jueves, 21 de marzo de 2019

21 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: ESA LLAMA MILENARIA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 

Construcción y forja de la utopía andina
 
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER,
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO


 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


 
*****
DÍA INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES
EL BOSQUE Y SUS DUENDES


¿Qué es un bosque? Es encanto. Es maravilla. Es arcano. Porque dentro del bosque está la poza, el arroyuelo y la cascada. Todo bosque es misterioso y está poblado de duendes y fantasmas.
Es mágico y símbolo de lo desconocido. Y en el bosque se da el sonido del viento como el de un río que pasara, pero por lo alto, movimiento pletórico.
El sonido del viento modulando canciones secretas, conjuros y exorcismos en la copa de los árboles como en las cuerdas de una guitarra.
El bosque y sus amores escondidos bajo los árboles.
He sido asiduo visitante de los bosques. Y siempre lo he caminado solo hasta dar con sus entrañas.
Contó la esposa de mi profesor Carlos Barbarán, después de la presentación de un libro mío en Trujillo, y ya en rueda de amigos, lo siguiente:
– Un día, –dijo–, caminando por el bosque con Charles mi esposo, –así lo llamó–, te encontramos dormido, –dice volteándose a mí–, al pie de un árbol inmenso y con un libro entre las manos.
– ¿Así? ¿En Santiago de Chuco?
– Sí. Te miramos y nos miramos. Lo único que dijo Charles, es una frase: “¡Un duende!” Y pasamos, de puntillas y en silencio, sin despertarte. Porque nos pareció una escena sublime.
En el bosque habitan seres fantásticos y sobrenaturales, porque los bosques son punto de reunión y encuentro.
Y lo es entre epígonos y representantes de diversos mundos: así del mundo del subsuelo y del mundo de arriba. Del Urco y del Hanan Pacha.
Un día, siendo yo ya adolescente, entré contigo, niña mía del alma. ¡Y, nada más llamativo! Sobresalía tu vestido corto en relación a los árboles gigantescos.
Tu falda es de color celeste en relación a la arboleda de color verde. Y de raso, o de seda, frente a la rugosidad de las cortezas.
El bosque tiene un solo riachuelo, frente a los dos arroyos cristalinos de tus pantorrillas.
Pero el bosque no tiene tus ojos intensamente brillantes, ni la flor de tus labios intensamente rojos, en relación a la hojarasca marrón de sus hojas.
El bosque es un estado del alma. Es el misterio de la vida. Es el enigma perfecto. Es donde perderse y el bosque es donde encontrarse.
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


*****
21 DE MARZO


 
DÍA
MUNDIAL
DE LA POESÍA


 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA

 
ESA
LLAMA
MILENARIA


Danilo Sánchez Lihón
 
 
¡Oh noche que juntaste
amado con amada!
San Juan de la Cruz
 
 
1. La primera
rosa extasiada
 
Desde la explosión del mundo, hace cinco mil millones de años, en que una gigantesca bola de cristal hecha de materia ígnea estalla.
Y se expande en miles de fragmentos ardientes, pasaron otras decenas de millares de años hasta que esos elementos fueron formando estrellas y planetas lejanos.
Esa materia fue ordenándose luego en galaxias, a partir de lo cual, en la pequeña molécula sideral que es la Tierra, transcurrieron milenios para que fueran separándose poco a poco las aguas de las rocas y nacieran los mares estupefactos.
Volvieron a pasar nuevamente miles de centurias para que en alguna playa embrujada brotase un corpúsculo tembloroso. ¿Qué era?
¡La vida incipiente!, a partir de la cual se conformaron los vegetales y emergió algún día la primera rosa extasiada.
 
2. Sucumbieron
los dinosaurios
 
Tiempo después diversas criaturas deambulaban en esa calma ensimismada, no exenta de calamidades.
Allí ocurrió que luego de la primera conflagración que se desatara, debido a una glaciación polar que asoló esa esfera planetaria, sucumbieron los dinosaurios.
Pero hay el registro en una ladera de Laeyoli, en Tanzania, en la lava de un volcán petrificada y sellada luego por el deslizamiento de otras capas terráqueas.
¿Qué es ello? Es la constatación del paso de una caravana asombrosa que huía de las candelas y del magma ardiente de esa cólera desatada por la naturaleza.
En esa caravana iban adelante los leopardos, detrás leones y panteras, luego los osos y elefantes, y después los búfalos y bisontes.
 
3. ¡Llena de encanto
y embelesada!
 
Y finalmente, en este documento milenario sobre el suelo del planeta, hay unas pisadas leves, casi aladas de la primera pareja humana, con las plantas de sus pies nítidamente impresas, pero como elevándose del suelo.
Estos son los primeros indicios, marcas y señales humanas que se registran en esta tierra estremecida y pasmada.
Es la más antigua evidencia del paso de un hombre. Y al lado suyo las huellas de una mujer. Cabe suponerlo ¡llena de encanto y embeleso!
Pero hay un detalle que asombra: las pisadas de los pies más pequeños son más hondas. ¿Por qué?
¿Son más intensos los pasos de la mujer quizá porque siguen a los pasos del varón?
Porque lleva a un hijo en las entrañas es la conclusión de los analistas del documento de Laeyoli.
 
4. Pisada honda
de mujer en el suelo
 
Es conmovedor que los rigurosos y atildados científicos hayan contemplado que esas pisadas son más hondas por el peso de la maternidad en gestación.
No deja de ser también poesía este apunte lacerado, porque el fruto del amor y la identificación entre uno y otro cuerpo o alma resulta ser por igual un enigma.
Pero yo creo que es el peso del misterio que toda mujer encarna lo que hace más hondas que las del varón sus pisadas, sea sobre la lava de un volcán o sobre el suelo común y corriente.
Que la mujer al tocar la tierra tiene otro peso en el cuerpo y en el espíritu que se suma al de su cuerpo y al de su alma subyugada.
De allí que siempre la poesía se destina hacia una mujer. Y hasta es mujer ella misma, por eso se llama poesía.
Y la hacemos los varones como una búsqueda de las pisadas hondas de mujer en el suelo.
 
5. Nuestra naturaleza
sublime y sagrada
 
¡Eso sí! No éramos los primeros, sino los últimos de esa peregrinación sorprendente. Delante iban los poderosos seres terráqueos:
Las fieras animales, soberbias e irrecusables, que frente a su hambre el pobre hombre podía haber sido apenas un aperitivo casi despreciable.
Delante iban los reyes del universo de aquel tiempo. El hombre iba detrás, rezagado, intimidado, es posible que conmovido.
Cabe imaginar que después de él ya no había nadie.
Hubieran estado las aves y los peces. Pero éstos últimos tenían su propio elemento y espacio dichoso.
Y aquellas primeras eran más dotadas que el hombre puesto que volaban.
Pero yo creo que aquella pareja iba detrás no solo porque era más débil y menos aventajada que los demás animales.
Sino que el motivo es nuestra naturaleza sublime y sagrada.
 
6. ¿Qué significa
la rosa?
 
Esa pareja iba detrás no sólo porque el leopardo que encabezaba ese desfile la hubiera devorado al instante, sino que había otra razón inexorable:
Demoraban su paso porque a ambos les fascinaba mirarse a los ojos y eso entorpecía su paso.
Pero, sobre todo, porque encontraron, hombre y mujer, a la rosa extasiada del camino y enmudecieron ambos al contemplarla en el sendero.
Porque en ella sorprendieron lo que sentían el uno hacia el otro. Y porque ante ella se hicieron juntos una pregunta.
Interrogante que hasta ahora los descendientes de esa pareja antediluviana nos hacemos sin respuesta que nos satisfaga.
¿Cuál es?
Es esta: ¿Qué significa la rosa? ¿A qué corresponde tremendo misterio? ¿Qué somos ahora los dos reunidos y caminando juntos ante la amenaza o lo propicio del cosmos?
 
7. Parábola
y arco de emoción
 
Y esa es la pregunta esencial y el misterio de la poesía.
En esa mirada y en esa pregunta, hecha en el ese instante de la huida, sea en la agitación inevitable o en el descanso arrebolado a la vera del camino, ante el asombro de algo aparentemente inútil pero lleno de claves secretas, nace la poesía.
Ante el enigma de la rosa impoluta, que es la otra orilla de la explosión y el incendio, a despecho de la caravana de seres poderosos que presidían la marcha buscando refugio, allí precisamente se configura y estalla la poesía.
Nace la poesía que es una pregunta sin respuesta, riesgo supremo sin explicación posible.
Que es probablemente sólo estupefacción, delirio y orfandad consumada.
Es quizá un flechazo de lo sagrado solo para esa pareja rezagada, no sé si asustadiza o valerosa, y que son nuestros primeros padres.
Pero eso sí sintiendo que una emoción profunda, que puede definirse como el amor, se alzaba de sus corazones igual o más que el volcán en erupción que explosionaba.
 
8. Piadosos
y reverentes
 
Y aquella es la parábola y el arco de emoción inagotable, luminosa y a la vez conturbada, que sustenta toda auténtica y temblorosa poesía.
Y nace con el amor el vuelo del espíritu.
Ahí el Hombre deja su materia física y sensible.
Ahí abandonamos nuestra condición terrena para ser lo que somos: vuelo, ave y milagro.
Alcanzamos a ser idea y trascendencia hacia otros universos y confines, quizá el mayor: aquel hueco interior de nuestro pasmo y silencio que hasta ahora no cesamos de llenar.
Ante esa mirada y ante esa pregunta –teniendo detrás el volcán en llamas y en el interior del alma enhiesta otra rosa atónita– es cómo nos acercamos piadosos y reverentes, trémulos y esperanzados al misterio de lo que es la poesía.
 
9. Lumbre
que protege
 
Y acontece y se suma al anterior otro milagro, cual es que en el transcurso de millones de años es admirable cómo cada día siguen abriéndose rosas y continúa el hombre buscando el sentido, lleno de una actitud nueva, a esa flor primigenia, tan íntima, personal e inagotable; mínima e inconmensurable.
Con lo que quiero decir que es una victoria cómo brota la poesía, que ahora es un torrente inagotable.
¡Cómo aflora, fluye y mana esa savia que deja ostensible e inerme nuestra naturaleza divina!
¡Cómo surge, crece y estalla esta llama, candela, fuego o materia ígnea que es condenación y salvaguarda frente al vacío!
¡Que no se cansa!, que nunca se apaga, que siempre está viva.
Y que sobresale, a veces por un resquicio que apenas se abre. Para luego irse haciendo cauterio y resplandor que ilumina. ¡O lumbre que protege y nos abriga! Y también, con frecuencia, en apenado olvido.

*****
 
 
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
 
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
 
  *****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
 
 
*****
 
Teléfonos Capulí:
393-5196 / 99773-9575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
 
Si no desea seguir recibiendo estos envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.