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Por: EFraín Vásquez Veramendi
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Perdida nuestra identidad por púdicas y hasta étnicas razones que tienen que ver con traumas y complejos escondidos, los hijos del Sol y de la Luna nos convertimos voluntariamente en excluidos del resto del mundo, relegando expresamente nuestras sólidas raíces, negando nuestro nítido origen y escondiendo nuestra gran cultura. Pocos países del mundo, pueden exhibir un pasado tan célebre y lleno de grandeza, el Imperio de los Incas, es nuestro estandarte de presentación con su alto grado de desarrollo arquitectónico, su perfecta organización, su bien establecida economía lo atestiguan; paradigmas como Macchu Picchu, Sacsayhuaman, Ollantaytambo, Pisac, Los Baños del Inca, Vilcashuaman y otras tantas muestras de este esplendor saltan a la vista que propios y extraños admiran, renovando entonces nuestra fe en el futuro y acentuando también nuestra expectativa de volver a ser un país con esperanza, con futuro avizor.
Lejos del vil racismo que daña
Quiero a Jacinta aunque no se baña
Desechemos el aguijón de la araña
Y démonos amor, en vez de saña
Practica la unión y en empatía
No le hagas daño, ni a tu tía
No más, usemos la maña
Y brindemos con un ron de caña
Todos hemos sentido en carne propia el menosprecio, la desidia, la indiferencia, unos tal vez más que otros, en el colegio, en la universidad, en un lujoso restaurante o en una exclusiva discoteca, no se puede negar que incluso entre nosotros mismos nos choleamos, nos ninguneamos, sentimos o alucinamos ser mejores que el que tenemos arriba o en frente y nunca pensamos en equipo, no nos sentimos parte de esta maravillosa patria llamada Perú y creemos que cantando un vals en julio es suficiente… éste país, tu patria, es tan colosal y sólida que incluso soporta regímenes sátrapas y dictaduras, es tan benigna y generosa que tenemos la mejor uva del mundo que es base del incomparable y único Pisco Peruano, su suelo nos brinda el algodón mas largo y fino en fibra, tenemos frutas exóticas por doquier, variedad de sabores y colores en la naturaleza, deliciosos y abundantes peces en nuestros ríos y lagos, playas incomparables y paradisíacas como Máncora, Punta Sal, Colán y Los Órganos en el norte, tenemos una sierra pródiga en belleza y aromas como el incomparable Callejón de Huaylas, paraíso eterno de alpinistas de alta montaña, edén de los deportes de aventura como trekking, ala delta, canotaje y otros.
Al ding dong de un badajo
Vamos todos al trabajo
Algunos sembrando ajo
Aunque se crean muy majo
Por mi patria yo me rajo
Aunando al vil y al bajo
Digamos todos de un tajo
¡Viva el Perú… carajo!
La selva es un olimpo de verdor y esperanza, admirable desde el poderío del río Amazonas, la inacabable dadives de su despensa, y el inconmensurable futuro que le espera, hacen de esta región inexplorada aún, un filón de posibilidades e inversiones, existen ahora proyectos de desarrollo sostenido, en concordancia con la preservación del medio ambiente, hoteles cinco estrellas en medio de la selva, rústicos, cómodos, ecológicos, capitales como Tarapoto con su laguna azul y sus cataratas llenas de misterio y encanto, Moyobamba con sus abanico infinito multicolor de orquídeas y otras delicadas flores, Madre de Dios con sus parques naturales del Manu y el Tahuamanu, Pucallpa con su Yarinacocha y sus exquisitas maderas, Tingo María con su bella durmiente y sus eróticos licores y por supuesto Iquitos, cuna de la poderosa anaconda, son focos de progreso y anhelo de residencia de mucha gente del mundo entero.
El tutelar volcán Misti en Arequipa, vigila la campiña characata, junto al sillar y su blancura, tientan en sus noches mistianas, Puquio y su Pampa Galeras ven correr libres a la vicuña, Moquegua, sus paltas y sus enormes panes, son delicia obligada a su paso, Tacna la ciudad heroica, vigilante en la frontera, su comercio y su ternura, hacen mecer el sentimiento.
Bien decía el buen Toribio
Que era un soldado anfibio
Al invasor yo lo entibio
Aunque sea un Namibio
Si es del sur, con más razón
Enarbolando mi blasón
Al frente de mi batallón
Me brindo de corazón
Ahora, si de cocina se trata, un cebiche de mero Piura, o de conchas negras en tumbes en la creciente de Puerto Pizarro es lo máximo, arroz con pato en Lambayeque, sin dejar de visitar el museo de sitio “Las Reales Tumbas del Señor de Sipan” o las pirámides de Túcume, escapan de lo terrenal; en Trujillo esta Huanchaco, con su mítico y enorme muelle son el cuadro perfecto para saborear al borde del mar, un lenguado frito con su yuyo, mientras en el horizonte vislumbran, la silueta inconfundible de los caballitos de totora, Chimbote y sus picanterías, te ofrecen su “salpreso” incomparable platillo muy sencillo, creado por los pescadores que evisceran al pez en altamar, lo filetean y lo lavan con agua de mar, lo ponen al sol abrazante del mediodía por un par de horas, luego exprimen limón de Tambo grande, su ají limo picadito y listo… a chuparse los dedos y aspirar profundo por lo picante del rojo condimento.La pachamanca del centro, el cuy chactado de Arequipa, el puca picante de Ayacucho, los camarones de Camana y El Fiscal en Moquegua en un chupe, la sopa shambar con sus siete carnes, el caldo de cabeza, la patazca, la papa a la huancaína, el rocoto relleno, el ají de gallina… el tacacho de la selva, los juanes de faisán del monte, el frito de lagarto, su doncella con plátano sancochado, los huevos salados de charapa, la cecina… el Perú es incomparable.
Menos mal que la cocina
Del Perú al orbe alucina
Su sazón y esencia fina
Es hoy filón de una mina
Pero esto aquí no termina
Porque mi abuela Fermina
Hoy cocina en una tina
Chicharrones sin triquina
¿Cómo no sentir orgullo por esto y mucho mas? y claro que te deslizo lo de Chan Chan y su fabulosa ciudadela de barro que poco a poco la van reconstruyendo, Chavin de Huantar y su Lanzón monolítico, Kuelap y su inexpugnable castillo por descubrir aún, las enigmáticas y alucinantes líneas de Nazca en Ica, los inéditos ventanales en Otuzco, la ancestral y pionera ciudadela de Caral en Supe, las huellas de dinosaurios en Querulpa cerca del fabuloso Cañón del Colca, los interminables y perfectos andenes de Andamarca, las chullpas funerarias en Puno, Tiahuanaco y la Isla de los Uros.
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Hermanos peruanos, realmente somos únicos, somos raza de cieno y hierro, somos, de poros blancos, mestizos, negros y amarillos, somos estirpe de Incas hijos del Titicaca, herreros de la piedra y tejedores de kipus, nos vestimos de oro y plata y el cobre fue la suela de nuestras sandalias, conquistamos araucanos, aymaras, gauchos, norteños nativos y los sometimos, dominamos la hidráulica y nuestros suelos alimentaron nuestro fabuloso territorio, nuestra estirpe solo se compara al esplendor de culturas como la Maya, Asiria, Egipcia y Griega, nuestro imperio solo se compara al Romano, nuestro fabuloso pasado debe ser el pedestal de nuestras acciones y logros, mejorando como personas, educando nuestras reacciones y sobre todo… acentuando nuestra identidad de ser Peruanos, sin sentirnos menos que nadie, pero con pedagogía, con altruismo y generosidad sin limites, tenemos inagotables recursos por ofrecer al mundo, pensemos en nuestros hijos y agradezcamos a Dios, de habernos permitido nacer en esta tierra bendita de Santa Rosa y San Martín de Porras.
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Hay que cortar por lo sano
Porque si de algo me ufano
Y me hace sentir humano
Es el ser un buen Peruano
Hay tanto por prometer
Al mundo entero y ofrecer
Mil bondades y crecer
Viendo a mi patria florecer
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Que les parece
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Fuente:
http://blockdepensamientos.blogspot.com/
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