III FESTIVAL MUNDIAL DE ECOPOESÍA 2011 - TUMBES
Por Ángel Edgardo Chirinos Lavander
Por Ángel Edgardo Chirinos Lavander
Gracias pueblo tumbesino por hacerme sentir en casa, gracias poetas UNIVA, organizadores de este magno acontecimiento cultural y preservador, por darme la oportunidad de participar del III Festival Mundial de Ecopoesía 2011 - Tumbes.
Mi nombre es Ángel Edgardo Chirinos Lavander, como ha sido anunciado. Me gusta repetir mi nombre, para estar seguro que se trata de mí, pues, como pueden observar, tengo una aureola sobre la cabeza, que me convierte en Ángel, aunque ustedes no lo crean.
Mi padre me puso por segundo nombre Edgardo, cuyo significado es "honesto y luchador" -trato de serlo-, de ahí que con modestia digo que soy un simple aficionado y admirador de las artes y las letras, que a veces tengo que batallar declamando poemas de otros y nada más, y así progresar en el camino que me he trazado.
Mi apellido paterno es Chirinos, que según las malas o las buenas lenguas, en quechua significa ‘tenemos frío’, que con el calor abrasador de esta hermosa ciudad, resulta una paradoja o antípoda. Mi apellido materno es Lavander, que en el lenguaje de Flandes significa aroma, limpieza y elegancia.
Estoy frente a ustedes para hablar del MEDIO AMBIENTE, y diré: Dios creó el Universo con perfección inigualable, para que lo habitemos y disfrutemos, especialmente los humanos como imagen y semejanza de Él.
Una prueba indiscutible de dicha perfección está en la belleza de las mujeres presentes, perfección divina de nuestro Creador.
Amigos:
La “Ley Natural de la Destrucción y del Progreso”, se da en la medida en que el hombre comprende sus raíces y su proyección; hasta dónde es beneficiosa y hasta dónde devastadora, y de aquella “Ley de Acción y Reacción”, que no es exclusividad de la Física, sino también de las relaciones humanas y el medio ambiente, si actúo con bien y respetando, recibiré el bien; si actúo con maldad, egoísmo y destructivamente, recibiré el mal; pues aquello que nuestros abuelos nos dijeron, es la más pura verdad: “ser feliz no es cuestión de destino sino de elección”. Elijamos el respetar y el preservar el MEDIO AMBIENTE para ser felices.
Todo lo creado por la suprema inteligencia de Dios es perfecto, mientras que lo transformado por el Hombre es perfectible, ya que él no crea sino interpreta solamente; de ahí que esta reunión de artistas y literatos, que unidos a los preservadores del medio ambiente en un solo frente, sea sumamente provechosa e imprescindible y va asociada a la “Ley Natural de Causa y Efecto”.
Los humanos estamos injuriando a la Naturaleza, la estamos provocando y destruyendo paulatinamente; el resultado final será la muerte y desaparición de nuestro mundo y de nosotros mismos; quizás por tratar de erigirnos en dioses y olvidar que somos hijos de la Naturaleza y no sus amos.
Ya Ciro Alegría expresaba que: “el mundo es ancho y ajeno”, en consecuencia no somos dueños sino inquilinos de su vasto territorio.
Somos conscientes de que los humanos no somos los únicos que habitamos el mundo, que muchos seres más nos acompañan. Tenemos que respetar nuestras vidas y la vida de aquellos que comparten la esfera terrenal, este Universo que nos cobija, en concordia con el medio natural.
Y, parafraseando a lo dicho por Isaac Newton -el de la manzana-: “La admirable armonía y disposición del Universo como Naturaleza, no ha podido sino salir del plan de un Ser omnisciente y omnipotente, que denominamos Dios”. Por eso cuando tratamos de deshilvanar el laberinto del túnel de la vida, intentando descifrar y cambiar el misterio de la Creación, no lo logramos; de allí que, los poetas, artistas y escritores, como intérpretes de los sentimientos, descubrimos lo bello hasta en las cosas tristes…, dejando viajar a nuestros pensamientos con los sueños; dando como resultado: que una gota de agua puede ser el inicio de un río, y los ríos contribuyen a la existencia del mar.
Somos seres verdaderamente extraños: nacemos sin pedirlo, vivimos sin saber hacerlo y no queremos morir cuando en realidad buscamos la muerte con nuestras acciones.
Estamos cargados de planes y estrategias sobre el medio ambiente, que muchas veces no entendemos, dando por hecho cosas de las que no estamos bien informados, tampoco conscientes. Esto me hace recordar, la vez que asistí a una conferencia sobre el Medio Ambiente, el orador decía con aplomo y un tanto de arrogancia: “… tenemos que preservar el medio ambiente, cuidar a la Naturaleza como cuidamos nuestro propio hogar, con la diligencia del caso y no dañarlo; el medio ambiente es nuestro y hay que defenderlo…”. De pronto un despistado preguntó a viva voz: “Señor Ponente, Ud. habla de un medio ambiente, pero ¿qué hacemos con el otro medio, nos olvidamos de él? ¿No lo tenemos también que defender?”. La risa cundió en el salón y el disertante se turbó y no supo qué contestar. Para que algo similar no me suceda por excederme de la media página, diré: “Debemos preservar la Naturaleza toda, la vida humana, animal, vegetal, de los mares, ríos, vientos, montañas, humedales., etc. Todo lo que el Creador nos ha brindado con amor y que nos sirve de alojamiento debemos cuidarlo y conservarlo de la mejor manera y no destruirlo. Pensemos en nuestra heredad y descartemos la ambición, la codicia y el egoísmo de nuestro ser, que son los elementos nocivos que nos hacen olvidar lo que somos y para qué hemos sido creados".
Y si esta obra concluye mal, la Naturaleza se expresará de igual manera, sus elementos se trastrocarán y los climas empeorarán; esta relación entre la criatura pensante y la Naturaleza, ya la podemos apreciar; los elementos y los climas no se comportan como se comportaban en el pasado; el descontrol de la humanidad ha ido en aumento y paralelamente los cambios ambientales se han presentado desequilibradamente.
Si preservamos la naturaleza, no se enojaría, pero la provocamos segundo a segundo, molécula a molécula, violando sus derechos y su intimidad. Muchas veces las leyes creadas por el Hombre permiten que grupos de poder se adueñen de tierras, ríos, playas, bosques, etc. y llamen propiedad privada a lo que por derecho natural pertenece a todos.
En definitiva, convirtámonos en cartas vivas del Creador del Universo y trabajemos con humildad y amor. Probablemente se presentarán dificultades, mas todo obstáculo generalmente se traduce en oportunidades preciosas, para los que tengan “ojos para ver y corazón para sentir”.
Como corolario de lo manifestado, sólo aspiro a declarar: ¡seamos conscientes de nuestra realidad y respetuosos de ella! …,
Si cambia nuestra mente,
cambiará nuestro corazón.
Si cambia nuestro corazón,
cambiará nuestro concepto de la vida.
Si cambia nuestro concepto de la vida,
cambiará el futuro de la humanidad.
Amigos:
Impulsado por los sentimientos que la razón no ha podido contener, he excedido el límite de tiempo fijado. Ruego sus disculpas.
Muchas gracias
