación de la Sinfónica Nacional en lugares alejados del centro de Lima, provincias y distritos. Promover recitales de poesía, exhibición de obras de teatro, charlas, conferencias, simposios, foros sobre identidad cultural y descolonización de la cultura dominante en detrimento de las culturas peruanas.

CATORCE.- Promulgar una nueva Ley del Libro Peruano, que promueva de manera efectiva el desarrollo de una industria editorial de carácter nacional, pues la existente no beneficia a las editoras nacionales. Cada día hay menos editoras peruanas debido a que se trata de una ley hecha para desfavorecer no solo a quienes editan libros, sino también a los lectores en general. Mediante esta nueva Ley debe crearse el Fondo de Adquisición del libro peruano en una cantidad del 50% de la tirada, con el fin de distribuir los ejemplares en las bibliotecas municipales, regionales y comunales.

QUINCE.- Establecer una Política Cultural destinada a conseguir que los medios de comunicación social, en lo que se refiere a la radio y televisión privada, transmitan programa con un contenido educativo peruanista. Crear un Canal de Televisión del Ministerio de Cultura, así como una emisora para desarrollar programas culturales al servicio de los conglomerados y asociaciones culturales en todos los idiomas que se hablan en el Perú.
DIECISÉIS.- Realizar Encuentros Nacionales Anuales de Cultura Peruana para fomentar el intercambio, cimentar una personalidad cultural para educar, aumentar el autoestima y revalorar a los creadores de las culturas regionales. Promover encuentros interculturales de culturas quechua, aymara, jaqaru y de las etnias de la Amazonía Peruana y en este marco realizar festivales de libros, de teatro, circo, música andina, costeña, de las culturas de la Amazonía, así como también encuentros de zampoñas, arpas, quenas, charangos, artesanía, cocina y bailes populares.

DIESIETE.- Crear Sinfónicas Regionales de Música con participación de niños, jóvenes, hombres, mujeres y adultos, a fin de que se establezca Álbumes de Música con autores clásicos y contemporáneos. Al mismo tiempo, facilitar la transformación de locales amplios para exhibición y recitales de música local, regional, peruana y clásica, sin detrimento de la música internacional y expresiones de la modernidad y posmodernidad.
DIECIOCHO.- Crear el Consejo Superior de la Investigación de Ciencia y Tecnología para propiciar la formación de los investigadores y científicos peruanos. Sin tecnología ni ciencia es imposible tener otro horizonte que el que nos han condenado los anteriores gobiernos, que solo han tenido un criterio sumiso, dependiente y marcadamente colonial.

DIECINUEVE.- Crear la Universidad de la Pluriculturalidad. En otras palabras, la Pluriversidad del Perú. Hasta ahora solo se ha formado a profesionales que no conocen la historia del Perú, no saben quién fue el primer presidente del Perú, quién es el Caballero de los Mares, cuál es la capital de Loreto, tal como ha quedado demostrado en varias entrevistas a señores congresistas recientemente electos. Ése es un ejemplo de la ausencia de una adecuada formación integral cultural.

VEINTE.- El consumo diario de la hoja de coca fresca para el chajcheo o akulluki de millones de personas es un derecho cultural. Es parte de la cultura peruana cuya existencia se remonta a más de ocho mil años de historia. El hecho de que el narcotráfico use las hojas para la fabricación de cocaína, no puede ser un pretexto para su encarecimiento. La coca ocupa un lugar en la religiosidad andina, se le usa como alimento y en ceremonias de curaciones, magia, pagos a la pachamama y sesiones de sanación. De allí la necesidad de una política destinada a proteger a la cultura del chajcheo o akulliku de coca. Nada tienen tienen que ver los yatiris, alto misayoj, adivinos, qulliris ni chamanes con el narcotráfico.

VEINTIUNO.- Crear un Sistema Nacional de Becas para Creadores Jóvenes. Es decir, establecer el pago de estudios académicos para personas menores de treinta años: escritores, actores, pintores y en general personas vinculadas al arte y a la cultura. Este sistema permitirá renovar la vanguardia y el talento de las nuevas generaciones, ayudando especialmente a quienes proceden de las culturas ancestrales, regiones, naciones y etnias de la Amazonía Peruana.

VEINTIDÓS.- No existe una Política Peruana del Deporte, menos de recreación y utilización de las horas libres de la ciudadanía, debido a que el Estado ha renunciado a sus funciones culturales frente a la ciudadanía que tiene derecho a horas de recreación a través de espectáculos deportivos, distracción cultural. El diseño de un trabajo del Ministerio de Cultura de carácter interministerial resulta vital como importante no solo para juventud sino para todos los ciudadanos en general. Los campeonatos deportivos en todas las disciplinas así como concursos de cultura con la participación de niños y jóvenes de las escuelas, colegios y universidades, permiten establecer verdaderos semilleros de futuros deportistas que se forman con ideales superiores, de triunfo frente a la adversidad.

VEINTITRES.- Establecer un mecanismo tanto legal como administrativo mediante el cual los ceramistas, artesanos, cineastas y en general los trabajadores de las artes, puedan obtener un título universitario debido a la experiencia y trabajos creados. Es decir, incorporar a las personas que estén en la capacidad de ejercer la docencia y puedan hacerlo en centros educativos especializados. La presencia de gestores culturales es importante así como la creación de un Centro Superior Peruano del Teatro y de nuevos locales para las actividades del teatro nacional.

VEINTICUATRO.- Resulta ineludible la creación de un Centro Superior de Traductores Peruanos. Se trata de una entidad que forme académicamente a los traductores en español, inglés, francés, italiano, chino y ruso. Pero fundamentalmente a los traductores en idiomas como quechua, aymara y cuatro lenguas principales de la Amazonía Peruana.

VEINTICINCO.- Reconocer, revalorar y estimular el aporte de la empresa privada en el sistema educativo peruano en la modalidad primaria, secundaria, tecnológica y universitaria. Como también en la financiación de actividades culturales. Sin embargo, se ha descuidado la atención al sistema universitario estatal peruano, no solo desatendiendo los derechos de los docentes en general a un mejor sueldo acorde a la canasta familiar. El caso de las universidades públicas, en lo que atención económica se refiere, es francamente lamentable. La creación de más universidades públicas y privadas, no ha significado que el Perú pueda transformar la realidad nacional. Al no haber una filosofía educativa, la educación universitaria, sea pública y privada, resulta una rémora antes que una solución.

VEINTISÉIS.- Es indispensable la creación del Fondo Peruano de las Artes. Una entidad destinada a apoyar, proyectar y financiar las actividades de personas, entidades o agrupaciones vinculadas a las expresiones del arte, cine, teatro, literatura, música, etc. Es decir, que el Estado pueda financiar económicamente las actividades debidamente sustentadas a través de un Fondo Económico Estatal Cultural, teniendo como garantía la propia obra. La modalidad puede ser donación, préstamo o garantía. El Estado no puede abandonar a los verdaderos creadores que no tienen una economía para realizar sus trabajos. Debe más bien apoyar económicamente a quienes son actores de la cultura peruana. El Fondo Peruano de las Artes es una modalidad que funciona en muchos países, es una experiencia que muy bien puede ser asimilada en nuestro medio. Establecer igualmente un sistema de pensiones pecuniarias suficientes para las personas mayores de setenta años vinculadas al arte y la cultura y que por diversas razones no hayan alcanzado una pensión del Estado. En caso de fallecimiento, debe cubrirse todos los gastos de sepelio.

VEINTISIETE.- Es ineludible rediseñar juntamente con el Ministerio de Educación, Turismo y Relaciones Exteriores un Proyecto de Educación Peruana para el siglo XXI. El Perú no tiene un proyecto de educación nacional destinada a descolonizar la mentalidad de los niños, jóvenes y adultos, menos para transformar la realidad nacional. Hasta ahora no se ha escuchado a los verdaderos educadores y solo se ha adaptado y aceptado recetas que dictan entidades económicas extranjeras y no permiten una educación con tecnología para cambiar sustancialmente la realidad social del siglo XXI. Tampoco para la defensa de la naturaleza ni el cambio climático. Si no se logra cimentar una educación distinta a la preconizada por gobiernos que llaman “educación de calidad”, cuando es una educación para la pobreza, el Perú seguirá siendo un país rico con más pobres y más analfabetos. Necesitamos la creación de una educación desestructurante, libre de dominación, de improvisaciones, de corrupción y desencanto social masivo. El pueblo peruano está cansado de ser pobre no solo desde el punto de vista material, sino desde una mentalidad sumisa y destinada a vivir de rodillas. Es urgente la Reforma de los programas de enseñanza, que recuperen las asignaturas de importancia decisiva en la formación de niños y adolescentes, como Arte (teatro, pintura, música, danzas, etc.), Literatura, Educación Cívica, así como el diseño de un Plan Lector de carácter nacional y democrático, en cuya elaboración está comprometida nuestra institución.

VEINTIOCHO.- Promover, defender y desarrollar el derecho de los creadores nacionales a la difusión internacional de su producción, mediante el establecimiento de una Tarifa cultural para el envío aéreo a otros países, que comprensa libros, revistas, pinturas, esculturas, videos, y en general toda la producción artística y cultural de carácter nacional.

Señora Ministra de Cultura, Susana Baca de la Colina:

Los escritores del Perú, así como las entidades culturales concurrentes, conglomerados, agrupaciones de escritores e intelectuales y artistas en general, que se adhieren a la presente Hoja de ruta para una Política Cultural y Política para la Cultura Peruana, han decidido que no permitirán que se les invisibilice por más tiempo. César Vallejo en el Congreso de Escritores Antifacistas de Madrid dijo: “Nosotros tenemos un punto de apoyo para mover al mundo que es la palabra”. Herederos del gran poeta nacido en Santiago de Chuco, nosotros nos adherimos a él y al Perú al pie del orbe.

Señora Ministra de Cultura del Perú

Mediante una carta institucional le hemos solicitado una audiencia para entregarle formalmente esta contribución a vuestra gestión al frente de una cartera de trascendental importancia para el país, así como para plantearle otros temas sensibles que tienen que ver con el destino de la cultura peruana. El Gremio de Escritores del Perú, así como el conjunto de artistas, promotores y personas vinculadas en diversas formas al devenir de la cultura peruana, seguiremos trabajando independientemente del Estado Peruano, pero sería muy importante establecer medios de comunicación vinculantes y de interacción humana inteligente para desarrollar acciones inherentes al presente y el futuro de nuestra ancestral cultura peruana.

Muy afectuosamente

Zelideth Chávez Cuentas
Presidenta del Consejo Directivo Nacional
del Gremio de Escritores del Perú

Juan Rivera Saavedra
José Luis Ayala
Armando Arteaga
Jorge Luis Roncal
Santos Burgos Ávila
Rubén Quintana Bazanta
Carlos Ponce
Róger Santiváñez Vivanco
Diego Motta
Mary Oscátegui
Ernesto Girón
José Zumaita Cevallos
Leo Casas
Jorge Fajardo
Eva Velásquez Lecca
Ròger Garcìa Clavo
Marcial Barrón Coral
Martìn Guerra
Meriam Bendayàn
Fabio Gallo
Alberto Colán
Ernesto Montero
Jesús Aquino
Fransiles Gallardo
Víctor Castro
Heber Ocaña Granados
Regina Guadalupe Mariños Risco
Luis Albitres Mendo
Nalo Alvarado Balarezo

Fuente:

Juan Rivera Saavedra




Dramaturgo de reconocido prestigio internacional

Vicepresidente de la Sociedad Universal de Artistas y Literatos (SUAL)

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