LO MEJOR DE LA PROSAPIA CHACHAPOYANA:
DON GERMÁN SANTILLÁN BERNUY
Por Alejandro Valdez Linares
LAS MEMORIAS DE DON GERMÁN
Son un retrato a la
ternura, diría: son un canto al pasado, una oración a la vida que ya se
fue, llevándose consigo, lo mejor de la prosapia chachapoyana.
Testigo de su
tiempo, de nuestro tiempo. Sus vivencias y experiencias, su vida misma,
se funden con la materia telúrica de la creación y se elevan en aras de
sublimar lo sentimental y la emoción, a las más altas esferas del numen
poético.
SALPICADA DE MAGIA Y FICCIÓN
La dulzura de la
narración, se desliza sutilmente mediante metáforas casi imperceptibles,
que van calando el recuerdo en busca de un pasado que ya no regresará.
Que transportó los amaneceres y los ocasos, las lluvias y las brisas
perfumadas por la añoranza, de las experiencias recogidas a lo largo del
camino.
En cada página está
presente su ejemplar sencillez, su humildad; pero al mismo tiempo su
grandeza de hombre y de maestro, que agregan lozanía a lo que dice,
contando sus vivencias de cada día, de cada minuto que le tocó
presenciar, a través de sus 90 años de existencia ejemplar.
LO QUE FUE LA FIDELÍSIMA Y SUS AVATARES
Su excelente y
sencilla narrativa, condimentada con romanticismo, tiene mucho de real,
salpicada de magia y ficción, creando los eslabones de una cadena que
une varias generaciones, dándonos a conocer minuciosamente lo que fue la
Fidelísima y sus avatares, retratando su paisaje urbano, en cada plaza,
en cada casa, con su gente característica, con nombres propios y
reales, personajes que uno los visualiza rápidamente, porque a varios de
ellos tuvimos la suerte de conocer. Así como también uno se extasía con
las escenas del campo, del río y los caminos. (Qué hermoso cuando dice
que Nemesio no desapareció en el remolino del río, desapareció para
siempre pero en el “remolino del amor”).
TESTIMONIO DE VIDA-REVIVIENDO TIEMPOS IDOS: CARIÑO Y GRATITUD
Es conmovedor el
amor por su familia, por su esposa que en paz descanse, por su hija
Rosita, por sus nietos y por su yerno Eduardo, a quien considera como
hijo, llenándole de cariño y gratitud.
Cuando la niebla
del Puma Urco se mete en el alma y los crepúsculos por el Luya Urco
menguan el corazón, uno siente caer la lluvia por los tejados y el aroma
de los eucaliptos perfuma las mañanas, acompañadas del canto de
chicharras, uno revive tiempos idos que no volverán, pero la pluma de
don Germán nos refresca la memoria para hacer palpitar al corazón con
más fuerza, lleno de emoción.
En sí digo: que LAS
MEMORIAS DE DON GERMÁN, son un testimonio de vida, rica en todo
sentido, que tienen como norma EL AMOR Y EL BIEN.
Fuente:
Escritor Luis Albitres Mendo
Lucho Albitres Mendo, contemplando una de sus obras maestras