domingo, 22 de marzo de 2009

EL AGUA NUESTRO DE CADA DÍA


Por Agustín Zúñiga Gamarra

Acabamos de dejar los carnavales, donde el agua fue como siempre, el principal actor. En el medio centenar de años que tengo, todavía recuerdo como si fuera ayer las imágenes de las “tulpusidas”[1], el mano a mano (diría mas bien, el balde a balde) en las sequias que cruzaban las calles de Chiquián. Y, en Lima, los inoportunos baldazos que atravesaban las ventanas entreabiertas, de la línea de microbuses "Santa Cruz", bañando la cara a algunos soñolientos o desprevenidos pasajeros.

Esta agua, compañero de nuestras tradiciones carnavalescas y más importante y fascinante para mantener la vida y moldear nuestro planeta, está en peligro. La situación es tan seria que la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 22 de diciembre de 1993, resolvió declarar el 22 de marzo de cada año, Día Mundial del Agua. Invitaba a los diferentes Estados a celebrar actividades que fomentaran la concientización pública sobre el problema del agua.

Cada año el lema de la campaña ha sido diferente: Agua y Cultura, El agua fuente de vida, Agua y Desastres, Agua para el futuro, Agua y Salud, Agua para ciudades Sedientas, etc. El próximo 22 de marzo se celebrará el día Mundial del Agua 2009 con el lema “Aguas comunes, oportunidades comunes”. Su propósito es concietizar a la población mundial sobre la importancia de conservar este recurso tan escaso, en calidad como en cantidad.

Mediante los medios de comunicación, podemos observar cómo una niña de la India, un habitante de Etiopía, un agricultor de Bolivia, un obrero de Turquía, o niños del arenal de Ventanilla, con distintos modos de vida y culturas diferentes, plantean un mismo desafío, garantizar el suministro de agua limpia para mejorar su vida. Ellos luchan por producir alimentos en zonas asoladas por la sequía o permanecen atemorizados por la desglacialización de los nevados cercanos a sus chacras, o esperan con ansiedad a los camiones de agua para llenar sus viejos cilindros a precios más elevados que los ricos de las grandes mansiones rodeados de jardines espléndidamente verdes. Son comunidades que afrontan difíciles problemas relacionados con la conservación y uso de este recurso natural precioso y finito.

Mundialmente, la utilización del agua aumenta a más del doble de la tasa de crecimiento demográfico y más personas, como nunca antes, están aprendiendo, por experiencia propia, a afrontar la escasez de agua. En un mundo que está cubierto en sus dos terceras partes por agua puede parecer un contrasentido mencionar, que el difícil acceso al agua potable es la causa de enfermedades y miseria para 1.500 millones de personas. Según señaló la FAO el 14 de Febrero de 2007, 1800 millones de personas vivirán en países donde la falta de agua será drástica en el año 2025.


El organismo ONU-Agua, considera que la principal problemática de la gestión sostenible, eficiente y equitativa de los escasos recursos hídricos son los desequilibrios entre disponibilidad y demanda, la degradación de las aguas superficiales y subterráneas y las disputas en el ámbito intersectorial, interregional e internacional.

Cuestiones como la protección del medio ambiente, el calentamiento global, el reparto equitativo del agua entre los distintos sectores (agrícola, doméstico e industrial), el acceso al agua en cantidad y calidad aceptables, configuran un escenario en que cada gota de agua es importante.

Puesto que la agricultura es el primer consumidor de agua a nivel mundial, el empleo de técnicas agrícolas que aprovechen mejor el agua, la mejora en sistemas de riego que eviten el despilfarro en los regadíos, el incremento de la productividad, los cambios de cultivos y hábitos alimentarios serán elementos claves para conseguir afrontar la disponibilidad limitada de este elemento.

Recordemos algunas cifras: se necesita 15 mil litros de agua para producir 1 kilo de carne de bovino, 1500 litros para producir 1 kilo de trigo, 2 a 5 litros diarios para beber el ser humano. La agricultura usa el 70% del agua dulce que tiene la tierra. Mientras que los países ricos utilizan solo el 40% de agua en este rubro, hay países pobres que usan el 95% de su agua, ellos tienen a la agricultura como su principal actividad económica.

Por todo ello, volquemos esta semana, nuestro interés en profundizar este problema, averiguemos, cómo viven esos 1500 millones de personas que sufren escasez aguda de agua en los países del Cercano Oriente, África del Norte, Pakistán, India y Sudáfrica. Eso nos empujará a cuidar nuestras fuentes de agua, evitar la deforestación de bosques, no contaminar los ríos, no usar combustibles poluentes, a arreglar nuestras cañerías y a no jugar carnavales derrochando agua potable.

Cierro la ventana citando la paradoja del diamante y el agua, planteada por el economista Adam Smith, el siglo XVIII.

La paradoja considera que a pesar que el agua es tan útil para los seres humanos y esencial para el sustento de la vida, sin embargo, es menospreciada y vendida excesivamente barata.

Contradictoriamente, los diamantes, cuya utilidad real para la vida es nula y sirven únicamente en su condición de joya, se venden a precios altísimos.

Las personas pueden sobrevivir sin diamantes, pero si estuvieran en medio del desierto durante tres días, valorarían un vaso de agua más que todos los diamantes del mundo.
Los diamantes cuestan más debido a su limitada reserva, lo contrario a la relativa abundancia del agua, que hace que cueste poco.

Pero en el momento que llegara a escasear, valdría más que todos los diamantes, y petróleo del mundo.

La conclusión de la paradoja de Smith afirma: Si la exigencia depende de la utilidad del producto, el agua debería ser más valorada.

Lima, 18 de marzo de 2009



Consejos para el uso del agua:

En el lavado de las manos y los dientes y al afeitarse:
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No dejar correr inútilmente el agua y emplearla sólo cuando es necesaria.

Uso del inodoro:
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Descargar el agua sólo cuando es indispensable.

El baño y lavado del cabello:
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Cerrar el agua cuando se está enjabonando.

Limpieza de los utensilios de cocina:
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Enjabonar todo primero y luego enjuagar. No dejar correr el agua sin necesidad.

Lavado de la ropa:
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Usar la lavadora a su máxima capacidad cada vez, lo que ahorra agua y energía. Cuando se lava a mano, hay que mojar la ropa, frotar ligeramente y luego enjuagar. No dejar correr innecesariamente el agua.

Preparación de alimentos:
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Usar solamente el agua necesaria. No desperdiciar los caldos.

Aseo de la vivienda:
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Usar un balde de agua para medir y controlar la cantidad de agua para el lavado del piso u otros lugares. No emplear mangueras porque se gasta el agua innecesariamente.

Riego del jardín:
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Tratar de no emplear agua potable, sino reutilizar el agua que se haya empleado en otros fines. Es mejor regar al atardecer y usar solo el agua necesaria, así la tierra absorberá el agua y no habrá mucha evaporación. Rediseñar los jardines con plantas que requieran poca agua.

Lavado de automóviles:
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Eliminar la costumbre de emplear mangueras, más bien usar un trapo húmedo y una cantidad controlada de agua en un balde. Estas sencillas medidas pueden ahorrar muchos litros de agua y también buena cantidad de dinero.

Recomendaciones para ¿Qué hacer en este día?:

Hacer del agua la responsabilidad de cada uno.

Actualmente, existe una crisis del agua y la situación está empeorando: piensa en las futuras generaciones y trabaja ahora por un futuro mejor.

Promover la participación de la mujer en la gestión del agua.
Involucrar a la juventud en su responsabilidad en el tema del agua.

Concienciar a todo el mundo de la importancia de este escaso y precioso recurso.

Influenciar a los representantes políticos (concejales, parlamentarios, etc.) para que pongan especial atención en este tema y empiecen a propiciar los cambios necesarios.

Realizar una jornada de puertas abiertas durante la cual las instituciones y el sector privado relacionado con el agua permitan a todas las personas interesadas visitar potabilizadoras, instalaciones de tratamiento, instalaciones de riego, etc.

Publicar artículos sobre el agua en periódicos locales, suplementos de periódicos y en otro tipo de publicaciones (institucionales).

Promover programas de radio y TV sobre los recursos de agua dulce.

Realizar concursos escolares de dibujo, poesía, composición, etc.

Distribuir folletos y pósteres en escuelas de educación secundaria (basado en material obtenido en diferentes páginas web).

Organizar exposiciones de fotografía sobre el tema.

Organizar y participar en seminarios y simposios sobre recursos de agua dulce.
Realizar campañas de ahorro y depuración de agua.
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[1] Tulpusida: en los carnavales se carga a la contendora y se la echa en la sequia, que atraviesa la ciudad, sale completamente mojada. Esta es la acción mas difícil, puesto que sus amigas impiden que esto se realice. (Chiquián, Bolognesi, Ancash).