sábado, 30 de mayo de 2009

EL JUICIO DEL SIGLO


Por: Efraín Vásquez Veramendi

Mansas ya las aguas judiciales, luego de más de un año de diligencias, confrontaciones, testimonios y demás recodos contenciosos, una sentencia de 25 años al Chino que en realidad es Japonés, ha tranquilizado los dolidos corazones de los familiares y deudos de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta, con emociones encontradas en nuestra memoria y sin justificar lo injustificable, creo que el sentimiento general, es que se ha excedido la pena, a un gobernante que recibió la patria partida, ensangrentada, dinamitada, temerosa, con una policía totalmente intimidada y entregada, sin recursos, sin armamento, sin moral, con unas fuerzas armadas ciegas, emboscadas y maniatadas por una legislación desfasada para las circunstancias de guerra interna con el terrorismo, con un parlamento inocuo, hilarante e improductivo, cuyas cámaras solo se dedicaban a perder el tiempo en interminables discusiones y prebendas de suculentos temas con regalías y que al pueblo en nada beneficiaba, con parlamentarios cegados unos y otros sembrados y timoratos frente a los problemas que día a día traía el sanguinario senderismo, herencia histórica de un pávido e inexperto Alan García que creía que era el Mesías esperado y con sus desaciertos aprendidos en los cafetines de Francia, entre canciones rancheras y humo de cigarro, nos legó un país paria, en la bancarrota y en guerra fraticida.

El APRA con su gobierno
Nos heredó un desgobierno
Que no era un sapo tierno
Sino el mismísimo infierno
Había tanta hediondez
Que no existía la honradez
El cerebro en fetidez
Morales Bermúdez de hez

Los amigotes y discípulos de un novato e infantil gobernante, invadieron las esferas del ejecutivo, y en festín de coimas, latrocinios y entripados, se repartieron el Perú para precipitarlo al sin fondo abismo del deterioro moral y económico, solo comparable a la post guerra de Europa y Viet Nam, hiperinflación galopante, bombazos, apagones, escasez de alimentos, especulación, dolar negro y paralelo, desgobierno total, hecatombe, apocalipsis.

Es así que en 1990, se posesiona al gobierno, un chinito sonriente y con pinta de intelectual, matemático y calculador, pragmático y aparentemente honrado, luego de ganarle en ajustadas y amañadas elecciones (según voces) nada menos que al laureado escritor que se metió a político, Mario Vargas Llosa; en un día muy especial, no solo porque nací yo, sino porque en este día siempre acontecen hechos que registra la historia, a eso de las 10 de la noche, aparece el flamante Presidente para dar un “Mensaje a la Nación”, el 5 de abril de ese año, el parlamento nacional es disuelto y los mas beligerantes y representativos “padres de la patria” son intimidados con retenciones domiciliarias obligadas, como una cárcel forzada y con vigilancia callejera.

Si no cierran el Parlamento
Hubiese habido mas lamento
Con sendero en el jumento
Se garantizaba el tormento
Y mira que yo no miento
Pero era el justo momento
De parar todo lo cruento
De Amibael y su cuento

Devino en enfrentamientos y la palabra democracia, se interpretó en mil idiomas, unos abogaban por su restablecimiento y otros pregonaban por una nueva, el vaivén político de la patria se mantuvo convulsionado y los terrucos de Abimael Guzmán y Polay Campos cercaron Lima, la amedrentaron con coches bomba como el de la calle Tarata en Miraflores con decenas de victimas inocentes… tan inocentes como las de Barrios Altos y tal vez La Cantuta, y digo tal vez, porque nadie duda que esa casa de estudios era un nido de violentos fanáticos de esos falsos iluminados que solo ensangrentaban cotidianamente no solo las calles y campos de nuestra patria, sino también las lúcidas mentes de nuestros universitarios que sin experiencia política, caían en el dogmatismo de su prédica.

En este escenario fatal y desesperado, sin reacción más que por inercia, con un asesor nefasto y fatídico como Montesinos Torres, titereteando a un ejército subordinado, pudo imponer sus torcidas ideas y en vertical decisión engendrada entre gallos y medianoche, conforman un comando de aniquilamiento denominado “grupo colina” que al regurgitar del asesor, cumplían sus órdenes a oídos sordos.

La sangre peruana derramada
Duele como una estocada
De fría y traicionera espada
De tantas vidas escapada
La ágil juventud descarriada
De la realidad desmembrada
No oía ni acataba llamada
Ni de su madre amada

Los excesos nadie los puede avalar ni justificar, es muy doloroso perder en estas circunstancias un ser amado, un familiar cercano, pero… si el estado no se defiende con las armas de la legalidad o sin ellas (en circunstancias extremas) como emboscadas, trampas, cazabobos o tomas de embajadas por ejemplo, creo que pecamos de ingenuos o de cándidos; en toda guerra convencional, siempre hay víctimas inocentes, y esta guerra fue fraticida, es decir entre hermanos, padres e hijos, parientes y amigos, los enemigos fueron ideológicos, pero de una misma familia y eso es lo doloroso, muchas veces las madres ni se enteraban de las actividades de sus hijos, si realmente asistían a cátedras de educación o especialización o clases de cómo preparar una bomba o perpetrar una emboscada en las oscuras “escuelas populares” que muchas veces funcionaban en las propias universidades.

Es mí parecer, que si hubiese triunfado el escribidor, otra hubiese sido la realidad, con un parlamento narcotizado y sembrado por topos amotinadores y similares, Abimael y sus huestes, se hubiesen instalado en Palacio de Gobierno antes de medio año…

No hay mal que por bien no venga
Y en una democracia renga
Con terrucos que no se contenga
Ni la sangre ni la muerte mengua
Pero eso si te digo hermano
Costeño, de la selva o serrano
Entre todos démonos la mano
Y desterremos lo malsano

Las comparaciones son odiosas, pero cabe mencionar la similitud de escenario con Medio Oriente, en una misma familia de 6 hermanos, 3 son fundamentalistas, uno es judío y los otros 2 son cristianos que se matan entre ellos porque su fanatismo es tanto que no atiende razones fraternales ni sanguíneas, solo actúan impulsados por su demencial fanatismo religioso y esta guerra entre hermanos ya ha cobrado miles y miles de víctimas y no dejan de llorar las madres que pierden a sus hijos casi todos los días alguien puede explicarme, por qué suceden estas cosas?, algo así sucedía en el Perú de los 80s 90s y hasta hoy, niños y adolescentes son reclutados para amaestrarlos en el uso de armas de guerra para matar más peruanos, sin importar que sean hermanos familiares y hasta sus propios padres, en este contexto, creo que el precio de encabezar esta pacificación ha sido muy alta, para Alberto Fujimori, 25 años de cárcel por jugársela por la paz, no creo que resuma el sentimiento de agradecimiento que debemos tener ante la sociedad que hoy tenemos y disfrutamos.

Yo sólo te digo
Que si hay amigo
Que cante contigo
Aún siendo enemigo
Si hoy disfrutamos
De paz y juramos
Amar lo que amamos
¿Por qué nos matamos?

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Que les parece
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Efraín Vásquez Veramendi, es autor del libro: CRÓNICAS CHIQUIANAS - Edición 2007 - 287 páginas.
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