domingo, 31 de octubre de 2010

POEMA: "SOLEDAD" - AUTOR: HÉCTOR MEZA PARRA

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Santa María - Foto: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

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SOLEDAD
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Autor: Héctor Meza Parra
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Soledad
Vienes caminando sobre la marea dormida
sin hundir los pies en la espuma.
Soledad
Abandónate así blanca sobre la mañana
y con tus ojos de coral
recoge las carcajadas de las olas
y ponlas en el pedestal de tus manos.
Soledad
detén todas las palabras de amor que pasan por la orilla
y entrégalas a esas aves heridas. Quizás vuelvan.
Junta los versos de los marineros
y guárdalos sin doblar
para cuando llegue el invierno.
Soledad
camina, sólo camina.
Desnúdate dormida.
Cuida tu blancura, tu perfil, tu huidiza cabellera.
Tú no sabes cómo duelen esas cartas que se escriben
y nunca llegan.
Soledad
cada vez que te quiero tener
te escondes con la prisa de una ladronzuela
en aquella neblina que padece de cielo.
También el cielo muere si no hay amor.
Cógeme que estoy junto a tus pies
vivo en las algas, en los viernes, en tu remo.
Soledad
Aquí te espero cerca a la orilla
con el adiós de la última sirena que burló mis labios.
Acompáñame
cuando junte esas lágrimas
de tantas vírgenes sin altar.
El sol se ha ido
y la noche juega a las escondidas por mis pies
el sueño me hace caricias y
siento acercarme a tu cabellera sin tocar tu barca.
Soledad
amante fiel, puedo saborear ahora tus labios de caracola.
Alguien dijo que vieron perderse mi cuerpo hace tres días.
Es cierto. Esas aves que juegan
ahora descienden y pelean entre sí.

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Fuente:
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POETA HÉCTOR MEZA PARRA
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Tarma JUNIN - PERÚ
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Tarma JUNÍN - Foto: sumaqperu.com
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viernes, 29 de octubre de 2010

PEÑA YAWAR, PRESENTA: "ENTRE CANTOS Y CUERDAS" - VIERNES 29 0CT 7:30 PM

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ENTRE CANTOS Y CUERDAS”

Trenzando sentimientos, versos y melodías andinas, reconocidos intérpretes y compositores, artistas populares elevarán su voz en un RECITAL DE CANTOS Y CUERDAS. Las voces de Walter Humala, Margot Palomino, Lalo Arroyo ganador del Festival CLARO 2010, Yesenia Alanya y la guitarra magistral de Riber Oré darán vida a este importante evento este VIERNES 29 DE OCTUBRE, ofreciéndonos un variado repertorio de huaynos, qarawis, yaravíes, carnavales y otros.

“ENTRE CANTOS Y CUERDAS” se llama el recital de canciones que los reconocidos artistas ofrecerán en la PEÑA YAWAR, JR.WASHINGTON Nº 1931 – LIMA (CRUCE CON 28 DE JULIO), a las 7 Y 30 de la noche.

Ellos no han perdido la dignidad ni el orgullo de ser herederos de un arte y una cultura que reafirma nuestra historia peruana. Por ello esta noche, de seguro sus cantos y sus guitarras nos devolverán, en los tonos más tiernos y épicos, parte de la memoria y también la alegría de ser la expresión viva de la historia musical de nuestros pueblos.

Fuente:

Por cortesía del escritor Walter Vidal Tarazona


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jueves, 28 de octubre de 2010

EL CONSULTORIO (CUENTO) - POR ADDHEMAR SIERRALTA NÚÑEZ

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EL CONSULTORIO

(Cuento)


Una descripción singular de lo que ocurrió en un consultorio médico nos relata Addhemar H.M. Sierralta.

El agua se deslizaba en la pared tapizada con paneles cerámicos grises, caía lentamente como la marcha de los pacientes de la tercera edad que habían acudido esa mañana al consultorio. El silencio, solo rasgado por el caer acuoso cual catarata dormida, era sorprendente. Cada cierto tiempo una auxiliar con voz debilucha y pronunciando los nombres, como niña de transición miedosa, llamaba a cada paciente para conducirlo a dejar su muestra de sangre, pasar rayos X, tomarse ecografía, hacerse una mamografía o simplemente pasar consulta con el médico de turno.

La cierta musicalidad del agua corriendo por la pared causaba un efecto terapéutico o tranquilizante entre quienes habíamos acudido al consultorio. Quizá la poca comunicación entre los concurrentes se debiera a que el centro médico estaba dedicado a los exámenes de prevención y a tratamientos oncológicos. Y es sabido el temor que el cáncer infunde entre todos en la actualidad.

Por lo menos, entre los pacientes, había dos féminas de las que se pudiera decir potables. También silenciosas y una vestida de negro. La casualidad se daba porque yo también estaba con ropa negra.

Al costado un veterano –el único locuaz- comentaba con un tipo de ascendencia oriental que le habían indicado tomar muchos vasos de agua y caminar antes de una prueba a la que sería sometido. Salvo unas pocas palabras esporádicas el silencio primaba en esos momentos.

Para decir verdad los rostros de los pacientes –probablemente el mío también- eran “caras de circunstancia”, como hubiera dicho mi abuela. Es decir de una seriedad inusual y hasta de preocupación. No era para menos, a alguno o alguna podrían darle una noticia poco agradable y no deseada.

Por un momento el ruido de la catarata artificial me fue adormeciendo. En qué tiempo estuve. Hasta hoy no podría decirlo. Lo que si recuerdo es que los rostros circunspectos y adustos se habían transformado : unos en sonrisas, otros en tristeza y algunos pocos en llanto. El veterano pelo blanco y caminante sonreía, le había dicho que su tumor era benigno. El descendiente de oriental estaba con preocupación, muy serio. Recibió la noticia que debía hacerse exámenes más precisos. La dama de negro salió con una sonrisa de oreja a oreja y parecía disfrazada de bruja alegre para la fiesta de “Halloween”. Obviamente tuvo buenas noticias. Pero una pareja de japoneses jóvenes lloraban abrazados. A ella le habían diagnosticado cáncer de mama. Un tipo bien trajeado y algo petulante sentado a mi costado mostraba un rostro muy triste. Después supe que le dijeron que su mal era del páncreas y tenía poco tiempo de vida.

De pronto me sacaron sangre y pasé a rayos X. Me citaron para dentro de tres días. Pensaba en mil síntomas habidos y por haber. Erupciones, lunares, dolores diversos. Qué cara tendría, triste o sonriente. Me miraba en el espejo. Estaba con una bata verde y me veía cómico, panzón, cabello plateado, por lo menos tenía tres días antes de la consulta.

De pronto desperté. Era el único en la sala de espera. Señor, me dijo la auxiliar vestida de rosado y con un rostro sonriente, es hora de cerrar, agregó… y mis análisis, pregunté… se los enviamos a su correo electrónico ayer. Salí de inmediato a la oficina –puesto que tenía que regresar allí antes de ir a casa- fui a la computadora para abrir mi correo y buscar los resultados.

Al abrir el e-mail me indicaban lo siguiente : usted ha salido bien de los análisis, mantenga el cuidado de su salud y lo esperamos el próximo año para su examen periódico.

Lo real fue que ahora si me despertaron, pero en mi casa, mi esposa me dijo :

- Vamos apúrate y levántate que tienes cita en el consultorio temprano. No tomes desayuno para los análisis.

- Ya me los hice.

- Debes haber estado soñando. Ya apúrate.

Salimos al poco rato y llegamos al consultorio. Entramos y subimos al segundo piso. Había una pared gris que era tan alta como dos pisos, tapizada también en cerámica gris, y por ella se deslizaba cual catarata lenta, agua y más agua con un sonido musical. Los pacientes que esperaban eran los mismos que había visto anteriormente. Por lo menos, pensé, ya se los resultados de todos y me puse a observar sus rostros detenidamente.

Fuente:

TIEMPO NUEVO

Addhemar Sierralta

Año 2 No. 101

Miami, 24 OCT 2010

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OREMOS POR LA SALUD DE TIO CHANTI ALVARADO MONTORO

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OREMOS POR LA SALUD DE TÍO CHANTI ALVARADO MONTORO
Te saludo en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo para suplicarte que este sábado 30 de octubre ayunemos y oremos para que el Espiritu Santo obre con poder y levante y restaure a mi papa Santiago Felipe Alvarado Montoro quien ya va a cumplir 40 dias postrado en cama en el hospital (El ha perdido el habla, la movilidad, y no puede deglutir los alimentos actualmente es alimentado por una sonda). Aun en esta condición el puede oír y de rato en rato despierta y es conciente del amor de la familia y del amor de Cristo.

Yo como hija sufro y no he perdido la esperanza de que mi Jesucristo lo levante
y restaure a mi padre y en mis oraciones le pido que se apiade de su sufrimiento, del dolor de la familia Alvarado Castillo y Montoro.

En la Biblia dice que Jesís le dijo a sus discípulos cuando no podían hacer un milagro : " Hombres de poca fe esto se resuelve con ayuno y oración". También la Biblia dice: "Mi pueblo perece por falta de fe. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra"
Mi papa es nacido de don Felipe Alvarado y doña Victoria Montoro, pionera del evangelio en Chiquian, Ancash allá por los año de 1940. Mi papa ha sido panadero, cocinero y transportista, el asiste a la iglesia de Quinuabamba en Lima.
Tambien quiero informarles que desde Chiquian, Barranca, Huacho, Lima, Los Angeles, San Jose, Santa Rosa, Placerville, Handford, Wasco, Santa Mari, Arroyo Grande, Perris, Fontana, Bakersfield, Delano, Riverside, Lomalinda, Nashville, Texas, Nebrasca, Miami, New Jersey, Mexico, El Salvador, Guatemala, Ecuador, Filipinas, etc están orando todos aquellos que alguna vez conocieron a Santiago Alvarado y lo aman mucho por su espíritu alegre, aquellos que saborearon sus humitas, tamales, pasteles y sus panes que el preparaba con carinio a los visitantes.
Acompanenme en esta gran Jornada de ayuno y oración NO SOLO por nuestro hermano Santiago Felipe, sino por nosotros mismos que necesitamos ir al altar de la Gracia de Dios para pedir perdón, dejar nuestros rencores, entregarnos al llamado de Cristo y consagrar nuestras vidas y recibir el poder del Espíritu Santo.
Les comento que para mi vida estas horas tristes de angustia han sido de gran bendición pues la Escuela del Sufrimiento me ha quebrantado y humillado, y así he podido comprender en carne viva el amor de Cristo, la ciencia del perdón y salvación, la sabiduría y el amor de Dios… Y en esa condición quebrantada el Senor me llevo a la sala de su Gracia y Piedad tal cual soy... Ahora aquí estamos mi papa, mi familia, los hermanos de tantas iglesias y países … y los amigos de mi papa Chanti, bebiendo de esta copa amarga de la enfermedad.
Entonces este sábado 30 puedes ayunar tomando agua de manzanilla y orando en grupo o con tu familia y pidiendo en el nombre de Jesucristo de Nazareth que vive, Sana y Salva.
Estos casi 40 días muchas personas amigos y hermanos de Peru han doblado sus rodillas, han orado y consagrado su vida al Senor… Muchas personas me han llamado y comentado “ Hilda siento que Dios me esta llamando, quiero volver a la iglesia, quiero consagrar mi vida", es por eso que yo creo que la enfermedad de mi padre tiene un gran propósito para tu vida y mi vida… algo muy grande viene del cielo para tu vida querido hermano y prepárate para recibirlo.
Finalmente este Sabado 30 de octubre un puñado de cristianos oraremos y ayunaremos con fe por Chanti …. Como dijo Jonatan “con muchos o con pocos, si Jehova está con nosotros alcanzaremos la victoria…" Como Elias abramos los cielos con clamor y fe… como Ezequiel clamemos y Cristo responderá….
Muchas gracias hermanos y amigos porque se que me acompañarán en esta jornada de Ayuno y Oración.

Y lo que el Seño obre en Santiago que sea para Glorificacion del Padre Celestial y demos testimonio que los Cristianos tenemos un Dios Todopoderoso, que Jesucristo se compadece de sus hijos… El es fiel y misericordioso … Su gracia y amor sobreabunda para sus hijos.
El Altar de la Gracia y la Piedad de Cristo está abierto para ti mi hermano, algo muy grande viene del cielo para ti eso lo siento en mi corazón...

Mi abrazo fraterno,
eternamente agradecida desde Lima Peru
Hilda Alvarado Castillo

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martes, 26 de octubre de 2010

CLUB HUAYLLABAMBA - JUEVES CULTURALES, PRESENTA: "TRIBUTO A LUCHO NIETO" - 28 DE OCTUBRE 7:30 PM

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TRIBURO A LUCHO NIETO


Participan:


José Luis Ayala
Martín Guerra
Jorge Luis Roncal

Testimonio de Washington Gonzáles

Música:

Jesús Palomino
Los hermanos Collazos
Margot Palomino

Declamación:

Ricardo Elías


Jueves 28 de octubre a las 7:30 p.m





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lunes, 25 de octubre de 2010

FALLECIMIENTO DE MI QUERIDO PAPÁ ARMANDO ALVARADO MONTORO

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Lima, 25 de octubre del 2010


HOLA SHAY:

Con profundo dolor comunico a mis paisanos, amigos y familiares, el fallecimiento de mi papá Armando. Hoy 25 a las 5 de la mañana alzó vuelo eterno, y ya se encuentra con sus queridos amigos, su mamita Victoria, su adorada Jeshu y familiares que le abrieron el camino del cielo.

Don Arman, como lo llamaba de cariño, sólo supo dar amor y más amor hasta el último segundo de su existencia, que se extinguió bajo el abrigo de todos sus hijos, nietos, bisnieto, nueras y yernos.

VELORIO:

Velatorio PNP ubicado en la Av. Brasil 2905 - Magdalena del Mar LIMA.



SEPELIO

El Cortejo Fúnebre partirá mañana martes 26 de octubre a las 3 p.m con destino a su última morada, el cementerio Jardines del Buen Retiro (Km. 29.5 de la Panamericana Norte) PUENTE PIDRA. Previamente se oficiará una Misa de Cuerpo Presente en la Capilla del Velatorio.



A nombre de la familia Alvarado Balarezo, nuestra eterna gratitud a todos los seres humanos que en vida lo conocieron y lo trataron con cariño a su buen amigo CHUQUI. Él, como siempre, durante estos últimos días recordó a todos, sin escepción.

En agosto realizó su viaje de despedida a CHIQUIÁN y su natal CAJACAY; y cumpliendo su último sueño, el 10 de octubre último fue a despedirse de sus amigos a la fiesta de San Francisco de Asís en Lima.


Al pie una breve nota sobre su vida, escrita con motivo de su cumpleaños:




EL PEQUEÑO ARRIERO

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

'Padre mío, no habrá distancia que nos pueda separar, ni otras prioridades que logren evitar que este día, como ayer, nos volvamos a encontrar…. NAB 15 SET 2005.'.

De niño y de joven poco advertí la ternura de mi papá, pues mi condición de varón me predisponía a negar lo que pudiese constituir flaqueza del espíritu; es decir, sentimientos que atribuía como patrimonio de mi mamá.

Hasta me preguntaba: ¿acaso un paisano de Luis Pardo tiene derecho a ser sentimental?, !Nooo manan imaipis!, ese derecho es de las mujeres, pensaba.

De pronto tuve en mis brazos a mi primera hija, tan frágil que parecía que se me iba a escurrir de las manos. Así experimenté por vez primera ese sentimiento: ¡me había convertido en papá!. Cuando mis hijos crecieron vi en sus ojos las mismas preguntas que me hice de niño, y seguramente las mismas preguntas que mi papá se hizo frente a mi abuelo Felipe, quién partió al lado de Dios muy joven aún.

Hoy, años después, creo sin dudar, que cuando uno tiene hijos recién comprende a su padre. Los consejos, la mano firme y la mirada severa que en algún momento de mi juventud me causaron malestar, empezaron a tener sentido; pero como en aquellos años, dichos modelos no se ajustaban a mi manera acelerada de vivir, recién con el nacimiento de mis hijos los aquilaté y adopté como propios, porque de ese amor puro, oculto tras el gesto serio de mi viejo, surgió el ejemplo en toda su grandeza, mostrándome el otro perfil del sentimiento: el amor que alerta, que modera, que enseña, que quizá silencia las manifestaciones más sutiles, pero que está ahí, como un ángel guardián, dispuesto a todo, por mitigar el sufrimiento del hijo.

Y así vienen nuevos eslabones, los hijos nos convertimos en padres, abuelos y con el tiempo en bisabuelos y tatarabuelos, si Dios nos alarga la vida. Las mismas dudas, el mismo temor de no saber si aquello que estamos ofreciendo a nuestros hijos es lo más adecuado. Sólo sé que les estoy brindando mis mejores sentimientos, aquel que aún tropieza al tratar de llegar a ellos, y que todos conocemos como: AMOR.

Sé que tu amor es igual o quizás mayor al que narro de mi propio existir, porque el ser humano nace con la Bendición Divina para ser un buen padre.

A estas alturas de mi vida pensar en Chiquián, en sus hijos y en los hijos de sus hijos, es retrotraer el tiempo y sonreír recordando a los amigos y amigas de mi generación que avanza de puntillas el sendero de la tarde; pero también para agradecer con veneración a todos y cada uno de los seres humanos que con su ejemplo moldearon mi personalidad y me guiaron por el empedrado camino de la vida.
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Mi papá Armando nació el 15 de setiembre de 1923 en un dulce hogar forjado con harina de Huaraz y levadura de Huacho, en el apacible pueblo de CAJACAY, un acogedor rincón andino a 2,600 metros sobre el nivel del mar, al que los lugareños han bautizado con orgullo: “Atenas de Ancash” por la geografía en que reposa su estructura urbana y la reconocida inteligencia de sus hijos predilectos, quienes año tras año corren presurosos al llamado del Santo Patrón San Agustín y a orar al milagroso Señor de Chaucayán.


A los ocho días de nacido fue bautizado en la Capilla de Cajacay, siendo su padrino don Antonio Sotelo. La ceremonia se llevó a cabo de manera anticipada, como una forma de adelantarse al Mandato Supremo del sueño eterno, ya que nació delicado de salud y con peso pluma. Unos días después se trasladó a Chiquián con mi abuelo Felipe Alvarado Garro, mi abuelita Victoria Montoro Ramírez y mi tío Rómulo Alvarado Montoro de dos añitos de edad en aquel entonces.
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Ya en Chiquián les fue difícil integrarse al pueblo, que venía atravesando una crisis de convivencia pacífica. El germen de la política barata, la prepotencia y del abuso azotaba a los núcleos familiares que para subsistir se agrupaban en argollas y componendas que culminaban en traicioneras escaramuzas con contusos y heridos. Es así qué, ante la imposibilidad de pertenecer a un bando político sin generar malos entendidos con los otros, este pacífico grupo conformado por papá, mamá y los dos pequeños, optó por retornar a Cajacay, donde durante diez años se dedicaron a las labores de zapatería y panadería.

Barrio Cinco Esquinas (actual)

En sus pocos ratos libres de niños trabajadores y estudiantes de primaria, Rómulo y Armando hilvanaban sus sueños en las veredas de lajas y las calles polvorientas de su modesto barrio de Cinco Esquinas de Cajacay, ya sea jugando calachaquis al fútbol con pucash de chancho o a los vaqueros con caballos de madera y riendas de elástico, "matagente" con pelota de trapo, trompo de eucalipto, bolero de huarango, canga de aliso, chuncando con pushpus bayos y pintos o fabricando carritos de madera y hojalata o cazando pajaritos y shulacos con hondilla en las chacras del lugar.

Con el paso de los años Cajacay resultó un mercado pequeño para los sueños de la familia, por lo que retornaron a Chiquián, iniciando una modesta, pero pujante empresa panificadora donde los hermanitos Rómulo y Armando inauguraron el primer negocio ambulatorio de la zona, ofreciendo de puerta en puerta sus semitas, jaratantas y bizcochos, que en poco tiempo fueron los preferidos de los amigos chiquianos, huastinos, aquinos, carcacinos, llaminos, corpanquinos y roqueños. Pero esos sueños de pequeños vendedores de ilusiones, a veces era despertado por el chasquido de algún fuete que algún notable del pueblo de Chiquián hacía resonar sobre sus cabezas, haciendo caer al piso sus canastas con panes. Gracias a Dios, estos abusos no los amilanaron y siguieron labrando su futuro con la frente en alto.

De 1933 a 1937, con dos hondillas en el cuello y los bolsillos repletos de esperanza, el todavía pequeño Armando, a quien ya sus amiguitos habían bautizado con el sobrenombre de Chuqui, por su habitual uso del sombrero de paño blanco huarino, ayudó a su papá Felipe en el transporte de productos alimenticios de Barranca a Chiquián a lomo de burro y de mula. Estos viajes duraban entre cuatro y cinco días de ida y nueve días los de retorno. Dichas expediciones lo hacían con 25 animales de carga y cuatro arrieros como mínimo, entre los que destacaban los chiquianos Marcos Ñato y Mauro Ramírez, algunas veces por las rutas de Ocros y otras tantas por las de Cajacay, ruta del bandolero romántico.


Cada viaje era una odisea interminable; un día en el solitario Chonta, otro en Raquia, otro en Chasquitambo, luego en Huaricanga y por fin Tunán, última pascana del periplo, donde aguardaban pequeños camiones para trasladarlos a Barranca.

Los días de lluvia el lodo les llegaba hasta las rodillas, patinaban sus pies y los llanques impregnados de barro pesaban kilos; muchos ponchos de agua raídos y rotos por las espinas y las filudas piedras, amén de las luxaciones de tobillos donde el joven “Muchqui Valerio” hizo sus primeras prácticas con emplastos de pollo tierno, llantén, achupalla y ron alcanforado.


Iniciaban su viaje contemplando los potreros chiquianos y las chacras de dorados trigales simulando ponchos que el viento cardaba a su paso. A estas alturas el clima aun es templado. Luego viene la inmensa Pampa de Lampas Alto, ya hace frío, el ichu silba huaynos tristes y el viento baila con los pajonales; después cerros con abundante vegetación perfumada de flores silvestres escoltan el paso de los arrieros, mientras los riachuelos Macocha, Vado, Cajacay y Marca se van ensanchando sirviéndoles de guía en la dura travesía.


Durante la caminata Armando iba cazando tortolitas, torcazas, tupuc chiquitos, chacuas y vizcachas que cocinaban en improvisados fogones y consumían con sabor a gloria durante el lento y difícil viaje, que más de las veces era interrumpido por algunos malos imitadores de bandoleros, amigos de lo ajeno, quienes con la cómplice sorpresa de un zarpazo les arrebataban sus pertenencias, cubriéndose el rostro con pañuelos empapados de cobarde sudor frío.


Siguiendo la ruta del camino de herradura van apareciendo bosques de enormes moles pétreas aceradas donde el viento cambia de dirección de un momento a otro. Para cortar camino, bajan a través de angostas cornisas que el tiempo ha tallado en granito; luego vienen cerros escarpados en cuyas bajadas peligrosas los burros pierden el control golpeándose contra las paredes de los desfiladeros. Muchos cuadrúpedos quedan muertos a la intemperie con las patas mirando el firmamento, aptos para el festín de los zorros y las aves de rapiña.


Horas más abajo aparece el sinuoso río Fortaleza. Allí se observan abundantes columnas de cactus con brazos enanos y espinas que apuntan al cielo azul como dedos gigantes arañando el aire quieto de la quebrada.

En el lugar el clima es cálido y abrigador, la modorra hace presa del sufrido caminante y el sueño parece que se va y retorna en un vaivén incesante que enerva la resistencia física.

También está presente el miedo a la culebra coralillo y a los mosquitos, y pronto la cabeza afiebrada martilla: ¡paludismo!, entonces la mente apura, aunque los ojos se cierren... Y así van pasando Colquioc, entre arbustos, sauces, algarrobos, pacaes, papayas, paltos, yucas y cañaverales...

Después, y sólo después de tanto caminar venía la añorada planicie costeña. A la distancia la chimenea de Paramonga les daba la bienvenida arrojando humo negro al cielo gris. De ahí para adelante, si no encontraban un camión, atravesaban caminando Cerro Blanco y luego a torear los carros en la carretera Panamericana Norte y buscar un lugar donde asearse para arribar a Barranca con aroma a jaratanta; hospitalaria ciudad limeña que hoy está poblada por provincianos de los departamentos norteños. En Barranca, “Capital de la Solidaridad”, permanecían un par de días repartiendo encargos a los paisanos residentes, y adquiriendo productos para el retorno lento y pesado a Chiquián, que los vería llegar después de 17 días de penitencia.

Hoy, cada vez que contemplo desde el balcón de mis recuerdos los abruptos desfiladeros por donde mi abuelo, mi padre y sus amigos arrieros surcaron a pie para llevar un pedacito de la costa a Chiquián, en aquel entonces: 'puerto' de los pueblos aledaños, ahora, 'lugar de paso', elevo una oración por los viejos caminos perdidos en el tiempo, pero que se levantan como señales perpetuas de fatiga y lágrimas, conservando por siempre las energías de tantos viajeros que palmo a palmo cubrieron largas distancias con sus pesadas cargas a cuestas, dialogando a su paso con humildad y sencillez con la Madre Naturaleza que les daba todo el abrigo de sus entrañas...

En sus vacaciones escolares Armando fue testigo de cómo pieza a pieza armaron el primer vehículo automotor en Chiquián, un camión que llegó por partes a lomo de mula. Esta hazaña sin precedentes en la zona fue realizada por la Municipalidad Provincial de Bolognesi con el apoyo mecánico de don Benjamín Robles Valverde, quien desde hacía unos años venía trabajando como chofer profesional en Cerro de Pasco y las haciendas “Rontoy” y “Alpas” del norte chico. La caseta fue fabricada con clavo, madera de eucalipto y pintura al duco. Fue también don Benjamín Robles, quien con dedicación y cariño enseñó a manejar sin cobrarles ni un puñado de cancha a muchos chiquianos, entre ellos a Armando, con clases de reparación y mantenimiento de yapa. Con el tiempo llegaron los camiones de la familias Roque, Moncada, Alvarado, Aranda, entre otros comerciantes chiquianos, estrechándose de esta manera el tiempo y la distancia entre Chiquián y sus hijos residentes en Huaraz, Barranca, Huacho y Lima, con servicio adicional de pasajeros y encomiendas a domicilio, ya que en ese entonces no circulaban por la ruta omnibuses, camionetas ni automóviles.

En enero de 1939, Armando viajó a Huaraz, tierra de sus abuelos maternos, donde estudió del primero al tercero de secundaria en el Colegio Nacional 'La Libertad'. A fines del 40 el aluvión que cubrió de piedra, lodo y árboles caídos dicha ciudad, lo arrastró hasta Lima siendo matriculado en el Colegio Nacional 'Nuestra Señora de Guadalupe', en cuyas aulas estudió el cuarto y quinto de secundaria, junto a sus compañeros con quienes atravesó momentos de angustia en aquella fatídica noche donde la furia de la naturaleza serrana enlutó a miles de hogares huarasinos.
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Al culminar sus estudios y en momentos que se encontraba inscribiendo para postular a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, su amigo chiquiano José Bolarte Pardavé, le comunicó la noticia de que su papá Felipe se encontraba mal de salud en Chiquián y solicitaba su presencia; quedando truncos sus sueños de convertirse en abogado. En esas penosas circunstancias su hermano Rómulo quien había ocupado un lugar privilegiado en su aula del Guadalupe, postulaba a la Escuela Militar de Chorrillos, donde luego de estar a la vanguardia en los exámenes, como por arte de magia ocupó el puesto 51 de 50 que lograron su ingreso.
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Como no todo es felicidad en la vida, su papá Felipe, quien pocos años atrás había sido Inca en la Fiesta de Santa Rosa, falleció el 5 de agosto de 1945 y Armando tuvo que radicar en Chiquián para ayudar a su mamá Victoria en la empresa panificadora y el transporte de camiones; mientras Rómulo, apenado por la muerte de su papá y por su frustrado deseo de convertirse en militar, se internó en el valle del Fortaleza donde arrendó el fundo Hornillos dedicándose a la producción de cereales y a la caza de camarones; años después abrazaría la profesión de ingeniero agrónomo.


Mamamita Victoria, abuela heroica, nos diste como legado un padre sencillo y ejemplar; nuestro mejor alimento fue el pan bendito que nos obsequiabas cada mañana. Dedicaste toda tu vida al trabajo honrado, olvidándote de la alegría de las fiestas. El cine y otras diversiones no existieron para ti; nunca te vimos llevar joyas ni maquillaje. Ni un día de reposo en la noble tarea de amasijo, ni siquiera el que te obligaba tu religión evangélica, siempre laborando infatigable, bello signo de tu paso por Chiquián que anidó tus grandes sueños de paloma. Recuerdo tu horno impecable, con palas de madera y tus estantes repletos de latas lustrosas donde dormían las semitas y los ricos bizcochuelos. También recuerdo a tus risueños panaderos Honocho, Policarpo y Rococho, a quienes poco a poco vi envejecer con sus rostros tallados por el tiempo y el sudor del trabajo honesto. La práctica piadosa fue el bálsamo para tu alma y cuerpo; fue un sublime ejemplo de entrega que nos enseñaste desde niños: ¡dar, siempre dar, fue tu consigna siguiendo el ejemplo de Jesús¡; hoy tus oraciones y tus cánticos con trompetas que resuenan en el cielo nos arrullan como poemas celestiales. Por todo ello, nunca podré agradecerte por el gran padre que nos diste y porque en tu casa estudié mis cinco años de educación secundaria.
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Así continuó Armando su vida en los cuarentas: fiestero, chupacaña, futbolista y camionero, entre Chiquián, Huaraz, Barranca, Huacho y Lima, siempre procurando el bienestar, no solamente de sus numerosos hermanos, sino también de los chiquianos y los amigos de los pueblos vecinos, con quienes siempre fue solidario y leal compañero a cambio de una linda amistad y cariño sincero que mantuvo, mantiene y mantendrá. Una vez le pregunté si sus compañeros de viaje pagaban pasaje. Él, risueño como siempre, me dijo: 'el servicio de pasajeros de panagra (baranda) no, pero el transporte de carga sí, sino me iba a la quiebra'. ¡Y qué hay de los pasajeros de caseta!, le retruqué. 'También gratis, porque ahí sólo viajaban mujeres y chiuchis', me dijo contemplando el horizonte con sus ojos brillantes...
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En 1948 contrajo matrimonio con Teresa Jesús Balarezo Calderón, con quien tuvo siete hijos: Mirtha Victoria, Arnaldo Armando (fallecido), Armando Arnaldo, Felipe Segundo, Catalina Teresa, Elizabeth Victoria (fallecida) y Edith Victoria. Desde los cincuentas a los setentas se dedicó en cuerpo y alma a supervisar los negocios de su mamá Victoria, a administrar una tienda comercial y al transporte de ganado, productos de pan llevar y minerales hacia Lima, y de retorno a Chiquián, productos manufacturados de la costa para abastecer las tiendas de la localidad y las poblaciones cercanas; todo ello, atravesando la difícil geografía ancashina, que para ese entonces sólo contaba con una vía de penetración afirmada y encalaminada, donde las ruedas traseras del camión, de vista a los precipicios, salían sobrando.


También se dedicó a compartir con sus compañeros del Tarapacá la responsabilidad de organizar la fiesta de Santa Rosa en la década de 1950, participando como Capitán, Abanderado y Acompañante, con un chinguirito en una mano, con una cerveza en la otra y una palla en cada brazo durante las pinquichidas y las huaylisheadas que se desarrollaban de Umpay a Quihuillán y de Jircán a Shulu; aunque no faltaban las serenatas con arpa y violín, techas de casas con huarastucoj, pinkullo y roncadora, así como los felices encuentros nocturnos en el “Video Pub” de Penco donde Bellota, Jacinto Palacios y Cañita cantaban tangos gauchos, boleros cantineros y huaynos llorones con guitarra y cucharas.

Asimismo fue Gobernador, Sub Prefecto, Comunero y uno de los más entusiastas fundadores del ecológico Tarapacá de sus amores, equipo de fútbol donde militó por muchos años con su zurda prodigiosa, ganando trofeos a lo largo y ancho de Ancash y los pueblos colindantes de Huánuco, junto a sus compadres de la verde, el chinguirito y la cerveza al polo; solo que de las copas ganadas nadie sabe dónde están, seguramente algunas sirvieron de tiestos, otras de ollas y tal vez una que otra de bacinica o tal vez un buen samaritano las donó a algún equipo anémico de triunfos, todo es posible en la “Incontrastable Villa”. En una oportunidad le pregunté si su equipo ganaba todos los partidos. 'Es una ofensa que preguntes eso hijo, pregúntame por cuánto era la goleada... ', me dijo y lanzó una carcajada a la brisa del recuerdo.


Como experimentado lazador de toros para transportarlos a la costa, ingresó muchas veces a los ruedos de los pueblos de la provincia, saliendo victorioso, hasta que una tibia tarde taurina de Santa Rosa (3 SET 63) fue gravemente herido en el cuadrilátero de las mil palincas de Chiquián, y elevado al cielo eternos segundos por los chuecos pitones de una vaca machorra de Jahuacocha que lo encontró en su loca carrera mirando distraído a una palla de Obraje. Lo curioso de aquella tarde de vacas locas, no de arena, ni de cal, sino de tierra que raspaba como lija, estuvo más sobrio que nunca, pues desde el primero de enero de 1960 para adelante nunca más se metió un trago a excepción de un caramelo de licor y otro de menta para endulzar los sentidos. Desde aquel entonces colgó el poncho y la bufanda en la plaza de toros de Jircán. Hoy torea a los bravos en el plato, bien condimentado, encebollado, con abundantes papas fritas y dos huevos montados sin sus yemas, para evitar el colesterol elevado.

En agosto del 64, después de una semana de cólicos estomacales fue internado de emergencia en la clínica Good Hope. Allí los médicos lo desahuciaron debido a una severa septicemia producto de una apendicitis que lo consumió segundo a segundo hasta llegar a pesar 39 kilos pijama y todo; pero para asombro de los galenos, cuando ya elucubraban con una inminente necropsia, se levantó como el Ave Fénix y a los dos días reapareció en Chiquián manejando su carro azul. Sus amigos al verlo no lo reconocieron, porque parecía una calavera parlante al volante. Un año después, en ese mismo vehículo, fue hallado inconsciente lejos de la carretera en Pampas Chico cerca de Conococha (4,100 m.s.n.m), sentado con la cabeza pegada al timón, al lado de su amigo Turco. El lento envenenamiento subiendo Raquia, Vinuc, la curva de Huambo, Incahuaganga y Chojlla, fue ocasionado por la rotura de la matriz del tubo de escape del motor, de donde salió monóxido de carbono e ingresó a la caseta dejándolos morados con aroma a panteón... al cabo de unas horas de cuidados intensivos, asistidos por las manos generosas de Víctor Tadeo Palacios, reaccionaron ambos y continuaron el viaje vivitos y coleando. Lo anecdótico fue que no se acordaron de nada y esa misma noche retornó a Lima con cien sacos de mineral del profesor Manuel Roque Dextre y veinte chipas con quesos de Tallenga de la familia Ramos Ibarra.
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A mediados de los setentas se trasladó a la ciudad de los reyes, donde impulsó la formación de empresas de transportes de pasajeros en Lima, Callao y Ancón, con su hermano Santiago y su primo Pancho Alva, actividad que cumplió hasta 1995 en que fue atraído por el aroma a tierra mojada por la lluvia y a musgo verde de la cascada de Putu, retornó a Chiquián para cumplir uno de sus más bellos sueños, reconstruir con ayuda de su esposa Jesús y su hijo Felipe, la casa materna que mamamita Victoria construyó con mucho sudor y prestó de todo corazón por más de 30 años y que fue casi devastada por los tinyacos del Coronel Bolognesi y los shulacos del Instituto Agropecuario, así como por los detenidos del Puesto de la Guardia Civil y los internos de la Cárcel de Chiquián, que habitaron la casona.


Desde el viaje eterno de su esposa Jesús el 20 de febrero del 2002, radica entre Lima y Chiquián. En Lima como consejero espiritual de sus hijos, nietos y bisnietos, también como lector de la sección modas y pasarela de los diarios matutinos, y en las noches como comentarista familiar de reportajes televisivos de la política chicha y la farándula chola. En Chiquián administra media docena de chacras con muros de piedras y hualancas y un próspero hospedaje popular estrellado, que más que ganancias le da satisfacciones por los servicios prestados a los sufridos viajeros que hacen escala en 'Espejito del Cielo'.

'Don Arman', como te llamamos de cariño, en este bello día cumples 83 setiembres primaverales, eres el segundo hijo del matrimonio chiquiano Alvarado Montoro, de cuyo sólido tronco también nacieron los finaditos Rómulo, Ela, Telmo el crespo, Hilda, Medardo, Telmo el lacio, Adolfo y Betty. Hoy nos acompañas en este amado mundo con tus queridos hermanos: Chela, Abel, Edivia, Chanti e Imicha. Un fuerte abrazo papá, te queremos mucho.

A NOMBRE DE TUS AMIGOS, HIJOS, NIETOS Y BISNIETOS. MUCHAS GRACIAS POR TU EJEMPLO Y TU CALOR COTIDIDANO, CUAJADO DE DATOS SOBRE TU LARGO ANDAR BOLOGNESINO CON LOS QUE ALIMENTO MI AUTODIDACTA PLUMA. QUE DIOS TE COLME DE BENDICIONES'.

Nalo 15 SET 2005

Cajacay

GRACIAS AMIGOS

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domingo, 24 de octubre de 2010

IMÁGENES DE LA CEREMONIA DE INAUGURACIÓN DE LA 31ª FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA - PARQUE KENNEDY DE MIRAFLORES 22 OCT 2010

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CEREMONIA DE INAUGURACIÓN DE LA

31ª FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA


Parque Kennedy de Miraflores - 22 OCT 2010



Imágenes:
Armando Alvarado Balarezo (Nalo)




JAIME CARBAJAL PÉREZ


Presidente de la Cámara Peruana del Libro





MARTÍN BUSTAMANTE CASTRO


Teniente Alcalde de la Municipalidad de Miraflores




BERNARDO ALONSO DE LA CRUZ ROCA REY MIRÓ QUESADA


Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales


Mayor información, hacer clic:

31º FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA, DEL 22 DE OCTUBRE AL 1 DE NOVIEMBRE DEL 2010 EN EL PARQUE KENNEDY DE MIRAFLORES



MÁS IMÁGENES DE LA CEREMONIA


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