sábado, 20 de febrero de 2010

20 DE FEBRERO - SOMOS HERMANOS - SIMPOSIUM CAPULÍ - PLAN LECTOR - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


26 DE FEBRERO, DÍA DE LA HERMANDAD:

“UNIDOS COMO EL CAPULÍ”


CONMEMORACIÓN:

CÉSAR VALLEJO SALE LIBRE DE LA CÁRCEL


SIMPOSIUM

SOMOS HERMANOS


PONENTES:

ARMANDO AZCUÑA
RICHARD PEREIRA
FLORENCIA ROLDÁN
NELSON SAAVEDRA


CONDUCCIÓN:

RAMÓN NORIEGA
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ACTUACIÓN ARTÍSTICA


RAÚL CHÁVEZ
ELSA MORALES
SEGUNDO VARA


SÁBADO 20 DE FEBRERO, 2010, 7 PM.

Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.

Cuadra 2 de la Av. Angamos Este.

Entre Av. Arequipa y Paseo de la República.

Ingreso libre.

Se agradece su gentil asistencia

Teléfonos Capulí: 420-3343 y 420-3860

capulivallejoysutierra@hotmail.com

http://capuli-vallejoysutierra.blogspot.com/

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PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA


VALLEJO, 112 DÍAS DE CÁRCEL, CON SUS NOCHES


Por: Danilo Sánchez Lihón

"Perdónanos hermano nuestras deudas".
(Juventud Palermo de Trujillo Cartel
dejado en la tumba de Vallejo en París)



1. Ha callado aquel nombre

César Vallejo, refugiado de la persecución policial que se había tendido sobre él por los sucesos luctuosos ocurridos el 1 de agosto del año 1920, ocurridos en Santiago de Chuco y en los cuales resultó involucrado, permanece en el predio que tiene el periodista y hombre de letras Antenor Orrego en la zona de Mansiche, cercana a Trujillo.

Sin embargo, el día 5 de noviembre de 1920 recibe allí la visita de una persona que le aconseja que se traslade a un nuevo refugio, y le dice cuál, en donde habría de estar más seguro.

El día 6 de noviembre sale muy temprano de ese lugar rumbo a la casa de Andrés Ciudad en la calle San Martín 422 en donde estaba refugiado Héctor Vásquez, otro de los perseguidos por los sucesos de Santiago de Chuco.

El juez del crimen ya había detectado el hecho y dictado orden de allanamiento de aquel domicilio en coordinación con el subprefecto Eduardo de la Flor.

Hasta ahora César Vallejo se ha negado a revelar la identidad de la persona que le sugirió ese traslado. Ha callado aquel nombre. Quizá no ha querido hacerlo pasar a la posteridad al lado suyo, hubiera sido un premio o un halago inmerecido.


2. César Vallejo esposado

Lo ejemplar de actitudes como ésta, es lo que ha hecho posible que él construya la amistad que el día de hoy, se ha puesto de manifiesto en el recibimiento tan sentido que se le está tributando a la salida de la penitenciaría.

¡Él no denunció a quien lo traicionó el día en que fue arrestado!

La intervención y captura de César Vallejo hace 112 días, no dejó de ser espectacular:

En primer término, fue numeroso el contingente de personas que participaron en el hecho, si contamos la presencia de Belisario Vásquez, Mayor de Gendarmes, Víctor Otiniano, Escribano del Crimen, más un pelotón de seis guardias civiles y una nube de curiosos que se aglomeraron para contemplar la escena.

A las 11.30 de la mañana sale el pelotón a la calle San Martín llevando a César Vallejo esposado, como si se tratase de un avezado criminal.

El recorrido que hizo el séquito y la gente que lo secundaba, fue seguir el curso de la calle San Martín hasta el encuentro con la calle Mariscal Orbegozo, en donde la comitiva dobló a la izquierda su recorrido.


3. Una mazmorra deplorable y sin luz

El inculpado va rodeado de gendarmes y lo hacen caminar por la parte céntrica de la calle a fin de que no escape, sea por alguna esquina o sea por alguna puerta entreabierta.

Al llegar el cortejo al cruce formado por la calle Orbegozo con Independencia, se produce un conato de nerviosismo sujetando los custodios fuertemente al reo. Se trata de una diferencia de razones entre el Mayor de Gendarmes y el Escribano del Crimen. Uno opina que es mejor cruzar la Plaza de Armas y el otro es de la idea que mejor sería evitarla.

Prevalece el primer criterio. Ingresan a la Plaza de Armas por la esquina de la Catedral. La atraviesan en diagonal, bordeando el monumento central. Llegan a la esquina de la Municipalidad, para de allí dirigirse por el jirón Francisco Pizarro, hasta llegar a la penitenciaría donde es introducido el acusado.

Allí menudearon órdenes, mandatos, palabras soeces.

Se llenan los papeles reglamentarios, se registran las huellas dactilares, siendo puesto luego César Vallejo en manos del alcaide del lugar, don Cipriano Barba, para luego ser encerrado en una mazmorra deplorable, sin luz y nauseabunda.


4. Roto el corazón de pena

He aquí el relato que hace Antenor Orrego quien lo visita al día siguiente, 7 de noviembre:

Habíanle recluído, separado de los otros presos, en una habitación semioscura y astrosa. Un vaho pestilente y húmedo se desprendía de los muros y del piso. Me sacudió un vuelco angustiado, como si me hincaran el corazón con un hierro. Dolíame verle en condición tan desdichada y miserable. No pude contener las lágrimas.

Al vituperio y al sarcasmo verbales que antes suscitaron la originalidad y belleza de sus versos, ahora se unía, bajo el pretexto de una inculpación vulgar, no probada, el hecho físico del cautiverio, la opresión material y densa que se abatía sobre su cuerpo como cogido entre garras inexorables.

¿Había comenzado para el forjador incansable y prodigioso de tantas y bellas canciones, la agonía angustiosa de la tercera hora?...

El prisionero estaba abrumado por la desdicha, sentíase infamado y cubierto de ignominia. Sabía que en la calle tenía enemigos frenéticos que harían todo cuanto les fuera posible para perderlo.

En la desolación de su rostro pálido y afilado en sus rasgos más característicos, se adivinaba la intensidad de su desesperación. Reverberaba en todo su semblante un tenue resplandor que difuminaba un tanto sus facciones como si mirase su efigie a contraluz…

Sus ojos estaban impregnados de una insondable tristeza.

Transido de congoja, casi roto el corazón de pena, salí a la calle.

Desde el día siguiente todos los amigos del Poeta nos pusimos a trabajar para librarlo de la prisión.”


5. Los estudiantes movilizados

Por tales razones, se tendrá en cuenta el día de hoy 26 de febrero del año 1921 como la efeméride del “Somos Hermanos”, por unir los jóvenes voluntades para defender al escarnecido, para salir al frente del vilipendiado y del hermano ofendido.

A César Vallejo se le involucró en un juicio por rivalidades políticas y animadversión a sus hermanos en Santiago de Chuco, su tierra natal.

Quizá también por envidia e inquina.

Pero han sido entonces los estudiantes del Perú, movilizados en todas las ciudades del país, quienes han logrado la libertad del Poeta.

El Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, el Sr. Valega, y el Ministro de Justicia del país, don Óscar Barrós, se han dirigido, el primero al Tribunal Correccional y el segundo al Presidente de la Corte de Trujillo, por gestión de la juventud combativa.

El primero expresa en su misiva que “resplandezca cuanto antes su indulgente inocencia”. El segundo manifiesta “rapidez del procedimiento”, haciendo alusión en su telegrama a que “Intelectuales Arequipa solicitan libertad Poeta César Vallejo”.


6. ¿A quién se le espera?

Hoy día 26 de febrero del año 1921 los amigos de César Vallejo esperan en la puerta de la penitenciería de Trujillo el momento en que saldrá en libertad después de permanecer preso desde el 6 de noviembre del año anterior, 1921, fecha en que fuera capturado.

No son dos, cuatro ni seis quienes aguardan aquí de pie, sino cerca de cincuenta personas, en realidad una multitud si consideramos la naturaleza del hecho.

Porque, me pregunto mientras esto observo:

¿A quién se le espera a la salida de la cárcel y en esa proporción de personas?

Mucho más sabiendo que la hora en que se da curso a estas disposiciones judiciales siempre es incierta y hasta arbitraria.

Solo a alguien muy querido y significativo, sea un luchador social, un líder, un apóstol, se lo espera de este modo entusiasta y fervoroso.


7. Algo especial y sin precedentes

De otro lado, ¿es posible que se junte este número de personas sin que medie organización cívica o política que la convoque?

No.

Pero en este caso es por la simple y verdadera adhesión personal y espontánea a la persona del poeta, con quien los jóvenes, se identifican.

Por lo dicho, constituye algo especial y sin precedentes el hecho que ahora estamos registrando.

La mayoría de quienes están aquí son jóvenes artistas de La Libertad y compañeros de estudios de la Universidad Nacional de Trujillo.

Se nota también la presencia de algunos profesores de esa antigua casa de estudios. Y a miembros de la dirigencia obrera de nuestro departamento.

Desde el día anterior han esperado que se cumpla la Resolución del Tribunal Correccional de esta ciudad, que se tenía previsto que se efectivizara el día de ayer.


8. Son 112 días de cárcel con sus noches

La papeleta de excarcelación estos muchachos la han “arrancado” de manos del fiscal Dr. Francisco Quiroz Vega y la han traído ellos mismos en batallón hasta entregarla en manos del alcaide del penal.

Entre ellos se distinguen en el grupo a: José Eulogio Garrido, Federico Esquerre, Carlos y su hermano Juan Espejo.

También están: Leoncio Muñoz, Juan José Lora, Cucho Haya de la Torre, Augusto Silva Solís, Néstor Vallejo, hermano del poeta venido desde Huamachuco en donde ejerce de juez.

Pero, entre todos ellos, se hacen notar Antenor Orrego, a quien se lo ve exultante, y Carlos Godoy, el abogado defensor a quien se lo ve inquieto y firme, entre tantos otros.

Este hecho ha causado gran expectativa en la ciudad de Trujillo. De allí que, este sábado 26 de febrero de 1921 sus amigos esperan a César Vallejo desde las primeras horas de la tarde en la puerta del presidio.

Siendo las seis en punto de la tarde, después de 112 días de cárcel con sus respectivas noches, se abren en este mismo momento los cerrojos que lo aprisionaban para dejar libre al poeta.


9. Cantando y dando vivas

Ahí está.

A las seis en punto de la tarde las puertas se han abierto y bajo el dintel se delinea el perfil delgado y cenceño, la cabellera negrísima y crecida del poeta. La mirada luminosa que parece que recién descubriera y mirara la luz.

Ahí está. En estos momentos ha salido y, prácticamente, ha caído en brazos de sus amigos con quienes han hecho un nudo de cuerpos enlazados con el suyo.

Después del largo abrazo inicial, en donde al parecer cabían todos, al reconocer a cada uno de sus amigos uno a uno César Vallejo los ha ido abrazando. Tiene los ojos aún llorosos, visiblemente conmovido.

Ulteriormente, los que hemos podido subir y caber, estamos recorriendo la ciudad en cuatro automóviles dispuestos para el efecto, cantando y dando vivas, eufóricos al punto de parecer cómicos o agresivos.

Este acto ha tenido especial sentido que se produjera en esta ciudad tradicional donde estos jóvenes, la mayoría pertenecientes al Grupo Norte, irrumpieron hace algunos años con la fuerza de su talento e irreverencia, causando maledicencias, celos y cambios radicales en el temperamento de esta ciudad.


10. En este oscuro período de dicterio

Ha escrito Antenor Orrego:

Aquella hermandad de muchachos que parecía cosa frívola y epidérmica a los ojos de los fenicios se irguió prepotente y bizarra contra la insidia, contra la calumnia y la difamación, contra el engranaje gastado y cuchillante de la justicia.

Esta vez el acontecimiento juvenil venció la modorra del código, ante el pasmo y a pesar de los oficiantes mismos de la ley. Este hecho blasonó a Trujillo por sobre todos los pseudoblasones que suele ostentar.

El poeta, durante el tiempo que duró su prisión, mantúvose en tal dignidad y varonía que impuso respeto a todos. No imploró justicia reptando por los estrados judiciales, sí la pidió y exigió verticalmente, como un hombre. Y al fin, la rehabilitación se produjo, plenaria, íntegra, absoluta.

En este oscuro período de dicterio, el espíritu del Poeta recióse superando su potencialidad creadora. Ahí se estilaron con sangre de su sangre, los mejores versos de “TRILCE”. Donaba ritmos y marcaba agravios. Que América y la posteridad tengan en cuenta las ciliadas lonjas cordiales que vale Trilce”.


11. La efusión es máxima

Horas después la celebración ha continuado en la playa del balneario de Huamán, en donde ahora estamos.

Vallejo ha recitado un poema que se inicia así: “Esta noche desciendo del caballo...”. Otro que empieza: “Oh las cuatro paredes de la celda...” y un tercero que dice “Madre, me voy mañana a Santiago...”, que lo ha recitado casi llorando.

Los aplausos son a gritos. La efusión es máxima.

Sobre este momento y esta noche Juan Espejo escribe:

César recitaba poniendo profunda emoción en cada palabra, con voz marcadamente grave. En un tono energético, cálido vibrante; como una imprecación en algunos poemas en que el dolor, la angustia lo cercaban con sus lacerantes tentáculos.

En otros poemas, la ternura en que los decía, sin abandonar la enérgica dicción del vocablo, lo llevaba a un llanto silencioso en que la voz no perdía nunca su tonalidad viril.

Toda su vida interior se volcaba en lo que iba diciendo, siempre enérgico, siempre altivo, mientras el cabello se le desordenaba y sus facciones cobraban una profunda y misteriosa demacración como algo que viniera de un más allá inmutable.


12. Somos hermanos

Ni este día, ni antes, César Vallejo ha tenido una sola palabra de reproche contra sus acusadores, contra sus detractores ni carceleros.

En este aspecto se lo siente inmensamente noble y grande. Ni en su mente ni en su boca caben ningún reclamo ni acusación.

A todo hombre se le puede medir por lo que elige, pero más por aquello que rehúsa. Y él ha eliminado de su espíritu la mezquindad, la revancha y la vileza. Estos contenidos son los que más relucen esta noche de celebración.

De otro lado, resulta inmensa su personalidad por el cariño y la distinción que provoca.

Es tanto el afecto entre estos amigos que lo han acogido emocionados que puedo decir que el día de hoy quedará grabado e inscrito en mi alma como el día de de lo que verdaderamente significa entre todos los hombres “Somos hermanos”.


13. Supo ser amigo y muy solidario

Queremos recordar que con la publicación de su libro de poemas “Los heraldos negros”, César Vallejo impactó de tal modo, que ha sido elogiado por los intelectuales más ilustres de las letras nacionales como la voz más genuina de la poesía peruana de todos los tiempos.

Sale libre gracias a las campañas de adhesión de la juventud universitaria y de intelectuales que se han movilizado en todo el país exigiendo la libertad del poeta.

Por lo que se puede apreciar sabe ser muy amigo y muy solidario con los demás teniendo este efecto: actos como el que estamos viviendo y relatando en este momento.

Su libertad se debe también a su propia defensa, la que asumió con denuedo poniendo en acción sus conocimientos de jurisprudencia, para lo cual hubo estudiado hasta el tercer año de esta especialidad en la universidad de esta localidad, elaborando y remitiendo para el caso atestados, denuncias, oficios, y precisando a sus jueces esencias y detalles del derecho procesal.


14. He asumido esta causa por un deber moral

Sale libre también gracias al concurso generoso de su abogado y profesor en las aulas universitarias, Dr Carlos Godoy, quien sin cobro alguno de emolumentos ha asumido su defensa, como lo ha explicado y hecho constar al tribunal de justicia, diciendo:

“He asumido esta causa por un deber moral”.

Sin embargo, como lo veníamos diciendo, el factor más decisivo a favor de su libertad ha sido, sin lugar a dudas, la presión que ha ejercido la juventud nacional movilizada y en pie de lucha a lo largo y ancho del país, a tal punto que podríamos decir que esta es una conquista de su actitud militante.

Que se abran las puertas de la libertad para César Vallejo, y como obra de la juventud, es igual que pugnar para que se abran los cauces de la justicia y la esperanza para nuestro país en general.

“Es aspirar y realizar la utopía vital que debemos concretar aquí y ahora en el mundo…”

ha dicho en un discurso improvisado uno de los obreros presentes en la espera delante de la cárcel. Al indagar por su nombre nos ha respondido que las palabras valen por lo que significan y no por quien las dice.


15. Aprender a ser hombres

Ni este día ni antes César Vallejo ha tenido una palabra de reproche contra sus acusadores, contra sus detractores ni carceleros; e incluso en este aspecto es un paradigma, porque a todo hombre se le puede medir tanto por lo que adopta y acoge como por lo que rehúsa. Y él ha rehusado la mezquindad, la mediocridad y la vileza.

Jamás ha salido de su boca quién lo delató, ni pierde el tiempo en destruir ni criticar. Por eso, con él combatamos el mal a fondo, sin descanso, freno ni tapujos; sin apelaciones, de frente, de perfil y a brazo partido. Construyamos como él ha construido una obra auténtica, intensa y valiosa.

César Vallejo es un hombre que exhala un atractivo y un magnetismo muy grandes. Y sobre todo una impronta y un sello moral irrevocable y fuerte.

Otra característica muy honda en él y que impacta es su intensidad, su tensión y fulgor. Su estado que se revela inflamado, como si fuera un arco voltaico de luz.

Hoy hemos venido aquí a aprender un poco a cómo ser hombres. ¡Loor a César Vallejo!


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