martes, 26 de julio de 2011

AÑORANZAS DE UN FESTIVAL - POR ÁNGEL EDGARDO CHIRINOS LAVANDER

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AÑORANZAS DE UN FESTIVAL


Por Ángel Edgardo Chirinos Lavander

Tumbes, la más septentrional región de nuestro amado Perú y más propiamente su capital, tuvo a bien recibirme un miércoles 13 de este mes juliano y de la patria, con su clima cálido como la calidez de su gente.

Yo iba en calidad de acompañante como miembro fundador de una entidad poética artística y de escritores, cuya principal portavoz, había tenido la gentileza de invitarme al III Festival Mundial de Ecopoesía 2011, denominado “Raíz y Voz de la Tierra” que iba a llevarse a cabo e iniciar al día siguiente, en la hermosa Tumbes.


A partir de estas siguientes líneas, expresaré lo sucedido en plural; pues mi invitante y yo, el festival lo vivimos a plenitud, a pesar de lo intenso del programa.


Luego de nuestro arribo al aeropuerto “Comandante FAP Pedro Canga” de Tumbes, nos llamó un tanto la atención el clima bastante templado y ligeramente húmedo reinante esa noche (aproximadamente 7:30 pm.). En éste ya nos esperaba un poeta que era quien iba a presidir la entidad similar a la que estábamos representando y al que teníamos que juramentarle como tal, como un acto de este festival; motivo por el que, se nos facilitó enormemente el traslado a la ciudad; -la misma que hacía 39 años que la visité, por lo que la encontré completamente cambiada y muy hermosa-. El tiempo había permitido su progreso y su ampliación. Ahora lucía bellos parques bien cuidados, calles limpias y diversas, así como edificaciones modernas que guardan armonía con las de antaño, de ese antaño que se fue dejando tantos recuerdos.


Al llegar a la ciudad, fuimos llevados directamente a un Canal de televisión, junto a un poeta de Zarumilla para una entrevista, en la hora cultural del mismo. La primera en verter sus palabras y dejar su mensaje, fue mi invitante, quien expresó en fonemas muy bien hilvanados y precisos, el objeto de nuestra visita; luego me tocó a mí, que expresé mis saludos y también el porqué de nuestra presencia y hasta dije un poema a pedido de mi invitante; continuó esta entrevista, con el poeta zarumillense, quien como locador de la región, dijo que su vida actual era la poesía y el cuidado ambiental; finalmente, habló quien iba a presidir la entidad que en ese momento representábamos mi invitante y yo.

Esto sucedió a nuestro arribo a Tumbes; después de esto, fuimos a alojarnos a un hotel y pasar así la primera noche tumbesina de recuerdos gratos como también ingratos.

Al día siguiente, nos pusimos en contacto con los organizadores de este magno evento, los poetas de UNIVA, quienes nos llevaron al hotel en donde pernoctaríamos los siguientes días de nuestra efímera permanencia. En este hotel, tuvimos la ocasión de conocer mucha gente identificada con nuestra afición poética, así como también, reencontrarnos con algunos conocidos a quienes les tributamos cordiales y fraternos abrazos.


Se hallaban también allí, poetas y escritores de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y muchos otros que habían viajado desde distintos lugares, para compartir sus creaciones y divulgar sus trabajos; todos ellos con espíritu festivo y de camaradería.

Hubo poetas que se hicieron presente desde distintos lugares del país, así, estuvieron poetas de Apurimac, Arequipa, Cajamarca, Callao, Cusco, Chimbote, Lambayeque, Lima, Huancayo, Tacna, Trujillo y Zarumilla, en fin, casi de todos los confines de nuestro territorio.

En seguida, todos nos encontramos desfilando en el ‘pasacalles’ que con tal fin, fue programado como parte del festival; el jolgorio de los poetas aunados al de los habitantes tumbesinos, fue sin igual.


El acto de inauguración del certamen, se llevó a cabo por la tarde, en el auditorium de la Municipalidad Provincial de Tumbes, en el que -desafortunadamente- se produjo un acto atentatorio contra la cultura y el buen trato a la persona humana y poética; pues primó el interés mercantilista de los funcionarios ediles, al cultural de sus gentes; que ocasionó que el acto continuara en la Plaza Principal y al aire libre.


Esto fue acremente comentado por los medios de comunicación tanto escritos como hablados (televisión y radio) y tanto a nivel local como nacional. Se sucedieron las disculpas, pero ya tarde y sabemos que ‘volaron cabezas’ en esa corporación edilicia.


Por la noche, en el Centro Social de Tumbes, local que fue cedido para tal acontecimiento por el Presidente del mismo, quien en todo momento expresó su simpatía e identificación con el festival, por ser también él poeta, se tuvo una reunión de confraternidad literaria y también, la juramentación del Consejo Directivo de la entidad similar a la fundada aquí en Lima (SIPEA-PERÚ), como captadora y estimuladora de la práctica de la poesía, escritura y arte por parte de quienes ansían involucrarse en ellas y hacer aflorar sus sentimientos y aptitudes en estas virtudes.


Los afanes y las inquietudes de los poetas, estaban en un continuo aflorar y los corazones se sensibilizaban aún más, con las ponencias y poemas que se expresaban sobre el cuidado del medio ambiente y preservación de la Naturaleza, en este siguiente día.


El sábado desde temprano, ya se veía y palpaba la inquietud que los participantes tenían, de plantar un árbol y crear versos para dejarlos al pié, en una muestra de amor a la naturaleza creando nuevos pulmones que oxigenen al planeta Tierra, en una escuela de uno de los distritos rurales tumbesinos, en la que fuimos muy bien recibidos con banderas de los países que estaban participando a través de sus poetas. Se izó el pabellón nacional en un acto de unción patriótica y se cantó el himno nacional para luego hacerlo, con el Canto a las Américas.


En el almuerzo que seguidamente tuvimos en la localidad de San Juan de la Virgen, su alcalde se hizo presente y vertió palabras de agradecimiento y felicitaciones a los organizadores y participantes de este evento, ofreciéndonos dicho almuerzo que degustamos muy complacidos.


Por la tarde de ese mismo día, nos dirigimos entusiasmados a Puerto Pizarro para empaparnos de conocimientos sobre los manglares y su fauna, como también su escasa flora. Algo extraordinario que no se podría relatar en pocas líneas sino en extensos papeles, por todo lo que se ve allí, hasta la cría y preservación del cocodrilo.


Las caras de felicidad y estupefacción por lo bello de lo visto y apreciado, era general; la hermosura del lugar y su contenido, había henchido de orgullo a los nacionales y había hecho nacer nuevos amores por nuestro Perú en los extranjeros.


Llego el domingo, día de la clausura del festival, los rostros compungidos por el alejamiento temporal de cada uno de los participantes, se hacía tangible; la ceremonia de clausura en la que recibimos nuestros certificados de participación, estuvo cargada de tristeza y de añoranzas de los momentos vividos en conjunto y camaradería ejemplar; las promesas de volvernos a ver en el próximo festival, era común; porque la hermandad que surgió en esos cuatro días, era una hermandad que parecía haber nacido hacía mucho tiempo.


Siempre se ha dicho que las despedidas son muy tristes y, es la pura verdad; los semblantes acongojados de un adiós, son rostros que denotan dudas aunque también esperanzas, esperanzas de volver a verse nuevamente.


Así terminó, positivamente, este III Festival de Ecopoesía-Tumbes 2011, que dejó en todos, la responsabilidad de ayudar a conservar el medio ambiente y defender la Naturaleza de las acechanzas de sus depredadores.


Mi invitante y yo, viajamos por la tarde, a la ciudad ecuatoriana de Machala -ciudad muy linda y completamente moderna, que parece un reflejo de Miami- acompañados de tres hermanos poetas de ese país. Fuimos excelentemente atendidos por una poeta y artista del reciclaje que como orfebre, crea cuadros y objetos decorativos de belleza y originalidad sin igual, siendo una autodidacta en ello. La verdad, es extraordinaria y fabulosa, además de muy gentil y acogedora, así como su familia también.


Gracias a las gestiones que realizó el esposo de esta hermana poeta, mi invitante pudo contactarse con el Director de Cultura de la Casa de la Cultura del Ecuador en Machala, así como con el Consejero de Cultura de la Municipalidad de dicha ciudad, logrando el ofrecimiento total de apoyo de ambos, a certámenes culturales que la entidad peruana podría montar y/o auspiciar en esos lugares.


Podemos decir sin ambages entonces, que este periplo ha sido provechoso y particularmente para mí, ha permitido que abra los poros de la creatividad poética, porque durante y después del mismo, he podido escribir varios poemas con cierta facilidad.


Bendigo y agradezco el acontecer de este viaje, a pesar de algunos desencuentros que es preferible olvidar, porque no hay que dar importancia a lo que no tiene. ¡Vale!


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Ángel Chirinos en la Casa de la Literatura Peruana