Danilo Sánchez Lihón
Solo creería en un dios
que sepa bailar.
F. Nietzsche
Nunca des una espada
a un hombre
que no sepa bailar.
Confucio
1. Danzan
las estrellas
La
danza es el arte primigenio que nace con la aparición del hombre sobre
la faz de la tierra porque se vincula a su palpitación, al ritmo de la
sangre y a la respiración de nuestro cuerpo que interiormente danza, así
como danzan las estrellas del universo.
La
danza es el arte más antiguo de la cultura de los hombres y los
pueblos. En el arte rupestre de las Cuevas de Altamira, en la Cantabria
de España, así como en las Cuevas de Toquepala, en Ilabaya, provincia
Jorge Basadre, en el departamento de Tacna, en el Perú, los hombres
danzan hasta cuando cazan.
En
las primeras manifestaciones humanas la danza adquiere un carácter
ritual; en primer lugar, para exorcizar las fuerzas de la naturaleza a
fin de hacer propicia la caza y la pesca.
Así
como también para celebrar y adorar a las entidades divinas y pedir su
concurso favorable en los asuntos que más nos importan e incumben en la
vida.
2. Lo más
supremo
La
danza es la conjunción del cuerpo con el acto ceremonial de la
celebración, y como todo aquello inherente al cuerpo está ligado a la
persona humana; Como todo aquello en relación con la naturaleza está
ligado al agua, al aire, al fuego y a la tierra.
Es
por eso que la danza por un lado tiene una expresión personal, de
impulso anímico, pero a la vez es una manifestación colectiva en donde
el individuo participa de una comunión profunda con los seres con
quienes comparte un destino común.
La
danza es expresión del ser individual, pero también colectivo; y en las
culturas originarias se danza en relación a la divinidad, a las
montañas, a las nieves perpetuas, a las cascadas de los ríos o bien a
las estrellas y astros del firmamento.
Aunque
es una expresión depurada del movimiento corporal es a su vez un rapto
sagrado del espíritu por el cual nos encomendamos a lo más supremo del universo.
3. La esfera
celeste
Sean
aquellas presencias naturales que adoramos como los cerros, ríos,
lagunas, nieves perpetuas, o sea también a las deidades en las cuales
creemos fervientemente. y que no tienen una expresión externa, sino que
son espíritu que más habita en el espacio interior de los seres humanos.
Por
ambas razones, sensoriales como simbólicas, las danzas han incorporado a
la expresión natural del cuerpo una vestimenta y parafernalia que
representa la mímesis de fenómenos naturales, anímicos y sociales que
vale interpretar y valorar. Otro aspecto es la coreografía que
desarrolla una estructura compuesta de momentos o estadios a fin de
darle variedad por un lado e intensidad por otro.
Es
la música puesta en lenguaje plástico y en movimiento. Es una
revelación y es un milagro. Es el lenguaje más directo y sin errores del
libro del alma, tanto de los seres humanos como de plantas, animales e
incluso de seres aparentemente inanimados e inertes en la esfera celeste
4. Las manos
y los pies
La
danza es un arte milenario y todas las culturas del mundo registran
expresiones artísticas que se pueden tipificar como danzas.
Asocia
o se vincula a otras manifestaciones de la cultura de los pueblos, y a
expresiones artísticas como la música y la canción, el teatro y la
plástica, el cine y el arte gráfico, armonizándolas en una unidad que
nos da la ilusión de espontaneidad, síntesis y libertad.
Sin
dejar de ser la danza lenguaje del cuerpo que en su base fundamental
encierra compases y ritmos que suscitan la plena expresividad del cuerpo
como integración con todo lo mental e inclusive mágico.
Pero
también en lo corporal vale como integridad absoluta y cabal del
lenguaje de los ojos, de la expresión facial o gestual, así como el de las manos y los pies.
5. Llama
votiva
Es
la danza un arte de celebración principalmente de los ejes del género
masculino y femenino. Pero es también de homenaje a la naturaleza y,
como tal, es un arte ritual vinculado a la religiosidad y al carácter
sagrado de la creación.
Se
vincula a la energía telúrica, sintonizando con los elementos que la
naturaleza nos prodiga, principalmente a contenidos como la fecundidad y
el cambio, como elementos dialécticos de la realidad. Como expresión
cultural de los pueblos representa más legítimamente sus culturas, sus
costumbres y sus creencias.
La
danza principalmente es expresión colectiva e histórica, en donde se
plasman las vicisitudes y la idiosincrasia de los pueblos. En ella es
permanente y está encendida la llama votiva de la fe, hecho que le da
una honda raigambre e índole ceremonial.
Se
utiliza con carácter curativo y sanatorio, porque mediante ella se
exorcizan males del alma y del cuerpo; así como, y en base a su
práctica, se previenen muchos males y enfermedades.
6. Filiación
e identidad
En
el ámbito de la educación, la danza debe ser una práctica constante
para hacer que niños y jóvenes alcancen plena expresividad y puedan unir
diversos lenguajes en una manifestación que ha de darles soltura y
libertad.
Y
sobre todo para integrar personas, compañeros de aula, así como para
superar tensiones que podrían afectar las relaciones entre uno y otro
componente de la institución escolar.
En
el campo de la educación la danza cultiva como factor pedagógico ha de
ser recreada para imprimirle aquellas significaciones y valores que
quisiéramos cultivar y relievar en nuestra comunidad.
En
la escuela hemos de cultivar la danza para integrar a los niños tanto
entre quienes conforman un aula como también para integrarlos al
conjunto social, por los altos valores de arraigo, pertenencia,
filiación e identidad que ella trasunta.
7. Es
fluir
En nuestra cultura la danza es una expresión acrisolada unida a la labor comunal.
Y
se danza sea para la siembra, como sea para la cosecha. Se danza en el
trasquile de ganado y en la conducción del agua por las acequias.
Se danza en el abrirse los caminos como en el tejerse las sogas con que se sostienen los puentes sobre los abismos.
Se
danza sobre el suelo en donde se construirá una casa, en el alzarse los
muros de piedra o adobe como como cuando se asienta el tejado de los
techos de una y otra vivienda.
Porque
mientras se danza todo es unidad y es plenitud; es acuerdo, armonía y
júbilo. No hay lugar en ella para odiar. mentir o abrigar una mala
intención. La danza es fluir y dejarse llevar por la corriente poderosa
de la creación del universo.
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