viernes, 25 de marzo de 2011

SÁBADO 26 DE MARZO A LAS 7 PM, HOMENAJE A JOSÉ AHUMADA VÁSQUEZ, EN EL AULA CAPULÍ

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


Construcción y forja de la utopía andina


MARZO:

MES DEL AGUA,
LA POESÍA Y EL NACIMIENTO DE CÉSAR VALLEJO


EN DEFENSA
DEL PATRIMONIO

HOMENAJE A JOSÉ AHUMADA VÁSQUEZ

EN DEFENSA DE NUESTRO PATRIMONIO


SÁBADO 26 DE MARZO, 7 PM.



PROGRAMA


1. Palabras de saludo, bienvenida y presentación: “Porque patrimonio son también nuestros buenos profesionales”: DANILO SÁNCHEZ LIHÓN. Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra

2. José Ahumana Vásquez construye paciente ladrillo tras ladrillo: RAMÓN NORIEGA TORERO

3. Conferencia magistral: Chepén en el corazón de sus hijos, por JOSÉ AHUMADA VÁSQUEZ

4. Testimonio y adhesión: CARLOS ELÍAS RÁZURI

5. Chepén y sus grandes hombres: JUANA SAAVEDRA LEIVA

6. Entrega de distinción “Miliciano del Alba”: CÉSAR VALLEJO YNFANTES


Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República

Ingreso libre.

Se agradece su gentil asistencia

Teléfonos Capulí: 420-3343 y 420-3860

planlector@hotmail.com


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PLAN LECTOR
PLIEGOS DE LECTURA

POR UNA CULTURA DEL RECONOCIMIENTO Y LA GRATITUD



Por Danilo Sánchez Lihón

1.

Capulí, Vallejo y su Tierra incentiva a sus miembros a rendir homenaje a los grandes hombres que son ejemplo de coraje, de ingenio y virtudes de sus pueblos nativos, sea por su convicción, arrojo, y su ser consecuentes, pero sobre todo por su honestidad y moral incorruptibles.

Inspirados en la vida y obra de César Vallejo, el poeta de la solidaridad humana, quien no persiguió ni el bienestar personal ni el éxitos, pero se hizo universal luchando por un mundo de justicia y fraternidad, sentimos entonces que cumplimos con él una labor sacrosanta, honrando a los hombres de bien de nuestros pueblos.

Porque valorar a ciudadanos ejemplares, a hombres acrisolados, a personajes que están dejando una huella de conducta intachable, es vital; abiertos al bien común y siempre manteniendo un código de conducta que lo hagan paradigmas de las nuevas generaciones.

El esfuerzo de Capulí, Vallejo y su Tierra en este sentido es una cruzada pedagógica, cívica, ética y de estrategia en función del desarrollo de nuestro pueblo, en cuanto así forjamos para todos autoestima liberadora.


2.

Todo este programa de acción se enmarca en una línea de trabajo de nuestro movimiento cultural, cual es la defensa de nuestro patrimonio cívico.

Porque el mejor legado y herencia son nuestros sabios, patriarcas, maestros incólumes, fervorosos, creyentes en las posibilidades de que podemos hacer nuevamente la grandeza del Perú.

Maestros de fe, que son aquellos que convierten limitaciones y adversidades en oportunidades.

De aquellos que miran lo bueno, lo positivo, lo edificante por mínimo que sea y lo convierten en bien social.

De aquellos que son fanáticos de la esperanza.

De aquellos que no siembran en los demás dudas, ni desconcierto, ni desmoralización, respecto a nuestras posibilidades de alcanzar aquí y ahora la plena realización humana. Cerrados, convencidos del triunfo y de la victoria final.

De aquellos que aunque el mundo se caiga a pedazos, ellos seguirán de pie, incólumes, convencidos de que sí podemos triunfar.


3.

¡Porque necesitamos triunfos! Y tú, cualquiera sea tu posición intelectual o manual, tienes en Capulí, Vallejo y su Tierra el espacio para realizar esta obra de rendir homenaje, agradecer y rescatar la obra valiosa de nuestros antepasados.

Esas vetas de oro puro que lamentablemente hemos dejado que se vayan muy al fondo y hasta desaparezcan de nuestra vista, pero que existen evidencias de estos diamantes o piedras preciosas.

Tienes el espacio de Capulí, Vallejo y su Tierra para realizar esta labor de defensa nacional, de construcción urgente e inaplazable, de vida y muerte por la amenaza que se cierne sobre nuestras frentes.

Porque nuestra generación no puede quedar enterrada bajo polvo y ceniza, bajo inmundicia y detritus que nos llega por la televisión.

Tenemos que sacar a flor a estos manantiales de luz y nobleza, a estos monumentos del bien, a estas nieves eternas de lo que es la grandeza del Perú. A estas cimas inmarcesibles, atalayas, alminares o miradores, que son las torres altas que levantan los nativos de las llanuras para avizorar tierras fecundas y por donde se acercan las lluvias que fertilizan los retoños nuevos que la tierra nos prodiga.


4.

Yo quiero decirle a cada uno de ustedes quiénes son esos personajes: ¡Son nuestros propios padres, nuestros abuelos!, nuestros tíos queridos, que no nos hemos dado cuenta acerca de sus proezas, sus riesgos, ni de sus apuestas con la vida.

No nos hemos detenido a meditar que personifican ideales, encarnan una posición, una mirada propia y nueva acerca de la realidad; que encarnan ideales. ¡Son aquellos mayores que nos han enseñado tanto! Que han logrado convertir escaseces en terrenos pródigos y sin deponer principios.

No están lejos, no son de otro mundo la gente admirable; ni de otra raza, ni de otros climas No hablan idiomas extraños para nosotros. Al contrario, están cerca y no hay que ir a buscarlos afuera sino dentro de nosotros mismos, en nuestra alma y en nuestros más claros sentimientos.

También en nuestros sueños más vibrantes; pero que están aquí, debajo de una capa de hierba silvestre que oculta o esas tumbas o esas cunas tutelares, aquí están estos pozos de dicha suprema. No los olvidemos ni pasemos de lado sin hacerles una reverencia y ojalá sí dedicándoles la mayor atención a sus vidas y a sus obras.


5.

Y no muramos todavía. En realidad a nosotros se nos está prohibido morir. Nosotros no podemos morir, si es que no hemos cumplido con este compromiso.

No podemos morir si es que los que lucharon en Angamos y en Arica, en la Defensa de Lima y en Huamachuco, nos han dejado un encargo de nobleza suprema, de sacrificio e inmolación sacrosanta.

No podemos morir si tenemos a Grau, Bolognesi, Ugarte, Leoncio Prado, a Cáceres, y tantos ejemplos de valor y heroísmo sin límites, y asuntos pendientes por resolver.

Nosotros no podemos morir, ni fallar, ni descansar, ni siquiera dormir, por el encargo de honor que ellos nos han hecho al ofrendarnos sus vidas. ¿Cuál es ese encargo? Hacer grande al Perú, hacerlo un país digno, hermoso.

Y dar concreción a esa frase luminosa de aquel héroe que entregó su vida en el río Madre de Dios, frente a Puerto Maldonado, y nosotros incrustarla en el fondo del alma para decir cada día que amanece:

“Porque mi patria es hermosa
como una espada en el aire”.


6.

¿Cómo lo vamos a lograr? Haciendo que la buena simiente fecunde. Que vidas y obras como la de nuestros patriarcas fructifiquen.

¿Y cómo lo haremos fructificar? Esparciendo esa semilla al viento, sacándola a la luz, poniéndola al sol y derramándola hacia los cuatro vientos. Esa debe ser nuestra consigna y misión inexcusable.

Sin esa tarea ineludible, perentoria y moral, no se nos está permitido morir, ni enfermarnos, ni cansarnos. Mucho menos distraernos, divertirnos, dudar. Ni convertir la vida en desperdicio, en jarana, en baile y fiesta. Mucho menos morir, sería una claudicación.

Esta que sea nuestra consigna entonces: despertar a nuestros apus, abrir el cofre de nuestros tesoros ocultos, abrir el ánfora y escuchar la voz y recoger el aliento de nuestros sabios, maestros, hombres de espíritu y patriarcas.

Es hora de las voces magistrales. Es hora del aliento de las montañas. Es hora del soplo y el hálito de nuestras cumbres tutelares y la respiración de nuestras nieves eternas.


7.

Porque cuando damos nuestra adhesión a los perversos, a los mañosos, a los disolutos estamos perdidos como colectivo humano o sociedad.

Y, a la inversa, cuando nos parecen enojosos, soslayables y antipáticos los honestos, desestimables los verdaderos, desechables los puros, estamos definitivamente hundidos y acabados.

Si como generación elegimos a los viciosos, si no somos capaces de comprender ni dar valor a lo que es bueno, ¿qué será de nosotros?

Porque debemos valorar lo que en verdad vale y discernir entre lo trascendente y lo trivial.

Es fatal dar valor a lo trivial y dejar lo trascendente. Cuando en nuestras propias casas ocurre eso es nefasto. ¿Qué falló?

Y en eso tiene que ver mucho la mujer. Por eso es tan importante la educación de la mujer. Y no me refiero a la educación de la mujer en las aulas sino en el hogar y en la comunidad.


8.

Porque es la casa la que da los modelos. Y educa a los hijos a saber elegir y a tomar decisiones, cuando se enaltece a los laboriosos, a los trabajadores y sacrificados; y se descalifica a los crápulas, a los holgazanes y licenciosos.

Cuando a los hombres virtuosos y honestos los evitamos, cuando los olvidamos, los ocultamos y cuando erigimos como héroes a los viciosos, a los fantoches y a los degenerados, la desgracia y la miseria de una sociedad se instauran y terminarán imponiéndose.

Cuando hay la elección adversa, cuando a los hombres de espíritu, en donde se alienta el bien, en donde se acrisolan los dones morales los dejamos de lado, e incluso los traicionamos y, en vez de ello erigimos a los zalameros, a los que se arrastran, a los que no encarnan ningún valor, entonces la sociedad se hunde.

Pongamos como modelos a los honestos, a los serios, a los incorruptibles.


9.

Debemos propiciar que nuestro pueblo mire y se mire más en el espejo luminoso de sus hijos ilustres, aunque humildes y parcos, señal clara y evidente de su autenticidad y su grandeza.

Debemos honrar a nuestros maestros, a nuestros hombres de ciencia, consagrando las obras de estos patriarcas, de nuestros luchadores sociales, de quienes dejaron la lampa y la horqueta para defender a la patria, marchando por los caminos conmovidos, fervorosos y con el pecho henchido con la sagrada emoción de ofrendar sus vidas por el ideal de un Perú digno y glorioso.

Pero podemos y debemos ser y hacer mucho más todavía. Ser aún más orgullosos con los valores altos y acrisolados que nos ha dado nuestro pueblo, que no solo son artistas sino médicos, ingenieros, educadores, hombres de empresa. Revaloricemos sus virtudes e inculquémoslas en nuestros jóvenes.

Revalorizando a estos hijos preclaros, consagrando su nombre a una calle, a una plaza, a un sendero, porque estos hombres son caminos y senderos, estaremos forjando el bienestar para nuestros pueblos.


10.

Quiero ser fuerte y enfático en esto, porque precisamente ello señala el rumbo que toma una sociedad, los caminos que se eligen y las decisiones que se adopten. Y de parte de todos: de los niños, de los jóvenes, de los adultos, hombres y mujeres.

Creo que no hay mayor perdición de una generación cuando quienes encarnan el bien son evitados y se sigue el camino de quienes representan lo pueril, lo trivial y lo deleznable moralmente.

Porque nuestro pueblo es honesto y debemos resaltar aquello que lo caracteriza. Los raros son los corruptos, pero a los cuales se le da mucha cabida en los espacios públicos, los resaltamos mucho, les hacemos mucho caso, los encumbramos de tal modo que pareciera que todos somos de esa calaña.

¡Honestos sobre el escenario! Porque así es nuestra gente. Hacerlo es poner la corona de laurel en nuestro pueblo, que así lo merece. Honestidad que nos remite necesariamente al tema de la identidad.

Por eso los rescatamos, porque es una manera de corregir las situaciones adversas, ante tanto pícaro, hedonista, buscadores de dinero y placeres y que ahora han visto que el mejor lugar para pulular es el mundo de la política. Ante ellos, valen estos.


11.

Le preguntaron a un gran hombre cómo es que proviniendo de un hogar y un pueblo humilde, había conquistado tantos logros y llegado a cimas tan altas y a cumbres tan inhiestas en sus realizaciones, como también en sus ideas, conceptos y doctrina.

Él mismo no sabía dar respuesta satisfactoria a esta pregunta. Cuando meditando recordó a los autores que leía y en los cuales pensaba frecuentemente.

Así, en otra oportunidad en que lo preguntaron lo mismo contestó: “Si en mí hay grandeza será porque me apoyo en los hombres de gigantes”.

Claro. Desde ahí es fácil avizorar las estrellas, puestos de pie en esas moles.

Por eso, entonces, se trata de dejar las quejas, de buscar piedras preciosas en las tempestades, perlas de oro en los aluviones, tesoros ocultos en los muros derruidos.

Aprendamos así a reconocer, valorar y ser agradecidos. Y a ser humildes. Porque no es en las rocas en donde el mar acaricia a la tierra.

Es en las playas donde las aguas se extienden y reflejan el cielo, por donde ha cruzado el pastor paso a paso haciendo subir su rebaño a los altos apriscos.

Es donde predicó también Jesús su hermoso Evangelio.


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JOSÉ AHUMADA VÁSQUEZ


CONSTRUYENDO PACIENTE LADRILLO TRAS LADRILLO




Por Ramón Noriega Torero

Este sábado 26, el Colectivo cultural CAPULI VALLEJO Y SU TIERRA, hará un homenaje a Pepe Ahumada en reconocimiento a su proficua labor profesional, pero sobre todo a su destacada y permanente labor humana.

Pepe no solo se ha preocupado por su permanente crecimiento personal, que le ha permitido ocupar importantes y destacados encargos oficiales, que ha sabido cumplir con eficiencia, transparencia y honradez, sino que desde esos niveles ha tendido la mano a paisanos que lo merecían y que también estuvieran imbuidos del espíritu de servicio.

La hoja de vida de Pepe Ahumada es vasta y por si sola constituye un buen ejemplo para nuestros jóvenes.

Pepe Ahumada siempre ha llevado a Chepén dentro de su pecho, una de las últimas muestras la ha dado llevando a San Sebastián a una estampilla para perennizar el nombre de Chepén, y con ese sello postal llevarlo por todo el mundo.

Al reconocer a Pepe Ahumada, estamos haciendo un homenaje a los hombres empeñosos y humanos de nuestro pueblo porque lo hemos tomado como un representante de Chepén, quiero decir que en la persona de Pepe estamos valorando a cada uno de los hijos de nuestro noble Chepén.

Existen muchas maneras de transformar la realidad, algunos escogen la violencia y suben a la montaña, otros buscan la política y se olvidan de su pueblo; pero Pepe es de los que colocan un ladrillo sobre otro para hacer centros de capacitación como el Instituto Pedagógico en Chepén.

Su obra es mejorar la capacitación del Profesor y la educación de los estudiantes de nuestro Chepén, y con ello también ha dado trabajo a cientos de jóvenes que optan por la noble profesión de maestro.

De la misma manera, impulsó la creación de la Ugel para acercar la administración educativa a los maestros de su pueblo, y para mejorar la labor docente.

Capulí Vallejo y su tierra invita a todos los Hijos de Chepén y del Gran Sebastián a la ceremonia de homenaje a JOSE AHUMADA VASQUEZ, por su destacada labor social en beneficio de Chepén y por crecimiento personal ejemplo para los jóvenes de nuestra tierra.

En mérito a todo lo expuesto, se le otorga el diploma: MILICIANO DEL ALBA, para reconocer su lucha social, y la medalla: QUISPE DE ORO, para resaltar su capacidad y brillantez profesional, reconociendo su excelencia, liderazgo y coherencia de su labor con la construcción de la utopía andina y de un mundo mejor en lo cual Capulí, Vallejo y su Tierra se halla comprometido.

Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente

Teléfonos:

420-3343 y 420-3860

Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:

Editorial San Marcos:

ventas@editorialsanmarcos.com

Editorial Bruño, Perú:

ventas@brunoeditorial.com.pe

Instituto del Libro y la Lectura:

inlecperu@hotmail.com



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